INDICADORES PRONOSTICOS DE
LA RESPUESTA A LA QUIMIOTERAPIA NEOADYUVANTE EN PACIENTES
CON NEOPLASIA CERVICAL
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Columnista Experto de SIIC
Dr Silvano Costa, MD
Gynecologic Oncology Molecular Genetics Unit, Department of
Obstetrics and Gynecology, St.Orsola-Malpighi University Hospital,
Bolonia, Italia
en colaboración con
Patricia Terzano (MD, Gynecologic Oncology Molecular
Genetics Unit, Department of Obstetrics and Gynecology, St.Orsola-Malpighi
University Hospital), Stina Syrjanen (DDS, PhD, Department
of Oral Pathology, Institute of Dentistry and MediCity Research
Laboratory, Faculty of Medicine, University of Turku, Turku,
Finlandia) y Karyi Syrjänen (MD, PhD, FIAC, National
Institute of Health, Roma, Italia)
Otro trabajo publicado: Costa S, De Nuzzo M, Infante FE, Bonavita
B, Marinelli M, Rubino A, Rambelli V, Santini D, Cristiani
P, Bucchi L: «Disease persistence in patients with cervical
intraepithelial neoplasia undergoing electrosurgical conization»,
Gynecologic Oncology 85(1):119-124, Abr 2002
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Bolonia, Italia (especial para SIIC)
Ciertos antígenos, genes
asociados a neoplasias, componentes de la inmunidad
celular y marcadores celulares constituyen posibles
factores pronósticos de la respuesta a la terapia
neoadyuvante en el cáncer cervical.
RESUMEN
La eficacia de la quimioterapia neoadyuvante
(QNA) en la neoplasia cervical está documentada
con el registro de elevadas tasas de respuesta.
Sin embargo, las ventajas de la QNA en términos
de control local de la enfermedad y sobrevida
del paciente todavía están en discusión. Para
el empleo óptimo de la quimioterapia, debería
existir un método que permita la identificación
de los posibles efectos de la QNA en la sobrevida
antes de iniciar el tratamiento, para seleccionar
a los pacientes que obtendrán beneficios claros
y emplear esta modalidad terapéutica sólo si
es apropiada. Los mecanismos que regulan la
reacción celular/resistencia a la QNA no fueron
ampliamente estudiados hasta ahora. De manera
óptima, esto podría realizarse en la primera
biopsia diagnóstica que ofrecería un indicio
más preciso de la respuesta a la QNA. Para brindar
más información sobre el tema, las biopsias
previas a la QNA y las muestras quirúrgicas
fueron evaluadas para determinar los índices
apoptótico y mitótico (IM/V-IA/V), detección
del ADN-HPV, análisis inmunohistoquímico del
ciclo celular y marcadores de proliferación,
gen de resistencia múltiple a drogas (MDR1),
así como las moléculas de adhesión celular como
potenciales predictores de la respuesta a la
QNA, sobrevida libre de recurrencia y sobrevida
total (RQA-SLR-ST). El análisis multivariado
confirmó el marcado efecto del IA/V y de la
expresión de MDR1 en la SLR y recurrencia, expresión
de Ki-67 luego de la QNA en la ST. En quienes
responden a la QNA con índices IA/V disminuido
e IM/V aumentado se espera pronóstico desfavorable.
Además, CD44v6 estaría involucrado en la evolución
de la enfermedad.
Palabras claves: neoplasia cervical, quimioterapia
neoadyuvante, ciclo celular y marcadores de
proliferación, moléculas de adhesión, variantes
del CD44
SUMMARY
The efficacy of neo-adjuvant chemotherapy (NAC)
in cervical cancer is documented and high response
rates are reported. However, the advantages
of NAC in terms of local control of the disease
and patient survival are still under debate.
For optimal usage of chemotherapy, there should
be a means to identify the possible effects
of NAC on survival before starting the treatment
to select the patients who will obtain distinct
benefits and to apply this therapeutic modality
only if appropriate. The mechanisms regulating
the cellular responsiveness/resistance to NAC
have not been extensively studied as yet. Optimally,
this could be done in the first diagnostic biopsy
providing a more precise indication of the response
to NAC. To shed some light on this issue, biopsies
prior to NAC and surgical specimens were subjected
to counting for apoptotic and mitotic indices
(MI/V-AI/V), detection of HPV-DNA, immunohistochemical
analysis of cell-cycle and proliferation markers,
multi-drug-resistance-gene (MDR1), as well as
cell-adhesion-molecules as potential predictors
of the response to NAC, recurrence-free survival
and overall survival (RAC-RFS-OS). Multivariate
analysis confirmed the strong effect AI/V and
MDR1 expression for RFS and recurrence, Ki-67
expression after NAC for OS. NAC-responders
with decreased AI/V and increased MI/V indices
are expected to have poor prognosis. Furthermore,
CD44v6 seems to be involved in disease outcome.
Key words: cervical cancer, neoadjuvant
chemotherapy, cell-cycle and proliferation markers,
adhesion molecules, CD44 variants
INTRODUCCION
En los últimos años, diversos estudios clínicos
demostraron el efecto positivo de la quimioterapia
neoadyuvante (QNA) prequirúrgica o del uso conjunto
de quimioterapia y radiación para el tratamiento
del cáncer cervica.1-7 Desafortunadamente,
algunos pacientes experimentan progresión de
la enfermedad durante la QNA. En el grupo que
no responde al tratamiento, la demora en el
proceso terapéutico podría acelerar el crecimiento
tumoral y la función de la médula ósea podría
verse afectada con consecuencias desfavorables.8
Para el empleo óptimo de la QNA, debería existir
un método que permita la identificación de los
posibles efectos de este tratamiento multimodal
en la sobrevida antes de iniciar la quimioterapia,
para seleccionar los pacientes que recibirán
beneficios claros y emplear esta estrategia
terapéutica sólo si es apropiado.
1. PRUEBAS PARA LA DETECCION
DE MARCADORES TUMORALES
Los primeros estudios sobre la respuesta a la
QNA estudiaron el valor clínico de las pruebas
para la detección del antígeno específico del
carcinoma de células escamosas (ACCE) o de diversos
marcadores (CA 15.3; CA 125) en la provisión
de información útil acerca de la significancia
pronóstica de la QNA, controlando la respuesta
clínica y los resultados especialmente en los
estadios avanzados de la neoplasia cervical.
De acuerdo con algunos autores,9,10
la prueba del ACCE ofrece información útil en
el monitoreo de la enfermedad. Además, los niveles
plasmáticos de ACCE y la prueba de CA 15.3 previos
a la QNA pueden ser de utilidad en la definición
de la respuesta clínica a la quimioterapia,
y la prueba de CA 125 parece valiosa como factor
de riesgo pronóstico en estos pacientes.10
Mientras tanto, otros expertos informaron que
la reducción de los niveles de ACCE se correlaciona
bien con el volumen del tumor residual luego
de la QNA, pero no necesariamente con la evolución
de la enfermedad.11
2. GENES ASOCIADOS A NEOPLASIAS
Más recientemente, como se informó para otras
neoplasias, los genes asociados al cáncer, tales
como la expresión de la ciclooxigenasa-2 (COX-2),12
fueron investigados como factores relacionados
con la respuesta a la quimioterapia. El incremento
en la expresión de COX-2 parece estar asociado
con la resistencia a la quimioterapia y a escasa
sobrevida en pacientes con neoplasia cervical
localmente avanzada. La sobrevida total a 2
años es del 38% en los pacientes COX-2 positivos,
valor que asciende al 85% en los COX-2 negativos.13
3. EXPRESION DE LA INMUNIDAD MEDIADA
POR CELULAS
El impacto de la QNA en la inmunidad mediada
por células en pacientes con neoplasia cervical
avanzada también fue objeto de investigación.
Antes de la quimioterapia neoadyuvante, y después
de ella, los autores estudiaron las células
asesinas naturales (natural killer, NK), la
cantidad de linfocitos T CD4(+)/CD28 y CD8(+)/CD28
y la modificación de los parámetros con la adición
de IL-12 in vitro.14 La cantidad de células
NK fue mayor, antes de la QNA, en los pacientes
que desarrollaron buena respuesta clínica al
tratamiento que en quienes experimentaron una
escasa respuesta clínica. Además, los valores
de los linfocitos T CD4(+) y CD8(+) y las células
CD8(+)/CD28(+) también fueron superiores en
el grupo con buena respuesta comparado con el
otro grupo. Los autores llegaron a la conclusión
de que la cantidad de células NK, los niveles
de células T CD8(+) y de células CD8(+)/CD28(+)
pueden utilizarse como factores pronósticos
antes de la QNA; los pacientes con escasa respuesta
presentan menor actividad lítica de las células
NK y son refractarios a la estimulación con
IL-12, probablemente como resultado de la expresión
reducida de los receptores de IL-12 o de un
defecto intracelular en el mecanismo de transducción.
El trabajo enfrentó el problema de la carga
terapéutica innecesaria en los pacientes que
no respondieron a la QNA. De hecho, uno de los
objetivos del estudio fue la identificación
de algunos parámetros pronósticos antes de iniciar
la quimioterapia, para seleccionar sólo a los
pacientes que podrían beneficiarse de la QNA
y someter a los otros a diferentes protocolos
y modalidades terapéuticas (ver cuadro 1).
4. MARCADORES CELULARES
Es clara la necesidad de identificar los factores
celulares que podrían predecir la respuesta
a la QNA, para optimizar el beneficio terapéutico
de este tratamiento en pacientes con neoplasia
cervical. La mejor alternativa para realizarlo
es en ocasión de la primera biopsia diagnóstica
antes de iniciar la quimioterapia, que ofrecería
un indicio más preciso de la respuesta a la
QNA. Con lo anterior en mente, nos centramos
en la evaluación inmunohistoquímica de las moléculas
de adhesión celular (alfa-catenina, ß- catenina,
E-caderina y CD44v6), como potenciales predictores
de la respuesta a la QNA, sobrevida libre de
recurrencia (SLR) y sobrevida total (ST) en
pacientes con neoplasia cervical localmente
avanzada tratadas con 3 ciclos de un régimen
basado en el cisplatino (cisplatino en infusión
intravenosa, epirrubicina en bolo intravenoso,
etopósido en infusión intravenosa y bleomicina
en bolo intravenoso).30,31 Las observaciones
clave están sintetizadas en el cuadro 1.
