Córdoba, Argentina (especial
para SIIC)
La remisión de los síntomas de alergia a la leche se logra con su
estricta suspensión de la dieta y su reemplazo por un sustituto. La
leche de soja satisface los requisitos de alto valor nutritivo, baja
antigenicidad y alergenicidad, simple preparación y administración,
fácil disponiblilidad y precio accesible.
INTRODUCCION
El 19% de la totalidad de las proteínas destinadas a la alimentación
mundial es provisto por las leguminosas, entre ellas la soja y el
maní.1 La soja forma parte de la cultura asiática
suboriental desde hace casi dos milenios. Recién a comienzos del
siglo XX Occidente la adoptó como nutriente sustituto para
alimentar lactantes alérgicos a la leche de vaca.
2,3 En
las regiones desarrolladas, se atribuye a la leche de vaca, el
huevo, el trigo y las legumbres más del 80% de los casos de niños
menores de 5 años alérgicos a alimentos; y en adolescentes y
adultos, la leche de vaca, las legumbres, el pescado y los frutos de
mar están involucrados en la enfermedad de aproximadamente el 75%
de los pacientes alérgicos.4 Se estima que en Argentina
hay cerca de 800.000 individuos (70% son lactantes y niños) que
padecen alergia o intolerancia a la leche.5 Es opinión
unánime que cuando la leche de vaca está involucrada en la etiología
de la enfermedad, la remisión de los síntomas se logra con su
estricta suspensión de la dieta y su reemplazo por un sustituto.
Esta conducta es imperativa especialmente en el lactante y el niño
pequeño. Se considera que el alimento sustituto debe caracterizarse
por un alto valor nutritivo que asegure óptimo crecimiento y
desarrollo, baja antigenicidad y alergenicidad, ser de simple
preparación y administración en estado líquido, sabor y olor
aceptables que aseguren su ingesta, fácil disponiblilidad y precio
accesible. La leche de soja satisface esos requisitos. Numerosos
trabajos retrospectivos destacan el valor de los nutrientes
elaborados a partir de la soja en la prevención de atopía. En un
estudio prospectivo y aleatorizado se concluyó que la alimentación
con soja durante las primeras semanas de vida reduce la incidencia
de asma y rinitis.6 Pero la falta de efectividad en la
dermatitis atópica llevó a investigaciones sobre su antigenicidad
y alergenicidad, de las que surge que esta legumbre no debe ser
considerada hipoalergénica, ni previene la enfermedad alérgica.7
En esta última década, los trabajos dirigidos a conocer sus
estructuras y funciones se han multiplicado, así como también los
estudios orientados a dilucidar sus propiedades. Como consecuencia
de los resultados obtenidos la soja es recomendada por sus
beneficios para la salud. Entre los fitoquímicos presentes en la
semilla de soja se encuentran las isoflavonas (fitoestrógenos),
inhibidores de proteasas, ácidos fenólicos, saponinas, ácido fítico,
fitoesteroles y vitamina E.8 Gran parte del interés en
los beneficios de la soja surge por sus efectos sobre la disminución
del colesterol y su asociación con un riesgo menor de varios tipos
de cáncer, en particular de mama y de próstata. La lista de
aplicaciones de la soja se ha expandido considerablemente y hoy
tiene un papel también importante en el tratamiento de
arterioesclerosis, patologías renales, hipertensión arterial y
trastornos premenopáusicos y posmenopáusicos como la osteoporosis.9-12
ALERGENOS DE LA SOJA
La semilla de soja es un complejo proteico cuyas estructuras y
características tienen capacidad para de inducir respuesta inmune y
reacciones alérgicas. Aunque la alergia a esta legumbre en nuestro
medio es poco frecuente no acontece lo mismo en niños alérgicos a
la leche de vaca. Se ha comunicado que de los alérgicos a la leche,
entre el 17% y el 47% lo son también a la soja.13,14 La
semilla de soja contiene un 32% a 42% de proteínas. El 90% de éstas
corresponde a las dos fracciones mayores: globulinas y albúminas.15
La fracción globulina representa el componente proteico mayor
(75% - 80%). Está compuesta por beta-conglicinina (PM =120 kDa) y
glicinina (PM = 320-360 kDa). Son glucoproteínas conocidas como
fracción 7S y 11S respectivamente.16,17 De las cuatro
fracciones de la semilla que se obtienen por ultracentrifugación
(2S, 7S, 11S y 15S) las tres primeras han sido señaladas como muy
alergénicas; y dentro de la fracción 2S se ha descripto un factor
inhibidor de la tripsina como el más alergénico.18 Por
la técnica de inhibición de ELISA se ha comprobado que la
desnaturalización térmica de las proteínas de la soja no modifica
la capacidad de unión de los anticuerpos específicos IgE e IgG; en
cambio, la desnaturalización por digestión enzimática reduce 10
veces dicha capacidad.19 Quince proteínas de la soja han
sido reconocidas mediante el empleo de sueros de pacientes con
dermatitis atópica sensibles a la legumbre. Tres de ellas fueron
identificadas como alergenos mayores y designados Gly m Bd 60K, Gly
m Bd 30K y Gly m Bd 28K, respectivamente.
