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ANTICUERPOS ANTINUCLEARES EN DERRAMES CAVITARIOS
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
Der-Chuen Shiah
Columnista Experto de SIIC

Artículos publicados por Der-Chuen Shiah 
Recepción del artículo: 27 de mayo, 2000
Aprobación: 28 de diciembre, 2000
Conclusión breve
La determinación de los títulos de anticuerpos antinucleares en los derrames cavitarios constituye un método de alta sensibilidad pero de escasa especificidad para el diagnóstico de las serositis de origen lúpico. La prueba del látex y la citología para células LE son herramientas de gran valor para el diagnóstico diferencial.

Resumen



Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Reumatología
Relacionadas: Anatomía PatológicaDiagnóstico por LaboratorioMedicina Interna


ANTICUERPOS ANTINUCLEARES EN DERRAMES CAVITARIOS

(especial para SIIC © Derechos reservados)
Artículo completo
ResumenObjetivo. Determinar la utilidad clínica de la detección de los títulos de anticuerpos antinucleares inmunofluorescentes (ANA), la prueba del látex para lupus eritematoso sistémico (LES) y la presencia de células LE en los derrames.Métodos. Se recabaron los datos de 153 derrames pleurales o pericárdicos, o de ambos, presentados por 152 pacientes (14 positivos para LES y 138 negativos). Todas las muestras se enviaron para someterlas a los análisis bioquímicos de rutina. El equipo empleado para la determinación de los ANA utilizaba un método de inmunofluorescencia indirecta cuyo sustrato consistía en líneas celulares epiteliales humanas (HEP-2). Si no se lograba establecer un diagnóstico luego de la primera aspiración, los pacientes con títulos elevados de ANA (mayores o iguales que 1:160) se sometían a una segunda aspiración dos semanas después.Resultados. Diez de los 14 pacientes positivos para LES finalmente fueron diagnosticados como portadores de serositis lúpica y todos ellos presentaban altos títulos de ANA (mayores o iguales que 1:160) en sus derrames. La prueba del látex y la determinación de células LE resultaron positivas, respectivamente, en 7 y 8 de los 10 pacientes con serositis lúpica. Los 4 restantes positivos para LES que sufrían derrames debidos a otras patologías presentaron títulos de ANA bajos o nulos. De un total de 112 personas negativas para LES con derrame pleural, 29 (26%) exhibieron pruebas positivas para ANA (títulos mayores o iguales que 1:40). Una situación idéntica ocurrió con 6 sujetos de los 26 (23%) portadores de derrames pericárdicos. En ninguno de los pacientes se comprobaron resultados positivos en la prueba del látex para LES. En ellos tampoco se hallaron células LE. Trece de los 138 pacientes negativos para LES (9%) presentaron títulos elevados de ANA (mayores o iguales que 1:160). Once de los 13 pacientes mencionados (85%) presentaron derrames de etiología neoplásica.Conclusiones. La determinación de los títulos de ANA en el líquido de derrame resulta un método muy sensible pero poco específico para el diagnóstico de la serositis lúpica. A pesar de que una prueba de ANA negativa reduce las posibilidades de estar ante una serositis de origen lúpico, los títulos elevados de ANA en el líquido pleural o pericárdico no son suficientes para el diagnóstico de la etiología lúpica aun cuando las cifras alcancen valores de 1:5120. Además, un título inexplicablemente elevado de ANA en los derrames pericárdicos o pleurales justifica la búsqueda de etiología maligna. Las pruebas del látex y la citología para células LE pueden ayudar en el diagnóstico diferencial como herramientas complementarias. La especificidad, el valor de predicción positiva (VPP) y el valor de predicción negativa (VPN) de estas dos pruebas resultaron excelentes para el diagnóstico de la serosistis lúpica.Palabras clave. Anticuerpos antinucleares, derrame pleural, derrame pericárdico, células LE, citología.IntroducciónLos anticuerpos antinucleares (ANA) se utilizan con frecuencia como herramienta para la búsqueda sistemática de enfermedades autoinmunes. Para diagnosticar las pleuresías de origen