Antecedentes
En 1983 un programa regional de televisión llamó la atención por primera vez
sobre un grupo de leucemias y linfomas infantiles en Seascale, pueblo cercano al
complejo nuclear de Sellafield, que había comenzado sus actividades
aproximadamente en 1950 (figura 1).1 Dicho grupo comenzó a ser
motivo de gran interés público y de investigación científica
amplia.2,3 Se confirmó que desde 1950, la incidencia de leucemia y
linfoma no Hodgkin entre los niños de Seascale había sido 10 veces superior a la
esperada de acuerdo con los datos nacionales, aunque el concepto de que el exceso
de casos podría haber sido causado por las descargas de material radioactivo
provenientes de Sellafield, no fue confirmado por estudios radiológicos
detallados.2,3 En 1990, Gardner y col. informaron los resultados de
un estudio de casos y controles sobre leucemias y linfomas entre personas jóvenes
nacidas y diagnosticadas en el oeste de Cumbria.5 Concluyeron que
la exposición de los padres a la radiación ionizante externa cuando estaban
empleados en Sellafield, fue un factor de riesgo en la aparición de dichas leucemias
y linfomas no Hodgkin en los niños que habían concebido, y que ese efecto podría
explicar los casos observados en Seascale. Los resultados de ese estudio, en el
sentido de que la irradiación preconcepcional paterna (IPP) podría afectar la salud
de los niños posteriormente concebidos, produjeron gran inquietud y estimularon la
realización de muchas más investigaciones, incluido nuestro programa.
Figura 1. El condado de Cumbria, en el noroeste de Inglaterra. Esta figura muestra datos de un mapa
digital Bartholomew, provisto por Bartholomew Ltd., utilizado con autorización.
Luego de comenzado nuestro trabajo, otros investigadores publicaron importantes
explicaciones potenciales, las que pudimos evaluar dentro de nuestro programa de
investigación. Kinlen sugirió que el gran número de leucemias en Seascale pudo
haberse debido a la heterogeneidad de la población del lugar.6
Postuló que la mezcla de sus habitantes, provenientes de distintas zonas, al traer
tanto infecciones como individuos susceptibles, podría incrementar la incidencia de
leucemia infantil y linfoma no Hodgkin. En una serie de estudios en áreas rurales,
con niveles inusualmente elevados de migración interna, este autor demostró que
los niños que vivían en esas áreas tenían riesgo aumentado de leucemia y linfoma
no Hodgkin y que ese efecto era más notorio entre los niños
pequeños.7 El Health and Safety Executive (HSE) informó
los hallazgos de un estudio de casos y controles de todas las neoplasias entre los
niños de los hombres empleados en Sellafield, en relación con una amplia gama de
exposiciones ocupacionales y características demográficas
posibles.8,9 Llegó a la conclusión de que existía relación entre la IPP
y el riesgo de leucemia y linfoma no Hodgkin, aunque se observó solamente entre
los niños nacidos en Seascale.
Programa de trabajo
Consideramos los efectos posibles de la IPP sobre el riesgo de leucemia,
linfoma no Hodgkin10,11 y tumores sólidos.12 En
respuesta al trabajo de Kinlen, también llevamos a cabo investigaciones
independientes sobre los posibles efectos de la mezcla de habitantes para el riesgo
de leucemia y linfoma no Hodgkin entre los niños nacidos en Cumbria; en respuesta
al informe del HSE evaluamos el efecto de que el lugar de nacimiento fuera o no
Seascale.
También estudiamos la relación entre la IPP y el índice entre niños y niñas en el
momento del nacimiento,13 junto con el riesgo de
mortinatos,14-16 aunque los hallazgos de esos estudios no se
presentan en esta revisión.
Métodos
Utilizamos un diseño de estudio de cohorte sólido para evitar las desviaciones
a las que están sometidos los estudios de casos y controles. La cohorte incluyó los
274 170 niños nacidos en Cumbria entre 1950 y 1991, seguidos hasta la edad de
25 años o fines de 1991, lo cual extendió los límites temporales y geográficos de
más allá de los del estudio de Gardner y col.5 Dentro de esta
cohorte, empleamos un método coherente: inicialmente comparamos el riesgo de
leucemia y linfoma no Hodgkin y tumores sólidos entre los 9 859 niños cuyos
padres eran trabajadores de la industria nuclear en Sellafield en el momento de su
concepción, con el riesgo entre los 256 851 niños cuyos padres nunca habían
trabajado en Sellafield. De esta manera investigamos si, entre los niños de esos
trabajadores, esos riesgos se incrementaban en relación con el aumento de la dosis
de radiación externa que los padres recibieron antes de la concepción (excluimos 2
pequeñas cohortes: los niños de trabajadores que no pertenecían a la industria
nuclear de Sellafield y los niños cuyos padres comenzaron a trabajar en Sellafield
luego de haber concebido). Tuvimos en cuenta los posibles efectos de las variables
demográficas a nivel de cada niño en forma individual (sexo, orden de nacimiento,
nacimiento único o múltiple, nivel social de los padres, movilidad parental, período
de tiempo del nacimiento), y también los factores de confusión de la
heterogeneidad de los habitantes a nivel comunitario.
