Informes periodísticos

TOXINA BOTULINICA EN EL TRATAMIENTO DE LA FISURA ANAL

Tratamiento de las fisuras anales crónicas mediante el empleo de toxina botulínica intraesfinteriana.

Roma, Italia


La terapéutica de las fisuras anales con toxina botulínica es eficaz, económica, no presenta reacciones adversas y es de más sencilla realización que el tratamiento quirúrgico.

 Fuente científica:  Annals of Surgery 228(5):664-669 aSNC

 Autores: 


flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


Las fisuras anales crónicas son entidades que aparecen con una frecuencia cercana al 10% de las consultas externas y constituye una situación que a menudo requiere de la resolución quirúrgica. Una opción a este tipo de terapéutica es el empleo de inyecciones intraesfinterianas de toxina botulínica, método que expertos de la Universidad Católica de Roma (Italia) evaluaron en una población de pacientes asistidos en su institución. Los participantes fueron divididos en 2 grupos, en función de la dosis de toxina administrada (15 unidades y retratamiento con 20 unidades o 20 unidades y reiteración de la terapia con 25 unidades). Luego de los 2 meses posteriores al tratamiento, 45% de los sujetos que recibieron menor dosis y 70% de los pertenecientes al otro grupo presentaron cicatrización de la lesión. La mejoría sintomática se observó en algo más de la mitad de los integrantes del primer grupo y en casi el 80% de los del segundo. El análisis estadístico permitió determinar que la presión anal de reposo varió a partir de los valores iniciales, en función del tratamiento, el que no ejerció efecto sobre la presión voluntaria máxima. La curación a largo plazo se logró en la totalidad de los sujetos que recibieron dosis de 20 y 25 unidades de toxina botulínica y en el 60% de los que habían sido inyectados con menores dosis, siempre y cuando cumplieran con todo el tratamiento.El total de enfermos evaluados correspondió a 75 individuos que efectuaron consultas ambulatorias. Todos ellos fueron inyectados con toxina botulínica tipo A, en las dosis mencionadas y en el esfinter anal interno. Las evaluaciones a las que fueron sometidos los participantes incluyeron examen clínico, anoscopia y manometría anorrectal. El retratamiento de los pacientes fue decidido por el médico a cargo, en caso de observarse persistencia de la fisura.El criterio de emplear toxina botulínica, para provocar la denervación química del esfinter anal, obedece a que las fisuras anales crónicas se mantienen en el tiempo por la contracción esfinteriana. La esfinterectomía, por su parte, es la respuesta quirúrgica, y resulta eficaz en el 85 a 95% de los casospero, al debilitar en forma permanente a la estructura esfinteriana puede dejara como secuelas la deformación del ano y la probabilidad de incontinencia.Por este motivo, los autores consideran que la inyección de toxina botulínica resulta un procedimiento, eficaz, económico, sencillo y con bajos efectoos colaterales, por lo que debe ser tenida en cuenta como tratamiento de las fisuras crónicas de la zona anal.
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