lúpico se han empleado la determinación de los títulos de ANA y la presencia de células del lupus eritematoso (LE) en el líquido pleural. En esas pruebas el sustrato antigénico era un derivado de una línea celular animal.1,2,3 Sin embargo, varios estudios recientes han informado que la presencia de los ANA en el líquido de derrame pleural también puede encontrarse en pacientes con derrames de origen inflamatorio u oncológico en ausencia de pleuresía lúpica.3 Más aún, la importancia de los ANA en el líquido pericárdico nunca antes había sido reportada.3-6Nuestro equipo ha recabado prospectivamente los datos de muestras de derrames pleurales y pericárdicos correspondientes al período desde 1996 hasta 2000 y ha llevado a cabo las pruebas de ANA con la línea celular HEP-2. El objetivo de este análisis fue evaluar el valor diagnóstico de los títulos de ANA, de la prueba del látex y de la presencia de células LE en el líquido pleural y pericárdico. También se analizó la utilidad clínica de la relación entre el título de ANA del líquido de derrame y el plasmático.Materiales y métodosSelección de los casosDurante el período comprendido entre 1996 y 2000 se estudiaron los derrames pleurales y pericárdicos de etiología inicialmente no determinada de pacientes hospitalizados. En ese lapso, 180 pacientes consecutivos que padecían derrame pleural o pericárdico recibieron la aspiración bajo control ecográfico del líquido de derrame. Si no se llegaba a un diagnóstico de certeza o si el derrame persistía a pesar del tratamiento instituido, se realizaba una segunda aspiración 2 semanas más tarde. Veintiocho pacientes fueron excluidos del estudio debido a que no se logró llegar a un diagnóstico definitivo. El diagnóstico de lupus eritematoso sistémico (LES) se basa en los criterios de clasificación para LES del Colegio Norteamericano de Reumatología. El diagnóstico clínico de serositis lúpica se estableció cuando los pacientes cumplían con los criterios de lupus idiopático o lupus inducido por sustancias y no podía identificarse otra etiología para el derrame que no fuera el proceso inmunológico.3,5Análisis de laboratorioLuego de las aspiraciones bajo control ecográfico, las muestras se enviaban para las determinaciones bioquímicas de rutina (proteínas, amilasa, glucosa y lactato deshidrogenasa -LDH-), pH, recuento de células sanguíneas, cultivos bacterianos, cultivos para el bacilo de la tuberculosis, examen citológico y antígeno carcinoembrionario (ACE). Un derrame era considerado como un exudado si cumplía con alguno de los requisitos que se enumeran a continuación: 1) relación entre la cantidad de proteínas en el líquido de derrame y la plasmática mayor que 0.5; 2) cociente de LDH presente en el derrame y en el plasma mayor que 0.6; 3) LDH presente en el derrame mayor que 2/3 por encima de los límites considerados normales. Los derrames que no cumplían con ninguno de estos criterios se consideraron trasudados.3 Además, luego de la aspiración se realizaron pruebas cualitativas o cuantitativas de ANA tales como título de ANA, prueba del látex para LES y examen citológico de rastreo de células LE. Para diagnosticar los trastornos subyacentes se utilizaron la aspiración bajo control ecográfico, biopsias TRU-CUT o exploración quirúrgica de las lesiones del tórax según las indicaciones para la determinación del diagnóstico definitivo. En informes anteriores consta la descripción de la técnica utilizada en las biopsias y aspiración bajo control ecográfico.6,7 A todos los pacientes se les realizó por lo menos 12 meses de seguimiento para detectar la aparición de alguna causa alternativa de los derrames. Para la determinación de los títulos de ANA se emplearon equipos Med Biol Lan Co. (Nagoya, Japón) disponibles en el mercado. Los títulos de ANA se evaluaron mediante un método de inmunofluorescencia indirecta que utiliza como sustrato células de la línea HEP-2. Se consideraron positivos los títulos mayores o iguales que 1:40.1,2 Las cifras mayores o iguales que 1:160 se consideraron títulos elevados.4,5 Para la realización de la