Resúmenes amplios

UTILIDAD CLÍNICA DE LOS ANTICUERPOS CONTRA SARS-COV-2


Baltimore, EE.UU.
La presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2 indica infección, cuando se los detecta 14 días después del inicio de los síntomas; los anticuerpos se asocian con la gravedad clínica y ayudan a establecer el diagnóstico en pacientes con pruebas persistentemente negativas para la detección de material genético del virus (resultados falsos negativos).

Annals of Internal Medicine

Autores:
Caturegli P

Institución/es participante/s en la investigación:
Johns Hopkins School of Medicine

Título original:
Clinical Validity of Serum Antibodies to SARS-CoV-2: A Case–Control Study

Título en castellano:
Validez Clínica de los Anticuerpos contra SARS-CoV-2 – Estudio de Casos y Controles

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.02 páginas impresas en papel A4

Introducción

La presencia de anticuerpos contra el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) ha recibido especial atención en el contexto de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés). Luego de los primeros casos referidos en Wuhan, China, en diciembre de 2019, SARS-CoV-2 infectó, hasta el 30 de junio de 2020, a 10 424 992 personas en todo el mundo; la incidencia de enfermedad grave y de mortalidad fue cercana a 15% y 0.4%, respectivamente. Los decesos obedecen esencialmente al daño alveolar difuso, el edema intraalveolar y los infiltrados linfoplasmacitarios.

SARS-CoV-2 es un virus con ARN de cadena única y con envoltura; sintetiza 4 proteínas estructurales: de la espiga (S), de la nucleocápside, de la matriz y de la envoltura. La proteína de la espiga es una estructura trimérica que sobresale de la envoltura, responsable del aspecto en “corona”. La subunidad 1 participa en la entrada del virus a las células del organismo, mediante la unión a la enzima convertidora de angiotensina 2. Por su tamaño, su localización y su función esencial, las proteínas de la espiga son blancos fundamentales para la respuesta inmunológica humoral.

La serología para COVID-19 se considera a diferentes niveles con propósitos muy diversos, desde el diagnóstico, hasta el tratamiento con suero de pacientes convalecientes. Asimismo, los estudios de seroprevalencia tienen importancia epidemiológica en poblaciones particulares de sujetos y en la población en general.

Sin embargo, las aplicaciones clínicas de las pruebas serológicas en COVID-19 siguen sin conocerse con precisión. Se ha sugerido que podrían ser complementarias a las pruebas para la detección de ARN viral (nucleic acid amplification test [NAAT]), habitualmente por reacción en cadena de la polimerasa por transcripción inversa en hisopado nasofaríngeo, lavado broncoalveolar, esputo o aspirado endotraqueal.

En la medida en que las NAAT son más utilizadas, empiezan a surgir limitaciones; por ejemplo, se sabe que la eliminación de virus no es sostenida sino intermitente. Además, los resultados de las NAAT dependen del tiempo desde la exposición y de la técnica con la que se toman las muestras. En los casos con fuertes indicios de COVID-19, a pesar de resultados negativos en NAAT repetidas, los estudios serológicos podrían ser particularmente útiles. Si bien numerosos estudios describieron el rendimiento técnico de los distintos ensayos para la búsqueda de anticuerpos contra SARS-CoV-2, la sensibilidad y la especificidad clínica todavía no se conocen con exactitud. El objetivo del presente estudio fue analizar el rendimiento de un ensayo para la detección de anticuerpos contra la proteína S de SARS-CoV-2, con especial atención a la cinética y la utilidad clínica.

 

Pacientes y métodos

El estudio de casos y controles tuvo por finalidad determinar la validez y la utilidad clínica de las pruebas serológicas para SARS-CoV-2. Se incluyeron 628 pacientes (876 muestras de suero) en quienes se evaluó la presencia de anticuerpos específicos: 115 pacientes internados (363 muestras de suero) en quienes se analizó la presencia de virus por NAAT en hisopado nasofaríngeo, y 513 enfermos (513 muestras) en quienes no se realizaron NAAT.

Entre los 11 066 internados en el Johns Hopkins Hospital, 115 (1%) fueron internados con diagnóstico presuntivo de COVID-19; mediante la revisión de las historias clínicas se establecieron dos grupos: grupo de casos con COVID-19 (n: 60) y grupo control, sin COVID-19 (n: 55). El grupo control de laboratorio abarcó 513 pacientes en quienes no se realizaron pruebas de NAAT. Mediante enzimoinmunoensayo se determinaron los niveles séricos de anticuerpos de tipo IgA e IgG contra la proteína de la espiga de SARS-CoV-2.

 

Resultados

La sensibilidad y la especificidad del ensayo para IgG contra SARS-CoV-2 fueron de 0.976 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.928 a 0.995) y 0.988 (IC 95%: 0.974 a 0.995), respectivamente, cuando los estudios se realizaron 14 días o más después del inicio de los síntomas; sin embargo, la sensibilidad disminuyó en momentos más tempranos de la enfermedad.

Los anticuerpos de tipo IgG aparecieron rápidamente y se mantuvieron en títulos altos durante todo el período de seguimiento, de hasta 58 días. Los anticuerpos contra SARS-CoV-2 predijeron el riesgo de aparición de síndrome de distrés respiratorio agudo, el cual se incrementó en 62% (IC 95%: 48% a 81%; p < 0.001) por cada aumento de dos veces en el título de anticuerpos de tipo IgG.

En la totalidad de las 11 066 sometidas a pruebas de NAAT, 457 mostraron resultados negativos en pruebas repetidas; para 18 de ellos se dispuso de muestras de sangre para la detección de anticuerpos: 6 casos con COVID-19 y 12 controles, sin COVID-19. Se detectaron anticuerpos en 5 de los 6 casos pero en ninguno de los 12 controles (p = 0.001).

La realización del estudio en un único centro y el diseño retrospectivo fueron las principales limitaciones para tener en cuenta.

 

Conclusión

Los resultados del presente trabajo indican que la presencia de anticuerpos contra SARS-CoV-2 revela infección cuando se los mide al menos 14 días después del inicio de los síntomas; además, en estos casos, los anticuerpos predicen la evolución a enfermedad respiratoria grave y tienen utilidad diagnóstica en pacientes con diagnóstico fuertemente presuntivo de COVID-19 con pruebas para la detección de ARN viral persistentemente negativas. Por lo tanto, además de la utilidad epidemiológica y la aplicación terapéutica, la serología para SARS-CoV-2 podría tener importancia en términos de diagnóstico.



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