Gly m Bd 60K es una subunidad alfa
de beta-conglicinina, conocida como una proteína mayor de
almacenamiento. Gly m Bd 30K es también conocida como glucoproteína,
con un PM = 34 kDa, homóloga con el Der p (o f) 1, un alergeno
mayor de los ácaros del polvo doméstico clasificado en la
superfamilia de la papaína. La antigenicidad de Gly m Bd 30K
probada contra anticuerpos monoclonales se reduce notablemente
cuando es sometida a la acción de una proteasa. Lo mismo ocurre
cuando se emplean sueros de sujetos sensibles a la soja. Gly m Bd
28K es una visilina, glucoproteína con un PM = 26 kDa, componente
menor de la fracción globulínica 7S.20-25 En muchos
casos se han caracterizado, por medio de la clonación y expresión
de proteínas recombinantes, los epitopes de las proteínas que se
combinan con IgE e IgG y con los sitios de combinación de las células
L.26,27 Gly m 1 es una glucoproteína transportadora de lípidos,
de PM = 9 kDa, presente en la cascarilla de la semilla de soja. Es
un alergeno homólogo a los de la familia de proteínas relacionadas
con la patogénesis (PRP 14). Este alergeno ha sido identificado
como la principal proteína responsable de epidemias de asma en
Barcelona y Cartagena.28 Gly m 1 es idéntica a la proteína
hidrofóbica (HPS) que está presente en la semilla. Gly m 2 está
contenida en la fracción globulínica 7S. Ha sido señalado como un
alergeno mayor con PM = 8 kDa. Gly m 3 pertenece a la familia de las
profilinas (PM = 12 kDa –15 kDa). Ya ha sido caracterizado y
producido como alergeno recombinante. El alergeno del maní Ara h 5
pertenece a la misma familia.26 Se ha comunicado
recientemente que la cascarilla de soja contiene un alergeno
inhalante mayor (PM = 50 kDa) involucrado en el padecimiento de
enfermedades alérgicas respiratorias.29 El factor
inhibidor de la tripsina de Kunitz (PM = 20 kDa) es otro alergeno,
aunque menor, presente en la semilla de soja.18
PROPIEDADES INMUNOLÓGICAS DE UN
ALIMENTO LÍQUIDO DE SOJA
En nuestro país se produce un alimento líquido elaborado a partir
de semillas de soja enteras y seleccionadas, sometidas a molienda en
agua con el fin de extraer sus nutrientes solubles y obtener una
base de soja (ALS). Este alimento es con frecuencia indicado a niños
con antecedentes de reacciones alérgicas a la leche de vaca. Cabe
señalar que el ALS, por su valor calórico-proteico, está indicado
como complemento y no como alimento sustitutivo único en una dieta
de exclusión de lácteos. Hemos llevado a cabo un estudio con el
objeto de evaluar su potencial capacidad de generar respuesta
inmune, establecer su antigenicidad en relación con la de la
semilla de soja, y determinar su alergenicidad mediante la detección
de IgE especifica en niños.30 Para realizar el trabajo
obtuvimos antisueros específicos en tres grupos de conejos
integrados por cinco animales cada uno. El primer grupo fue
inoculado con ALS, el segundo con un aislado de semilla de soja y el
tercer grupo fue inoculado con un extracto antigénico acuoso de
semilla de soja. Todos los animales inoculados mostraron respuesta
inmune humoral específica; y los antígenos provocaron respuestas típicas
de fuertes inmunógenos. El período de latencia y el nivel de
anticuerpos alcanzado tuvieron variaciones individuales. La
respuesta promedio fue levemente menor en el grupo estimulado con el
ALS.