4.1. Moléculas de adhesión
celular
Las moléculas de adhesión representan blancos
en la búsqueda de potenciales marcadores pronósticos
a nivel celular, debido a que algunos ensayos
las relacionan con la progresión tumoral y metástasis.15-20
Estos factores no han sido estudiados a fondo
como pronosticadores de neoplasia hasta el momento.21-
27 Todas las moléculas de adhesión celular
son glucoproteínas de transmembrana que sufren
cambios estructurales luego de la unión al ligando.
Pueden afectar las funciones celulares a través
de otras moléculas a las que están unidas, algunas
de las cuales son parte del citoesqueleto o
enzimas.28,29 Existen 6 familias
de moléculas de adhesión: a) la superfamilia
tipo inmunoglobulina, b) caderinas, c) integrinas,
d) receptor de la proteína tirosina fosfatasa
(RPTF), e) selectinas y f) receptores del ácido
hialurónico. La mayoría de éstas son moléculas
de adhesión entre células, aunque integrinas
y CD44 median la adhesión entre célula y matriz.
Además, CD44 también media la adhesión entre
células.
Las caderinas constituyen una gran familia
de moléculas de adhesión celular que median
las interacciones entre células. Las caderinas-E
(epitelial) y N (neuronal) son las mejor caracterizadas
de todas.28 La caderina-E es esencial
en la formación y mantenimiento del epitelio,
y la pérdida de función de la caderina-E se
correlaciona con el aumento de la invasividad
y metástasis de los distintos tumores del ser
humano.16,19,22,27 Para cumplir con
su función adhesiva, la caderina-E debe formar
complejos con cateninas citoplásmicas perifér
icas16,22 Hasta el momento, existen pocos estudios
publicados sobre el papel de caderinas y cateninas
en la neoplasia cervical,16,22 y la información
sobre el valor predictivo independiente de estos
marcadores es contradictoria. Por otra parte,
mayor cantidad de datos se encuentra disponible
sobre estas moléculas de adhesión en los adenocarcinomas
ováricos.28,29 Así, existen informes
de expresión intensa de la caderina-E en los
adenocarcinomas ováricos, en comparación con
células tumorales en la ascitis, y se observó
disminución de la expresión de la caderina-E
en tumores escasamente diferenciados y en metástasis.28
Se encontraron mutaciones en el gen de la ß-catenina
en el cáncer de ovario tipo endometroide, aunque
hasta el momento no existe información disponible
sobre posibles mutaciones en las cateninas alfa
y ß en los carcinomas cervicales.
En el presente estudio, el patrón de expresión
de las cateninas alfa y ß y de la caderina-E
no evidenció ningún valor predictivo en la respuesta
a la QNA (RQA), sobrevida libre de recurrencia
(SLR) o sobrevida total (ST). Esto contrasta
con nuestras observaciones recientes en el cáncer
ovárico epitelial, donde la reducción en la
expresión de la alfa-catenina fue un predictor
significativo de escasa sobrevida de las pacientes
en estadio I de la FIGO 28 Por otra parte, se
realizaron observaciones interesantes con respecto
al valor predictivo de otra molécula de adhesión,
CD44v6. El cluster de diferenciación-44 (CD44)
es un receptor de superficie celular transmembrana
ubicuo, expresado en todos los tipos celulares
en su forma estándar, y también como diferentes
isoformas variantes (CD44v).17,18,20
Además de la adhesión celular, el CD44 participa
en la transmisión de señales que median la apoptosis.24
Existe abundante evidencia de que muchas de
las funciones del CD44 están estrechamente asociadas
a su ligando principal, el ácido hialurónico,
importante componente de la matriz extracelular.29
El epitelio del cuello uterino normal, las líneas
celulares del cáncer cervical y las neoplasias
cervicales expresan las formas estándar y variantes
del CD44.23-27 Los mecanismos del
CD44 involucrados en la carcinogénesis y metástasis
han sido principalmente asociados a sus propiedades
de unión al ácido hialurónico, que facilitan
la migración de la célula tumoral y la invasión
a la matriz extracelular.
La expresión de CD44v6 es bien conocida como
marcador útil de la progresión tumoral y pronóstico
en diversos tipo de neoplasias del ser humano.15,17,18,20,23-
27,29 Recientemente, la expresión de isoformas
del CD44 como CD44v6 mostraron su utilidad como
marcadores de progresión tumoral y pronóstico
de varios carcinomas.15-20 El CD44
también está asociado con la proliferación celular
y la angiogénesis. En una revisión reciente
sobre neoplasias ováricas epiteliales, se observaron
incrementos significativos de los niveles de
ácido hialurónico en la matriz de tumores escasamente
diferenciados y en estadios avanzados, factor
pronóstico independiente en el análisis de sobrevida
multivariado.29 Por consiguiente,
la expresión de CD44v6 estuvo significativamente
asociada con la respuesta a la QNA, en las biopsias
pre-QNA y post-QNA en el análisis univariado,
y lo que es más importante, mantuvieron su valor
predictivo independiente en el análisis multivariado
en la primera y segunda muestras. Cabe destacar
que la QNA podría modificar de manera significativa
la expresión de CD44v6, al revertir la expresión
inicialmente reducida a normal, que parece estar
en paralelo con la respuesta favorable a la
QNA.
Esto significa que la evaluación de la expresión
del CD44v6 podría ayudar en la selección de
los pacientes que probablemente se beneficien
con la QNA; por ejemplo, las mujeres con reducción
significativa de la expresión CD44v6 en sus
tumores previo a la terapia.
4.2. Factores reguladores
del ciclo celular
Como continuación de nuestros estudios previos
sobre evaluación inmunohistoquímica de las moléculas
de adhesión celular,30 nos centramos
en los factores reguladores del ciclo celular.31
De hecho, a pesar de la amplia documentación
clínica, los mecanismos reguladores de la respuesta/resistencia
a QNA a nivel celular todavía no fueron examinados
a fondo.32-34 En general, los factores
estudiados como reguladores de la respuesta
del cáncer cervical a la terapia incluyen el
gen de resistencia múltiple a drogas (MDR1),
factores de crecimiento y sus receptores, proteínas
del ciclo celular, oncogenes y genes supresores
tumorales, y factores de proliferación celular
y apoptosis.32-39 Las consecuencias
clínicas de la expresión de p53 en pacientes
sometidos a QNA fueron estudiados en series
limitadas de mujeres con cáncer cervical avanzado
localmente40 que sustentan la opinión
de que la acción citotóxica del cisplatino podría
activar la apoptosis mediada por p53. Otros
informes se centraron en la potencial utilidad
del índice PCNA en la predicción de la respuesta
a corto plazo a la QNA en adenocarcinomas cervicales.41
Además se demostró que la evaluación de la expresión
de P-glicoproteína y PCNA podría ser de utilidad
en la predicción de la respuesta tumoral a la
QNA.32 En otros estudios analizamos,
a nivel celular, la respuesta a la QNA en muestras
de carcinoma cervicales antes de la quimioterapia
neoadyuvante y después de ella, mediante el
cálculo de los índices de actividad apoptótica
(IA/V; índice de apoptosis corregido por volumen)
y mitótico (IM/V; índice mitótico corregido
por volumen), evaluando los niveles de proteínas
del ciclo celular (p53, pRb, p21, bcl-2), marcadores
de proliferación celular (Ki-67 y PCNA), expresión
del gen de resistencia múltiple a drogas (MDR1)
y detección del ADN del virus del papiloma humano
(HPV) como asociados a la respuesta a frente
a la QNA y a la evolución de la enfermedad.
4.2.1. p21/p53/pRb
Comenzando por las proteínas del ciclo celular,
el incremento de la expresión de p21/WAF1 en
la muestra quirúrgica estuvo significativamente
relacionado a la respuesta a la QNA en el análisis
univariado al igual que la expresión de pRb
en las muestras pre-QNA y post-QNA. Esto es
posible frente al hecho de que todos los tumores
contenían ADN HPV, y pudo explicarse por los
efectos de la proteína HPV E7.42
Lo anterior coincide con información reciente
derivada de estudios in vivo e in vitro, en
los que se detectaron aumentos de los niveles
de p21, indicativos de la importancia de esta
proteína en la patogénesis del cáncer cervical43-
45 Por consiguiente, el gen p21 es un regulador
importante no sólo del ciclo celular, sino de
la diferenciación celular y de las respuestas
al estrés genotóxico.46 Sin embargo,
recientemente se demostró que, frente al estrés
tóxico, la expresión de p21 no está exclusivamente
vinculada con la presencia intracelular de p53
sino que puede ser estrechamente dependiente
del ambiente celular individual y encontrarse
en presencia de antagonistas de p53, como HPV
E642- 44 Así, en la primera biopsia
de quienes respondieron a la QNA, la expresión
de p53 estuvo inversamente asociada a los valores
de IA/V mientras que la apoptosis aumentó linealmente
con la expresión de p21. Este tipo de patrón
de expresión de p21 podría explicarse por la
inducción de la regulación ascendente de la
proteína E7 del HPV.42-46 Por otra
parte, la primera biopsia de quienes no respondieron
a la QNA mostró expresión reducida de p21 y
p53, en paralelo con bajos índices IA/V, de
acuerdo con una una actividad p53 normal residual
y sugestivo de que la HPV E6 expresada en estas
células de carcinoma cervical es proporcional
a la inhibición de la actividad p53.
La sobreexpresión de p21/WAF1, particularmente
en las muestras post-QNA, parece constituir
un claro indicio de respuesta exitosa a la QNA
a nivel celular-47
4.2.2. Ki-67/PCNA
La proliferación celular es un importante factor
que se correlaciona con la biología de muchos
tumores del ser humano, incluida la neoplasia
cervical.32 Los presentes estudios
confirmaron el valor significativo del IM/V
en la predicción de la SLR y ST en análisis
univariado. De los marcadores de proliferación
celular, Ki-67 en la muestra post-QNA evidenció
cierta significancia como predictor de RQA.
