Resúmenes amplios

LOS AGONISTAS DEL RECEPTOR DEL PÉPTIDO 1 SIMILAR AL GLUCAGÓN DISMINUYEN EL PESO CORPORAL


Copenhague, Dinamarca
El péptido 1 similar al glucagón es una hormona secretada por el intestino luego de la ingesta, empleada con fines terapéuticos en caso de diabetes mellitus tipo 2. Entre otros beneficios, su administración favorece la disminución ponderal.

BMJ

Autores:
Vilsboll T, Christensen M, Gluud L

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Copenhagen

Título original:
Effects of Glucagon-Like Peptide-1 Receptor Agonists on Weight Loss: Systematic Review and Meta-Analyses of Randomised Controlled Trials

Título en castellano:
Efectos de los Agonistas del Receptor del Péptido 1 Similar al Glucagón sobre la Disminución Ponderal: Revisión Sistemática y Metanálisis de Estudios Aleatorizados y Controlados

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.79 páginas impresas en papel A4
Introducción y objetivos
El sobrepeso es un problema de frecuencia creciente. Según lo estimado por la Organización Mundial de la Salud, afecta a 1.5 billón de adultos en todo el mundo, de los cuales 500 millones son obesos. Tanto la obesidad como el sobrepeso resultan en el fallecimiento de unos 3 millones de adultos por año, principalmente por complicaciones de la diabetes (DBT), la cardiopatía isquémica y el cáncer. Lamentablemente, la disminución ponderal no es simple de alcanzar y mantener y las intervenciones farmacológicas y quirúrgicas destinadas a lograrla poseen riesgos.
A medida que aumenta el índice de masa corporal (IMC) se incrementa el riesgo de DBT. El tratamiento de los pacientes con DBT mellitus tipo 2 (DBT2) no resulta sencillo debido a cuestiones vinculadas con las drogas empleadas y sus efectos adversos. El péptido 1 similar al glucagón (GLP-1 [glucagon-like peptide-1]) es una hormona secretada por el intestino luego de la ingesta, empleada con fines terapéuticos en caso de DBT2. Su administración mejora la homeostasis de la glucosa al aumentar la secreción endógena de insulina e inhibir la secreción de glucagón. Este efecto se suma a la disminución del apetito y de la ingesta. En caso de DBT2, el tratamiento con agonistas del receptor de GLP-1 (GLP-1R) resulta beneficioso en términos de regulación metabólica y favorece la disminución ponderal.
El presente estudio se llevó a cabo con el fin de actualizar la información disponible sobre los efectos de los agonistas GLP-1R en pacientes con sobrepeso u obesidad. El objetivo principal fue comparar el efecto de estos agonistas frente al efecto del placebo, la ausencia de tratamiento o la administración de otros agentes antidiabéticos en términos de disminución ponderal en pacientes con sobrepeso, en presencia o ausencia de DBT2. En segundo lugar se evaluaron la presión arterial sistólica y diastólica, el nivel de las enzimas hepáticas y del colesterol total y la aparición de efectos adversos. En caso de DBT2 también se consideraron los marcadores de control glucémico.
Métodos
Se llevó a cabo una búsqueda electrónica y manual de estudios mediante el empleo de las bases de datos Cochrane Library, Medline, Embase y Web of Science. Los estudios incluidos fueron aleatorizados y controlados, realizados en adultos con DBT2 o sin ésta, con un IMC mayor o igual a 25. El tratamiento con agonistas GLP-1R consistió en la administración de exenatida en dos tomas diarias, de exenatida de liberación prolongada en una toma semanal o de liraglutida en una toma diaria. Estos tratamientos se compararon frente a la administración de placebo o de otros agentes antidiabéticos y contra la ausencia de tratamiento. Además, se incluyeron estudios aleatorizados de comparación entre el tratamiento con exenatida y liraglutida. Sólo fueron evaluados estudios de una duración mínima de 20 semanas en los cuales se analizó el tratamiento con al menos 10 µg/día de exenatida, 2 mg/semana de exenatida de liberación prolongada y 1.2 mg/día de liraglutida.
Resultados
Se analizó la información correspondiente a 25 estudios aleatorizados y controlados, multicéntricos y multinacionales, publicados entre enero de 2004 y mayo de 2011, en su mayoría realizados en los EE.UU. o Europa. En 3 de los estudios se incluyeron pacientes sin DBT, en tanto que en los trabajos restantes todos los participantes presentaban DBT2.
El IMC promedio varió entre 29 y 41 y el peso corporal promedio fue de 82 kg a 111 kg. Los pacientes diabéticos tratados con agonistas GLP-1R y los integrantes de los grupos control presentaron un nivel promedio inicial de glucemia en ayunas de 8 a 11.7 mmol/l y de 8.2 a 11.2 mmol/l, respectivamente. El nivel promedio inicial de hemoglobina glucosilada (HbA1c), entre los pacientes tratados con agonistas GLP-1R, fue de 7.6% a 10.4%, en tanto que los integrantes de los grupos control presentaron niveles de 7.4% a 10.3%.
En la mayoría de los estudios se empleó una dosis de liraglutida de 1.2 o 1.8 mg/día, aunque en un estudio realizado en pacientes no diabéticos se administraron dosis de 2.4 y 3 mg/día. En cuanto a la exenatida, las dosis empleadas fueron de 10 a 20 µg/día o de 2 mg/semana. Tanto la liraglutida como la exenatida se administraron por vía subcutánea. El tratamiento administrado a los grupos control incluyó placebo, sulfonilureas de tercera generación, insulina, inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4, tiazolidindionas y metformina. En algunos casos se administró tratamiento combinado con metformina, sulfonilureas o tiazolidindionas.
