Sociedad Iberoamericana de Información Científica |
Volumen 11, Número 4, 2003 |
Expertos Invitados
Madrid,
España (especial para SIIC) Abordaremos tanto el
manejo intrahospitalario (a nivel de la Urgencia Hospitalaria, la Unidad
Coronaria y la Hospitalización de Cardiología) como el
extrahospitalario, con especial énfasis en los temas de mayor
controversia actual: tratamiento antiagregante (clopidogrel, fármacos
anti IIb IIIA), tratamiento anticoagulante (heparinas de bajo peso
molecular, heparina no fraccionada), o el manejo inicial conservador o
agresivo según el riesgo del paciente y su pronóstico clínico. Palabras clave: angina
inestable, infarto no Q, síndrome coronario agudo sin elevación del
ST, manejo, tratamiento. PREAMBLE Key words: unstable angina, non-ST segment
elevation myocardial infarction, acute coronary syndrome without ST
elevation, management, treatment. INTRODUCCION En este artículo
nos ocuparemos exclusivamente del manejo clínico del síndrome
coronario agudo sin elevación del ST (SCASEST) , que incluye la
angina inestable y en infarto sin elevación del ST, tanto a nivel
hospitalario (Unidad Coronaria y hospitalización de Cardiología) como
extrahospitalario, basándonos para ello en las Guías de Actuación Clínica
de la Angina Inestable/Infarto no Q de la Sociedad Española de
Cardiología, publicadas en la Revista Española de Cardiología.1,2
Las recomendaciones para el manejo clínico que utilizamos se basan en
la clasificación extensamente difundida de los consensos del American
College of Cardiology/American Heart Association, según los cuales
éstas pueden ser:
MANEJO DEL
SCASEST EN MEDIO EXTRAHOSPITALARIO Mientras se consigue
esto y el paciente es trasladado de forma urgente a un centro
hospitalario, permanecerá en reposo bajo vigilancia clínica, administrándosele
si es posible: oxigenoterapia, 75 a 325 mg de ácido acetilsalicílico
(AAS) si no existe ninguna contraindicación y nitratos sublinguales
salvo hipotensión asociada. Si es factible, se canalizará también una
vía venosa para tratamiento y estabilización hemodinámica si fuera
necesario, y según las circunstancias también puede requerirse la
administración de opiáceos. En cualquier caso, ninguna de estas
medidas debe retrasar el traslado. MANEJO DEL
SCASEST EN URGENCIAS Clasificación
pronóstica. La
clasificación pronóstica que proponemos divide a los pacientes con
diagnóstico de SCASEST en tres grupos de riesgo con diferente pronóstico
y manejo terapéutico.2
Tratamiento.
Una vez
que el paciente llega a Urgencias, se debe conseguir rápida recepción
y clasificación clínica, con acceso inmediato a un desfibrilador y
realización de un ECG de 12 derivaciones. Si se confirma el diagnóstico
de SCASEST, se debe iniciar tratamiento para alivio del dolor y la
isquemia miocárdica. Con ese fin están indicados:
Ingreso.
Los
pacientes con diagnóstico de SCASEST y criterios de alto riesgo
requieren ingreso en un área con disponibilidad de monitorización ECG
continua (Unidad Coronaria o similares) (Clase I). Los de riesgo
intermedio también requieren ingreso, pero éste puede hacerse en un área
de hospitalización convencional asistida por personal entrenado en el
manejo de estos enfermos y sus complicaciones. Los pacientes de bajo
riesgo, con clínica sugerente de SCASEST pero sin alteración ECG
asociada, pueden permanecer en Urgencias o ser trasladados a una Unidad
de Dolor Torácico para seriación enzimática y ECG durante 12-24
horas. Si durante este tiempo permanecen asintomáticos con
determinaciones seriadas de daño miocárdico (CPK-MB, Troponina) y ECG
normales, el paciente puede ser tratado de manera ambulatoria.17,18 Si
existe disponibilidad en el centro, se realizará un test de detección
de isquemia negativo previo al alta. MANEJO DEL
SCASEST EN LA UNIDAD CORONARIA · Medidas
generales
· Tratamiento
farmacológico
1. 2. Clopidogrel y ticlopidina Aunque no ha sido
comparada su eficacia en el SCASEST con la del AAS, asumiendo los
resultados beneficiosos en prevención secundaria del estudio CAPRIE21
se recomienda su uso en pacientes con intolerancia a aquel (Clase I). Se
administra una dosis de carga de 300 mg seguida de 75 mg diarios por vía
oral. En cuanto a la
combinación de AAS y clopidogrel , su efectividad en la reducción de
la mortalidad, IAM o accidente cerebrovascular (ACVA) a los 9 meses fue
demostrada en el estudio CURE;22,23 aparentemente, los grupos
más beneficiados son los de moderado y bajo riesgo, por lo que en ellos
está recomendada su utilización conjunta (Clase I). Con respecto al
efecto del clopidogrel en enfermos con SCASEST sometidos a
revascularización percutánea, el subestudio PCI-CURE23
demostró reducción significativa de IAM e isquemia refractaria con su
uso previo a la intervención, y reducción de la mortalidad y el IAM
con su administración durante los 30 días siguientes al procedimiento.