Igualmente, PCNA pronosticó RQA en el análisis
univariado no así en el multivariado. El PCNA
está involucrado en la reparación del ADN aunque
no es actualmente considerado como un marcador
de proliferación confiable. Si la célula escapa
al control del ciclo celular normal, las expresiones
de Ki-67 y PCNA aumentan, pero, lo que es importante,
la expresión de p21 (inducida por HPV E7 o wt
p53) puede interferir con PCNA.
4.2.3. bcl-2
La apoptosis y la necrosis son las 2 principales
formas de muerte celular.48 De acuerdo
con los conceptos actuales, la extensión clonal
de los tumores malignos se puede producir como
un evento premaligno resultado de la supresión
de la apoptosis, secundaria a mutaciones en
los oncogenes reguladores, tales como bcl-2,
en adición al regulador clave p53. Bcl-2 protege
a las células de la susceptibilidad a la apoptosis,
que podría ocasionar rápida proliferación celular.
En el presente estudio, la expresión de bcl-2
se encontró significativamente relacionada a
la de Ki-67; la expresión elevada del gen supresor
de apoptosis (bcl-2) conduce a proliferación
celular significativa (regulación ascendente
de Ki-67). Pillai y colaboradores36 demostraron
recientemente que la expresión de bcl-2 estaba
asociada con la respuesta del tumor a la radioterapia.
Este no fue el caso en la respuesta a la QNA;
sin embargo, debido a que bcl-2 como marcador
único no tuvo ningún valor predictivo en la
respuesta a la QNA, SLR o ST en el presente
estudio.
4.3. Gen de resistencia múltiple
a drogas (MDR1)
De especial interés en este estudio fue la evaluación
del papel del gen de resistencia múltiple drogas
(MDR1) en la regulación de la respuesta a la
QNA y evolución de la enfermedad.39
La expresión de MDR1 en la primera biopsia mostró
correlación con la RQA. Cabe destacar que la
expresión de MDR1 en la muestra post- QNA fue
un predictor altamente significatico de la ST
en el análisis univariado. Así, el 70% de los
no sobrevivientes y el 43% de quienes sobrevivieron
eran MDR1-positivos (RR = 1.6). El hecho de
ser negativo para MDR1 fue un predictor independiente
de SLR, sólo el 28% de los casos recurrentes
y el 57% de los no recurrentes eran MDR1 negativos
(RR = 2.04).39 El pronóstico relativamente
desfavorable de los pacientes con neoplasia
cervical en estadios tempranos (I y II) podría
mejorarse mediante la QNA inicial.
Desafortunadamente, no todos los pacientes
responden a la QNA, fenómeno que constituye
una limitación significativa al empleo de este
tratamiento; ello conduce al retraso del tratamiento
total e incluso al crecimiento tumoral acelerado.49
Por lo tanto, hay necesidad urgente de identificar
los predictores precisos de la respuesta a la
QNA (RQA). Nuestros estudios fueron realizados
para identificar un grupo de marcadores celulares
como posibles predictores de RQA, SLR y ST.
La expresión de varios factores involucrados
en la regulación del ciclo celular y proliferación
celular se encontró alterada como respuesta
a la QNA que parece estar regulada por una compleja
interacción de mecanismos celulares que involucran
entre otros la expresión de p21, pRb, PCNA y
Ki-67, así como la del gen MDR1. Aunque importante
como método inicial en la reducción de la carga
tumoral, la RQN por sí misma no fue un predictor
independiente significativo de la evolución
de la enfermedad, sin embargo, determinada por
otros factores.
4.4. Indice de apoptosis corregido
por volumen (IA/V); indice mitótico corregido
por volumen (IM/V)
Los índices apoptótico y mitótico parecen ser
los indicadores más confiables de SLR, mientras
que de las proteínas del ciclo celular p21,
p53 y PCNA son importantes.50 Es
esperable un pronóstico desfavorable en quienes
responden a la QNA con disminución de los índices
IA/V (índice de apoptosis corregido por volumen)
e incremento de los índices IM/V (índice mitótico
corregido por volumen).51 Un denominador
común en estos eventos del ciclo celular a nivel
molecular podría estar dado por la expresión
de los oncogenes E6 y E7 del HPV, de quienes
se sospecha que cumplen un papel regulador importante
(a través de p21, p53 y pRb) en la respuesta
a la QNA y, en parte, como predictores de la
evolución de la enfermedad también.
También la evaluación de las moléculas de adhesión
celular, como la expresión de CD44v6, podría
proporcionar posibles blancos en la búsqueda
de potenciales marcadores pronósticos a nivel
celular y ayudar en la selección de los pacientes
propensos a beneficiarse con la QNA; por ejemplo,
las mujeres con expresión de CD44v6 significativamente
reducida en sus tumores antes de la terapia.
Debido al hecho de que los presentes resultados
derivaron de series con cantidad limitada de
pacientes, la evaluación de estos marcadores
se beneficiaría claramente con una muestra de
mayor tamaño. El desarrollo de nuevos estudios
está claramente justificado para elucidar los
factores que podrían ayudar en la selección
más precisa de los pacientes que se beneficiarían
en mayor medida con la QNA. Esto podría finalmente
aumentar el valor de esta modalidad terapéutica
como uno de los principales determinantes de
la sobrevida total.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue sustentado mediante una subvención
de investigación del Consejo Médico, Academia
de Finlandia (Dr. Stina Syrjänen) y por la subvención
53/99 del Regione Emilia Romagna, Proyecto de
Pesquisa del Cáncer Cervical, Bolonia, Italia
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VALOR PRONOSTICO DE LA REACTIVIDAD CUTANEA RETARDADA
EN LA SUPERVIVENCIA A 10 AÑOS EN EL CANCER COLORRECTAL
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Columnista Experto de SIIC
Dr. Miguel Echenique
Elizondo
Cirujano General. Profesor Titular de Cirugía, Unidad
Docente de Medicina, Universidad del País Vasco, San
Sebastián. Departamento de Cirugía, Hospital «Nª Sª
de Aránzazu», San Sebastián, España
Otro trabajo publicado: Echenique Elizondo M: "Recuento
preoperatorio de plaquetas en el cáncer de páncreas
y su valor pronóstico. Actualización", <www.siicsalud.com/
dato/dat028/02529000.htm> |
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San Sebastián, España (especial
para SIIC)
La reactividad
cutánea de mediación inmunocelular proporciona información orientativa
sobre la supervivencia a largo plazo en casos de cáncer colorrectal
en estadios A y B, y fundamentalmente C de Dukes.
RESUMEN
El propósito del estudio es determinar si la respuesta inmunocelular
evaluada mediante reactividad cutánea tiene valor pronóstico en
el cáncer colorrectal.
Material y métodos: se analiza
de manera prospectiva y a 10 años una serie de 77 pacientes intervenidos
por cáncer colorrectal en varios estadios histopatológicos (A
= 4, B = 19, C = 49 y D = 5) tratados en un mismo hospital y con
los mismos criterios durante un período de 2 años. Se demostraron
vivos a los 10 años 4/4 (100%) en el estadio A, 7/19 (36.8%) en
el B, 8/49 (16.32%) en el C y 0/5 (0%) en el D. Se determinó preoperatoriamente,
a las 48 horas del posoperatorio y a los 30 días la reactividad
cutánea retardada a un conjunto de antígenos [Multitest (r)].
Resultados: el estudio de los datos (una vez conocida la
supervivencia real a 10 años) de la reactividad cutánea preoperatoria,
medida en mm, proporciona indicios significativos en cuanto al
pronóstico para pacientes en estadios B (p < 0.05) y C (p < 0.01).
Conclusión: la determinación
numérica de la reactividad cutánea retardada preoperatoria parece
constituir un índice de valor pronóstico en el cáncer colorrectal
en estadíos B y C.
Palabras clave: cáncer, colon,
recto, inmunidad, supervivencia.
SUMMARY
The aim of the study was to determine if the cell-mediated immune
response may have any prognostic signification in cancer of the
colon and rectum. Material and Methods: A series of 77
patients operated for cancer of the colon and rectum in the same
hospital and with identical criteria during two years are analyzed
prospectively for a ten year follow up. Dukes stages were -A=4,
B=19, C=49 y D=5-.
Survival according stages was: 4/4
in stage A, 7/19 (36.8%) B, 8/49 (16.32%) C y 0/5 (0%) D. Before
operation and 48 h. thereafter and at 30 days cell-mediated immune
reactivity skin test was done trough a multiple antigen compouind
-Multitrst- R. Results: Comparison of preoperative numeric
results according staging with a control group demonstrates, a
significative diference for patients stage B and very significative
for stage considering patients alive and death at ten years.
Conclusion: Cell-mediated
immune reactivity skin test measured preoperatively may represent
a prognostic factor y cancer of the colon and rectum for stages
B and C.
Key words: cancer, colon,
rectum, survival, inmunity.
INTRODUCCION
El cáncer colorrectal es la segunda neoplasia más frecuente del
mundo occidental1 y representa el 15% de las muertes
por cáncer. Sus indicaciones quirúrgicas, así como la táctica
y la técnica operatorias, están claramente establecidas. El tratamiento
complementario en el cáncer avanzado (quimioterapia, radioterapia
e inmunoterapia) es objeto de constante revisión y modificación.
Sin embargo, la supervivencia no ha sufrido grandes modificaciones
en las dos últimas décadas.
Este trabajo es el resultado del
seguimiento real a 10 años de una serie de pacientes intervenidos
por cáncer colorrectal y cuyos resultados preliminares a 5 años
ya fueron publicados.2 El seguimiento de la serie permite
confirmar y reforzar los resultados anteriormente demostrados.
MATERIAL Y METODOS
Entre el 1 de enero de 1986 y el 31 de diciembre de 1987 fueron
intervenidos, en el Departamento de Cirugía del Hospital Nª Sª
de Aránzazu, 93 pacientes por cáncer de colon y recto. Este estudio
fue diseñado en 1985 y realizado de forma prospectiva con un seguimiento
real de la serie durante 10 años. Fueron establecidos los siguientes
criterios de inclusión:
- Pacientes ingresados e intervenidos
por presentar cáncer colorrectal en el mismo centro y tratados
por las mismas personas, con pautas quirúrgicas y complementarias
iguales.
