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EL MEDICO CIRUJANO SEREFEDDIN SABUNCUOGLU, DESDE UNA PERSPECTIVA RENACENTISTA
(especial para SIIC © Derechos reservados)
Autor:
Osman Sabuncuoglu
Columnista Experto de SIIC

Institución:
Marmara University

Artículos publicados por Osman Sabuncuoglu 
Recepción del artículo: 26 de junio, 2008
Aprobación: 11 de agosto, 2008
Conclusión breve
Serefeddin Sabuncuoglu, una de las figuras más destacadas en la historia de la medicina, vivió en la región norte de Anatolia durante el siglo XV. A pesar de que en esa época las convicciones religiosas prohibían representar imágenes, fue un pionero en el uso de ilustraciones en su libro de cirugía.

Resumen

El médico cirujano Serefeddin Sabuncuoglu (1385-1470), quien vivió en la región norte de Anatolia durante el siglo XV, es una de las figuras más destacadas en la historia de la medicina. A pesar de que las convicciones religiosas prohibían en esos tiempos representar imágenes, él fue un pionero en el uso de ilustraciones en su libro de cirugía Cerrahiyetü'l Haniyye (Cirugía Imperial). Este reconocido tratado, escrito en turco, se basa en fuentes clásicas e incluye aportes originales. A lo largo de su trabajo, Serefeddin Sabuncuoglu resalta la importancia de una mirada humanista en el cuidado del enfermo y en el comportamiento de los médicos a favor de lo que es mejor para el paciente. También fue uno de los primeros médicos que utilizó la autoexperimentación para probar la eficacia de los medicamentos. Serefeddin Sabuncuoglu vivió en una época donde existía una considerable superposición entre la Edad Media tardía y un Renacimiento floreciente. Las características del Renacimiento incluyen un creciente interés en las fuentes clásicas, la aplicación de ideas humanistas, nuevos avances en las artes, las ciencias y la religión. A partir de las ilustraciones relacionadas con la psiquiatría y mediante la elaboración de aspectos específicos, intento investigar el trabajo de Serefeddin Sabuncuoglu desde una perspectiva renacentista. A pesar de que vivía en una localidad remota e inusual para asociarlo con el con el Renacimiento, se encontraron paralelos significativos.

Palabras clave
ilustración médica, historia de la medicina, religión y medicina, cauterización, autoexperimentación

Clasificación en siicsalud
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página www.siicsalud.com/des/expertos.php/98317

Especialidades
Principal: Salud Mental
Relacionadas: CirugíaEducación Médica

Enviar correspondencia a:
Osman Sabuncuoglu, Marmara University, School of Medicine, Department of Child and Adolescent Psychiatry, 34672, Estambul, Turquía


AN EVALUATION OF PHYSICIAN-SURGEON SEREFEDDIN SABUNCUOGLU'S WORK IN A RENAISSANCE PERSPECTIVE

Abstract
The Turkish physician-surgeon Serefeddin Sabuncuoglu (1385-1470), who lived in northern Anatolia during the 15th century, is one of the most outstanding figures in the history of medicine. Despite a religious background prohibiting image-making at the time, he pioneered the use of illustrations in his surgery textbook, Cerrahiyetü'l Haniyye (Imperial Surgery). This well-known textbook, written in Turkish relies on classical sources and includes original additions. Throughout his work, Serefeddin Sabuncuoglu emphasized the importance of a humanistic approach of caring and acting in the best interest of patients. He was also one of the earliest physicians to use self-experimentation to prove the efficacy of a medication. Serefeddin Sabuncuoglu lived in a period when considerable overlap between the late middle ages and a flourishing Renaissance existed. The characteristics of Renaissance include a growing interest in classical sources, the application of humanistic ideas, new advances in arts, science and religion. In this article, taking the psychiatry-related illustrations as a starting point and elaborating on specific aspects therein, I aimed to investigate Serefeddin Sabuncuoglu's work in a Renaissance perspective. Although he lived in a remote and unusual location to be associated with Renaissance, significant parallels were found.


