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CALIDAD DEL SEMEN DE OBREROS EXPUESTOS LABORALMENTE A HIDROCARBUROS
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
Ruth de Celis Carrillo
Columnista Experto de SIIC

Artículos publicados por Ruth de Celis Carrillo 
Coautor Alfredo Feria-Velasco* 
Dr., Guadalajara, México*


Recepción del artículo: 8 de enero, 2001
Aprobación: 16 de marzo, 2001
Conclusión breve
Son muchas las sustancias tóxicas que se encuentran en el ambiente externo, doméstico o laboral que pueden afectar la capacidad reproductora del humano, además de otros sistemas. En el varón, particularmente después de una exposición crónica y prolongada (más de seis meses) se observan cambios en la motilidad, número y proporción de espermatozoides morfológicamente normales en el eyaculado.

Resumen



Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Medicina del Trabajo
Relacionadas: Atención PrimariaDiagnóstico por LaboratorioEndocrinología y MetabolismoEpidemiologíaGenética HumanaMedicina FamiliarMedicina InternaMedicina LegalSalud PúblicaToxicologíaUrología


CALIDAD DEL SEMEN DE OBREROS EXPUESTOS LABORALMENTE A HIDROCARBUROS

(especial para SIIC © Derechos reservados)
Artículo completo
ResumenSe realizó un estudio comparativo entre dos grupos de trabajadores de la industria hulera mexicana. El primer grupo de estudio estuvo conformado por 48 obreros expuestos laboralmente a hidrocarburos aromáticos durante 2 a 24 años; y el otro grupo, por 42 trabajadores de áreas administrativas, no expuestos a hidrocarburos ni a otros tóxicos. Nuestro objetivo fue describir y comparar las características del semen de ambos grupos para conocer algunos de los efectos adversos que tiene la exposición crónica a hidrocarburos sobre la reproducción masculina evidenciados a través de los cambios en la calidad del semen. La concentración de los hidrocarburos del ambiente laboral fue cuantificada por monitoreo continuo de todas las áreas de la fábrica durante las jornadas de trabajo. El estudio de las muestras de semen de ambos grupos se realizó de acuerdo con los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los hidrocarburos encontrados en el ambiente laboral fueron etilbenceno (220.7-234 mg/m3), benceno (31.9-47.8 mg/m3), tolueno (189.7-212.5 mg/m3) y xileno (47-56.4 mg/m3). El análisis de las características del semen de ambos grupos demostró mayor porcentaje de varones normozoospérmicos (76%) en el grupo de trabajadores no expuestos respecto del grupo de trabajadores expuestos, donde sólo el 17% presentó normozoospermia. En la mayoría de los trabajadores expuestos encontramos anormalidad en la viscosidad del semen, en su capacidad de licuefacción, cuentas espermáticas bajas, motilidad espermática disminuida o no observable y una gran cantidad de espermatozoides con alteraciones en su morfología. Algunas de estas características anormales del semen tuvieron asociación con los años de exposición a los hidrocarburos. En el semen de los obreros expuestos a hidrocarburos encontramos una cantidad significativamente mayor de células germinales inmaduras (CGI) con alteraciones morfológicas nucleares, micronúcleos (Mns), en comparación con el grupo de individuos que no tuvieron contacto con estos tóxicos. Además, en el grupo de expuestos se observó que el porcentaje de células germinales inmaduras con micronúcleos (CGI/Mns) tuvo asociación con la edad del individuo y los años de exposición, así como con la morfología espermática. A manera de conclusión, podría decirse que la exposición crónica a hidrocarburos aromáticos potencialmente afecta el proceso de espermatogénesis y se refleja en una pobre calidad del semen de los individuos expuestos a estos tóxicos.IntroducciónLos efectos que producen algunos agentes xenobióticos sobre la salud humana son relativamente fáciles de reconocer y de evaluar, sobre todo cuando estos efectos son inmediatos como en el caso de envenenamientos agudos. Es mucho más difícil establecer una asociación causa-efecto cuando el agente tóxico produce daños a la salud después de un período de tiempo largo o cuando las manifestaciones metabólicas, fisiológicas o patológicas aparecen mucho tiempo después de la exposición al agente xenobiótico. Este podría ser el caso de algunas sustancias que inducen procesos de carcinogésis o sustancias que afectan el proceso de reproducción, tanto en hombres como en mujeres, y cuyos efectos adversos