- Haber cumplido la totalidad de
las determinaciones incluidas en el diseño.
- Haber sido controlados en su evolución
tanto en el hospital como telefónicamente.
Se consideró
como criterio de exclusión el no haber completado la totalidad
de los puntos del estudio, bien por razones personales, operativas
ó de fallecimiento.
Un total de 77 casos (41 varones)
fueron los que cumplieron los criterios indicados y que constituyen
la base del trabajo. La edad media fue de 65.3 (rango 36-83) en
los varones y de 70.2 (rango 40-84) en las mujeres. En el seguimiento
a 10 años, 7 pacientes no pudieron ser controlados de los 84 registrados
en la revisión a 5 años.
Todos los casos fueron adenocarcinomas,
de diverso grado de diferenciación. Se determinaron preoperatoriamente,
a las 48 horas de la intervención y a los 30 días los siguientes
parámetros:
- Reactividad cutánea retardada
a un conjunto de antígenos [Multitest (R)]; se midió en mm la
respuesta a cada antígeno y su suma n1 + n2 + n3 +...+ n7 se
tomó como indicador de la reactividad cutánea total. Esta determinación,
realizada por grupos histopatológicos, permitió obtener un valor
medio para cada uno de ellos. Se estableció un grupo control
de 20 personas sanas (personal hospitalario) con el fin de realizar
análisis comparativo.
- Inmunoglobulinas G, M y A.
- Proteínas totales.
- Albúmina.
- Hemograma completo.
- Se registró el estadio histopatológico
según la clasificación de Dukes,2 sin modificaciones para simplificar
el estudio y por lo anteriormente comentado. El análisis de
supervivencia de la serie se efectuó mediante registro de la
supervivencia real a intervalos de 12 meses. Para el
estudio estadístico se utilizó el programa SPSS 6.0. Fueron
considerados como significativos los valores de p < 0.05.
- Se confeccionó un grupo control
de 20 voluntarios sanos para valoraciones comparativas.
El propósito
de nuestro estudio ha sido:
- Comprobar el estadio histopatológico
en que los pacientes llegan al hospital.
- Determinar si existen diferencias
en el estado inmunitario humoral y celular, determinado mediante
reactividad cutánea, según el estadio tumoral.
- Valorar las modificaciones operatorias
de los valores iniciales.
- Hipótesis principal. Observar
si existen implicaciones pronósticas entre la situación inmunitaria
celular preoperatoria y la supervivencia real, considerando
pacientes vivos y fallecidos a largo plazo. Se analizaron los
resultados a 5 años y actualmente se valoran los resultados
a 10 años, con especial referencia a estadios B y C.
RESULTADOS
El análisis de la serie demuestra una distribución por sexo hombres/mujeres
de 41/36 (gráfico 1). El estadio de Dukes de los pacientes intervenidos
fue: A = 6 (7.1%), B = 22 (26.1%), C = 51 (60.7%) y D = 5 (5.9%),
destacándose el hecho de que más del 60% de los casos corresponden
a estadios avanzados de la enfermedad. En el seguimiento a 10
años pudieron ser controlados en total 77 pacientes: A = 4 (5.19%),
B = 7 (24.6%), C = 49 (63.63%), D = 5 (6.49%) (gráficos 2 y 3).
Dos pacientes del estadio A no pudieron ser seguidos en el análisis
final, y no se dispone de datos sobre su situación. A los 10 años
de seguimiento permanecían con vida 4/4 en el estadio A, 7/19
(36.8%) en el B, 8/49 (16.32%) en el C y 0/5 (0%) en el D.
El análisis de las modificaciones
de las inmunoglobulinas G, M y A al comparar valores preoperatorios
y posoperatorios (a las 48 horas y a los 30 días) por estadios
no mostró diferencias significativas, salvo la elevación de la
IgG en el estadio D (p < 0.05), pero que carece de implicaciones
pronósticas en cuanto a la supervivencia final. Dichos resultados
ya fueron registrados. Lo mismo sucedió con las tasas de proteínas
totales, albúmina y hemograma, cuyos valores no demostraron relación
significativa con la supervivencia.
El análisis de las modificaciones de la reactividad cutánea preoperatoria,
expresada por un valor numérico obtenido con el procedimiento
indicado y por estadios histopatológicos (una vez conocidos),
respecto de los valores de la muestra del grupo control de personas
sanas demuestra que: (i) la diferencia no es significativa para
el estadio A, (ii) resulta significativa para el B (p < 0.01)
y el C (p < 0.05) y (iii) es muy significativa (p < 0.005) para
el estadio D. Todo ello parece indicar un descenso global de la
respuesta inmune celular, determinada por este método. Descenso
que es tanto más acusado cuanto más avanzado se halla el tumor.
Esto puede obedecer a una imbricación de factores, tanto nutricionales
como generales, pero que evidentemente guardan relación directa
con el estadio histopatológico del tumor tratado.
Del mismo modo, al comparar las
modificaciones de la reactividad expresada en valores numéricos,
se aprecia disminución a las 48 horas del posoperatorio respecto
de las cifras preoperatorias. Esos valores se recuperan en las
determinaciones realizadas a los 30 días, salvo en el estadio
D, en el que existe una hipoergia inicial que se recupera parcialmente
en el período posoperatorio (gráfico 4) pero no resulta significativa
en cuanto al pronóstico final (supervivencia).
Considerando los pacientes vivos
y los fallecidos a los 10 años y su estadio histopatológico de
Dukes, al comparar los valores preoperatorios con los del grupo
control se observan diferencias significativas para el estadio
B (fallecidos) (p < 0.05) y para el estadio C (fallecidos) (p
< 0.01) (gráfico 5)
DISCUSION
El factor pronóstico principal actualmente lo constituye, todavía,
la clasificación histopatológica de Dukes,3 sin que
las modificaciones posteriores debidas a Kirlin y cols.4
o a Astler y cols.5 hayan representado progresos reales,
tal y como demostraron Fischer y cols.6 Otras clasificaciones
clinicopatológicas, como las establecidas por la American Joint
Comitee on Cáncer7 o la australiana,8
resultan complejas o poco clarificadoras, tal como sucede con
la clasificación española.9 Jass y cols.,10
con el empleo de análisis multivariante, desarrollaron un sistema
basado en el estadio tumoral y variables patológicas relacionadas
con el grado histológico. La teórica superioridad de este sistema
tras el análisis de regresión de Cox estableció que sólo tres
variables mantenían su importancia pronóstica, y tras la corrección
del estadio tumoral solamente el grado de infiltración linfocitaria
tenía una importancia significativa en la supervivencia. No obstante,
«el grado de infiltración linfocitaria» permanece como un dato
visual y de cuantificación sobre criterio del observador, sometido
a la variabilidad impuesta por el patólogo que lo realiza.
Los métodos de cuantificación de
ADN nuclear y de la ploidía11-16 han ofrecido resultados
variables no solamente en el cáncer colorrectal sino también en
otras neoplasias.
El estudio de otras variables implicadas
en el pronóstico final, tales como la edad,17 el grado
de invasión vascular y neural,18 la afectación ganglionar,
el índice de diferenciación celular,19 los antígenos
de histocompatibilidad,20 embrionarios21
y tumorales,22-24 han ofrecido resultados no concluyentes
en ocasiones o contradictorios en otras.
La supervivencia con relación con
la respuesta inmune y su significación pronóstica en el cáncer
colorrectal es objeto de estudio continuado así como las modificaciones
de la reacción inmune ante la neoplasia continúa siendo objeto
de análisis constante.25-28 Recientes estudios aportan
nuevos datos sobre las repercusiones de la linfadenectomía quirúrgica28
en el pronóstico de pacientes con cáncer colorrectal en estadios
B y C y el significado pronóstico de las micrometástasis en estadios
A29 y B. De ello ha nacido el interés en la utilización
de inmunoterapia específica, con resultados variables pero mayormente
positivos en cuanto a mejoría de los pacientes.26,27,30-32
Asimismo, se ha discutido la importancia y la asociación de fenómenos
inflamatorios mediados por macrófagos junto con la infiltración
linfocitaria como factor pronóstico.33,34 Se continúan
estudiando los mecanismos de actuación linfocitaria, activación
de los linfocitos, efecto citotóxico y mecanismos moleculares
implicados.35 Los linfocitos activados eliminan células
neoplásicas «in vitro».36 Se ha demostrado la inhibición
de la actividad citotóxica de los linfocitos en el cáncer colorrectal
humano.37 La supervivencia en el cáncer colorrectal
ha mejorado discretamente en las últimas décadas, aunque no de
manera importante si se comparan con series anteriores. De ello
se ha derivado el interés en poder contar con un procedimiento
pronóstico de supervivencia. De acuerdo con los resultados obtenidos
en este estudio prospectivo, parece que el grado de reactividad
cutánea a un conjunto de antígenos estimulantes de inmunidad de
mediación celular puede orientar de forma global sobre las mayores
o menores posibilidades de supervivencia, que en nuestros pacientes
es similar a otras series recientemente publicadas.38-41
Las determinaciones de inmunoglubulinas no han mostrado diferencias
significativas considerando los valores preoperatorios y posoperatorios,
salvo en lo referente a la IgG, lo que concuerda con observaciones
anteriores y se encuadran dentro de las modificaciones ya conocidas
en el paciente quirúrgico en cuanto a cambios del estado inmunitario
propiciados por la propia intervención quirúrgica.42,43
Los resultados se superponen con los ya publicados por nosotros
anteriormente.
La reactividad cutánea, considerando
grupos histopatológicos de Dukes de forma aislada y sus variaciones
operatorias, demuestra una reacción hipoérgica en el período posoperatorio
inmediato (como ya es bien conocido dentro de este tipo de cambios
producidos por la cirugía)44,45 que se recupera al
mes de la intervención. Dichas variaciones concuerdan asimismo
con resultados de trabajos anteriores en el mismo sentido, sin
que sean objeto fundamental del estudio del presente trabajo.45,46
Cuando comparamos los resultados de cada grupo con los de un grupo
control de personas sanas, se aprecian diferencias significativas
en el grado de reactividad.