El clopidogrel está por tanto indicado en todos los pacientes antes de
la intervención coronaria, siempre que no estén siendo tratados con fármacos
anti-IIb IIIa, sobre todo si durante éste se implanta un stent
(Clase I).24 A partir del día 30 de la angioplastia, la
administración de clopidogrel no está justificada (Clase IIb). La ticlopidina es
otra tienopiridina de demostrada eficacia en la reducción de la
incidencia de muerte e IAM en el SCASEST,25 pero con peor
perfil de tolerancia que el clopidogrel. Actualmente está recomendado
su uso (250 mg cada 12 horas por vía oral) en pacientes que presenten
este síndrome y tengan contraindicado el uso de AAS (Clase I)
1.3. Fármacos anti-IIb IIIa
v Eptifibatide En caso de pacientes
de alto riesgo que no van a ser revascularizados precozmente, la
indicación es Clase IIa. Si los pacientes no son de alto riesgo, la
recomendación es Clase IIb. En pacientes mayores de 80 años no está
indicado su uso por aumento del riesgo de hemorragia mayor (Clase III).30)
v Tirofibán
v Lamifibán
v Abciximab
v Elección
del fármaco anti-IIb IIIa en pacientes con SCASEST que van a ser
sometidos a intervención coronaria
2.
Tratamiento anticoagulante
2.2. Heparinas de bajo peso molecular En ambos estudios se
observó reducción significativa en la incidencia combinada de muerte,
IAM, angina recurrente o necesidad de revascularización urgente en los
tratados en fase aguda con la enoxaparina, sin apreciarse beneficio
adicional con el mantenimiento de la terapia a largo plazo. La enoxaparina está
indicada por tanto en el tratamiento del SCASEST en fase aguda (Clase I)
pero no está indicado su uso prolongado (Clase III).
v Dalteparina
v Nadroparina
2.3. Inhibidores directos de la trombina 3.
Tratamiento antianginoso
3.2. Betabloqueantes
3.3. Calcioantagonistas El verapamilo y el
diltiacem son también considerados el tratamiento de elección en caso
de pacientes con SCASEST con contraindicación para el tratamiento
betabloqueante (Clase I), siempre que no existan datos de disfunción
sistólica de VI, en cuyo caso están contraindicados (Clase III). 53,54
El diltiacem ha demostrado ser útil en mejorar el pronóstico de los
pacientes con IAM no Q sin disfunción ventricular (Clase IIa).54,55
Los dihidropiridinas, especialmente las formulaciones de acción rápida,
están contraindicadas en monoterapia para el tratamiento del SCASEST
(Clase III),56,57 aunque su combinación con los betabloqueantes es útil
para el control de la angina (Clase IIa).58,59 ·
Indicaciones de coronariografía
MANEJO
DEL SCASEST EN HOSPITALIZACIÓN DE CARDIOLOGÍA · Medidas
generales
· Tratamiento
farmacológico Dado que los
pacientes ingresados en la hospitalización de Cardiología deben estar
estables, no existe indicación de tratamiento con fármacos anti-IIb
IIIa (Clase III). 2. Tratamiento
anticoagulante
2.2. Heparinas de bajo peso molecular
2.3. Inhibidores directos de la trombina 3. Tratamiento
antianginoso
3.2. Betabloqueantes y calcioantagonistas ·
Estratificación pronóstica
·
Indicaciones de coronariografía
·
Alta BIBLIOGRAFÍA
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EFECTOS DEL ENALAPRIL EN PACIENTES CON COR PULMONALE CRONICO |