Los cambios provocados por el
procesamiento industrial de la semilla de soja son responsables de
las modificaciones de su potencial inmunogenético. Se sabe que las
moliendas seca y húmeda, así como también el calor, modifican la
estructura molecular de las proteínas y como consecuencia cambian
las propiedades inmunogénicas.19,20 Respecto de su
antigenicidad, encontramos que cuando por la técnica de doble
difusión en gel de agar el antisuero de conejo específico a
extracto de soja fue puesto contra los antígenos extracto de soja,
aislado de soja y ALS provocó dos bandas de precipitación comunes,
demostrativas de identidad antigénica parcial. La relación inmunológica
entre el ALS y el extracto de soja fue evidente. Esta observación
indica que los procedimientos utilizados para la elaboración del
ALS eliminan sólo parcialmente las características moleculares
primitivas de la leguminosa. Para evaluar la alergenicidad
investigamos IgE especifica anti-ALS en niños. También se estudió
IgE específica anti-soja, por cuanto esta leguminosa es la materia
base del alimento, y como quedó establecido ambos están antigénicamente
relacionados. Se ha visto que cuando se utilizan las pruebas cutáneas
y RAST para demostrar la presencia de IgE específica a alimentos
los resultados de estas técnicas se corresponden de modo estrecho.
Por tal razón hemos llevado a cabo ambas pruebas, con el objeto de
ratificarlas recíprocamente.31 La confiabilidad o
eficiencia diagnóstica del RAST para la soja es escasa (10%), pero
su valor predictivo negativo alcanza, según diversos autores, a
cifras que oscilan entre un 79% y un 92%.32,33 Mediante
la técnica de RAST se determinó la presencia de IgE anti-soja en
213 sueros de niños (edad media: 4 años y 3 meses) provenientes de
una población general con residencia urbana. IgE anti-soja fue
detectada en 5 sueros (2.35%) que poseían niveles aumentados de IgE
total y pertenecían a niños con una edad media de 8a 3m.
También hemos determinado la
presencia de anticuerpos específicos sensibilizantes de la piel en
202 niños (edad media: 6a 1m) probadamente alérgicos excepto a
soja. Las pruebas cutáneas se realizaron mediante la técnica de prick
empleando como antígenos el ALS y extracto glicerinado de soja. Las
pruebas con el ALS resultaron negativas en todos los casos, mientras
que las efectuadas con extracto de soja resultaron positivas en 8 niños
(3.95 %) con edad media de 8a 11m.
El estado alérgico se caracteriza
por una sobreproducción, genéticamente determinada, de anticuerpos
IgE específicos ante la exposición a una sustancia dada.
No sólo las características
moleculares de la sustancia sino también la vía de ingreso, la
dosis y el tiempo de exposición rigen dicha respuesta, es decir son
factores condicionantes de la alergenicidad de la sustancia. Hemos
visto que, además del marcador genético (IgE sérica total
elevada), los niños a quienes pertenecían los cinco sueros
positivos requirieron una media de edad mayor que la de su grupo
para manifestar la alergenicidad de la leguminosa (8a 3m vs.
4a 3m). La misma observación tuvo lugar en los 8 casos que
resultaron positivos entre los pacientes atópicos estudiados por
medio de la prueba cutánea. (8a 11m vs. 6a 1m).