pueden ponerse en evidencia varios años después de la exposición en dosis suficientes.1Durante las últimas décadas, se ha observado que la calidad del semen ha disminuido considerablemente.2,3 Es muy posible que la presencia de agentes tóxicos en el ambiente sea una de las razones principales de este cambio en el semen humano,4 dado que en la actualidad, con el incremento de industrias en la mayor parte de los países desarrollados y en vías de desarrollo, la contaminación antropogénica ya representa un problema grave y de difícil solución.En general, las actividades laborales propician con frecuencia contacto directo o exposición directa o indirecta a tóxicos que en su extensa mayoría dañan la salud reproductiva y causan infertilidad en el humano.5 Al realizar sus actividades en sus centros de trabajo, muchos obreros están expuestos a diversas sustancias simultáneamente;1 el impacto negativo que pueden ejercer estas mezclas de sustancias químicas depende de muchos factores, entre los que se pueden mencionar, por ejemplo, el grado de toxicidad, la duración de la exposición, tiempo de exposición, mecanismo de acción y la interacción entre las sustancias que componen una mezcla (6).En la mayoría de las actividades que realizan los obreros al fabricar, procesar o desechar productos estén en contacto con más de una sustancia a la vez. Ello dificulta conocer cuál es la participación que verdaderamente tiene cada una de éstas en el deterioro de la salud de los individuos que están expuestos cotidianamente, así como la toxicidad que representan los ambientes con diversas mezclas y diferentes concentraciones de sustancias.1Los cambios observados en la calidad del semen y los factores que posiblemente generan estas variaciones no son una inquietud nueva.3 Han sido numerosos los estudios encaminados a demostrar que el contacto con algunos agentes tóxicos ambientales, puede ejercer efectos adversos sobre el sistema reproductor masculino cuando alteran la función neuroendocrina7 o cuando afectan directamente al proceso de espermatogénesis, lo cual se refleja en una pobre calidad del semen.5,8Los tóxicos que más se han estudiado para conocer los efectos sobre la reproducción masculina son algunos hidrocarburos aromáticos,9,10 ciertos hidrocarburos halogenados como el dibromocloropropano (DBCP),11 los difenilos policlorados (PCB),12 difenilos polibromados (PBB), algunos plaguicidas organoclorados como el «kepone»,13 algunos metales pesados como el plomo8,14 y algunos agentes físicos como la radiación ionizante.15Con base en estos antecedentes, se elaboró un proyecto de investigación orientado a detectar cuáles son los efectos de la exposición crónica a una mezcla de hidrocarburos sobre las características del semen de trabajadores de la industria hulera. Este proyecto de investigación fue sometido para su evaluación al Comité Local de Investigación del Hospital de Gineco-Obstetricia N• 4 LuiCastelazo Ayala, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la Ciudad de México. Posteriormente a una cuidadosa revisión fue aprobado para su ejecución, dos meses después de haberse sometido y fue registrado con el número 0234-94/005.Metodología de investigación empleadaPara poder realizar este trabajo, elegimos una empresa ubicada en el norte de la Ciudad de México, que además de ser una de las ciudades más pobladas del mundo es también una de las más contaminadas.En la empresa estudiada se fabrican varias clases de mangueras, empaques y algunas clases de autopartes de hule. Existe una gran área de producción donde trabajan aproximadamente 300 obreros, los cuales están expuestos a una mezcla de hidrocarburos que predominantemente contiene etilbenceno en una concentración de 220.7 a 234 mg/m3, benceno de 31.9 a 47.8 mg/m3, tolueno de 189.7 a 212.5 mg/m3 y xileno de 47 a 56.4 mg/m3. La concentración de estos hidrocarburos aromáticos fue determinada por monitoreo continuo en todas las áreas de la fábrica, durante tres distintas jornadas laborales, para estimar concentraciones promedio. Se utilizó un monitor pasivo de vapor orgánico (3500, 3M Company; EE.UU.). Las muestras de aire ambiental fueron analizadas por desorción de disulfuro de carbono y cromatografía de gases, las técnicas empleadas para desarrollar estos procedimientos se encuentran descritas ampliamente en el Manual de Métodos Analíticos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.16El área de producción