La administración a largo plazo de enalapril en dosis crecientes demuestra una tendencia, si bien no significativa, a la mejoría de la tolerancia al esfuerzo y de la función ventricular derecha. RESUMEN Los IECA reducen la morbimortalidad en pacientes con fallo ventricular izquierdo o congestivo. Su efecto a largo plazo en pacientes con cor pulmonale crónico (CPC) no ha sido investigado. Nos propusimos evaluar el efecto del enalapril sobre la capacidad de esfuerzo y función cardiorrespiratoria en pacientes con CPC. Métodos: estudio prospectivo, doble ciego, aleatorizado, controlado con placebo. Veintiocho pacientes con CPC, clínicamente estables, fueron asignados aleatoriamente a recibir enalapril o placebo, vía oral, durante 6 meses, adicionado a su terapia habitual. Antes del inicio y a los 6 meses se realizaron test de función respiratoria, de tolerancia al esfuerzo («test de 6 minutos caminando») y ventriculografía isotópica. Resultados: al final del estudio, los pacientes del grupo enalapril mostraban un incremento de tolerancia al ejercicio del 8.9% (33 m) vs. 4.7% (19 m) de los del grupo placebo (p = 0.44; IC 95%, -41.10 a 91.99). La fracción de eyección ventricular derecha mejoró 6.4% con enalapril pero empeoró 7.09% con placebo (p = 0.15; IC 95%: -12.87 a 2.10). Conclusiones: la administración a largo plazo de enalapril en dosis crecientes, aunque se tolera bien en el CPC, no mejora significativamente la tolerancia al esfuerzo, ni la función ventricular derecha, aunque existe una tendencia hacia ello. Palabras clave: cor pulmonale crónico, insuficiencia respiratoria crónica, hipertensión pulmonar crónica, inhibidores de la ECA, enalapril. Siglas ABSTRACT The aim of this study is to assess the effect on exercise tolerance and cardiorespiratory function oflong term administration of enalapril in patients with CPC. Methods: Placebo-controlled, double blind, randomized study. Patients: 28 patients with CPC and without exacerbation of their respiratory symptoms at baseline were double blind randomised to receive enalapril or placebo for 6 months, added to their previous therapy. Respiratory function test, exercise tolerance ("six minutes walking test") and isotopic ventriculography were performed at baseline and at the end of the study. Results: Both placebo and enalapril were well tolerated. At the end of the study, patients taking enalapril increased their exercise tolerance an 8.9% (19 m) vs4.7% (33 m) in the placebo group (p 0.44; 95 percent confidence interval , -41.10 to 91.99). RVEF improved a 6.4% with enalapril but worsened a7.09% in placebo group (p 0.15; 95 percent confidence interval , -12.87 to 2.10). Conclusions: Long term administration of enalapril do not improve neither exercise tolerance, nor right ventricular (RV) function, although given in increasingly doses is well tolerated and might prevent further worsening in RV systolic function. Key words: chronic cor pulmonale, respiratory insufficiency, chronic pulmonary hypertension, ACE inhibitors, enalapril. INTRODUCCION DISEÑO DEL ESTUDIO Se incluyeron 28 pacientes con cor pulmonale crónico. El diagnóstico de CPC se formuló en todos los casos sobre la base de criterios clínicos o ecocardiográficos de fallo o hipertrofia del ventrículo derecho (VD). Los criterios concretos de inclusión/exclusión pueden consultarse en la publicación original.8 Todos los pacientes incluidos dieron su consentimiento por escrito, tras ser informados. El protocolo fue aprobado por el comité de ensayos clínicos del Hospital Clínico Universitario. Se administró a cada paciente enalapril o placebo según un protocolo de aleatorización. Las dosis del fármaco a estudio