Key words
medical illustration, history of medicine, religion and medicine, cautery, autoexperimentation


EL MEDICO CIRUJANO SEREFEDDIN SABUNCUOGLU, DESDE UNA PERSPECTIVA RENACENTISTA

(especial para SIIC © Derechos reservados)
Artículo completo
Luego de la reciente publicación de mi artículo en American Journal of Psychiatry surgió un considerable interés debido a lo novedoso del material presentado en el terreno científico.1 En pocas palabras, el artículo se centraba en las secciones del tratado de cirugía de Serefeddin Sabuncuoglu (1385-1470) que contenían ilustraciones relevantes para la psiquiatría.2,3 El destacado médico cirujano, que es muy reconocido por su libro de cirugía ilustrado Cerrahiyetü’l Haniyye (Cirugía Imperial), vivió y practicó la medicina en el norte de Anatolia, Turquía, en el siglo XV.2,3 Sus contribuciones a la psiquiatría llamaron tardíamente la atención de la comunidad científica debido a que fueron opacados por sus aportes a la cirugía. En este artículo, he intentado avanzar un paso más y abordar la importancia del trabajo de Sabuncuoglu en la historia de la medicina.

En Cerrahiyetü’l Haniyye, Sabuncuoglu sigue el esquema de At-Tasrif, un libro fundacional de la cirugía, escrito por el médico árabe-andaluz Albucasis (936-1013).4 Mientras traducía el texto del árabe antiguo al turco contemporáneo, Sabuncuoglu agrega su propia experiencia junto con ilustraciones médicas de figuras humanas, las que eran evitadas hasta ese momento por algunas consideraciones de carácter religioso.

Las dos secciones relacionadas con la psiquiatría, que contienen las ilustraciones a color más antiguas conocidas en esta disciplina, describen las técnicas de tratamiento para "mâl-i hulyâ," que se refiere a una variedad de trastornos neuróticos y para "unutsaguluk," que quiere decir "olvidadizo" (Figura 1). Si bien en el texto se recomienda un avance progresivo a partir de un inicio con medicación herbal, el énfasis en las ilustraciones está puesto en la aplicación de calor en ciertos puntos: "...si desea aplicar el cauterio, hágalo con múltiples cauterizaciones mínimas en lo alto de la cabeza. No deberá tocar la piel con el hierro, es preferible que el calor del hierro se difunda a través de la piel. Este tipo de cauterización regula el cerebro. Luego permita que se aplique algodón impregnado en aceite".2,3 Se encuentran argumentos similares en el libro At-Tasrif de Albucasis. Ambos médicos describieron el tema bajo el subtítulo de cauterizaciones quirúrgicas. De acuerdo con Spink y Lewis, la única técnica específica mencionada en los capítulos referidos al cauterio es la cauterización puntiforme para la melancolía.4 Es considerada como una suerte de expansión de las enseñanzas de los maestros de la medicina griega. De alguna manera se puede especular que existe un probable vínculo con las formas tempranas de tratamientos que se originaron en Extremo Oriente, concretamente el arte de la acupuntura. En una técnica específica de acupuntura, llamada moxibustión, en la cual se aplica calor proveniente de la combustión de la Artemisia vulgaris en los puntos de acupuntura.5 La religión y la filosofía del taoísmo, fundado en China algunos siglos antes de Cristo, crearon las bases para la curación mediante la acupuntura.5

Encontrar rastros de religiones menos familiares en textos relacionados con la medicina islámica resulta muy interesante. Debido a la compleja interfaz entre la religión y la psiquiatría, esta relación, tan controversial como puede resultar, merece ser tenida en cuenta. Por lo tanto, se requiere ahondar las investigaciones para identificar sus diferencias y semejanzas sobre este tema.