cuenta con domos en el techo para incrementar la iluminación por la luz solar y el sistema de ventilación es más bien deficiente; ambas características provocan un efecto de invernadero que permite la incorporación de los agentes tóxicos con mayor facilidad, dado que con el calor los poros se dilatan y los tóxicos ingresan al organismo más rápidamente y en mayor cantidad; además, la cinética de las moléculas de estas sustancias es más activa, lo que permite una gran difusión en toda el área de trabajo.Las jornadas de trabajo son de ocho horas continuas de lunes a viernes y de seis horas continuas los sábados. De tal manera, los trabajadores están expuestos aproximadamente 46 horas a la semana; aunque las jornadas tienen algunos recesos para alimentación y para asistir al sanitario, no salen del área de producción.A todos los trabajadores (expuestos y no expuestos a los hidrocarburos) se les dio charlas informativas, no sólo del proyecto de investigación que nos interesaba realizar sino de algunos aspectos de bioseguridad en el trabajo, así como de algunos tópicos que solicitaron con mucho interés con respecto a su sexualidad y planificación familiar. Esto permitió que muchos trabajadores participaran voluntariamente en el estudio y de esta manera se pudieron conjuntar aproximadamente 150 participantes, los cuales firmaron sus respectivas cartas de consentimiento informado. Todos ellos fueron estudiados clínicamente en forma completa, además de ser explorados físicamente para descartar algún trastorno en su tracto genitourinario. Se estructuraron dos tipos de formato de historias clínicas, un tipo para los trabajadores expuestos y otro tipo para los trabajadores no expuestos. Estos cuestionarios clínicos fueron dirigidos para indagar, en forma detallada, la historia reproductiva de cada participante, cuántos hijos habían concebido antes y durante los años que habían estado expuestos a estos tóxicos, si contaban con antecedentes de abortos, si tenían hijos con malformaciones, algún antecedente genético importante para la reproducción o si habían presentado algunos problemas de infertilidad, métodos anticonceptivos utilizados y también acerca de su conducta sexual, libido, problemas para la erección o eyaculación. Se les interrogó para saber si estaban expuestos a otros tóxicos fuera de su área laboral, en otro trabajo o en su casa, así como del uso de medicamentos, antecedentes de radioterapia o quimioterapia, si tenían algunas adicciones, en especial a la marihuana, cocaína, tabaco o alcohol. Después de analizar cuidadosamente el expediente de cada participante, se tuvieron que excluir un poco más de la mitad de ellos; algunos, porque no reunían los requisitos de inclusión para cada grupo, otros por razones de infertilidad previa de causa desconocida, adicciones o toxicomanías, tratamientos médicos prolongados, problemas de horarios o de sus actividades laborales en la fábrica. Por tales motivos, el grupo de obreros expuestos se conformó sólo por 48 individuos y el grupo de trabajadores no expuestos, por 42.De cada participante se obtuvieron 3 muestras de semen, una muestra semanal. Cada muestra fue obtenida por masturbación y posterior a una abstinencia de eyaculación de 3 días. Los especímenes fueron depositados en frascos de vidrio estériles y fueron mantenidos a una temperatura de 37° C dentro de una incubadora de calor seco aproximadamente 90 minutos. Todas las espermatobioscopias fueron realizadas de acuerdo con los procedimientos y técnicas establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).17 En cada informe se describió en forma completa todas las características que se observaron en las muestras de semen, tales como el volumenC total del eyaculado, viscosidad, licuefacción, cuenta espermática por ml y por eyaculado, motilidad espermática, proporción de espermatozoides con morfología normal y anormal, aglutinación y agregación espermática no específica, porcentaje de espermatozoides viables y cantidad de células germinales inmaduras normales y con presencia de micronúcleos.Los datos obtenidos del estudio realizado a las muestras de semen fueron transformados a su expresin logarítmica para el cálculo #de medias y desviaciones estándar geométricas, dado que no mostraron una distribución normal. Posteriormente fueron analizados por medio de la prueba de chi-cuadrado, por la prueba U de Mann-Whitney y por análisis de correlación de