se suministraron comenzando a dosis bajas (2.5 mg de sustancia activa o el placebo equivalente), con aumento gradual cada semana hasta alcanzar la dosis objetivo de 20 mg, si no se presentaban problemas de tolerancia. Se dejó libremente a criterio médico el resto de la medicación. Se realizó seguimiento a 1, 3 y 6 meses de alcanzada la dosis máxima de fármaco mediante examen analítico (hematimetría y bioquímica completas) de sangre y orina, radiografía de tórax y ECG. Previamente a la administración del fármaco, y al finalizar las 24 semanas de seguimiento, se efectuó en cada paciente ecocardiografía transtorácica bidimensional, ventriculografía isotópica basal y estimulada con dobutamina, estudio de función respiratoria (FEV1, FVC, FEV1/FVC y gasometría arterial respirando aire ambiente) y valoración de la capacidad de esfuerzo mediante el test de 6 minutos caminando. Estudio estadístico RESULTADOS
Clase funcional. De los pacientes que finalizaron el estudio, 20 estaban en clase funcional II y 6 en clase III (NYHA), en situación basal. La distribución de pacientes fue uniforme en ambos grupos. La dosis de fármaco administrado fue de 16.15 mg en el grupo de enalapril y de 20 mg en el placebo (tabla 1). Efectos adversos. Ningún paciente tuvo que abandonar el tratamiento con el fármaco (enalapril o placebo) a consecuencia de efectos adversos graves. El efecto más frecuentemente observado fue la disminución de las cifras de TA en el grupo tratado, aunque fue bien tolerado y ningún paciente precisó reajuste en las dosis. No se observaron casos de tos, ni reacciones cutáneas o edema angioneurótico en el grupo de tratamiento activo. No hubo cambios en la exploración funcional respiratoria (tabla 2)
Los cambios ecocardiográficos se reflejan en la tabla 3. Muestran una tendencia a la disminución del espesor de la pared del VD y un incremento de la fracción de eyección del VD (FEVD). Cambios en la ventriculografía isotópica basal. La FEVD al inicio en el grupo placebo fue de 41.8% y de 41.7% en el grupo enalapril. Al final del período de tratamiento fue de 39% y 44.43%, respectivamente (figura 1).
Figura 1. Variación de la FEVD tras 6 meses de tratamiento. La fracción de eyección del VI (FEVI) del grupo placebo al inicio fue de 57.38%, mientras que la del grupo enalapril fue de 58.44%. Al finalizar el estudio fueron respectivamente del 57.2% y 61.60% (tabla 3).
Al final del estudio, la FEVD disminuyó en el grupo placebo un 7.09%, mientras que en el grupo enalapril se produjo un incremento del 6.4%. La diferencia fue del 13.5% a favor del grupo enalapril (figura 2).
Figura 2. Variación de la FEVD, expresada en porcentaje, al final del tratamiento. Ninguna de las diferencias alcanzó significación estadística. Ventriculografía isotópica con dobutamina. Al finalizar el estudio se observó que todos excepto 2 de los pacientes del grupo placebo estaban en fibrilación auricular al final del período de seguimiento de 6 meses, mientras que tan sólo 2 del grupo de tratamiento activo presentaban esta arritmia. Puesto que esta arritmia era contraindicación para la administración de dobutamina, no pudieron obtenerse datos comparativos. Cambios en el test de «seis minutos caminando» (tabla 2 y figura 3). Demuestran una mejor tolerancia al esfuerzo en ambos grupos, con tendencia a mejorar más aquellos del grupo enalapril. Las diferencias, sin embargo no alcanzaron significación estadística.