prueba del látex también se empleó un dispositivo disponible en el mercado. El mismo cuenta con controles positivos y negativos (Fisher Scientific Co, Orangeburg, Nueva York). Las muestras de líquido se teñían sistemáticamente 2 horas después de la aspiración y centrifugación. Técnicos experimentados buscaban con esmero las células LE en las manchas generadas por las tinciones de Liu, Wright y Papanicoloau. El trabajo de los técnicos más tarde era analizado por dos citopatólogos.6 La prueba de las células LE se consideraba positiva cuando se encontraba por lo menos una célula LE típica. La confiabilidad entre los observadores oscila alrededor del 90%. En las pruebas con resultados no concordantes se consultaba a un tercer citopatólogo. Un resultado se consideraba positivo cuando obtenía el aval de 2 de los 3 citopatólogos. El marcador tumoral ACE se determinó por radioinmunoanálisis con anticuerpos monoclonales de alta especificidad (Byk-Sangtec Diagnostica, Dietzenbach, Alemania).Con el objetivo de averiguar la relación entre la cantidad de ANA presente en el líquido de derrame y en el plasma mientras se realizaba la toracocentesis se recolectaban muestras de suero que se enviaban para la determinación de ANA. Se revisaron las historias clínicas de todos los pacientes, en especial la información concerniente a la prescripción de fármacos y al seguimiento para asegurar que el diagnóstico previo era correcto.Análisis estadístico Tanto la sensibilidad como la especificidad se calcularon como se decribe a continuación. Antes de escribir la fórmula conviene aclarar que PV es el número de valores positivos verdaderos, FN es el número de los falsos negativos, NV es el número de los valores negativos verdaderos y FP es el número de los falsos positivos. Sensibilidad (%) = PV/(PV+FN) x 100; Especificidad (%) = NV/ (NV+FP) x 100. Los valores de predicción positiva (VPP) representan la proporción de pacientes con resultados positivos de las pruebas que padecen la enfermedad y el valor predictivo negativo (VPN) se refiere a la proporción de pacientes con pruebas negativas que no están enfermos. Estas cifras se calcularon a través de tablas de doble entrada basadas en los resultados de las pruebas de ANA y en el diagnóstico final.8,9ResultadosEn el presente análisis se incluyeron 152 pacientes. La edad promedio fue 48 años (rango 10 a 85 años). Ciento veintitrés de los 152 pacientes presentaban derrame pleural y 30 pericárdico. En un sujeto (paciente 7) se comprobó la existencia de derrames en ambas cavidades. Los ANA estuvieron presentes en 37 de las 123 muestras de líquido pleural y en 10 de las 30 de líquido pericárdico (tabla 1). Todas las muestras de líquido de derrame positivas para ANA resultaron exudados a excepción de una, cuya etiología fue insuficiencia cardíaca congestiva. En este paciente el título de ANA fue bajo (1:40) y mostró un perfil puntillado. Con respecto a las patologías padecidas por los sujetos se constató que 14 de ellos presentaban LES y que los restantes 138 sufrían diversas enfermedades (tabla 1).Diez de los pacientes con LES exhibieron elevados títulos de ANA tanto en el líquido de derrame como en el plasma (tabla 2). Fueron diagnosticados como portadores de serosistis lúpica activa (pacientes 1 al 10). En las otras 4 personas con LES (pacientes 11 a 14) se identificaron otras causas productoras del derrame. Cinco de los 10 individuos con serositis lúpica presentaron un perfil de tinción puntillado y los 5 restantes, un perfil homogéneo. Solamente 5 de los 10 pacientes con serosistis lúpica presentaron una relación de ANA en el líquido de derrame/plasma mayor o igual que 1. Por otro lado, 7 presentaron una prueba del látex positiva, y en el examen citológico 8 presentaron positividad para células LE. A pesar del título elevado de ANA en el líquido de derrame, tanto la prueba del látex como las células LE fueron negativas en el paciente 2. Los pacientes 6 a 8 no referían antecedentes de LES y padecían pleuritis agudas de causa desconocida, fiebre, tos, leucocitosis y aumento de polimorfonucleares