La actitud de las religiones abrahámicas hacia la representación de las figuras humanas y divinas es problemática. En el judaísmo existe una prohibición clara y precisa.6 El segundo de los Diez Mandamientos dice: "No harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra…".7 De modo similar, en los períodos iconoclastas la remoción de figuras o estatuas durante el Imperio Bizantino y la Reforma protestante muestran el nivel de reacción contra esas prácticas en la historia del cristianismo.8,9 Por otra parte, mientras que El Corán, el libro sagrado islámico, no contiene ningún verso contra la representación de la figura humana, algunos informes del Hadiz, que se refieren a los dichos y escritos del profeta islámico Mahoma, aparentemente prohíben la representación de seres vivientes "…Narrado: Aisha: El Profeta se me presentó cuando había una cortina con figuras (de animales) en la casa. Su cara enrojeció por el enojo, y luego arrancó las cortinas y las rompió en pedazos. El Profeta dijo ‘Esa gente que pintó estas figuras recibirá el castigo más severo el Día de la Resurrección’".10 Lo que subyace en estas prácticas iconoclastas es la amenaza que se percibía de las formas previas de idolatría en contra del establecimiento, persistencia y unicidad de las religiones monoteístas. Finalmente esto produjo profundas consecuencias en la historia de las artes y las ciencias. La prohibición de utilizar imágenes parece ser una explicación razonable que impidió a muchos académicos islámicos, incluido Albucasis, presentar ilustraciones en sus trabajos. La pregunta se refiere a cuáles fueron las circunstancias que llevaron a Serefeddin Sabuncuoglu a quebrar la regla.

Serefeddin Sabuncuoglu presentó su tratado al sultán Mehmed II luego de la caída de Constantinopla, uno de los eventos principales en el impulso inicial del pensamiento renacentista. Como transición entre la Edad Media y el mundo moderno desde el siglo XIV hasta el XVII, el Renacimiento fue un movimiento cultural basado en la recuperación de las fuentes clásicas, la aplicación de estilos humanistas de aprendizaje, nuevos avances en las artes, las ciencias e incluso en la interpretación religiosa.11 Se tradujeron textos antiguos y se presentaron a los académicos europeos. La mirada humanista enfatizaba la importancia de la bondad inherente de los seres humanos, en oposición a las creencias religiosas dominantes. El arte de la pintura arribó a su edad dorada durante el Renacimiento, con un deslizamiento gradual de los personajes religiosos a cuadros más realistas. Claramente, el Renacimiento fue una época de expresión, a diferencia del período anterior de represión en todas las áreas de la vida.

A pesar de que los académicos musulmanes realizaron contribuciones significativas en la fundación del pensamiento renacentista, se encontraban, en ocasiones, restringidos en su trabajo debido a razones de carácter religioso. Como se mencionó antes, mientras que las ilustraciones de los instrumentos quirúrgicos tenían su lugar en At-Tasrif, se evitaba la ilustración de figuras humanas y de los procedimientos médicos.4 Así, la exploración del trabajo de Sabuncuoglu, desde una perspectiva renacentista, puede revelar nuevos aspectos que nos permitan comprender el modo en que los nuevos avances van apareciendo en la historia de la medicina.

La representación de los procedimientos médicos con ilustraciones a color, que constituye la principal característica del tratado de Sabuncuoglu, es totalmente compatible con la tendencia del movimiento renacentista de mostrar y compartir determinados materiales con otras personas. El libro está libremente ilustrado, a tal grado que incluso se permiten ilustraciones de las partes privadas del cuerpo. Aparecen mujeres médicas donde resulta apropiado. No se obvian los tratamientos psiquiátricos y por lo tanto, también, se encuentran ilustrados.2,3

En lo referente a la traducción, como he mencionado antes, Sabuncuoglu tradujo del árabe al turco el tratado anterior de Albucasis y agregó sus propias contribuciones donde era pertinente. Esto es coincidente con un aspecto característico del Renacimiento, como fue la recuperación de las fuentes clásicas. Es importante destacar que, dado que el árabe es un lenguaje sagrado, se agregaron otros desafíos. Sabuncuoglu los responde de una manera simple: "Escribí este libro en turco. La razón es porque la gente de Anatolia habla el turco y la mayoría de los médicos de nuestro tiempo son analfabetos. Los que no lo son, sólo pueden leer el turco".3