Por la prevalencia de casos de
anti-soja positivos, tanto en el suero de la población general
infantil como en la piel del grupo de niños atópicos, puede
decirse que en la zona geográfica de su procedencia la soja pocas
veces se comporta como potente alergeno. Según los resultados que
obtuvimos y que coinciden con los de otras comunicaciones puede
afirmarse que la sensibilización a la soja en nuestros niños es
poco común.34 La baja prevalencia de RAST y pruebas cutáneas
positivas podrían estar relacionadas con los hábitos alimentarios
de la población. La semilla de soja y sus derivados, si bien están
incluidos en la dieta, todavía son consumidos con poca frecuencia.
Un estudio sobre la reactividad cruzada de legumbres en pacientes
pediátricos del Mediterráneo concluye que las diferencias en la
reactividad clínica en niños sensibilizados a varias legumbres
pueden estar más relacionadas con una mayor extensión de hábitos
de consumo, edad, cantidad de ingesta, etc, que con factores
exclusivamente inmunológicos.35 La búsqueda de IgE
anti-ALS por las pruebas cutáneas resultó negativa, incluso en los
casos con pruebas cutáneas con extracto antigénico de soja
positivas. Este hecho podría explicarse por la desnaturalización
del factor inhibidor de la tripsina de Kunitz presente en la semilla
de soja nativa. El mencionado factor es altamente alergénico.
Hay estudios que revelan que posee
por lo menos dos sitios de combinación (epitopes), y que uno de
ellos es eliminado por efecto de la desnaturalización.36
Cabe señalar que el proceso industrial de elaboración del ALS
incluye una etapa destinada específicamente a la desnaturalización
térmica de factores antinutricionales como son los inhibidores de
la tripsina. Es preciso señalar que en el área de residencia de
los niños estudiados se cultiva, almacena, ventila, procesa y
transporta esta semilla en gran escala, y esto podría llegar a ser
causa de alergenización por vía inhalatoria. Se ha informado al
respecto que en pacientes provenientes de zonas similares a la de
nuestros casos y que padecían asma, rinitis, o ambas, el grado de
inhalación de polvo de soja se correlaciona con la reactividad cutánea
y niveles séricos de IgE e IgG4 específicos al extracto de
cascarilla de soja.37
REACTIVIDAD CRUZADA DE LA SOJA Y
EL MANÍ
Hay reactividad cruzada cuando una proteína posee epitopes capaces
de unirse al Fc épsilon de la IgE específica generada por el estímulo
antigénico de otra proteína.
Habitualmente los epitopes son
conformacionales, están presentes en una familia de alimentos y
pueden poseer diferentes grados de especificidad. La presencia de
ciertos epitopes en diferentes alergenos con estructuras similares
ha sido observada en un amplio número de ingestantes. Son los
llamados panalergenos y están representados en el caso de la soja y
el maní por las profilinas (Gly m3 y Ara h 5, respectivamente) y la
glicinina (Gly m 1) que está presente también como proteína de
almacenamiento en la semilla del maní (Ara h 3 - Ara h 4).38 Hemos
investigado la reactividad alergénica cruzada entre estas dos
leguminosas. De los 213 niños de la población general (edad media:
4a 3m) sin antecedentes de alergia alimentaria, se detectó IgE
especifica a la soja en 5 casos (2.35%) y al maní en 6 (2.87%).
Tres niños (1.41% del total) con edad media de 4a 5m poseían IgE
anti-soja y anti-maní. Todos tenían niveles elevados de IgE sérica
total.
De 202 niños atópicos (edad
media: 6a 1m) y sin antecedentes de reacción clínica alguna por
ingesta de soja o maní, hubo 8 casos (3.95%) que mostraron pruebas
cutáneas positivas a la soja y 4 al maní (1.97%). En dos niños
(0.98% del total estudiado) con edad media de 8a 11m, las reacciones
cutáneas fueron positivas tanto para el maní como para la soja. La
escasa frecuencia de reactividad cruzada encontrada coincide con lo
comunicado por numerosos autores.39,40
RESUMEN
Los resultados de la presente investigación permiten concluir que:
- la propiedad inmunogénica del
ALS es levemente inferior a la del aislado y a la del extracto
antigénico de soja
- algunos de los componentes antigénicos
del ALS tienen identidad parcial con otros del aislado y del
extracto antigénico
- en nuestro medio la reactividad
alergénica cruzada de soja y maní es poco frecuente;
- la ausencia de IgE anti-ALS podría
ser consecuencia , entre otras, de la desnaturalización térmica
de los factores inhibidores de la tripsina.
