Informes periodísticos

DESCRIBEN LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA ENFERMEDAD PAROTÍDEA BENIGNA

Estudio en 162 pacientes

Londres, Reino Unido


En los pacientes con lesiones benignas en la glándula parótida que son sometidos a tratamiento quirúrgico, la incidencia de disfunción posterior del nervio facial es de 40%.

 Fuente científica:  ANZ Journal of Surgery 78(3):134-138 aSNC

 Autores:  Reza Nouraei SA, Ismail Y, Welch AR

 Palabras clave:  Lesión del nervio facial, enfermedad parótida, complicación posquirúrgica

 Key Words:  Facial nerve injury, parotid disease, postoperative complication

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Charing Cross Hospital
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  SA Reza Nouraei, Department of Otolaryngology Charing Cross Hospital, W6 8RF, Londres Reino Unido
flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


El tratamiento quirúrgico de la enfermedad parotídea benigna (EPB) se asocia con una significativa morbilidad; al respecto, la disfunción transitoria del nervio facial representa una complicación común. Las EPB más frecuentes incluyen los adenomas salivares pleomórficos, los tumores de Warthin y la sialoadenitis crónica. En la resección quirúrgica de la lesión, la preservación anatómica y funcional del nervio facial resulta dificultosa; el porcentaje de pacientes sometidos a parotidectomía que presentan disfunción del nervio facial puede alcanzar el 60%. Otras complicaciones comprenden la infección de la herida, la formación de fístulas salivares y el síndrome de Frey. En el presente estudio, el objetivo de los autores fue determinar la incidencia de complicaciones asociadas a la parotidectomía por EBP e identificar los factores de riesgo asociados a éstas. La investigación, de diseño retrospectivo, fue llevada a cabo en una institución de Newcastle, Reino Unido, e incluyó 162 pacientes sometidos a parotidectomía por EPB entre los años 1992 y 2001. En todos los casos se analizó la presentación de la enfermedad, el manejo quirúrgico, el diagnóstico patológico, las complicaciones posquirúrgicas y la función del nervio facial. El promedio de edad al momento de la presentación fue de 58 años. La manifestación clínica más frecuente fue la presencia de una masa parótida indolora (79%); en ningún caso se observó paresia del nervio facial antes de la intervención quirúrgica. Los diagnósticos histopatológicos más comunes incluyeron adenomas salivares pleomórficos (42.6%), tumores de Warthin (29.6%) y sialoadenitis crónica (21.0%). Los procedimientos efectuados comprendieron parotidectomía superficial (n=134), parotidectomía total con resección del lóbulo superficial, disección de las ramas del nervio facial y resección del lóbulo profundo entre las mencionadas ramas (n=24) e intervenciones limitadas a los condutos (n=4). Las cirugías fueron efectuadas por cirujanos plásticos (13%), maxilofaciales (22%) o especialistas en garganta, nariz y oídos (65%). Después de la intervención, el 40.3% de los pacientes presentaron algún grado de disfunción del nervio facial. La incidencia de esta complicación fue mayor en los pacientes con diagnóstico histológico de sialoadenitis (58.8%). La sialoadenitis y la observación de histología múltiple en una misma glándula fueron factores de riesgo independientes de la aparición de parálisis posquirúrgica del nervio facial en general y de la disfunción de múltiples ramas en particular. A su vez, la ligadura del conducto parotídeo representó un factor de riesgo de disfunción de las ramas bucal y cigomática, mientras que la estimulación del nervio facial y el diagnóstico de tumor de Warthin fueron factores de riesgo asociados a la paresia de las ramas mandibular y cervical. La recuperación de la función del nervio facial presentó una distribución bifásica; al respecto, el 90% de los pacientes presentaban función normal 1 año después de la intervención, mientras que la tasa de recuperación hacia el segundo año fue más lenta. Las respectivas tasas de incidencia de síndrome de Frey, fístulas salivares, infección de la herida, hematomas, hipertrofia cicatrizal y neuroma fueron de 11.2%, 9.9%, 6.8%, 6.8%, 3.1% y 1.9%. La manifestación de dolor al momento de la presentación se asoció con mayor riesgo de síndrome de Frey; a su vez, la sialoadenitis aumentó el riesgo de formación de fístulas salivares, mientras que la ligadura del conducto parotídeo, la parotidectomía total y la edad > 60 años se asociaron con la aparición de infección de la herida. En los pacientes tratados quirúrgicamente por EBP, la incidencia de complicaciones depende del diagnóstico histopatológico de la lesión y de la técnica quirúrgica implementada. El 40% de los pacientes presenta parálisis temporaria del nervio facial como complicación de la intervención, aunque en la mayoría de los casos el cuadro se resuelve antes de los siguientes 12 meses.
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