Estas diferencias son tanto mayores
cuanto más avanzado es el estadio histopatológico del tumor, en
sentido de descenso del índice numérico de reactividad.
Esa comparación de los valores preoperatorios,
sin las variaciones derivadas del acto quirúrgico y considerando
cada grupo tumoral así como su significación, puede originarse
no exclusivamente en la progresión tumoral sino en un conjunto
de variables tales como el estado nutricional, la situación general
e inmune del paciente o procesos intercurrentes, bien debidos
a la propia enfermedad ó relacionados con ella. A pesar de ello,
consideramos que la determinación va a registrar de forma global
el resultado final de estas interacciones y su repercusión en
la supervivencia final. Como se ha señalado, Jass y cols.10
demostraron que el grado de infiltración linfocitaria tumoral
es la única variable independiente que influye directamente en
la supervivencia, aparte del estadio de Dukes, y que su valoración
se encuentra sujeta a variaciones subjetivas y temporales. Por
ello es importante poder disponer de un factor numérico que la
exprese, bien de forma directa (no es el objeto del trabajo) o
de forma indirecta, como lo hemos realizado. De aquí que el valor
de la infiltración cutánea (linfocitaria) pueda constituir un
dato pronóstico a ser tenido en cuenta.
La actividad linfocitaria y de sus
subpoblaciones va a estar a su vez influenciada por una serie
de factores: nutricionales,47-49 infecciosos,50-52
operatorios53-56 y enfermedades asociadas.57-60
La realización de pruebas cutáneas de sensibilidad retardada es
una manera fácil y asequible de determinarla. Esta respuesta no
es homogénea. Se han descripto diferencias poblacionales por factores
puramente geográficos, sociales y alimentarios.
De aquí la importancia de contar
con un grupo control en el medio en el que se vaya valorar este
parámetro. La repercusión clínica y social de poder disponer de
un método sencillo, que considere los factores de importancia
pronóstica conocidos hasta la actualidad (estadío patológico e
infiltración linfocitaria) son los que nos han orientado en la
realización de este trabajo.
La probabilidad de mejorar la orientación
pronóstica a los pacientes en estadios difíciles (B y sobre todo
C) parece aumentar con el uso de un procedimiento sencillo como
el expuesto. Según los resultados globales, la probabilidad de
supervivencia a los 10 años es tanto mayor cuanto mayor sea la
respuesta cutánea, como se comprueba al considerar sus resultados
preoperatorios tal y como observamos anteriormente, y ello parece
confirmarse en el seguimiento de la serie a 10 años. No es posible
«cuantificar» el nivel de beneficio pronóstico, pero sí es posible
concluir que a mayor reactividad cutánea preoperatoria existen
mayores probabilidades de supervivencia a 10 años dentro del mismo
estadio histopatológico.
Tal como se observó en los resultados
a los 5 años de seguimiento, se puede afirmar que la reactividad
cutánea de mediación inmunocelular proporciona información orientativa
sobre la supervivencia a largo plazo en casos de cáncer colorrectal
en estadios A y B, y fundamentalmente C de Dukes, y que el diseño
de ensayos clínicos de tratamiento inmunoterápico en pacientes
con cáncer colorrectal está justificado al existir evidencia científica
suficiente de la mejoría de supervivencia.
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LA HETEROGENEIDAD TERMICA ES UN MARCADOR PARA LA DETECCION DE LESIONES
MALIGNAS SOLIDAS IN VIVO
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Columnista Experto de SIIC
Dr. Christodoulos
Stefanadis
Profesor de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad
de Atenas, Atenas, Grecia
Otro trabajo publicado: Stefanadis C, Chrysochoou
C, Markou D, Petraki K, Panagiotakos DB, Fasoulakis
C, Kyriakidis A, Papadimitriou C, Toutouzas PK:
«Increased temperature of malignant urinary bladder
tumors, in vivo; the application of a new method
based on a catheter technique», Journal of
Clinical Oncology 19(3):676-681, 2001
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Atenas, Grecia (especial
para SIIC)
Cuanto
mayor es la diferencia de temperatura entre la lesión sospechosa
y el tejido normal circundante, mayor es la probabilidad
de que la lesión sea maligna.
RESUMEN
El objetivo del estudio fue investigar la existencia de
diferencias térmicas entre los tumores malignos y las lesiones
inflamatorias benignas en el hombre y determinar si se correlacionan
con la cuantificación de la angiogénesis tumoral. Para evaluar
esta hipótesis se desarrolló en nuestro instituto un método
in vivo basado en la termografía por catéter. Se calcularon
las diferencias de temperatura entre el tumor sólido y un
área normal (DT). El proyecto referido a vejiga incluyó
a 8 pacientes con tumores benignos y 12 con tumores malignos
según la histología de las biopsias. Hallamos diferencias
significativas entre los DT de pacientes con tumores benignos
y con tumores malignos (p < 0.001). También se hallaron
diferencias en los valores medios del nivel de angiogénesis
entre ambos tipos de tumores (p = 0.0261) y una correlación
positiva moderada entre este parámetro y el DT (p = 0.02).
Mediante análisis de regresión logística se halló que un
incremento de 1 grado en el DT triplica el riesgo de que
un paciente tenga un tumor maligno (odds ratio 2.91;
intervalo de confianza 95%, 1.97 a 7.78; p < 0.001), ajustado
por el grado de angiogénesis (p = 0.0236) y por el grado
de tumor (p < 0.001). Se determinó un valor umbral de DT
de 0.7 °C, con sensibilidad del 83% y especificidad del
75%.
Se obtuvieron resultados similares
respecto de la asociación entre DT y malignidad en los estudios
sobre tumores pulmonares y del tracto gastrointestinal superior.
Estos hallazgos sugieren que la diferencia calculada de
temperatura entre el tejido normal y el área neoplásica
podría ser un criterio útil para el diagnóstico de tumores
malignos.
Palabras clave: termografía,
malignidad, angiogénesis.
ABSTRACT
The aim of this study was to investigate the existence of
any thermal difference between malignant tumors and inflammatory
benign lesions of the human and to determine whether it
correlates with tumor angiogenesis quantification. In order
to test this hypothesis a new in vivo, method, was developed
in our institute, based on a thermography catheter. We calculated
the differences of the temperature of the solid tumor and
of a normal area (DT). In the “urinary bladder” project
8 patients had benign tumor (40%) and 12 had malignant tumor
(60%), according the biopsy histology. We found significant
differences of DT between patients with benign and malignant
tumor (P-value < 0.001). Also, differences were found for
the mean values of angiogenesis level between malignant
and benign tumors (P-value = 0.0261) and a moderated positive
correlation was estimated between the degree of angiogenesis
and DT (P-value = 0.02). Based on logistic regression analysis
we found that one-degree increase of DT triples the odds
of a patient having a malignant tumor [OR = 2.91; 95% CI,
1.97 to 7.78; P-value < 0.001], adjusted for the degree
of angiogenesis (P-value = 0.0236) and the grade of tumor
(P-value < 0.001). A threshold point of DT = 0.7? C was
determined, with sensitivity 83% and specificity 75%. Similar
results, regarding the association between DT and malignancy,
were observed in the «upper gastrointestinal» and «lung»
projects. These findings suggest that the calculated difference
of temperature between normal tissue and neoplastic area
could be a useful criterion in the diagnosis of malignancy
in tumors.
Key words: thermography,
malignancy, angiogenesis.
INTRODUCCION
Hay un cúmulo de evidencias que sugiere que el aumento del
flujo sanguíneo,1 la angiogénesis2,3
y la inflamación se asocian frecuentemente con la transformación
maligna de los tumores sólidos, aunque su relación exacta
sigue siendo poco clara. Se denomina angiogénesis a la formación
de nuevos capilares a partir del lecho vascular existente.
En condiciones normales, este proceso estrechamente regulado
ocurre sólo durante el desarrollo embrionario, el ciclo
reproductivo femenino y la curación de heridas. En cambio,
la angiogénesis se torna persistente en procesos patológicos
tales como el crecimiento maligno, la aterosclerosis4,5
y la retinopatía diabética, a causa del desequilibrio en
la interrelación de señales regulatorias positivas y negativas
que controlan el proceso.6,7 Actualmente se cree
que la interacción secuencial de las células neoplásicas
con esta hipervascularización de la submucosa es uno de
los pasos más significativos en la metástasis.8-10
Por otra parte, varios investigadores han evaluado a la
angiogénesis como un predictor independiente de la supervivencia
en pacientes con carcinoma invasivo de la vejiga.8,9,11
La hipertermia regional de un tumor maligno parece reflejar
este proceso y varios expertos han utilizado ecografía12
u otros métodos13-18 que demuestran el aumento
de flujo sanguíneo dentro del tumor maligno. Se han hecho
intentos de revelar cáncer de vejiga oculto in vivo
mediante la detección de fluorescencia del naranja de acridina,
hematoporfirina y tetraciclina.16,17 Desafortunadamente,
la poca calidad de los resultados obtenidos fue la principal
razón para el abandono de esas técnicas. En cambio, nunca
se intentó la medición directa de la temperatura local de
los tumores en el cuerpo humano in vivo con fines
diagnósticos. El objetivo del presente estudio fue investigar
la existencia de diferencias térmicas entre los tumores
malignos y las lesiones inflamatorias benignas de la vejiga,
el tracto gastrointestinal superior y el pulmón y determinar
si tales diferencias se correlacionan con la cuantificación
de la angiogénsis tumoral.
METODOS
- Pacientes. Para evaluar
la utilidad diagnóstica de la técnica de medición térmica,
ésta fue aplicada a:
- 20 individuos con hematuria,19
- 54 personas sometidas
a examen endoscópico por presentar síntomas del tracto
gastrointestinal superior20
- 20 individuos sometidos
a broncoscopia para evaluar una lesión pulmonar sospechosa
detectada por otros métodos (radiografía, tomografía
computada)
En el caso de la vejiga, es
muy común la inserción de agua durante la resección transuretral
del tumor. Este lavado del tracto urinario puede influir
sobre los resultados de la termografía, por lo que tratamos
de eliminar el lavado del tracto urinario y de mantener
una temperatura constante del agua. Además, esperamos
2 minutos antes de las mediciones térmicas, de manera
de estabilizar la temperatura del agua dentro del tracto
urinario. Se obtuvieron en cada paciente biopsias y excisiones
de rutina.