BIBLIOGRAFÍA
- Crespo JF, Pascual C, Martín
Esteban M. New perspectives in food allergens.Communication
ECACI 95. Madrid 1995; 889-95.
- Barnes S. Evolution of the history
of soy and genistein. Proceedings of the Society for
Experimental Biology and Medicine 1998;217:386-92.
- Ruhrah J. The soybean in infant
feeding. Preliminary report. Arch Pediatr 1909;26:496-501
- Sampson HA. Food
allergy:Immunopathogenesis and clinical disorders. J Allergy
Clin Immunol 1999;103:717-28.
- Host A. Cow’s milk protein
allergy and intolerance in infancy. Pediatr Allergy Immunol
1994;5:5-36.
- Johnstone DE, Dutton AM. Dietary
prophylaxis of allergic diseases in children. N Engl J Med 1966;
274:715-719.
- Businco L, Bruno G,Giampietro P,
Cantani A. Allergenicity and nutritional adequacy of soy protein
formulas. J Pediatr 1992; 121:S21-S28.
- Barnes S, Kim H, Xu J. Soya en la
prevención y tratamiento de enfermedades crónicas. Salud y
Nutrición Octubre 1999;13-21.
- Anderson WJ, Smith BM, Washnock
CS. Cardiovascular and renal benefits of dry bean and soybean
intake. Am J Clin Nutr 2000; 70(suppl):464S-74S.
- Cassidy A, Binghman S, Setchell K.
Biological effects of a diet of soy protein rich in isoflavones
on the menstrual cycle of premenopausal women. Am J Clin Nutr
1995; 60:333-40.
- Sirtori CR, Gianazza E, Manzoni C,
Lovati MR, Murphy PA. Role of isoflavones in the cholesterol
reduction by soy proteins in the clinic. Am J Clin Nutr 1997;65:
166-7.
- Díaz MN, Frei B, Vita J, Keaney
JF. Antioxidants and atherosclerotic heart disease.N Engl J Med
1997; 337: 408-16.
- Bock SA, Atkins FM. Patterns of
food hypersensitivity during sixteen years of double-blind,
placebo-controlled food challenges. J Pediatr 1990;4: 561-67.
- Bardare M, Magnolfi C, Zani G. Soy
sensitivity: personal observation on 71 children with food
intolerance. Allerg Immunol 1988;20(2):63-66.
- Taylor ST, Lemanske RF, Bush RK,
et al. Food allergens: structure and immunologic properties. Ann
Allergy 1987; 59:93-99.
- Awazuhara H, Kawai H,Maruchi N.
Major allergens in soybean and clinical significance of IgG4
antibodies investigated by IgE – and IgG4– immunoblotting
with sera from soybean-sensitive patients. Clin Exp Allergy
1997; 27 (3):325-32.
- Burks AW, Brooks JR, Sampson HA.
Allergenicity of major component proteins of soybean determined
by enzyme-linked immunosorbent assay (ELISA) and immunoblotting
in children with atopic dermatitis and positive soy challenges.
J Allergy Clin Immunol 1988; 81 (6): 1135-42.
- Matsuda T, Nakamura R. Molecular
structure and immunological properties of food allergens. Trends
in Food Science & Technology 1993; 4: 289-93.
- Burks AW, Williams LW, Thresher W,
et al. Allergenicity of peanut and soybean extracts altered by
chemical or thermal denaturation in patients with atopic
dermatitis and positive food challenges. J Allergy Clin Immunol
1992;90:889-97.
- Ogawa A, Samoto M, Takahashi K.
Soybean allergens and hypoallergenic soybean products. Nutr Sci
Vitaminol 2000,46(6)271-9
- Helm R, Cockrell G, Herman E,
Burks A, Sampson H, Bannon G. Cellular and molecular
characterization of a major soybean allergen. Int Arch Allergy
Immunol 1998;117(1):29-37.