Figura 3. Variación de la capacidad de esfuerzo, expresada en porcentaje, al final del tratamiento.COMENTARIO Son varios los hipotéticos mecanismos de acción de los IECA en el CPC. En experimentos a corto plazo, la administración de captopril provoca una caída en la PAP o las resistencias pulmonares en pacientes con EPOC,10,11 así como en las HTP de origen hemodinámico (estenosis mitral),12 autoinmune,13 o idiopática.14 Pero también hay otros mecanismos sistémicos, pues son capaces de incrementar la natriuresis y consiguientemente disminuir la precarga VD15,16 así como de reducir la masa ventricular derecha,17 independientemente de cambios hemodinámicos. De hecho, se ha comprobado que la masa del VI de sujetos hipertensos puede reducirse tanto con antagonistas del calcio como con IECA, mientras la del VD sólo se reduce empleando estos últimos al tiempo que incluso aumenta en los tratados con antagonistas del calcio,18 efecto que podría estar mediado por acción de las quininas sobre el VD.19 En este estudio no hemos encontrado diferencias significativas en los parámetros de función respiratoria, renal, espesor de la pared del VI o VD0 y valores de PAP entre los dos grupos, ni dentro de cada grupo entre el principio y final de un periodo de 6 meses de tratamiento. Sin embargo, existe una variación de la FEVD, con una diferencia al final del estudio de un 13% a favor de grupo tratado, respecto del placebo, aunque tal diferencia no resulta estadísticamente significativa. Lo interesante de estos resultados es que mientras que hay una mejoría global de la FEVD (+6.4%) en el grupo enalapril, en el grupo placebo no sólo no mejora sino que se produce un deterioro al final del estudio de la misma magnitud (-7.09%). Esta diferencia se acompañó además de un incremento en la capacidad de ejercicio de los pacientes tratados, que duplicó la de los sujetos del grupo placebo. Si observamos los datos ecocardiográficos, apreciaremos que esta misma «congruencia» se mantiene. En el grupo enalapril hay disminución (aunque no significativa) del espesor de la pared y del diámetro telediastólico del VD que no se da en el grupo placebo. Sin embargo no hay cambios en la PSAP. Por otra parte, es importante reseñar la ausencia de efectos secundarios debidos al tratamiento en pacientes hipotéticamente expuestos a la hipotensión y el síncope. Llama la atención que no se registró entre los pacientes con tratamiento activo un aumento en la incidencia de tos. Aunque las diferencias expuestas no llegan a alcanzar significación estadística, marcan una tendencia congruente hacia la mejoría en el grupo de pacientes tratados con enalapril, expresada por incremento de la capacidad de esfuerzo y sustentada en una mejoría del rendimiento del VD. La ausencia de significación estadística de los resultados puede obedecer al tamaño muestral, al período de seguimiento, breve para una enfermedad crónica, y al hecho de no haber incluido pacientes con oxigenoterapia domiciliaria para evitar dispersión de los resultados. En conjunto, la congruencia de los resultados indica que el enalapril asociado al tratamiento convencional del CPC podría contribuir en la prevención el deterioro progresivo de la función sistólica del VD. Estos efectos parecen ejercerse primariamente sobre el músculo cardíaco, ya que no se acompaña de modificaciones en la función respiratoria, gasometría, función renal ni hemodinámica pulmonar. AGRADECIMIENTOS El laboratorio Merck Sharp Dhome (MSD) financió parcialmente el desarrollo del estudio y proveyó fármacos y placebo. BIBLIOGRAFIA
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ANALISIS DE
LA RELACION ENTRE EL PARO CARDIOPULMONAR Y LA RESUCITACION LLEVADA
A CABO POR FAMILIARES PRESENTES |
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RELACION ENTRE INDICADORES DE PROCESOS Y RESULTADOS EN EL CONTROL DE LA HIPERTENSION ARTERIAL
Los indicadores de proceso son útiles, pero no debemos olvidar que cualquier programa de salud se diseña para conseguir buenos resultados de control y de impacto poblacional (supervivencia) y el proceso es sólo una ayuda para llegar a ellos. RESUMEN
ABSTRACT Key words: hypertesion, primary care, health programme, evaluation of procedures, evaluation of results. INTRODUCCION AMBITO DEL ESTUDIO La población residente era de 15 346 personas en 1991, con una pirámide de población envejecida (el 27.3% eran mayores de 64 años). La asistencia sanitaria de la población adulta corre a cargo de un único equipo de atención primaria (EAP) compuesto por 8 médicos/as y 8 enfermeros/as. Cada unidad básica asistencial (UBA) atiende a una octava parte de la población que tiene asignado el EAP. En el año 1992 se implementó un programa de detección, tratamiento y seguimiento de la HTA que ha ido recogiendo en su evolución las distintas recomendaciones internacionales vigentes durante la realización del estudio. , El diagnóstico y seguimiento de la HTA en el Centro se realiza de forma indistinta por el profesional médico o de enfermería de acuerdo con la protocolización de las actividades. Anualmente y con el resultado