Todos los participantes
habían sido informados acerca del propósito del estudio,
la metodología usada y el procedimiento; además firmaron
un consentimiento escrito, conforme a los principios
bioéticos en investigación médica y la declaración de
Helsinki (revisada en 1983). En todos los casos el procedimiento
fue breve y sin complicaciones.
- Catéter de termografía.
Para medir la temperatura local de los tumores vesicales
se usó una nueva técnica con catéter desarrollada en nuestro
instituto.
Basándonos en la experiencia
previa con un catéter termográfico especial para la
detección in vivo de heterogeneidad térmica en
las arterias coronarias ateroscleróticas humanas,21,22
diseñamos un catéter modificado compatible con el citoscopio,
con las características descriptas previamente.19 En
el caso de la temperatura local del epitelio gástrico,
se diseñó un catéter modificado compatible con el gastroscopio.
El catéter de poliuretano tiene un diámetro 3F y porta
la misma sonda unida a su parte distal.20
Por último, en el caso del epitelio bronquial diseñamos
un catéter termográfico direccionable compatible con
el broncoscopio. El catéter de poliuretano tiene un
diámetro 4F con la sonda térmica unida a su parte distal.
La punta distal del catéter (10 cm de longitud) es flexible
y puede ser curvada en un ángulo de hasta 90 grados.
La configuración de esta porción del catéter puede ser
cambiada por manipulación externa del brazo de dirección
unido al extremo proximal del mango.
- Procedimiento. El
catéter termográfico fue insertado a través del orificio
de biopsia del endoscopio. En el caso del epitelio urinario
y bronquial, la parte distal del catéter con la sonda
fue guiada mediante manipulación externa del mecanismo
de direccionamiento, lo cual permitió ponerla en contacto
con la lesión de interés. La sonda térmica se se puso
en contacto con 2 puntos en el centro del tumor, donde
el tejido está más vascularizado. En el caso de los tumores
papilares la sonda se puso en contacto con la porción
exofítica. Cada parte de la lesión contactada con la sonda
fue extraída para evaluación por biopsia. La temperatura
del tumor fue calculada como el promedio de 2 mediciones.
La sonda fue puesta en contacto con 2 sitios de la mucosa
normal (según el examen endoscópico) en un área ubicada
entre 3 y 5 cm por fuera de la circunferencia del tumor
y fuera de los límites de toda área sospechosa. Aunque
el examen endoscópico revelara un tejido vesical normal,
tomamos especímenes para biopsia del área contactada por
la sonda para excluir la existencia de carcinoma in situ
o lesión inflamatoria. Se calculó el valor promedio de
temperatura medida en 2 sitios del epitelio normal.
- Histopatología. En
la histopatología los tumores malignos fueron clasificados
según los criterios de la Organización Mundial de la Salud.23
La densidad de los microvasos (capilares y pequeñas venas)
fue evaluada en áreas con morfología de tumor sólido lejos
de todo artefacto diatérmico. No fue posible la medición
precisa de la vascularidad de los tumores papilares dado
que cada estructura papilar contiene su propio núcleo
fibrovascular. El recuento de vasos se realizó en las
3 áreas de máxima neovascularización, donde se observaba
el mayor número de microvasos discretos teñidos. Estas
regiones fueron identificadas por microscopia a bajo aumento
(2x10 o 4x10). Luego se realizó el recuento de vasos en
esas áreas con un objetivo 20X y un ocular 10X, cubriendo
un área de 0.74 mm2, y se calcularon los promedios.
Habitualmente los vasos sanguíneos tienen distribución
heterogénea dentro de un tumor en particular. En nuestro
estudio contamos la densidad de microvasos de muestras
de tumores y lesiones, con lo cual pudimos no haber apreciado
la expansión real de la neovascularización.
- Análisis estadístico.
En todos los casos los cálculos estadísticos se basaron
en métodos no paramétricos (prueba de Wilcoxon y criterios
de Mann-Whitney y Kruskal-Wallis) y en análisis de regresión
logística exacta debido al escaso número de muestras.
Se realizó análisis univariado y tablas de contingencia
para evaluar cualquier dependencia entre los tumores malignos
y otras variables categóricas. Los valores de p fueron
calculados con la prueba exacta de Fisher, ya que las
frecuencias celulares eran muy pequeñas como para que
la prueba del c2 fuera precisa. Se construyó
un modelo de regresión logística con análisis escalonado
para valorar el efecto de los cofactores en la posibilidad
de diagnosticar un tumor maligno y para calcular los correspondientes
odds ratio (OR). Mediante los desvíos residuales
se evaluó la bondad del ajuste al modelo. Por último,
se realizó un análisis de valores de corte para determinar
cambios significativos de temperatura (DT). Los valores
de los factores continuos se presentan como intervalos
de confianza del 95% (IC 95%) y las variables categóricas
como frecuencias relativas. Todos los valores de p informados
son exactos, calculados a 2 ramas y comparados con un
nivel de significación del 5%.
RESULTADOS
En el caso de las lesiones vesicales se estudiaron 16
varones y 4 mujeres con una edad promedio de 72.5 años
(IC 95%, 68.5-76.4). De acuerdo con la histología de
la biopsia, 8 de los pacientes (40%) tenían tumores
benignos y 12 (60%) tenían tumores malignos. Cuatro
de los tumores malignos (33%) eran grado I, 5 (42%)
eran grado II y 3 (25%) eran grado III. Se hallaron
diferencias significativas entre los valores medios
del nivel de angiogénesis. Específicamente, los pacientes
con tumores benignos tuvieron un valor medio de 40.25
(IC 95%, 37.8-42.7) y los pacientes con tumores malignos
tuvieron un valor medio de 53.3 (IC 95%, 43.8-63.8).
Esta diferencia fue significativa (p = 0.0261). La relación
entre el nivel de angiogénesis y el grado tumoral tuvo
una significación marginal (p = 0.07). Se calcularon
2 temperaraturas en el tejido tumoral y el tejido proximal
normal. La temperatura del tejido urinario normal fue
calculada como la media de 2 mediciones, aunque no hubo
diferencias estadísticamente significativas entre ambas
(p = 0.780). La temperatura en el tejido tumoral vesical
también fue calculada como la media de 2 mediciones
a pesar de no haber diferencia significativa entre ambas
(p = 0.730). Todos los pacientes presentaban mayor temperatura
en el tejido tumoral que en el tejido normal. Nuestro
análisis demostró una diferencia estadísticamente significativa
para el DT entre los pacientes con tumores malignos
y aquellos con tumores benignos (tabla 1).
Además, hallamos que no
existe relación entre DT y la penetración del corion
o la capa muscular (p = 0.71 y p = 0.54, respectivamente).
Más aún, encontramos una correlación positiva moderada
entre el grado de angiogénesis y DT (r = 0.50, p = 0.02),
lo cual indica que un mayor grado de angiogénesis se
corresponde con una mayor diferencia de DT entre las
2 localizaciones (tabla 2).
Los resultados del modelo
logístico indican que valores de DT mayores a 1 °C pueden
estimar con gran precisión un tumor maligno. Específicamente,
un aumento de 1 °C en DT triplica el riesgo de que un
paciente tenga un tumor maligno (OR = 2.91; IC 95%,
1.97-7.78; p < 0.001). No se halló una interacción significativa
entre el efecto principal, es decir el DT, y el grado
de tumor o la angiogénesis (p = 0.79 y p = 0.87, respectivamente).
Finalmente, el análisis de valores de corte demostró
que las diferencias de temperatura superiores a 0.7
°C pueden discriminar un tumor maligno con gran precisión.
La sensibilidad para ese punto de corte fue del 83%
y su especificidad del 75%. También fueron elevados
los valores predictivos positivo (83%) y negativo (75%).
Este resultado refuerza la capacidad diagnóstica del
procedimiento propuesto. El área bajo la curva ROC (receiver
operating characteristic) fue igual a 0.92 y altamente
significativa comparada con la prueba de Wilcoxon (p
< 0.001), lo cual refuerza el objetivo principal del
estudio, es decir el examen del papel del DT en el diagnóstico
de un tumor maligno.
En el caso de las lesiones
gástricas, el estudio incluyó a 35 varones (56 ± 10
años) y 19 mujeres (68 ± 7 años). Los estudios de histopatología
indicaron que 8 participantes tenían hiperplasia; 19,
gastritis leve a moderada (13, gastritis activa crónica
moderada a grave; 3, gastritis leve con áreas atróficas
espontáneas; y 3, gastritis grave con metaplasia intestinal);
9, úlcera; 7, displasia; y 11, adenocarcinoma (6, invasivo
difuso; y 5, diferenciación mediana a alta según la
clasificación de Lauren). Se hallaron diferencias significativas
de temperatura entre el tejido normal y la lesión en
el caso de la gastritis (p = 0.045), las úlceras (p
= 0.035), la displasia (p = 0.014) y el cáncer (p =
0.005). El pico observado no fue significativo en el
caso de las lesiones hiperplásicas (p = 0.134). El análisis
demostró incrementos progresivos de DT entre grupos
de lesiones gástricas (p < 0.001). Los valores de DT
se relacionaron significativamente con el nivel de angiogénesis
(r = +0.32, p = 0.020). Además, el nivel de angiogénesis
exhibió una asociación débil con los grupos de lesiones
gástricas (prueba de c2 = 7.14; p = 0.128).
En base a los hallazgos previos, se ajustó un modelo
de regresión logística para mostrar que, luego de ajustar
por el nivel de angiogénesis, la diferencia de temperatura
era un marcador significativo para la discriminación
de lesión maligna de benigna [ln(OR) = 4.096; IC 95%,
2.94-6.43; p < 0.001). El análisis de valor de corte
demostró que las diferencias de temperatura superiores
a 1.7 °C constituyen un punto crucial que discrimina
con precisión una lesión displásica de una lesión benigna.
