Resúmenes amplios

LA DIABETES ESTARÍA ASOCIADA CON MAYOR RIESGO DE PRESENTAR ENFERMEDAD DE PARKINSON

Este estudio poblacional y retrospectivo demostró que los pacientes con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedad de Parkinson en comparación con el grupo control. El riesgo parece ser mayor en los hombres jóvenes (21 a 40 años) y las mujeres de mediana edad (41 a 60 años) con diabetes.

Diabetes Care 35(5):1047-1049

Autores:
Sun Y, Chang YH, Cy L

Institución/es participante/s en la investigación:
En Chu Kong Hospital

Título original:
Risk of Parkinson Disease Onset in Patients with Diabetes: A 9-Year Population Based Cohort Study with Age and Sex Stratifications

Título en castellano:
Riesgo de Aparición de Enfermedad de Parkinson en Pacientes con Diabetes: Estudio de Cohorte basado en la Población, de 9 Años de Duración, con Estratificaciones de Edad y Sexo

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.21 páginas impresas en papel A4
Introducción
Ciertos estudios recientes han comprobado un posible incremento del riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson (EP) en pacientes con diabetes. Sin embargo, los hallazgos reportados por estudios anteriores no son consistentes. Además, los estudios poblacionales a gran escala, con estratificaciones según la edad y el sexo son poco frecuentes en Asia. El presente estudio utilizó una cohorte nacional a partir de la base de datos del seguro de salud de Taiwán (Taiwain’s National Health Insurance; NHI) para investigar de manera retrospectiva la posible asociación de la diabetes con un mayor riesgo de EP, tomando en cuenta una posible relación con la edad y el sexo.
Diseño de la investigación y métodos
Los sujetos seleccionados fueron adultos con diagnóstico de diabetes en el año 2000, y que tuvieron diagnóstico de diabetes dentro del período de seguimiento de 12 meses. Si la fecha de ingreso al NHI fue anterior al 1 de enero de 2000, se precisó la fecha de registro como 1 de enero de 2000. Los grupos de estudio originales incorporaron a 615 532 pacientes con diabetes y 614 871 individuos control, seleccionados de manera aleatoria, y ajustados por edad y sexo. Se excluyeron aquellos sujetos diagnosticados con EP o parkinsonismo secundario entre el 1 de enero de 1997 y la fecha de registro, y aquellos menores de 20 años. Los individuos control diagnosticados con diabetes durante el seguimiento también fueron excluidos. La cohorte final incluyó a 603 416 pacientes con diabetes y 472 188 sujetos control.
El criterio principal de valoración fue el diagnóstico de EP entre 2000 y 2008. Se tuvieron en cuenta solo aquellos diagnósticos en los que el criterio de valoración comenzó 1 año después de la fecha de registro para establecer un vínculo temporal entre la diabetes y la EP. Se realizó el seguimiento desde la fecha de registro hasta la ocurrencia del criterio principal de valoración, la baja del NHI o el 31 de diciembre de 2008. Se utilizó la primera ocurrencia y las 2 siguientes se tomaron como observaciones de censo.
Se determinaron las densidades de incidencia (DI) específicas para la edad y el sexo bajo el supuesto de Poisson. Se realizaron modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox, con ajustes por edad, sexo, área geográfica (para minimizar el efecto de las diferencias en el acceso a los cuidados médicos), condición de urbanización (para tomar en cuenta posibles diferencias en la prevalencia de factores ambientales, como herbicidas, pesticidas, etcétera, que son factores de riesgo de EP) y otros factores concomitantes de importancia. También se evaluaron los efectos interactivos de la diabetes con la edad y el sexo en el riesgo de contraer EP. La significancia estadística se consideró con un error de tipo I de 0.05.
Resultados
Las DI para hombres y mujeres con diabetes fueron 3.34 y 3.82 cada 100 000 años-paciente, respectivamente. Los valores de los controles correspondientes fueron 2.12 y 2.18 cada 100 000 años-paciente. Las DI aumentaron con la edad en ambos grupos y de manera independiente del sexo. Se encontraron DI muy altas en personas > 65 años (pacientes = 3.59 [IC 95%: 3.53 a 3.64]; en comparación con los controles = 2.15 [2.10 a 2.20]).