en el líquido de derrame. Inicialmente se pensó en un derrame paraneumónico. Estas personas presentaban hallazgos similares en las pruebas de ANA en el líquido de derrame pleural, pericárdico y ascítico. En la paciente 6 se colocó un tubo de drenaje torácico debido a que se pensó en el diagnóstico de empiema (glucosa < 40 g/dl; LDH > 1000 U/l). La mencionada paciente recibió traatmiento abdominal a causa de su ascitis generalizada. Sin embargo, esta persona no experimentó respuesta clínica alguna luego del tratamiento con antibióticos por vía parenteral. En el líquido pleural y en el ascítico se encontraron altos títulos de ANA. Más tarde se confirmó que se trataba de una ascitis inducida por lupus. En el comienzo el paciente 10 presentó fiebre, disnea y derrame pericárdico de causa desconocida. Con posterioridad se confirmó el diagnóstico de pericarditis lúpica a través de la determinación de ANA en el líquido de derrame pericárdico y de la investigación clínica. Todos estos pacientes mostraron una sorprendente respuesta positiva a la terapia con corticoides con rápida reabsorción del derrame y la ascitis.El paciente 1 sufría de LES y presentó pleuresía de inicio abrupto y de causa desconocida. Al principio se pensó en la etiología tuberculosa debido al elevado nivel de adenosina desaminasa (174 U/l). En consecuencia se instituyó la terapéutica antituberculosa pero la pleuritis persistía. En el líquido pleural se encontraron títulos elevados de ANA y en el examen citológico numerosas células LE. Estos hallazgos confirmaron el diagnóstico de pleuritis lúpica. La quimioterapia antituberculosa se interrumpió y el paciente respondió favorablemente al tratamiento con corticoides.Veintinueve de los 112 pacientes con derrame pleural (26%) y 6 de los 26 (23%) con derrame pericárdico que no padecían LES presentaron pruebas positivas para ANA. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la edad promedio de los resultados positivos para ANA (50) y los negativos (47). Siete de los 35 resultados positivos para ANA (20%) presentaron un perfil de tinción homogéneo. Ninguno de ellos presentó pruebas positivas para la prueba del látex ni presencia de células LE. A excepción de un único caso de derrame debido a amebiasis que presentó positividad para ANA los pacientes con neoplasias (el grupo más amplio en términos de tipos de enfermedades) mostraron la mayor prevalencia de positividad para ANA (44%). También se verificaron resultados positivos para ANA en pacientes con variadas infecciones pulmonares como tuberculosis (21%), neumonía (13%) y empiema (9%).Trece de los 138 paceintes que no sufrían LES (9%) presentaban un derrame con títulos de ANA mayores o iguales que 1:160 (tabla 3). Once de los 13 pacientes (85%) sufrían enfermedades malignas. En 10 sujetos (77%) el cociente entre la cantidad de ANA presentes en el líquido de derrame y en el plasma fue mayor o igual que 1. Los pacientes 22 y 25 presentaron derrames pleurales masivos de causa desconocida e inicialemente se diagnosticó presuntivamente serositis lúpica debido a los altos títulos de ANA hallados (1:5120 y 1:1280, respectivamente). La toracocentesis realizada en el momento del ingreso y en el decimocuarto día de internación dio como resultado el mismo tipo de líquido sanguinolento. Sin embargo no cumplían con los criterios para LES de la Asociación Norteamericana de Reumatología. Más tarde, los exámenes citológicos seriados confirmaron el diagnóstico de carcinoma de pequeñas células en el el paciente 22. En el paciente 25 se encontraron células mesoteliales sin células LE ni evidencia de malignización. A través de una tomografía computarizada de tórax se le diagnosticó un tumor mediastinal anterior. El sujeto fue sometido a una aspiración con aguja fina y biopsia Tru-cut bajo control de eco Doppler color. Con la citada técnica se confirmó el diagnóstico de timoma maligno 7.En la tabla 4 se exhiben los datos correspondientes a la sensibilidad, especificidad, VPP y VPN para LES de los diferentes métodos de diagnóstico en los derrames pleurales y pericárdicos (títulos de ANA, prueba del látex y células LE). La sensibilidad resultó mayor con la prueba de ANA (100%) con diluciones para búsqueda sistemática de 1:160 en comparación con la prueba del látex (64%) y la prueba de células LE (82%). No obstante el valor de predicción positivo fue menor en la prueba de ANA (46%) a diferencia de la prueba del látex y de las células LE (100% en ambas).DiscusiónEl presente análisis demuestra que toda pleuresía por lupus activo presenta altos títulos de ANA. Además, nuestro equipo encontró que 13 de los 142 derrames (9%) de etiologías distintas del lupus presentaban títulos elevados de ANA y en su mayoría eran derrames origen maligno. Por el contrario, el contenido de ANA en el líquido de derrame pleural fue positivo aunque bajo (menor o igual que 1:80) en 3 de los 26 (12%) pacientes con empiema o derrame paraneumónico.Los ANA generalmente se hallan en pacientes con enfermedades del tejido conectivo. El conocimiento de los ANA ha progresado gracias al empleo de sustratos más reactivos. La detección y aplicación de las pruebas de ANA se ha empleado en las pleuresías no diagnosticadas gracias al desarrollo de sustratos de líneas celulares humanas (por ejemplo, Hep-2), que son más sensibles que las líneas celulares animales. Sin embargo, la importancia de los títulos de ANA en los derrames pericárdicos nunca había sido reportada con anterioridad. Los archivos de Medline solamente mencionan 3 artículos publicados en los que el tema principal fueron los ANA (tabla 5). Nuestro estudio se diferencia de los anteriores en su diseño prospectivo para la recolección del líquido proveniente de derrames pleurales y pericárdicos durante un período de 4 años para la determinación de ANA por medio de la línea celular humana Hep-2.Leechewengwong y Good sugirieron que los títulos positivos para ANA en las pruebas de inmunofluorescencia en el líquido de derrame pleural podría ser un marcador sensible y esopecífico de plueresía activa de etiología lúpica1,2 y que los títulos elevados de ANA (mayores o igual que 1:160) en el derrame pleural se encuentran solamente en las pleuresías de etiología lúpica. Sin embargo, Khare y sus colaboradores recientemente han informado acerca de 8 pacientes de un total de 74 sin evidencia clínica de LES que presentaban positividad para ANA (10.8%). Tres de ellos (4%) presentaban títulos de ANA elevados (mayores o iguales que 1:160).4 Los diagnósticos de esas personas fueron insuficiencia cardíaca congestiva (1:160), derrame paraneumónico (1:640) y derrame paraneoplásico (1:160). Khare arribó a la conclusión de que a veces los pacientes con derrames pleurales inflamatorios pueden presentar títulos de ANA elevados (mayores o iguales que 1:160, pero menores que 1:640) en ausencia de pleuresía lúpica. Los resultados fueron diferentes a los reportados con anterioridad (tabla 5). Desde entonces no se han realizado más estudios para esclarecer la controversia.3,5,6 En nuestra investigación, 29 de 112 derrames pleurales (26%) y 6 de los 26 derrames pericárdicos (23%) sin evidencia clínica de LES presentaron resultados positivos para ANA. En 13 de los 142 pacientes (9%) con derrames de etiología diferente del lupus se encontraron títulos elevados en el líquido de derrame plaural o en el pericárdico.En 3 de los 26 pacientes con derrame paraneumónico o empiema (tabla 1) en el líquido del derrame se encontraron títulos de ANA positivos aunque bajos (menores o iguales a 1:80). No se verificaron títulos elevados de ANA en ningún paciente con derrame paraneumónico o insuficiencia cardíaca congestiva. Isenberg y sus colaboradores 12 han estudiado el plasma de 135 pacientes con tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. En el grupo de sujetos tuberculosos (42%) se encontraron con mayor frecuencia títulos plasmáticos positivos para ANA. En nuestro estudio, también con mayor frecuencia encontramos ANA positivos en el líquido de derrame en las serositis tuberculosas (21%). Sin embargo solamente uno de ellos presentó títulos mayores o iguales que 1:160.Por otro lado el 85% de