- Tsuji H, Hiemori M, Kimoto M,
Yamashita H, Kobatake R, Adachi M, et al. Cloning of cDNA
encoding a soybean allergen, Gly m Bd 28K. Biochim Biophys Acta
2001; 1518(1-2):178-82.
- Babiker EE,Azakami H, Ogawa T,
Kato A. Immunological characterization of recombinant soy
protein allergen produced by Escherichia coli expression system.
J Agric Food Chem 2000;48(2):571-5.
- Tsuji H, Bando N, Hiemori M,
Yamanishi R, Kimoto M, et al. Purification of characterization
of soybean allergen Gly m Bd 28K. Biosci Biotechnol Biochem
1997;61(6):942-7.
- Yamanishi R, Tsuji H, Bando N, et
al. Reduction of the allergenicity of soybean by treatment with
proteases. J Nutr Sci Vitaminol 1996; 42(6):581-87.
- Breiteneder H, Ebner C. Molecular
and biochemical classification of plant-derived food allergens.
J Allergy Clin Immunol 2000; 106(1):27-36.
- Aalberse RC. Structural biology of
allergens. J Allergy Clin Immunol 2000; 106 (2):228-38.
- González R, Polo F, Zapatero L,
Caravaca F, et al. Purification and characterization of major
inhalant allergens from soybean hulls. Clin Exp Allergy 1992;
22: 748-55.
- Codina R, Lockey R, Ardusso L,
Crisci C, Bertoya N. Identification of the soybean hull
allergens involved in sensitization to soybean dust in a rural
population from Argentina and N-terminal sequence of a major 50
KD allergen. (abstract) J Allergy Clin Immunol 2001;107(2):S23.
- Vanella LM, Brarda O, Boudet R,
Permigiani M. Estudio inmunológico de un alimento de soja líquido.
Actualización en Nutrición 2000;1(2).
- Bahna SL. In vitro diagnosis of
food allergy. Syllabus IX International Food Allergy Symposium.
San Diego (CA) 1997; 72-76.
- Sampson HA. Utility of
food-specific IgE concentrations in predicting symptomatic food
allergy. J Allergy Clin Immunol 2001;107(5):891-6.
- O’Connor RD. The use of the
allergy immunology laboratory in food allergy.En:Hamburger
RN,ed. Food Intolerance In Infancy. New York:Raven Press
1989;83-92.
- Bernhisel-Broadbent J, Sampson
HA.Cross-allergenicity in the legume botanical family in
children with food hypersensitivity. J Allergy Clin Immunol
1989;83(2 Pt 1):435- 40.
- Pascual C, Pastor SS, de Miguel S,
Sánchez GG, Crespo J, et al. Cross-reactivity to legumes in
mediterranean pediatric patients. (abstract) J Allergy Clin
Immunol 2000;105(1 Pt 2):S133.
- Codina R, Ardusso L, Lockey R,
Crisci C, Bertoya N. Sensitization to soybean hull allergens in
subjects exposed to different levels of soybean dust inhalation
in Argentina.J Allergy Clin Immunol 2000; 105(3);570-6.
- Yamanishi R, Kondo K, Tsuji H,
Ogawa T. Micro-assay to measure the allegenicity of a
Kunitz-type soybean trypsin inhibitor toward Balb/c mice by
using RBL-2H3 cells.Biosci Biotechnol Biochem
1995;59(7):1272-75.
- Beardslee TA, Zeece MG, Sarath G,
Markwell JP. Soybean glycinin G1 acidic chain shares IgE
epitopes with peanut allergen Ara h 3.Int Arch Allergy Immunol
2000; 123 (4):299-307.
- Burks AW, Williams LW, Thresher W,
Connaughton C, Cockrell G, Helm RM.Allergenicity of peanut and
soybean extracts altered by chemical or thermal denaturation in
patients with atopic dermatitis and positive food challenges. J
Allergy Clin Immunol 1992;90(6 Pt 1):889-97.
- Sampson H. Food allergy. Part 2:
diagnosis and management. J Allergy Clin Immunol
1999;103(6):981-9.
|