Los pacientes con diabetes mostraron un riesgo mayor de desarrollar EP, en comparación con los controles. El hazard ratio (HR) ajustado fue de 1.61 (IC 95%: 1.56 a 1.66). En mujeres con diabetes, el HR ajustado fue significativamente mayor (beta = 0.109657; p < 0.0001) al de los hombres con diabetes (1.70 [1.63 a 1.77] y 1.51 [1.44 a 1.57], respectivamente). Los valores más altos de HR de pacientes con diabetes fueron mayores en las edades comprendidas entre los 21 a 40 años para los hombres (2.10 [1.01 a 4.42]; 41 a 60 años: 1.60 [1.41 a 1.81]; > 60 años: 1.49 [1.42 a 1.56]) y en las edades de 41 a 60 años en las mujeres (2.05 [1.82 a 2.30]; 21 a 40 años: 1.10 [0.48 a 2.55]; > 60 años: 1.65 [1.58–1.73]).
Para evaluar el supuesto de proporcionalidad del modelo de Cox, se llevaron a cabo análisis estratificados según el período de seguimiento. Los HR ajustados tendieron a ser mayores en los años 2000 a 2004 (1.83 [1.75 a 1.91]) que entre 2005 y 2008 (1.44 [1.39 a 1.50]). También se calcularon los HR de pacientes con diabetes que hicieron sus primeras visitas ambulatorias en 1997 o antes, entre 1998 y 1999, o 2000. Se observaron HR de 1.72 (1.66 a 1.77), 1.38 (1.32 a 1.44) y 1.25 (1.18 a 1.33), respectivamente. Para analizar el posible sesgo de una frecuencia mayor de controles ambulatorios en pacientes con diabetes, se limitaron los sujetos control a individuos con > 21 visitas ambulatorias (el número promedio de visitas por causas no relacionadas con la diabetes de pacientes con diabetes) en 2000. El HR ajustado resultó de 1.37 (1.32 a 1.41).
Conclusiones
Este estudio retrospectivo apoya la noción de un posible vínculo entre la diabetes y el riesgo de presentar EP. Los autores proporcionan información adicional que sugiere un efecto significativo de la edad y el sexo. Se encontraron HR mayores en mujeres que en hombres con diabetes. Además, los pacientes hombres más jóvenes (21 a 40 años) y las pacientes de mediana edad (41 a 60 años) resultaron más expuestas a este mayor riesgo.
La asociación entre diabetes y EP no ha sido demostrada completamente. Es posible que la inflamación crónica y el estrés oxidativo identificado en pacientes con diabetes puedan llevar a un mayor riesgo de EP. Estudios con animales e in vitro han mostrado la participación de la insulina en la regulación de la actividad dopaminérgica en el cerebro. Además, la expresión reducida de ciertos genes encontrada en pacientes con diabetes tipo 2 está relacionada con deficiencias en la vía oxidativa mitocondrial, y las deficiencias mitocondriales han sido vinculadas con la patogénesis de la EP. La asociación de la diabetes con un inicio temprano de la EP (a edades < 60 años) observada en este estudio es consistente con una investigación reciente.
La limitación de este estudio, señalan los autores, fue la incapacidad de diferenciar entre diabetes tipo 1 y tipo 2. La diabetes tipo 1 afecta a 1.8% de los pacientes diabéticos de Taiwán. Para minimizar este problema, solo se incluyeron pacientes con un diagnóstico posterior a la edad de 20 años. Además, debido a la falta de información completa sobre el estilo de vida de los pacientes y la exposición ambiental y ocupacional, el estudio no pudo ser ajustado de manera directa por esos factores de confusión. El HR disminuyó de manera substancial luego del ajuste por la frecuencia de los controles ambulatorios de la diabetes (de 1.61 a 1.37). Esto sugiere un factor de confusión por la atención médica, que puede explicar una parte del aumento remanente en el riesgo.
Durante el período de estudio de 9 años, los pacientes con diabetes en Taiwán, de ambos sexos y mayores de edad, experimentaron riesgos significativamente mayores de desarrollar EP. El vínculo encontrado entre la diabetes y el inicio de la EP a menor edad merece ser investigado.


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