los pacientes sin LES con altos títulos de ANA en el líquido de derrame presentaba enfermedades neoplásicas subyacentes. Resulta interesante mencionar que 2 de ellos (casos 22 y 25) presentaron altos títulos de ANA en el líquido de derrame (1:5120 y 1:1280 respectivamente). Por lo tanto, inicialmente fueron considerados portadores de pleuritis lúpica (tabla 3). A pesar de que los pacientes con tumores pueden presentar títulos plasmáticos de ANA bajos (alrededor de 1:40) los títulos mayores que 1:640 aparecen sólo a veces y generalmente en pacientes con cáncer de pulmón, mama, colon o linfoma.13,14 No tenemos noticias de la existencia de estudios anteriores que debatan acerca de los títulos de ANA en los derrames neoplásicos.3,5 Los hallazgos plantean la cuestión de si los elevados títulos de ANA reflejan la carcinogénesis como el antígeno carcinoembrionario o no.15Nuestros resultados revelaron que, frente a títulos elevados de ANA en el líquido de derrame pleural o pericárdico, debería considerarse el origen neoplásico del derrame como primera alternativa si no se cumplen los criterios para LES, incluso con títulos tan elevados como 1:1520 (tabla 3). La tuberculosis u otros procesos inflamatorios podrían constituir la segunda causa posible de derrames positivos para ANA. Desde el punto de vista estadístico, el valor de predicción positivo de los títulos elevados de ANA para las neoplasias en los pacientes que no padecen LES resultó elevado (84.6%).En el presente estudio prospectivo hemos hallado que los títulos elevados de ANA (mayores o iguales que 1:160) constituyen una herramienta sensible para el diagnóstico de serositis lúpica pero no cuentan con suficiente especificidad. El valor de predicción positiva alcanza solamente el 46%. Las pruebas positivas para ANA (mayores o iguales que 1:40) pueden encontrarse en el 26% de los pacientes sin lupus con derrame pleural de variadas etiologías. En el 11% de los derrames pleurales y pericárdicos de los pacientes sin LES también pueden encontrarse elevados títulos de ANA (mayores que 1:160). La alta prevalencia de los ANA (44%) y los elevados títulos de ANA se encuentran en particular en pacientes con derrame pleural o pericárdico de origen neoplásico.La relación de cantidad de ANA en el líquido de derrame y en el plasma mayor que 1 se ha propuesto como evidencia altamente indicadora de pleuritis lúpica.2,3 No obstante, Khare y sus colaboradores han reportado que solamente 3 de 8 pacientes (37%) con pleuritis de origen lúpico presentaban una relación mayor o igual que 1 entre la cantidad de ANA del líquido de derrame y la presente en el plasma.4 Nuestros datos también revelaron que solamente la mitad de los 10 sujetos con serositis lúpica presentaron cocientes mayores o iguales que 1 correspondientes a la relación entre la cantidad de ANA presente en el líquido de derrame y en el plasma. A pesar de que la relación resultó menor que 1 en los pacientes con LES y derrames de otras etiologías, nuestra investigación reveló que 10 de los 13 pacientes sin LES y títulos de ANA elevados también mostraron un cociente mayor o igual que 1. Entonces, la relación entre la cantidad de ANA presente en el líquido de derrame y en el plasma no muestra indicios de poseer un valor adicional en la identificación de la pleuritis lúpica ante títulos elevados de ANA. Se necesitan más estudios para analizar este parámetro en poblaciones más extensas, de manera tal de determinar su importrancia clínica.En 1961 Beck describió diferentes parámetros de inmunofluorescencia para ANA.10 En el plasma de pacientes con LES se ha observado variabilidad en los perfiles de tinción.5,10 Khare y sus colaboradores sugirieron que el perfil homogéneo de tinción en el líquido pleural se halla predominantemente en los pacientes con pleuritis lúpica. Por otro lado, el perfil puntillado sugeriría un diagnóstico alternativo.4 Sin embargo, nuestro estudio reveló que solamente 5 de los 10 pacientes con serositis lúpica presentaron un perfil de tinción homogéneo mientras que los 5 restantes exhibieron un perfil