Resúmenes amplios

RIESGOS DE LA DEMORA EN LA BÚSQUEDA DE ASISTENCIA EN PACIENTES CON SÍNDROME CORONARIO AGUDO DURANTE LA COVID-19


Nueva York, EE.UU.
En este artículo los autores presentan tres casos de pacientes que demoraron la asistencia a los centros de salud por miedo al contagio del COVID-19. Por su intermedio llaman la atención sobre los riesgos de demorar la búsqueda de asistencia, con aumento del tiempo de internación, el potencial de complicaciones y el incremento de la mortalidad.

Journal of the American College of Cardiology 2(10):1-5

Autores:
Azzalini L

Institución/es participante/s en la investigación:
Icahn School of Medicine at Mount Sinai

Título original:
Medical Care Avoidance Behavior Among Patients With Myocardial Infarction During the COVID-19 Pandemic

Título en castellano:
Comportamiento de Evitación de la Atención Médica en Pacientes con Infarto de Miocardio Durante la Pandemia de COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.09 páginas impresas en papel A4

Introducción

En este artículo los autores presentan 3 pacientes que llamaron la atención, ocurridos en marzo de 2020, en medio de la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en la región de Lombardía, Italia. Ninguno presentó síntomas de COVID-19, y todos dieron negativo para la infección por síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus 2 (SARS-CoV-2).

 

Presentación del caso

Varón de 64 años que consulta al servicio de urgencias por incremento del dolor en el miembro inferior izquierdo (MII) de 3 días de evolución, acompañado de cianosis y parestesia. Simultáneamente refirió presión precordial y disnea en reposo durante 10 días. Al ingreso se observó isquemia crítica del MII. Presentaba crepitantes finos en ambos campos pulmonares y distensión yugular. El electrocardiograma (ECG) mostró ondas Q y elevación del segmento ST en las derivaciones anteriores. En el ecocardiograma y la angiografía coronaria por tomografía computarizada (ACTC) se observó dilatación severa y disfunción sistólica del ventrículo izquierdo (VI) con trombo apical, la tomografía reveló oclusión de la arteria descendente anterior (DA), compatible con cuadro subagudo de infarto de miocardio en cara anterior, con elevación del segmento ST (IMCEST). Se identificó material tromboembólico en ambas arterias femorales. Se realizó amputación de MII, que se complicó con shock cardiogénico. El paciente se recuperó lentamente.

Una mujer de 65 años consulta al servicio de urgencias debido a disnea progresiva y ortopnea de 5 días de evolución, se hallaba hipotensa y disneica. Unos días antes, refirió episodio prolongado de opresión epigástrica. Al examen presentaba crepitantes bilaterales hasta las regiones apicales, con ruidos respiratorios abolidos en ambas bases. Se observó distensión yugular y edema bilateral. La radiografía de tórax fue compatible con edema agudo de pulmón. En el ECG se observó elevación del segmento ST anterior y ondas Q. en el ecocardiograma se observó disfunción severa del VI con aneurisma apical y discinesia anteroseptal y anteroapical. En la ACTC se observó estenosis crítica de la DA. El cuadro fue compatible con una presentación tardía de IM anterior.

Un hombre de 60 años acudió al servicio de urgencias con hipotensión, diaforesis y disnea. Había experimentado dolor precordial intenso durante 4 días. En el ECG se observó elevación del segmento ST y ondas Q en las derivaciones anteriores, compatible con IMCEST anterior subagudo. Se realizó una coronariografía de urgencia, que mostró oclusión total crónica de la arteria coronaria derecha proximal y una rama posterolateral izquierda, oclusión trombótica aguda de la DA proximal. Se le realizó angioplastia con implante de stent a la DA, con fenómeno de no reflujo posterior. Evolucionó con shock cardiogénico con fallo multiorgánico, falleció a los pocos días.

 

Discusión

Tanto el cuadro de IM como las secuelas permanentes que producirán, podrían haberse reducido mediante la concurrencia sin demora a los servicios de emergencias médicos (SEM). Se sabe de la repercusión positiva al reducir el tiempo desde el inicio de los síntomas a la reperfusión coronaria. Las estrategias implementadas disminuyen la mortalidad y la incidencia de complicaciones relacionadas con el IM. La creación de redes con el objetivo de proporcionar acceso rápido las 24 horas a la angioplastia primaria mejoró los resultados de IMCEST.

Sin embargo, en los casos presentados, lo que originó la demora en recibir atención fue el temor a contraer COVID-19 en el hospital. El miedo es un determinante bien conocido de la evitación de la atención médica. Durante las epidemias, se informó conductas de evitación hospitalaria asociadas con conceptos erróneos sobre la gravedad de la enfermedad y los modos de transmisión. Los 3 pacientes descritos vivían en comunidades en las que la magnitud del brote de COVID-19 estaba muy por encima del promedio nacional y fueron muy reacios a buscar atención médica.

La carga asociada con el tratamiento de sujetos infectados con SARS-CoV-2 puede reducir la eficacia general de un sistema de salud que enfrenta múltiples emergencias a la vez. Los SEM en Lombardía atendían un promedio de 2500 visitas/día antes de la pandemia, con un tiempo para el primer contacto médico menor a 12 minutos para eventos de alta prioridad. En la tercera semana de marzo de 2020, los EMS tuvieron que atender 3200 visitas/día. Por un lado, es muy probable que los tiempos de espera de las ambulancias se hayan prolongado debido al repentino aumento de la demanda. Además, dada la abrumadora cantidad de pacientes con infección crítica, la escasez de camas podría impedir una atención óptima a los pacientes cardiovasculares agudos. En este contexto, las iniciativas dirigidas por el gobierno local para concentrar todas las emergencias cardiovasculares en pocos centros podrían ser beneficiosas para mantener las instalaciones de emergencia rápidamente disponibles y permitir que la mayoría de los otros hospitales se concentren en la atención del COVID-19. En Italia, las autoridades sanitarias prefirieron garantizar la angioplastia primaria como método de referencia para todos los casos de IMCEST, con la aplicación de los estándares más estrictos en términos de prevención de la propagación intrahospitalaria del SARS-CoV-2.

 

Conclusión

Si bien se deben maximizar los esfuerzos para limitar la propagación de la pandemia, también se debe evitar comprometer la atención cardiovascular aguda. En este difícil escenario, los cardiólogos pueden desempeñar un papel único en la reeducación de los pacientes, en el reconocimiento de los síntomas de afecciones cardíacas potencialmente mortales, y buscar la atención adecuada de manera oportuna. La asistencia tardía puede plantear un problema doble, los enfermos pueden presentar un peor pronóstico y sufrir complicaciones relacionadas y, a su vez, pueden requerir una internación más prolongada. Siempre que sea posible, se debe dar prioridad a las opciones terapéuticas que consuman menos recursos.



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