Spearman. Resultados y disción de la indagatoria clínicaLa edad promedio ± DE que encontramos en el grupo de varones expuestos fue 32 ± 5 años (en un rango de 23 a 40 años) y del grupo de trabajadores no expuestos fue 31.5 ± 5 años (en un rango de 22 a 40 años). Encontramos que los obreros que tenían contacto con la mezcla de hidrocarburos habían estado expuestos un tiempo promedio de 11.6 ± 5.4 años, con un mínimo de dos y un máximo de 24 años. El 8% de los obreros tenía 3-5 años de exposición ininterrumpida, el 27% entre 6 y 9, el 44% entre 10 y 15 y el restante 21% entre 16 y 24 años. Al indagar la edad en que estos obreros comenzaron a tener contacto con ese tipo de mezcla de hidrocarburos encontramos que la mayoría de ellos (casi el 75%) comenzó antes de los 20 años, el promedio de la edad de inicio a la exposición fue de 19 ± 4 años (en un rango de entre 15 y 30 años). Es frecuente que en países como México la población ingrese a trabajar a una edad muy temprana; de hecho, lo más grave que hemos observado en este tipo de estudios es que los niños y adolescentes comienzan a realizar actividades laborales peligrosas en trabajos informales o de su propia familia sin recibir ningún tipo de capacitación para su autoprotección, lo cual facilita los accidentes o el desarrollo de lesiones graves o permanentes. Este sería es el caso de los obreros estudiados que, de acuerdo a las características de su semen, eran infértiles y con pocas probabilidades de recuperar su fertilidad, dado que iniciaron el contacto con tóxicos a muy temprana edad.Los efectos adversos sobre la salud de los obreros expuestos que pudimos documentar, y que se conoce que están más estrechamente relacionados con los daños causados al sistema nervioso por la exposición a hidrocarburos, fueron en general fatiga, mala memoria o lagunas mentales (en casi el 88% de los casos). También se encontró una alta frecuencia de cefaleas, dificultad para conciliar el sueño o vértigo, observado en el 80% de los obreros. Un poco más de la mitad del grupo (60%) refirió presentar algunos períodos de depresión emocional y una disminución significativa de su libido; de hecho, pudimos establecer que los obreros que tienen más años de exposición tienen más disminuido su apetito sexual. En cuanto a los hábitos de consumo de drogas, tabaquismo y alcohol, se encontró que los 90 participantes refirieron un consumo de etanol de < 100 ml por semana y que por lo menos el 62% de los participantes son fumadores moderados, es decir, fuman no más de 10 cigarrillos por día. Ninguno de ellos aceptó ser consumidor de alguna droga recreativa, pero no descartamos la posibilidad de que alguno de los participantes fuera consumidor de alguna droga y que por cuestiones personales no haya querido mencionar esta adicción; incluso, al considerar esta posibilidad, se planeó hacer pruebas en orina para conocer esta iNnformación, pero no se nos permitió realizar estas determinaciones. Después de analizar los datos, no pudimos establecer ninguna relación entre las adicciones al tabaco y/o alcohol e infertilidad, problemas en la función sexual o alteraciones en las características del semen. De hecho, a toda la población estudiada (expuestos y no expuestos) la dividimos dos grupos, uno de fumadores y otro de no fumadores, y no encontramos diferencias estadísticamente significativas cuando comparamos la calidad del semen de los fumadores con la de los no fumadores.En cuanto a la historia reproductiva de los participantes, encontramos que 12 de los obreros expuestos tuvieron uno o más hijos antes de comenzar a exponerse a la mezcla de hidrocarburos y que 28 de ellos pudieron tener uno o más hijos durante los primeros cinco años después de haber iniciado la exposición a hidrocarburos. Ninguno de estos niños presentó alguna malformación al momento de nacer. Aparentemente todos los hijos de estos obreros fueron sanos, pero no pudimos indagar algunos otros datos relevantes como edad gestacional al momento de nacer, peso al nacer, crecimiento, desarrollo, historia de enfermedades durante los primeros cinco años de vida y capacidad de aprendizaje, todos ellos adecuados indicadores de la salud del infante que podrían confirmar o descartar que la exposición paterna tiene o no tiene influencia en la salud de la progenie. Hubiera sido muy importante conocer estos datos dado que, hasta el momento, las publicaciones que se refieren a la repercusión de algunos