de las exploraciones complementarias pertinentes (analítica anual y ECG cada 2 años, si el previo es normal) se efectúa una valoración conjunta por ambos profesionales. Si el paciente está controlado, el seguimiento se efectúa por el personal de enfermería; si existe patología acompañante o no existe un control de la PA adecuado, el seguimiento es efectuado de forma compartida. El programa de diagnóstico y seguimiento de la HTA incluía como objetivos, entre otros, indicadores de proceso e indicadores de resultados que se presentaban al equipo y eran reformulados cada año, a partir de los objetivos conseguidos. TIPO DE ESTUDIO, PACIENTES, METODOS La evaluación del programa consistíó en una auditoría anual, mediante una muestra aleatoria del registro informatizado de todos los pacientes hipertensos atendidos en el centro, en cada uno de los 5 años (1992: n = 337, N = 1 455; 1993: n = 318, N = 1 768; 1994: n = 322, N = 1 873; 1995: n = 325, N = 1 994; 1996: n = 325, N = 1 992). En la población hipertensa se recogieron las siguientes variables: edad, sexo, índice de masa corporal, tiempo de evolución de la HTA, presión arterial sistólica (PAS) y presión arterial diastólica (PAD) al inicio y al final de los periodos, número de visitas por profesional-año, realización anual de una exploración física completa (peso, talla, auscultación cardiorrespiratoria, exploración abdominal y pulsos periféricos), analítica general anual (debía incluir, como mínimo, una determinación de creatinina plasmática) y electrocardiograma de 12 derivaciones, como mínimo cada 2 años. Asimismo se recogió la presencia o ausencia de cribado de los distintos FRC: tabaquismo, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad e hipertrofia ventricular izquierda, el registro de algún tipo de intervención sobre los posibles FRC, modificaciones del estilo de vida (dieta hiposódica, práctica de ejercicio físico, reducción de peso si existía sobrepeso u obesidad y consumo moderado de alcohol) y tratamiento farmacológico si estaba prescripto. Se consideró seguimiento en el Centro cuando había al menos una visita registrada, por el motivo que fuera, en el transcurso del año analizado. Los indicadores de proceso del programa (evaluado en el programa de actividades preventivas) en la población general fue el porcentaje de historias clínicas con un registro de la PA en los dos últimos años, y en la población hipertensa haber realizado una o más visitas por el médico al año, dos o más visitas a cargo del personal de enfermería al año, la existencia de al menos dos de los tres registros protocolizados (exploración física completa, ECG y analítica), cribado de los distintos FRC mencionados y constancia de alguna intervención terapéutica sobre la HTA o los FRC asociados. Los indicadores de resultados fueron: porcentaje de pacientes de 65 años o menores con PAS/PAD < 140/90 mm Hg y PAS/PAD < 160/95 mm Hg en personas mayores de 65 años. Los parámetros estadísticos utilizados para el análisis de los resultados han sido la media ± desviación estándar y, cuando la distribución no era normal, mediana y límites. Se efectuó un análisis descriptivo de las variables cualitativas mediante el cálculo de proporciones e intervalo de confianza al 95%. RESULTADOS
Respecto a la situación terapéutica en el año 1992, el 29.1% de los hipertensos seguía simplemente alguna modificación del estilo de vida, mientras que el 70.9% tenía adicionado tratamiento farmacológico. En el año 1996 dichos porcentajes fueron del 27.1% y 72.9%, respectivamente. En la tabla 2 se muestran los resultados correspondientes a la realización de la exploración física. La determinación de pulsos periféricos y la exploración abdominal (palpación de masas, auscultación de arterias renales) fueron las actividades con un menor porcentaje al inicio y final del período, un 23.1% y 31.4% respectivamente.
La auscultación cardiorrespiratoria, excepto en el año 1994, no se practicó a la mitad de los pacientes. La determinación del peso y la talla constaba en 3 de cada 4 pacientes. De hecho, la exploración física completa se realizó, en 1996, tan sólo en el 12% de los casos, porcentaje similar al del inicio del desarrollo del programa (12.2%). Los resultados en el cumplimiento de los indicadores de proceso se muestran en la tabla 3. Se observa un aumento, el segundo y tercer año, en el número de visitas del médico y un descenso en los dos últimos años (39.7% y 37.8%).
El cumplimiento de dicho indicador en las consultas de enfermería se ha mantenido más estable pero también ha disminuido el último año (56%). Respecto de la existencia de al menos dos de los tres registros protocolizados (exploración física completa, ECG y analítica), descendió durante el período y no alcanzó a la mitad de los pacientes (49.5%). Por otra parte, el cribado de los distintos FRC e intervención sobre la HTA y simultánea sobre los FRC experimentó un notable incremento en el período 1992 a 1995 (del 51% al 83.4%); no obstante, el último año decreció hasta un 60%. El cumplimiento de los indicadores de resultados se muestra en la tabla 4.