El mito de Esculapio, que es el dios griego de la medicina y de la curación, brinda una idea inicial de cómo la vida y los valores humanos deberán ser respetados. Los seguidores de Esculapio como Hipócrates, Galeno de Pérgamo y Dioscórides, crearon y promovieron los valores del humanismo en la medicina. Al tener un basamento humanista, la medicina realizó contribuciones significativas al desarrollo del humanismo renacentista. Como residente en Anatolia, al igual que los maestros de medicina antes mencionados, Sabuncuoglu se encontraba en total sintonía con esta tradición. Por ejemplo, la ilustración que muestra el tratamiento para el "mâl-i hulyâ," provee una amplia prueba de cómo se cuidaba a los pacientes con trastornos mentales. El aspecto del paciente no difiere de cualquier paciente quirúrgico que acepta voluntariamente un tratamiento. No está encadenado ni enjaulado y no se requiere asistencia para un procedimiento potencialmente doloroso. Las expresiones faciales del paciente y del médico, que probablemente sea Serefeddin Sabuncuoglu, reflejan el grado en se encuentran las fuertes emociones involucradas en este proceso de curación. Es de destacar en la pintura el arreglo floral a la izquierda, como una prueba del cuidado meticuloso que se ha tenido en la ilustración.

Otro logro significativo de Sabuncuoglu fue la experimentación en sí mismo para demostrar la eficacia de una triaca contra la picadura de serpientes venenosas.12 La autoexperimentación se refiere a la experimentación en la cual el investigador realiza la investigación en sí mismo. El peligroso experimento de Sabuncuoglu es un buen ejemplo de cuán lejos un académico puede llegar para investigar el verdadero conocimiento y su utilización para el bienestar humano en esa época. Durante el Renacimiento, la necesidad de explicaciones alternativas debido al colapso de las matrices anteriores motorizaba el espíritu de curiosidad, que podía dar como resultado un gran avance científico mediante la observación y la experimentación. El interés de Serefeddin Sabuncuoglu en la experimentación debería ser observado bajo esa perspectiva.

Una cuestión importante es saber si los hombres del Renacimiento eran conscientes del significado de la época en que vivían. Es posible asumir que cierto grado de conciencia siempre estuvo presente, y con un incremento gradual llego a su cenit en el siglo XVIII. Así, los trabajos de muchos eminentes maestros y académicos renacentistas revelan diferentes grados de autoconciencia y esto se aplica también al trabajo de Sabuncuoglu. Debido a que vivió en una locación remota es menos probable que se lo asocie al Renacimiento, por lo que el tema de cuáles constituyeron sus logros requiere más investigaciones.

La transición de la Edad Media a la era moderna no resultó fácil: mientras el movimiento renacentista avanzaba, una variedad de enfermedades sociales como las guerras religiosas, la pobreza, la caza de brujas y los brotes epidémicos impactaron con fuerza sobre el curso de la historia. Los médicos siempre brindaron lo mejor para aliviar el sufrimiento de los seres humanos durante esos tiempos difíciles. Sin lugar a dudas, Serefeddin Sabuncuoglu está entre los que consagraron sus vidas al beneficio y el bienestar de la humanidad.
Bibliografía del artículo
1. Sabuncuoglu O. Early color illustrations of psychiatric treatment methods, as drawn by physician Serefeddin Sabuncuoglu (1385-1470). Am J Psychiatry 163(12):2071, 2006.
2. Sabuncuoglu S. Cerrahiyetü'l Haniyye. Ms. No. 79, Istanbul, Fatih Millet Library, Ali Emiri Section, 15th century.
3. Uzel I. Cerrahiyetü'l Haniyye. Ankara: Türk Tarih Kurumu Yayinlari (in Turkish), 1992.
4. Spink MS, Lewis GL. Albucasis on surgery and instruments. London: Welcome Ed, 1973.
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9. Besancon A. The Forbidden Image : an intellectual history of iconoclasm. Chicago : University of Chicago Press, 2000.
10.www.usc.edu/dept/MSA/fundamentals/hadithsunnah/bukhari/073.sbt.html#008.073.130 (downloaded 10th.06.2008).
11. Zophy JW. A short history of Renaissance and Reformation Europe, dances over fire and water. New Jersey: Prentice Hall, 2003.
12. Uzel I, Süveren K. Serefeddin Sabuncuoglu: Mücerrebname. Ankara: Atatürk Kültür Merkezi Yayinlari, 1999.

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