Informes periodísticos

HIPERLIPIDEMIA EN PACIENTES TRATADOS CON LA COMBINACION LOPINAVIR / RITONAVIR

Estudio observacional en 382 pacientes con infección por HIV

Milan, Italia


Los pacientes con infección por HIV con niveles elevados de triglicéridos y de colesterol no HDL al inicio del tratamiento con la combinación lopinavir/ritonavir tienen mayor riesgo de presentar hiperlipidemia.

 Fuente científica:  AIDS Research and Human Retroviruses 22(2):132-138 aSNC

 Autores:  Bongiovanni M, Bini T, Cicconi P

 Palabras clave:  Hiperlipidemia, VIH, Lopinavir, Ritonavir

 Key Words:  Hyperlipidemia, HIV, Lopinavir, Ritonavir

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Institute of Infectious Diseases and Tropical Medicine, Luigi Sacco Hospital, University of Milan
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  M Bongiovanni, Institute of Infectious Diseases and Tropical Medicine, Luigi Sacco Hospital, University of Milan, 20157, Milan Italia
flecha azul.gif (828 bytes) Patrocinio:  Italian Institute of Health AIDS Project
flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses
flecha azul.gif (828 bytes) Agradecimientos:  Italian Institute of Health AIDS Project


La introducción de terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) ha mejorado en forma sustancial la supervivencia de los pacientes con infección por HIV, con reducción marcada de la morbilidad. No obstante, en una proporción de pacientes, puede presentarse falla virológica, particularmente en aquellos expuestos a un gran número de esquemas antirretrovirales previos. Además, los inhibidores de la proteasa (IP) pueden producir lipodistrofia, insulinorresistencia e hiperlipidemia. La hiperlipidemia tiene importancia debido a su relación con las enfermedades cardiovasculares (ECV) y debe prevenirse especialmente en sujetos con múltiples factores de riesgo. Se han establecido recomendaciones estrictas para el tratamiento de trastornos lipídicos mediante la reducción del umbral de colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad (LDLc) y de triglicéridos (TG). El colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc) ha sido considerado un posible factor de riesgo de ECV y un objetivo secundario de tratamiento cuando los niveles de TG superan los 200 mg/dl. Si bien aún no se conoce con exactitud el mecanismo de hiperlipidemia inducida por IP, podría ser un efecto directo de las drogas en sí o podría derivar de las interacciones entre el tratamiento antirretroviral, HIV, la respuesta del huésped a la infección o la predisposición genética. El lopinavir (LPV) es un IP de segunda generación con un perfil favorable de resistencia que constituye una opción terapéutica válida en pacientes con infección por HIV sin tratamiento previo y en aquellos multitratados. Suele emplearse en combinación con dosis bajas de ritonavir (LPV/r) para incrementar los niveles plasmáticos de lopinavir y reducir el riesgo de resistencia genotípica. Sin embargo, esta combinación puede incrementar los niveles plasmáticos de lípidos, con hipertrigliceridemia (HTG) e hipercolesterolemia grave en 20 a 30% de los pacientes. Por ello, los autores realizaron un estudio observacional para identificar variables clínicas o demográficas asociadas con HTG (TG > 200 mg/dl) y niveles elevados de colesterol no HDL (no-HDLc > 190 mg/dl) en sujetos HIV positivos luego de 6 y 12 meses de tratamiento con LPV/r como parte de un esquema de rescate. Fueron estudiados 382 pacientes multitratados con seguimiento > 3 meses luego del inicio de LPV/r en dosis de 400/100 mg 2 veces por día. Fueron considerados valores normales de TG los niveles < 150 mg/dl y de no-HDLc (colesterol total - HDLc), niveles < 190 mg/dl. Los factores predictivos de HTG y elevación de no-HDLc fueron investigados mediante análisis de regresión logística. El 48% de los pacientes había recibido > 6 esquemas antirretrovirales previos. Durante el tratamiento con LPV/r se observó un incremento considerable de los niveles lipídicos en la cohorte en general. Los niveles medios de TG aumentaron desde 176 mg/dl a 258 mg/dl en el mes 12 y los niveles de no HDLc, de 131 mg/dl a 176 mg/dl. Hubo un pequeño aumento del LDLc mientras que el HDLc se mantuvo estable. En el mes 12, 68.8% de los pacientes tenían niveles de TG > 200 mg/dl; 13.4%, > 500 mg/dl; 35.9% tenían niveles de no-HDLc > 190 mg/dl. Los predictores de HTG fueron mayor nivel inicial de TG [odds ratio (OR) 2.28 por cada 100 mg/dl adicionales, p = 0.001], la duración total del tratamiento antirretroviral [OR 1.26 por cada año adicional, p = 0.01], estadío C de CDC [OR 2.06, p = 0.02] y sexo masculino [OR 2.52, p = 0.02]. Los drogadictos intravenosos presentaron menor probabilidad de presentar el evento [OR 0.52, p = 0.03]. Los predictores de niveles elevados de no-HDLc fueron niveles iniciales elevados [OR 3.92 por cada 100 mg/dl adicionales, p = 0.001] y la combinación de inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa y de inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa con LPV/r [OR 1.83, p = 0.03]. Los 75 pacientes que interrumpieron LPV/r mostraron una reducción significativa de los niveles medios de TG y no-HDLc luego de 3 meses de 39 mg/dl y 20 mg/dl, respectivamente (p = 0.01). El empleo de hipolipemiantes durante LPV/r no se asoció con menores niveles lipídicos. Los autores concluyen que el empleo de LPV/r se asocia con aumento significativo de TG y no-HDLc, pero no de glucosa. La presencia de niveles anormales de TG y de no-HDLc al inicio de la terapia con LPV/r se asocia con mayor riesgo de hiperlipidemia.
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