tóxicos sobre la salud de los niños por lo común evalúan o relacionan la exposición materna a tóxicos en períodos críticos tales como poco antes del embarazo, durante el embarazo o período de lactancia y son observaciones realizadas en niños recién nacidos sin seguimiento a mediano o largo plazo. No se tiene conocimiento de publicaciones sobre la exposición paterna y la salud de la progenie, con seguimiento de por lo menos los primeros cinco años de vida de estos niños.Sólo una esposa del grupo de trabajadores expuestos estaba embarazada al momento del estudio. Cuando se estudió a su esposo, ella tenía aproximadamente 30 semanas de gestación y no había presentado ninguna complicación durante el embarazo. Este obrero presentó una cuenta espermática moderadamente baja (18 millones de espermatozoides por ml), pero consideramos que ésta estaba compensada con una motilidad y una morfología muy adecuadas para la reproducción.Diez de los^ obreros expuestos refirieron no haber procreado ningún hijo ni antes ni durante los años que han estado expuestos, a pesar de que habían mantenido una vida sexual activa y no habían utilizado ningún método anticonceptivo. Encontramos que todos ellos se habían empezado a exponer desde muy jóvenes (antes de los 20 años de edad) a diversas mezclas de tóxicos, sobre todo hidrocarburos, en talleres de mecánica, de pintura o carpintería y que al momento del estudio ya nían por lo menos ocho años de exposición ininterrumpida a tóxicos. Adicionalmente, hemos considerado que esta significativa disminución de la libido y la depresión emocional que presentan en su gran mayoría los obreros expuestos podría estar asociada a una baja frecuencia de relaciones sexuales, pese a que este grupo de diez obreros refirió tener tres o más relaciones sexuales por semana. Esta posible baja frecuencia de actividad sexual no aceptada por los trabajadores podría ser la causa de que no se hayan registrado embarazos en sus parejas, en un período largo de tiempo, independientemente de las características observadas en sus muestras de semen.Características del semen de los participantesEn cuanto a las características del semen, no encontramos di#ferencia entre el volumen promedio de los eyaculados de ambos grupos (2.5 ± 1.4 ml para el grupo de expuestos vs. 2.5 ± 0.9 ml para el grupo de no expuestos) y aunque en el grupo de expuestos encontramos eyaculados de muy bajo volumen, no pudimos establecer asociación entre períodos prolongados de tiempo de exposición y bajos volúmenes de semen de este grupo.La viscosidad del semen de los obreros expuestos a la mezcla de hidrocarburos fue en su mayoría anormal: sólo el 33% de este grupo presentó viscosidad normal, a diferencia del grupo de los varones no expuestos donde casi el 70% tuvo viscosidad normal. También pudimos observar que loobreros que tenían más años de exposición generalmente tuvieron viscosidad anormal, aunque estadísticamente no pudimos establecer una asociación significativa. Consideramos que esta hiperviscosidad del semen pudiera deberse a la presencia de hidrocarburos en el plasma seminal, ya que estas sustancias muy probablemente son capaces de generar cambios fisicoquímicos del eyaculado. Las muestras de semen de los obreros expuestos presentaron mayor dificultad para licuarse. De hecho, 52% de las muestras no se licuaron y, a pesar del tiempo que se las dejó en incubación, se mostraron siempre muy densas, con persistencia de coágulos de moco. Se observó también que los eyaculados de los individuos que tenían menos tiempo de exposición a los hidrocarburos se licuaban con mayor facilidad que aquellos que tenían más tiempo de estar expuestos. Esta incapacidad para conseguir la licuefacción es debida a la hiperviscosidad del plasma seminal que, como se comentó, es posible que esté determinada por la presencia de hidrocarburos en el plasma seminal. Esta aseveración puede fundamentarse en que el 78% de los individuos no expuestos presentó eyaculados con facilidad para licuarse en forma completa. En ambos grupos de trabajadores observamos muy pocos espermatozoides aglutinados en forma específica, es decir: cabeza-cabeza, pieza media-pieza media, flagelo-flagelo o en asociación mixta. En general el porcentaje de aglutinación espermática fue cercano al 5% en todas las muestras. Algunos grupos de espermatozoides de gran tamaño, agregados en conglomerados, en forma inespecífica y asociados con coágulos de moco