En todos los estudios se produjo disminución ponderal. Según el análisis llevado a cabo por los autores del presente estudio, la administración de las dosis más elevadas de agonistas GLP-1R permitió alcanzar una disminución ponderal de 7.2 kg a 0.2 kg. Este tratamiento se asoció con una reducción de peso superior en comparación con lo observado en los grupos control. La disminución ponderal asociada con el empleo de agonistas GLP-1R tuvo lugar tanto en presencia como en ausencia de DBT. No se hallaron diferencias significativas de la reducción del peso corporal entre los pacientes que recibieron exenatida de liberación inmediata o prolongada y los sujetos tratados con liraglutida. El resultado del tratamiento no pudo explicarse al considerar el IMC inicial y la duración de los estudios.
La administración de agonistas GLP-1R también se asoció con la disminución de la presión arterial sistólica y de la concentración de colesterol total. La administración de liraglutida generó la disminución de la concentración de alanina aminotransferasa. En cambio, la administración de exenatida no tuvo este efecto. El tratamiento con agonistas GLP-1R no tuvo un efecto definido sobre los niveles de la fosfatasa alcalina. En cuanto al control glucémico en pacientes con DBT2, la administración de las dosis más elevadas de agonistas GLP-1R generó una disminución del porcentaje de HbA1c. Este resultado tuvo lugar en comparación con el placebo, las drogas antidiabéticas y la insulina.
El análisis de efectos aleatorios no arrojó diferencias significativas entre la administración de agonistas GLP-1R y los grupos control en cuanto al cambio de la concentración plasmática media de glucemia en ayunas. En cambio, la aplicación de un modelo de efectos fijos indicó una disminución mayor de la glucemia en ayunas entre los pacientes que recibieron agonistas GLP-1R. Asimismo, un porcentaje mayor de pacientes tratados con estos agentes alcanzó valores de HbA1c menores del 7% en comparación con lo observado en los grupos control.
La comparación entre los resultados obtenidos en los estudios en los cuales se emplearon dosis bajas o elevadas de agonistas GLP-1 indicó que el tratamiento con dosis elevadas permitió alcanzar un nivel menor de HbA1c. Asimismo, la administración de dosis elevadas se asoció con la obtención de niveles óptimos de este parámetro, con mayor frecuencia en comparación con la administración de dosis inferiores. Ambas dosis no difirieron en cuanto a la disminución promedio de la glucemia en ayunas. Los eventos adversos más frecuentes del tratamiento con agonistas GLP-1R fueron la hipoglucemia y los trastornos gastrointestinales. El aumento de la dosis se asoció con el incremento de la frecuencia de estos eventos. No obstante, no se observó un aumento de la frecuencia de abandono del tratamiento ante la administración de agonistas GLP-1R.
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, el tratamiento con agonistas GLP-1R resulta útil para disminuir el peso corporal en pacientes son sobrepeso u obesidad, además de brindar beneficios sobre la presión arterial sistólica y diastólica. En caso de DBT2, el tratamiento mejora el control glucémico y aumenta la probabilidad de alcanzar niveles óptimos de hemoglobina. Si bien se observaron eventos adversos ante la administración de agonistas GLP-1R, estos cuadros no afectaron el cumplimiento terapéutico. Los autores sugieren que el tratamiento con agonistas
GLP-1R es eficaz en pacientes con sobrepeso, tanto en presencia como en ausencia de DBT. Los beneficios serían especialmente notables en presencia de hipertensión arterial e hipercolesterolemia, entre otros trastornos metabólicos. De todos modos, es necesario contar con estudios adicionales que permitan obtener conclusiones al respecto.
La obesidad supone el aumento de la mortalidad y la morbilidad. Entre sus consecuencias se incluye la aparición de DBT2, hipertensión arterial y esteatosis grasa no alcohólica. Además, la obesidad visceral constituye un factor de riesgo independiente de enfermedad coronaria. Otras consecuencias de la obesidad son la disminución de la calidad de vida, la depresión y el aumento de la mortalidad vinculada con el cáncer. A las consecuencias negativas de los cuadros mencionados sobre la salud del paciente debe sumarse su costo significativo; por lo tanto, la creación de intervenciones destinadas a disminuir el peso corporal resulta fundamental.
Tanto la exenatida como la liraglutida pueden emplearse en combinación con hipoglucemiantes orales en pacientes con DBT2 que no logran un control glucémico adecuado ante el empleo de estrategias terapéuticas clásicas. La exenatida se administra en dosis iniciales de 5 µg divididos en dos tomas diarias durante un mes con el fin de asegurar la tolerabilidad adecuada del tratamiento. Luego, la dosis puede incrementarse hasta un máximo de 10 µg divididos en dos tomas diarias. La exenatida también se encuentra disponible en formulaciones inyectables de liberación prolongada que se administran en dosis de 2 mg desde el inicio del tratamiento. La dosis inicial de la liraglutida es de 0.6 mg/día y puede aumentarse a 1.2 y 1.8 mg/día según el cuadro clínico de cada paciente.
Los autores destacan que no se contó con información sobre los efectos del tratamiento con agonistas GLP-1R sobre los hallazgos en la histología hepática. Además, todos los estudios incluidos fueron patrocinados por la industria farmacéutica, lo cual podría favorecer la existencia de sesgos. De todos modos, consideran que los resultados obtenidos son válidos y pueden ser de utilidad para la práctica clínica.
Conclusión
La administración de agonistas GLP-1R en los pacientes obesos brinda beneficios en términos de disminución ponderal y puede mejorar la presión arterial y el nivel de colesterol total. Esto debe considerarse a la hora de tratar a los pacientes diabéticos que presentan obesidad o sobrepeso. Es necesario contar con estudios adicionales sobre el empleo de agonistas GLP-1R en ausencia de DBT.


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