En particular, 13 de los 18 pacientes con tumores malignos
tuvieron DT superiores a 1.7 °C (es decir una sensibilidad
del 72%) y 34 de los 36 pacientes con tumores benignos,
gastritis o úlceras tuvieron un DT menor a 1.7 °C (es
decir una especificidad del 94%, con un área bajo la
curva ROC de 0.846, p < 0.001) (tabla 3).
El estudio sobre lesiones pulmonares incluyó a 12 pacientes
con inflamación crónica y 10 con tumores malignos infiltrados
(6 de ellos con cáncer de pulmón a células no pequeñas).
Ninguno de estos enfermos se hallaba bajo tratamiento
con drogas quimioterapéuticas o inmunosupresoras y todos
tuvieron temperatura corporal normal durante la broncoscopia.
Los DT medios fueron 0.71 ± 0.65 °C en los pacientes
con inflamación crónica y 1.23 ± 0.45 °C en los pacientes
con tumores malignos (p < 0.01). Finalmente, el análisis
de valores de corte demostró que DT mayores a 1.05 °C
constituyen un punto óptimo para discriminar con precisión
lesiones malignas de benignas (sensibilidad 64%; especificidad
91%; área bajo la curva ROC = 0.851; p < 0.001).
DISCUSION
En nuestro instituto, en concordancia con el desarrollo
de otros catéteres cardíacos y vasculares, desarrollamos
una técnica basada en catéteres para la medición de
temperatura de los tumores vesicales sólidos in vivo.
Se halló que la diferencia térmica entre el área tumoral
y la pared proximal normal es mayor en los tumores malignos
que en los benignos o en las lesiones hiperplásicas,
y que el aumento de esta diferencia de temperatura se
asocia significativamente con la malignidad. En particular,
la diferencia de 1 °C entre el tejido normal y la lesión
sospechosa triplica el riesgo de que un paciente tenga
un tumor maligno en la vejiga, cuatriplica el riesgo
de tener una lesión gástrica maligna y sextuplica el
riesgo de malignidad de las lesiones pulmonares.
Los estudios previos in
vivo, realizados en los años 80, trataron de demostrar
lesiones cancerosas y precancerosas planas en la vejiga
mediante la inyección intravenosa de fluoresceína para
revelar la neoangiogénesis submucosa.24,25 Desafortunadamente,
los resultados fueron desalentadores. En nuestros estudios,
la cuantificación de la microvascularidad mediante el
recuento por campos reveló que la neoangiogénesis puede
ser un marcador de lesión neoplásica, aunque también
existe un nivel importante de actividad angiogénica
en las lesiones benignas.6 Esta conclusión
se desprende de los estudios de otros investigadores,
en los que no se hallaron diferencias significativas
en la densidad microvascular entre las lesiones preneoplásicas
y las lesiones neoplásicas de baja malignidad.26
Aunque muchos investigadores han publicado también hallazgos
termográficos en el diagnóstico del cáncer,13,14
nunca se había intentado la medición directa in vivo
con fines diagnósticos de la temperatura local de tumores
del árbol bronquial. Más aún, en algunos casos las lesiones
displásicas o preneoplásicas de la submucosa siguen
siendo difíciles de diagnosticar mediante examen endoscópico
en la práctica clínica. La heterogeneidad térmica que
hemos detectado se incrementa progresivamente de las
lesiones benignas a la malignidad, lo cual indica el
involucramiento del aumento de temperatura. Esto sugiere
que en estas patologías coexisten procesos fisiopatológicos
comunes. La elevada especificidad de la técnica refleja
su capacidad para distinguir una lesión bronquial maligna
durante la broncoscopia convencional. El uso de un catéter
termográfico direccionable confiere la capacidad de
medir la temperatura de lesiones que son difíciles de
detectar durante la endoscopia convencional.
En conclusión, la técnica
in vivo sugerida podría ser útil para identificar
lesiones precancerosas y para evaluar el pronóstico
de los tumores vesicales malignos mediante la detección
de heterogeneidad térmica en un área sospechosa proclive
a la transformación neoplásica, antes de que la lesión
pueda ser detectable por citoscopia convencional.
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LAS MUTACIONES DEL GEN p53 EN EL LINFOMA DE BURKITT
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Dra. Claudete Esteves Klumb
Médica del Servicio de Hematología y del Laboratorio de Hematología
Celular y Molecular. Hospital do Câncer. Instituto Nacional
do Câncer.
Ultimo trabajo publicado: p53 gene analysis in childhood
B non-Hodgkin’s lymphoma, São Paulo Medical Journal 119(6):212-215,
2001.
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Río de Janeiro, Brasil (especial
para SIIC)
Los niños que
padecen linfoma de Burkitt presentan a menudo mutaciones en el
gen p53, según explicó la doctora Claudete Esteves Klumb
en una entrevista concedida al doctor Santiago Pavlovsky
y a la doctora Isabel Giere. El doctor Pavlovsky
es el Director Médico del Centro de Internación e Investigación
Angélica Ocampo, de FUNDALEU, en Buenos Aires, Argentina. Forma
parte del Consejo Superior del Programa de Educación Médica Continuada
de SIIC (PEMC-SIIC), y ha publicado numerosos trabajos como Columnista
Experto, entre los cuales se destaca ”Tratamiento de la leucemia
mieloblástica aguda del adulto” (
http://www.siicsalud.com/dato/dat026/01o15039.htm). La doctora
Giere es la Jefa del Laboratorio de Citogenética y Biología
Molecular de FUNDALEU.
La doctora Esteves Klumb y su equipo de colaboradores evaluaron
las mutaciones en el gen p53, en un grupo de pacientes
con linfoma de Burkitt. Este tipo de alteraciones, explicó la
investigadora, son las más frecuentemente observadas en las neoplasias,
incluyendo el cáncer de mama, el de pulmón y el intestinal.
La investigación incluyó a 12 niños
que padecían esta enfermedad. Las mutaciones genéticas fueron
evaluadas mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa.
Los expertos observaron la presencia
de mutaciones en 4 de los pacientes, dos de los cuales fallecieron
a causa de la enfermedad. La doctora Esteves Klumb explicó,
en su diálogo con SIIC, las consecuencias de este hallazgo.
La experta ha publicado anteriormente
trabajos científicos en las revistas Experimental and Clinical
Cancer Research, Medical and Pediatric Oncology y Revista Brasileira
de Cancerologia, entre otras.
SIIC: Doutora Esteves Klumb,
qual é a importância das mutações do gene p53 nos tumores em humanos?
Dra. Claudete Esteves Klumb: Oncogenes
e genes supressores de tumor têm sido associados a diferentes
tipos de neoplasias, sendo o gene p53 o que com maior freqüência
apresenta alterações. Este gene localiza-se no braço curto do
cromossomo 17 (17p13.1) e codifica uma fosfoproteína nuclear de
53 kD que contém 393 aminoácidos. Esta proteína é capaz de se
ligar a seqüências específicas do DNA sendo um fator de transcrição
que controla de forma positiva ou negativa a expressão de diversos
genes envolvidos em várias vias celulares. Dentre as vias mais
importantes se destacam a inibição da replicação do DNA, funcionando
como uma molécula de check point da progressão da célula
no ciclo celular da fase G1 para a fase S, e também da fase G
para fase M. Desta forma, é garantida a manutenção da integridade
do genoma e o controle da proliferação celular.
Ao contrário dos outros genes supressores
de tumor que são inativos por perda alélica, o gene p53
distingue-se pela alta freqüência de mutações. A maioria dessas
mutações é do tipo missense (troca de um nucleotídeo) e
alteram a função normal da proteína p53. Como resultado de mutações
pontuais a proteína tem sua meia vida aumentada e se acumula nas
células tumorais.
Também, embora em menor freqüência,
as mutações podem ser do tipo nonsense em virtude de deleções
de porções do gene ou inserção de nucleotídeos. Este tipo de mutação
pode levar a um stop codon (parada da leitura do RNA mensageiro)
alterando a proteína e, em última análise, a ocorrência de uma
proteína truncada. Em síntese, a inativação da proteína p53 por
mutação, perda, seqüestração ou ligação a outras proteínas como
proteínas virais, pode levar ao aumento da proliferação, instabilidade
genômica e perda de importantes mecanismos de controle do ciclo
celular.
SIIC: Qual é a característica
dos pacientes estudados?
C.E.K.: No estudo publicado na revista
São Paulo Medical Journal, foram estudadas 12 crianças
com diagnóstico de linfoma de Burkitt, com idade até 15 anos (mediana
de 5.5 anos).
Houve predominância do sexo masculino
com relação de 2:1. Com relação ao sítio inicial de doença, a
maioria dos pacientes apresentaram comprometimento abdominal (66.6%)
manifestado pela presença de massa abdominal associada ou não
com ascite caracterizando um estágio mais avançado da doença (Estágio
III).
SIIC: Foi realizado estudo
citogenético nesses pacientes? Neste caso, foi observada alguma
associação dos resultados citogenéticos e a evolução clínica?
C.E.K.: Nesta série o material estudado
foi exclusivamente tumor incluído em parafina. A citogenética
para pesquisa da translocação 8;14 ou suas variantes não foi realizada
por falta de material fresco para tal análise. Também não foi
realizada por hibridização in situ fluorescente (FISH).
O FISH combina a especificidade
e sensibilidade da hibridização de ácidos nucleicos com a informação
citogenética. Tem a vantagem sobre as técnicas tradicionais de
citogenética pela possibilidade de estudar as células em interfase
eliminando a necessidade de culturas de células.
A deleção do locus 17p53 não foi
avaliada no nosso estudo, entretanto, em linhagens celulares derivadas
de pacientes com linfoma de Burkitt (LB) foi observado que ambos
os alelos normais foram perdidos ou ambos apresentavam mutações
pontuais. As linhagens celulares do LB que apresentam mutações
têm maior resistência à radioterapia quando perdem o alelo normal
não mutado.
Na série de pacientes de Preudhome
e colaboradores foi detectada persistência de um alelo normal
na maioria dos pacientes com LB e mutações do p53. A perda
do alelo normal em linhagens celulares sugere que este é um evento
tardio na evolução do LB, principalmente em pacientes em recidiva
e, pode estar relacionada à ausência de resposta à quimioterapia
observada nesses pacientes.
SIIC: A freqüência de mutações
observada no exon 6 e 7 é semelhante a descrita por outros autores?