y otros elementos celulares que no eran espermatozoides como leucocitos y detritos celulares fueron observados con más frecuencia en el grupo de obreros expuestos que en el de no expuestos (48 ± 21% vs. 15 ± 17%). Al analizar los resultados, fue posible establecer una asociación significativa entre el porcentaje de espermatozoides agregados inespecíficamente y el tiempo de exposición a los hidrocarburos. Se podría pensar que esta agregación espermática no específica, que atrapa a una gran cantidad de espermatozoides viables con buena motilidad y adecuada morfología, pudiera también estar relacionada con la presencia de hidrocarburos en el plasma seminal y que al evitar el libre desplazamiento de espermatozoides se presentara una consecuente reducción en la fertilidad de individuos. Esto se puede asumir, dado que se observó con más frecuencia y en porcentajes mas altos en los obreros expuestos y particularmente en aquellos que presentaron algunos períodos de infertilidad o eran infértiles. La cuenta espermática del grupo de obreros expuestos fue significativamente más baja que la de los no expuestos. Varió de cero hasta 155 x 106 espermatozoides/ml (promedio de 13 ± 38 x 106 espermatozoides/ml) mientras que en los trabajadores no expuestos la cuenta espermática mínima fue de ocho millones y la máxima de 270 millones (promedio 60 ± 57 x 106 espermatozoides/ml). En ambos grupos se encontró disminución de la cuenta espermática, estado denominado oligozoospermia: 50% entre los expuestos y 7% entre los no expuestos. También pudo observarse que los obreros que tenían las cuentas más bajas, incluso azoospermia, eran los obreros que tenían 8 o más años de exposición a mezclas de hidrocarburos. Esto puede obedecer al ingreso de hidrocarburos hasta el epitelio germinal, donde las células germinales se encuentran en maduración y son susceptibles al daño que pueden causar estas sustancias tóxicas; con ello, el número de estas células decrece por varios ciclos de epitelio seminífero o se disminuye la eficiencia del proceso de espermiación, y al final se observa un eyaculado con una cuenta espermática baja. En la población estudiada, consideramos que la exposición sí tuvo participación en la disminución de la cuenta espermática dado que, en condiciones de no exposición, los participantes de este grupo presentaron cuentas normales en el 95% de los casos, a diferencia de un 44% de obreros expuestos que presentaron cuentas espermáticas normales y cabe mencionar que, en general, se encontraron cuentas espermáticas dentro del límite normal bajo (entre 20 y 30 millones de espermatozoides/ml). En los eyaculados de los obreros expuestos se encontró una importante disminución de la motilidad espermática adecuada para la reproducción, es decir la motilidad rápida y lineal (grado III) y la moderada y lineal (grado II). De hecho, en el semen de 10 obreros (21%) no se observó ningún tipo de motilidad, mientras que en el grupo de varones no expuestos prácticamente todos los eyaculados presentaron algún grado de motilidad. La disminución o ausencia de motilidad espermática, conocida como astenozoospermia se observó sola o en combinación con alguna otra alteración, en el 62% de los obreros expuestos, mien#tras que en el grupo de no expuestos sólo el 14% presentó astenozoospermia. Se encontró que la exposición a los hidrocarburos afectó a la motilidad grado III s grado II de los obreros expuestos. La motilidad de los espermatozoides de este grupo fue menor (en promedio, 20 ± 24%) que la motilidad observada en el grupo de varones no expuestos (en promedio, 52 ± 19%). Las diferencias son estadísticamente significativas. Se encontró también una asociación estadísticamente significativa entre la disminución de la motilidad espermática y los años de exposición. Consideramos que la disminución de la motilidad espermática en el grupo de obreros expuestos fue debida a la hiperviscosidad del plasma seminal y a la falta de capacidad de éste para conseguir la licuefacción, así como a la agregación espermática no específica observada en la mayoría de los obreros expuestos, dado que se encontraron asociaciones significativas entre estas variables y la motilidad. La presencia de espermatozoides morfológicamente anormales, también denominada teratozoospermia, fue más frecuente en los trabajadores expuestos que en los no expuestos a hidrocarburos. En los expuestos se encontró teratozoospermia sola o