puntillado. Más aún, 7 de los 35 pacientes sin LES (20%) con títulos positivos de ANA en el líquido de derrame presentaron un perfil de tinción homogéneo. Nuestras observaciones sugieren que el perfil homogéneo de tinción de los ANA no constituye un factor de predicción sensible ni específico de pleuritis lúpica.Otro hallazgo de interés que no ha sido mencionado en informes previos es que 3 de 11 pacientes con derrames de etiología neoplásica o paraneoplásica fueron sometidos a una segunda toracocentesis dos semanas luego de la primera. En esta segunda instancia se evidenciaba el descenso de los títulos de ANA sin tratamiento farmacológico ni radioterapia. Aún no se conoce el verdadero significado de los cambios en los títulos de ANA, a pesar de que la desaparición de los títulos elevados de ANA se ha reportado en casos de carcinoma hepatocelular luego del tratamiento.16 Sin embargo, nuestros hallazgos de títulos disminuidos de ANA en el líquido pleural podría dar sustento a la hipótesis de que la disminución de los títulos de ANA se debe a la remoción de antígenos por medio de la toracocentesis.Se sabe que la detección por inmunofluorescencia de los ANA es un método inespecífico para el diagnóstico de pleuritis o pericarditis de origen lúpico. Por ello nuestro equipo ha evaluado la sensibilidad y especificidad diagnóstica de este método a través de técnicas como la prueba de látex o la presencia de células LE. Las células LE pueden verse in vivo en el líquido sinovial, pleural, pericárdico, peritoneal y cefalorraquídeo. La presencia de células LE se consideró como prueba de certeza para el diagnóstico de serositis lúpica.3 Sin embargo, el estudio minucioso de la presencia de células LE implica tiempo y esfuerzo, por lo que actualmente esta prueba se indica con menor frecuencia. La prueba del látex constituye un método conveniente y muestra buena correlación con la presencia de células LE 11. Teóricamente la sensibilidad de la prueba del látex es mayor que la exhibida por la detección de las células LE en el líquido de derrame. Sin embargo, hasta ahora nunca antes se había mencionado la sensibilidad de la prueba del látex y de la determinación de las células LE en los derrames para el diagnóstico de la serositis de origen lúpico.3,5 La demostración de la presencia de células LE depende de la técnica empleada, de la frecuencia con que se realiza y del momento en que se estudia al paciente.6 En nuestro estudio, la sensibilidad de la prueba del látex fue igual al 64% y la correspondiente a la determinación de las células LE para la serositis lúpica, del 82%. El presente estudio tiene un diseño prospectivo y la determinación de células LE se ha llevado a cabo con esmero. Esto último puede ser pasado por alto con facilidad y podría explicar la causa de que nuestras pruebas de determinación de células LE posean alta sensibilidad para el diagnóstico de serosistis lúpica. Seguramente la sensibilidad de la prueba de las células LE no hubiera sido tan alta si nuestro estudio hubiera sido retrospectivo. Más aún, la especificidad, el VPP y el VPN de estas dos pruebas fueron excelentes para el diagnóstico de la serositis de etiología lúpica. Estos resultados son congruentes con el informe de Quismorio y sus colaboradores.3 En consecuencia, afirmamos que la prueba del látex y la determinación de células LE son parámetros útiles para la confirmación del diagnóstico de la serositis causada por LES.En conclusión, la determinación de los títulos de ANA en el líquido de derrame es una prueba muy sensible para el diagnóstico de serositis lúpica, aunque poco específica. La prueba del látex y la detección de células LE pueden ayudar en el diagnóstico diferencial como métodos complementarios. Una prueba positiva de ANA en el líquido de derrame incluso con títulos de 1:5120 puede encontrarse en un paciente sin un enfermedad reumatológica. La etiología neoplásica debe considerarse en primer término en los pacientes sin LES que presentan derrames con altos títulos de ANA. Bibliografía1. 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