Informes periodísticos

EMPLEO DE RIFAXIMINA EN PACIENTES CON INTOLERANCIA A LA LACTOSA

Estudio comparativo en 32 pacientes con dieta sin lácteos y con el antibiótico

Chieti-Pescara, Italia


La terapia durante 10 días con rifaximina parece reducir la producción de H2 intestinal y los síntomas en los pacientes con intolerancia a la lactosa durante 30 días, al igual que la dieta sin lácteos.

 Fuente científica:  Digestive and Liver Disease 37(5):316-319 aSNC

 Autores:  Cappello G


flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Department of Medicine and Ageing d´Annunzio University
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  L Marzio
flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


La lactosa es un disacárido formado por glucosa y galactosa presente en la leche y otros productos lácteos. Antes de la absorción, la lactosa se hidroliza en el intestino delgado mediante una galactosidasa llamada lactasa, produciendo glucosa y galactosa. La prevalencia de mala digestión de lactosa es mayor del 50% en la población de Sudamérica, África y Asia y varía de 2% en el norte de Europa al 70% en el sur de Italia. La deficiencia de lactasa congénita es poco frecuente, ya que en la mayor parte de los casos puede ser primaria (genética) o secundaria a enfermedades, que alteran el epitelio intestinal. La deficiencia de lactasa se asocia con diversos síntomas tales como la distensión abdominal y dolor, hinchazón y diarrea, constituyendo el síndrome conocido como intolerancia a la lactosa. Los síntomas se producen por la actividad metabólica de las bacterias anaeróbicas del colon que producen H2 por la fermentación de la lactosa que llega al colon sin metabolización. La deficiencia de lactosa se puede tratar satisfactoriamente con dieta especifica sin leche y derivados, pero esto puede producir algunos efectos secundarios como la deficiencia de calcio con por la aplicación de esta dieta a largo plazo. Otra alternativa de tratamiento puede ser la administración de probióticos o antibióticos. La rifaximina ha demostrado que disminuye la excreción de H2 en pacientes con proliferación bacteriana, lo cual sugeriría un posible efecto benéfico en pacientes con intolerancia a la lactosa. Los autores se propusieron evaluar si la rifaximina modifica la producción de H2 y mejora los síntomas en los pacientes con deficiencia de lactasa. Se seleccionaron 32 pacientes con intolerancia a la lactosa, 14 recibieron rifaximina durante 10 días, 13 mantuvieron una dieta sin leche durante 40 días y 5 con placebo durante 10 días. Se observó que los pacientes tratados con rifaximina redujeron los síntomas y normalizaron la curva de hidrógeno, lo cual avalaría la hipótesis de que los síntomas abdominales se correlacionan con la cantidad de H2 producido.En conclusión, este estudio demuestra que la terapia de 10 días con rifaximina reduce la producción de H2 intestinal y los síntomas en los pacientes con intolerancia a la lactosa durante 30 días, lo cual sugiere que la bacteria intestinal estaría comprometida en la patogénesis de este síndrome clínico. Se requiere la realización de estudios con administración prolongada de rifaximina y estudios de seguimiento para determinar el valor terapéutico en la intolerancia a la lactosa.
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