en combinación con alguna otra alteración en 40% de los casos, mientras que en el grupo de los no expuestos sólo se presentó en el 3%. El porcentaje promedio de formas normales en estos grupos fue 32 ± 10% y 42 ± 11%, respectivamente. Se observó que los individuos que tenían más tiempo de exposición presentaron mayor cantidad de formas anormales. Esta tendencia de presentar una frecuencia alta de células espermáticas con alteraciones morfológicas sugiere que los hidrocarburos a los que estos individuos han estado expuestos están ejerciendo un daño directo sobre el epitelio germinal, sobre las células que están en proceso de diferenciación y maduración, en forma similar a lo que ha sido informado para otros tóxicos.Los promedios de espermatozoides viables en los varones expuestos y no expuestos no fueron diferentes (85 ± 9% y 90 ± 5%, respectivamente). No encontramos ninguna asociación entre el porcentaje de espermatozoides no viables y el tiempo de exposición a los hidrocarburos. Esto podría sugerir que este tipo de tóxicos afecta más bien a las células germinales en proceso de diferenciación y maduración, más que a las células espermáticas ya maduras.En el grupo de obreros expuestos se encontraron porcentajes altos de células germinales inmaduras con micronúcleos (CGI/Mns) (7.73 ± 2.13%), mientras que, en el grupo de no expuestos, estas alteraciones nucleares se observaron con baja frecuencia (2.0 ± 1.9%). Al comparar ambos porcentajes, encontramos diferencias significativas. También encontramos que en el grupo de expuestos había cierta asociación entre la edad y/o los años de exposición de los trabajadores con el porcentaje de CGI/Mns, es decir, conforme mayor fue la edad del obrero o mayor fue el tiempo de exposición a los hidrocarburos, mayor fue la frecuencia de CGI/Mns en el semen. Incluso se observó que los obreros que iniciaron su exposición antes de los 20 años de edad registraron los porcentajes de CGI/Mns más altos, superiores al 5%. Cuando relacionamos la morfología espermática con el porcentaje de CGI/Mns, se observó (en ambos grupos) que a mayor porcentaje de células espermáticas con morfología anormal correspondía un mayor porcentaje de CGI/Mns. La frecuencia de estas alteraciones morfológicas no fue diferente cuando se comparó el grupo de fumadores y no fumadores. El hecho de que se hayan observado más alteraciones en las CGI de los obreros expuestos también apoya nuestra hipótesis de que el daño que producen estas sustancias se verifica durante la etapa de formación de estas células, cuando se producen eventos de división celular.En términos generales, el número de sujetos con semen de características normales fue mayor en el grupo de los no expuestos (76%) que en el grupo de trabajadores expuestos a la mezcla de hidrocarburos (17%).Conclusiones Estas características del semen de individuos expuestos a diferentes tóxicos pueden determinar períodos de infertilidad. Sin embargo, en México, al igual que en otros países en vías de desarrollo, se ha podido observar que estas poblaciones de obreros trabajan con sustancias muy tóxicas sin utilizar medidas de protección y aún así en su extensa mayoría son capaces de procrear hijos de los cuales no conocemos a profundidad si la exposición paterna tuvo repercusión en el estado de salud de estos niños.Al presente aún no ha sido posible demostrar cuántos y cuáles cambios son provocados en el genoma por efecto de sustancias ambientales tóxicas. Por tal motivo consideramos la importancia de desarrollar investigaciones, tanto en modelos experimentales como en poblaciones humanas, utilizando métodos de estudio no invasivos y procedimientos de laboratorio bien controlados que faciliten la identificación tanto de las sustancias tóxicas que impiden la producción de gametos o la fecundación como las que someten al proceso de reproducción a circunstancias que ponen en desventaja a la progenie o conllevan riesgo para su salud.Bibliografía1. De Celis R, Pedrón-Nuevo N, Feria-Velasco A. «Toxicology of male reproduction in animals and human», Arch Androl 1996; 37:201-218.2. Carlsen E, Giwercman A, Keiding N, Skakkebaek NE. «Evidence for decreasing quality of semen during the past 50 years», Br Med J 1992; 305:609-613.3. Swan SH, Elkin EP, Fenster L. «Have sperm densities declined A reanalysis of global trend data», Environ Health Perspect 1997; 105: 1228-1232.4. 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