El porcentaje de pacientes menores de 66 años con PAS / PAD < 140 y 90 mm Hg pasó de un 23.2% (IC 95%: 15.1% al 32.9%) en el año 1992 al 45.2% (IC 95%: 39.8% al 50.6%) el año 1996. En el grupo de edad de más de 65 años el porcentaje fue del 58.9% (IC 95%: 52.0% al 65.8%) en 1992 y 81.2% (IC 95%: 77% al 85.5%) en 1996, respectivamente. DISCUSION En España, la hipertensión arterial supone entre el 6 y el 7% de los motivos de consulta en los centros de Atención Primaria y, si consideramos las patologías crónicas, la HTA representa uno de los primeros motivos de consulta tanto para el médico como para el personal de enfermería. Desde el inicio de la implantación general de los programas, y en particular de la HTA, se consideró que para obtener una adecuada reducción de las cifras tensionales era absolutamente imprescindible el adecuado cumplimiento de los indicadores de proceso. Los resultados de nuestro estudio reflejan que pese a no haberse cumplido de manera estricta el seguimiento protocolizado del programa, se consiguió finalmente un notable control tensional. Este hecho se produjo incluso habiéndose registrado una disminución tanto en el número de visitas del médico/a y del enfermero/a como de las exploraciones físicas protocolizadas, hecho probablemente atribuible a la inclusión en nuestro centro de otros protocolos de atención como los de incontinencia urinaria, anticoagulación oral ambulatoria, AMPA o osteoporosis. Sin embargo, tras cinco años de funcionamiento del programa, ha aumentado el cribado de los FRC durante los 4 primeros años así como el porcentaje de hipertensos controlados, que ha pasado a ser del 45.2% en 1996, en pacientes menores de 65 años, y del 81.2%, en mayores de 65 años en el mismo año. No hay que olvidar, a este respecto, que las cifras de PA que se consideraban idóneas en este segmento de edad eran superiores a las que actualmente se aceptan. Una de las explicaciones de la mejora en los resultados observados en el estudio es la posibilidad de que los pacientes hayan recibido tratamientos más agresivos, intensificando las dosis del fármaco que ya recibían, cambiando a otro grupo farmacológico, o bien utilizando asociaciones farmacológicas con el fin de obtener las cifras de presión arterial deseadas. Esta tarea recae sobre el equipo de Atención Primaria.23 De hecho, un reciente estudio multicéntrico realizado en Cataluña, el estudio DISEHTAC, efectuado mediante auditoría externa sobre una muestra aleatoria de 2 240 hipertensos correspondientes a 31 Centros de Atención Primaria reformada, comprobó un grado de control (PA < 140 y 90 mm Hg) del 25.7%, porcentaje superior al conocido anteriormente en nuestro ámbito. Asimismo, el aumento registrado en el cribado de los FRC y el aumento en el número de electrocardiogramas realizados también pueden tener relación con nuestras observaciones. Ante estos resultados, deberíamos plantearnos en primer lugar, si realmente son éstos, u otros, los factores que explican el control del paciente hipertenso. Y, en segundo lugar, qué es más importante: determinar las medidas del proceso, o bien, determinar las medidas de los resultados como objetivo principal del programa. Recientes publicaciones han evidenciado el mismo fenómeno. Un mejor cribado de los distintos FRC no se correlaciona, necesariamente, con un mejor control de los FRC o la misma HTA En conclusión, no cabe duda de que los indicadores de proceso siguen siendo útiles puesto que resultan necesarios al diseñar un nuevo programa de HTA. Probablemente no todas las actividades medidas tengan la misma relevancia para el control de la hipertensión, pero en cualquier caso estos resultados pueden suponer un punto de partida para otros estudios que comparen qué actividades son más o menos relevantes. En este sentido, creemos que nuestro estudio demuestra un buen control de la HTA con un menor número de visitas, aunque no podemos negar que quizás las cifras de control alcanzadas sean el reflejo de la integración de los esfuerzos de un período de tiempo superior. No debemos olvidar que cualquier programa de salud, incluido el de la HTA, se diseña para conseguir buenos resultados, es decir, la disminución de la morbilidad y de la mortalidad cardiovascular, y el proceso es sólo una ayuda para llegar a ellos. AGRADECIMIENTOS BIBLIOGRAFIA
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