C.E.K.: Até o momento os dados fornecidos
pelo banco de dados da International Agency for Reasearch on
Cancer (IARC) computam 16 285 mutações somáticas do gene p53
descritas. Destas, 103 mutações foram detectadas no LB. Os codons
mais freqüentemente mutados foram: codon 248 (exon 7), 213 (exon
6) e 273 (exon 8), em ordem decrescente de freqüência.
Nosso estudo ainda é preliminar
e está sendo estendido a um número maior de amostras mas, nosso
achado inicial, sugere uma freqüência semelhante a descrita anteriormente.
SIIC: Qual é a importância
da localização de lesões pontuais no gene p53 com relação a resistência
ou sensibilidade frente ao tratamento?
C.E.K.: A influência da p53 na sensibilidade
da célula à irradiação ou agentes quimioterápicos cuja ação é
a indução do dano ao DNA é controversa. Em alguns sistemas, a
inativação da p53 resulta em aumento da resistência, sugerindo
que algumas vias que levam a morte celular são dependentes da
p53. No entanto, em outros contextos a inativação da p53 selvagem
tem sido correlacionada ao aumento da sensibilidade a algumas
drogas. O papel da p53 na resistência a múltiplas drogas tem sido
demonstrado por dados em que as mutações do gene p53 levam ao
aumento da resistência a agentes quimioterápicos devido a up
regulation da expressão do gene MDR 1 (Multi Drug Resistance).Também
neste caso, estudos mostrando correlação negativa e positiva têm
sido publicados.
Embora a implicação da p53 na regulação
dos genes da resistência a drogas tais como MDR1, não esteja bem
esclarecida, diversas evidências têm sido relatadas na literatura
do papel da p53 na indução da apoptose por drogas. Estes estudos
enfatizam a necessidade de uma proteína p53 funcional no processo
de indução da apoptose por drogas e sugerem que a sua inativação
pode levar a resistência. Como exemplo, podemos citar um estudo
na linhagem HL60 (com mutação da p53) em que a restauração da
proteína selvagem foi capaz de aumentar a sensibilidade dessas
células a diversas drogas. É importante ressaltar que a sensibilidade
pode variar entre os diferentes quimioterápicos e também foi demonstrado
em linhagens celulares de câncer de ovário sensibilidade diminuída
ao quimioterápico cisplatinum após a inativação da p53 enquanto
que, com relação ao camptotencim, essas linhagens permaneciam
sensíveis. Um estudo recente, publicado na revista Oncogene, observou
variação na sensibilidade a diferentes quimioterápicos na dependência
do tipo de mutação.
Nos últimos anos os conceitos de
quimiosensibilidade tem mudado e possivelmente o genótipo e não
a genotoxicidade dos agentes quimioterápicos é o maior determinante
da morte celular após a exposição a esses agentes. O gene p53
está mutado em 50% dos tumores e sua correlação com a resposta
ao tratamento tem sido extensivamente pesquisada. Estudos pré-clínicos
sugerem que ação dos quimioterápicos que induzem dano ao DNA varia
com o contexto celular em que a proteína p53 é expressa, a classe
de quimioterápico e possivelmente com tipo de mutação.
Estudos de manipulação genética
do gene p53 visado a restauração da p53 selvagem para indução
da apoptose são altamente promissores. Em síntese, diversos estudos
sugerem que a proteína p53 está envolvida na quimiosensibilidade
entretanto, o uso das alterações da p53 como marcador de resistência
aos diversos tipos de tratamento ainda não está totalmente elucidado.
SIIC: Qual é a importância
clínica das alterações do gene e proteína p53?
C.E.K.: A revisão dos estudos do
gene p53 e sua proteína nas neoplasias linfóides em primeira
instância, fornece resultados que podem sugerir conclusões precipitadas.
Em sua grande maioria o desenho do estudo ou os métodos de análise
estatística não permitem uma avaliação adequada. A revisão crítica
da literatura sobre o valor preditivo e prognóstico de alterações
do gene p53 nos linfomas não Hodgkin mostra 7 estudos e
destes 5 demonstram que mutações estão associadas a pior sobrevida.
Os resultados mais expressivos foram
observados no linfoma de células do manto. Também no grupo de
linfomas agressivos de células B tratados de forma homogênea e
avaliado por Ichikawa et al., esta correlação pode ser estabelecida.
No entanto, com relação ao linfoma de Burkitt, uma neoplasia linfóide
com alta freqüência de mutações do gene p53, Preudhomme
et al, como citado anteriormente, não observaram correlação entre
mutações e pior sobrevida embora, em estudo anterior, esta correlação
tenha sido sugerida por outros autores. A dificuldade de análise
em alguns estudos está relacionada ao uso de populações heterogêneas,
diferentes métodos de análise e objetivos não definidos.
O número de estudos referidos até
o momento na literatura mostram que a pesquisa de alterações do
gene e da proteína p53 em neoplasias, também as de origem linfóide,
são relevantes para a compreensão da patogênese, evolução e resistência
ao tratamento nessas neoplasias. Até o momento os resultados da
pesquisa dessas alterações em neoplasias de origem linfóide, são
heterogêneos e só permitem uma conclusão definitiva em alguns
tipos histológicos de linfoma não Hodgkin. De forma ideal, os
futuros estudos devem envolver grande número de pacientes tratados
com idênticos esquemas terapêuticos e estratificados em tipos
histológicos de forma a validar os resultados visando a pesquisa
de rotina de mutações do gene p53 e seleção de pacientes
para modalidades terapêuticas mais agressivas.
Um grande progresso foi alcançado
nos últimos anos no entendimento das funções da p53 e sua regulação.
Como resultado deste esforço, diversas estratégias estão em andamento
como a terapia gênica, agentes farmacológicos com ação independente
da p53 cujo alvo são as células com a forma alterada da proteína
e também a indução seletiva da apoptose em células com o gene
mutado através do adenovírus humano. Espera-se que no futuro o
desenvolvimento dessas estratégias se traduza no aumento da taxa
de cura e da sobrevida dos pacientes com câncer.
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EVALUAN LOS FACTORES ASOCIADOS CON EL ACCESO A LOS CONTROLES MAMOGRAFICOS
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Dra. Joanne M. Murabito
Investigadora, Framingham Heart Study, National Heart, Lung
and Blood Institute.
Ultimo trabajo publicado: Family breast cancer history and
mammography: Framingham Offspring Study, American Journal
of Epidemiology 154(10):916-923, 2001.
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Framingham,
EE.UU. (especial para SIIC)
Las mujeres con antecedentes
familiares de cáncer de mama acceden con mayor frecuencia
a los controles mamográficos, según explicó la doctora
Joanne Murabito en un diálogo exclusivo con SIIC.
Las conclusiones presentadas por la experta fueron obtenidas
a partir de los datos proporcionados por las mujeres
de 40 a 79 años participantes en el Framingham Heart
Study. La doctora Murabito y sus colegas analizaron,
en este grupo, los factores predictores del acceso a
esta técnica de detección temprana de los tumores.
Según explicó la investigadora, “las mujeres estudiadas
en este trabajo son participantes del Framingham Heart
Study. Este es un estudio poblacional de varias generaciones,
que se inició en 1948 cuando 5209 hombres y mujeres
fueron incluidos en la cohorte original. En la década
de 1970, los hijos de los miembros de la cohorte original
fueron reclutados y formaron la cohorte de descendientes
del Framingham Heart Study”.
“La cohorte original ha sido sometida a exámenes
cada dos años desde que comenzó el estudio, y la cohorte
de descendientes ha sido examinada en promedio cada
tres a cuatro años desde su inclusión en el trabajo”,
detalló.
El análisis acerca del acceso a las mamografías
se inició en 1996. “En ese año”, explicó la doctora
Murabito, “identificamos a las participantes de
la cohorte de descendientes con una madre o hermana
en el estudio, con cáncer de mama documentado. Luego
identificamos dos grupos control, entre las mujeres
del grupo de descendientes. Uno de ellos estaba formado
por mujeres cuya madre o hermana, participante del
Framingham Heart Study, había padecido un cáncer documentado,
diferente del de mama.
El otro incluía mujeres cuya madre o hermana perteneciera
a la cohorte, y no hubiese padecido cáncer”.
“Se envió a las integrantes de cada uno de estos
grupos un cuestionario por correo, a fin de que informaran
su acceso a las mamografías. Se determinó que el porcentaje
de mujeres que habían sido sometidas alguna vez a
esta técnica diagnóstica fue muy alto (98% de las
mujeres con antecedentes familiares de cáncer mamario,
y 95% de las que no tenían antecedentes)”.
El análisis de los factores asociados con este tipo
de controles demostró, según la especialista, que
“el acceso reciente a la mamografía (en los dos años
anteriores) fue mayor entre las mujeres con antecedentes
familiares de cáncer de mama. Una historia familiar
de este tipo de tumores y un examen clínico reciente
de las mamas fueron los factores que incrementaron
las probabilidades de que las mujeres se hubiesen
realizado una mamografía recientemente, mientras que
el tabaquismo actual redujo esas probabilidades”.
“No está claro por qué las mujeres con antecedentes
familiares de cáncer de mama hacían un uso más frecuente
de esta técnica”, advirtió la doctora Murabito.
“Las explicaciones posibles incluyen un mayor riesgo
percibido entre ellas (un mayor conocimiento de la
enfermedad, y de los beneficios de la mamografía)
y entre sus médicos (lo cual lleva a aumentar las
recomendaciones para el rastreo)”.
En el futuro, “serán necesarios nuevos trabajos
para determinar por qué las mujeres que fuman acceden
en menor medida al rastreo mamográfico. No está claro
si el hecho de fumar identifica a un grupo de mujeres
que tienen menos probabilidades de buscar el acceso
a las estrategias de mantenimiento y control de la
salud, como la mamografía”.
La doctora Murabito ha publicado anteriormente
trabajos de investigación en las revistas American
Journal of Epidemiology, Archives of Internal medicine,
Circulation y American Journal of Medicine, entre
otras.
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Trabajos Distinguidos,
Serie Oncología, integra el Programa
SIIC-ASARCA de Educación Médica Continuada
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