Informes periodísticos

LA COLANGIOGRAFIA INTRAOPERATORIA PUEDE SER OMITIDA DURANTE UNA COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA

Proponen su reemplazo por colangiografía endoscópica retrógrada previa a la cirugía

Tartu, Estonia


La colangiografía endoscópica retrógrada con eventual esfinterotomía, previa a la colecistectomía laparoscópica, es un método seguro y eficaz para el abordaje de pacientes con colecistolitiasis y sospecha de coledocolitiasis.

 Fuente científica:  Scandinavian Journal of Surgery 94(3):197-200 aSNC

 Autores: 


flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


Realizar colangiografía intraoperatoria (CIO) de rutina o de modo selectivo durante un procedimiento laparoscópico persiste como tema de debate entre los especialistas. Aquellos que recomiendan efectuarla rutinariamente arguyen que identifica la anatomía de las vías biliares y ayuda a prevenir lesiones de los ductos biliares. Adicionalmente, permite detectar cálculos no diagnosticados previamente en esa localización. Los que se oponen argumentan que se pierde tiempo quirúrgico y produce un 4% de falsos resultados positivos. A propósito, para los autores de este estudio, una colangiografía endoscópica retrógrada en pacientes seleccionados, con esfinterotomía para retirar los cálculos que obstruyen el conducto biliar, previamente a la colecistectomía laparoscópica, constituye un método seguro y eficaz para el manejo de pacientes con colecistolitiasis y coledocolitiasis encubierta.Llegan a esta conclusión luego de la evaluación y tratamiento de 413 pacientes sometidos a colecistectomía por vía laparoscópica. De acuerdo a estudios de laboratorio y ecográficos prequirúrgicos, los investigadores determinaron que en 38 pacientes había fuertes sospechas de litiasis del conducto biliar. En ellos se efectuó colangiografía endoscópica retrógrada previamente a la cirugía, detectándose la presencia de cálculos en 22 pacientes, los cuales fueron extraídos por esfinterotomía endoscópica en su totalidad. Por otra parte, 14 pacientes tuvieron síntomas de obstrucción biliar en el período postoperatorio. Todos ocurrieron entre los 6 días y 36 meses, y se les realizó la colangiografía endoscópica retrógrada, con resultados positivos para litiasis del conducto en 6 pacientes. Con todo, la incidencia de litiasis de vías biliares alcanzó a 28 pacientes (6.8%).En esencia, los autores señalan, sobre la base de las observaciones realizadas, que es innecesaria la CIO durante una colecistectomía por laparoscopía para verificar estructuras anatómicas. En ese sentido, están convencidos que adoptar una técnica cuidadosa previene las lesiones ductales. En cuanto a litiasis de vías biliares no identificadas, aducen que con colangiografía endoscópica retrógrada y eventual esfinterotomía, se logran mejores resultados en pacientes en quienes se sospecha la patología. Adicionalmente, consideran que la CIO solo podría haber diagnosticado un porcentaje mínimo de pacientes con litiasis residual en vías biliares y por el contrario prolonga el tiempo quirúrgico considerablemente y requiere de organización y logística efectivas para llevarla a cabo.
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