Consideramos el riesgo en relación con todas las exposiciones a la radiación
conocidas, tanto externas como internas. British Nuclear Fuels PLC
proveyó los datos de dosimetría: para cada padre, la dosis total de radiación
ionizante externa hasta el momento de la concepción se estimó a partir de las
sumas anuales de las dosis registradas prospectivamente en sus dosímetros
personales (film badges). Se emplearon los datos de los análisis de orina
para identificar los niños cuyos padres fueron evaluados por la exposición a uranio
natural, a plutonio y a productos de fisión antes de la concepción; estos niños
fueron comparados con aquellos cuyos padres eran empleados en Sellafield pero no
fueron monitoreados.
Utilizamos modelos lineales generalizados, tanto ajustados como no ajustados para
las variables demográficas para comparar el riesgo en los niños de los trabajadores
de la industria nuclear y otros niños nacidos en Cumbria, y entre los niños de
trabajadores de la industria nuclear, para estimar las tendencias del riesgo con el
incremento de la dosis de radiación externa.
Hallazgos
Al comparar los detalles de los niños nacidos en Cumbria con los detalles de
los informes sobre neoplasias en los registros nacionales y regionales pediátricos
identificamos 31 casos entre los niños de los trabajadores de la industria nuclear y
532 casos entre aquellos cuyos padres no nunca habían trabajado en
Sellafield.
Encontramos que las pequeñas áreas con mayores niveles de heterogeneidad de
población presentaban también los índices más altos de leucemia y linfoma no
Hodgkin entre los niños allí nacidos (índice de relación para la tendencia desde los
niveles más bajos hasta los más altos para la heterogeneidad de la población =
11.7, 95% IC: 3.2-43).17 Aun luego de considerar la heterogeneidad
de los habitantes en la comunidad, los niños cuyos padres habían nacido fuera de
Cumbria tuvieron el doble de riesgo (índice de relación = 1.9, 95% IC: 1.0-3.3). La
asociación con la heterogeneidad de la población fue mayor en los niños de menos
de 7 años. La heterogeneidad de la población podría ser tomada en cuenta para el
grupo de Seascale, aunque no excluye la posibilidad de otros factores.
Los niños de los trabajadores de la industria nuclear tuvieron el doble de riesgo
para leucemia y linfoma no Hodgkin en comparación con los otros niños nacidos en
Cumbria (índice de relación = 1.9, 95% IC: 1.0-3.1, p = 0.05), en parte debido a
que los trabajadores de la industria nuclear que vivían en Seascale se movilizaban
mucho más que los otros padres de Cumbria. Entre los niños de los trabajadores de
la industria nuclear, el riesgo de leucemia y de linfoma no Hodgkin se incrementó
significativamente cuando aumentó la IPP externa (índice de relación por 100 mSv
= 1.6, 95% IC: 1.0-2.2, p = 0.05), aunque no encontramos evidencia de que la IPP
se confundiera estadísticamente con la heterogeneidad de la población. Debido a
que la respuesta a la dosis dentro y fuera de Seascale no fue significativamente
diferente (índice de relación por 100 mSv = 2.0, 95% IC: 1.0-3.1, p = 0.05 y 1.5,
95% IC: 0.7-2.3, p = 0.26 respectivamente; p de la interacción = 0.45), no
pudimos excluir la posibilidad de un efecto de la IPP fuera de Seascale. Concluimos
afirmando que, si bien una importante cantidad de casos de leucemia y linfoma no
Hodgkin entre los niños de los trabajadores de la industria nuclear son
probablemente debidos a la heterogeneidad de sus habitantes, algunos pueden
deberse a la IPP.11
Los niños de los trabajadores de la industria nuclear tuvieron 50% más de riesgo de
presentar tumores sólidos que los otros niños nacidos en Cumbria (índice de
relación = 1.5, 95% IC: 0.9-2.4, p = 0.09), lo que no fue estadísticamente
significativo y fue explicado parcialmente por las diferentes pautas de migración
entre los trabajadores de la industria nuclear y otros padres de
Cumbria.12 El riesgo de presentar estadios avanzados en la
presentación de los tumores sólidos (todos los tumores excepto los de médula ósea
y cerebro, enfermedad de Hodgkin y tumores específicos de sexo) fue mayor entre
los niños cuyos padres eran recién llegados al área, y entre los trabajadores de la
industria nuclear se incluían mayor cantidad de recién llegados que entre otros
padres de Cumbria. Entre los niños de los trabajadores de la industria nuclear, la
exposición ocupacional de los padres a la radiación externa antes de la concepción
no fue factor de riesgo en la presentación de dichos tumores.
No se observó aumento significativo en el riesgo de neoplasias para ninguno de los
grupos de diagnósticos preespecificados, entre los niños cuyos padres fueron
evaluados para la presencia de plutonio o de productos de fisión antes de la
concepción (4 880 y 2 165 niños, respectivamente). Los niños cuyos padres fueron
analizados para la exposición al uranio natural no tuvieron incremento del riesgo de
tumores sólidos, aunque presentaron aumento del riesgo para leucemia y linfoma
no Hodgkin, aun luego del ajuste en la IPP externa (índice de relación ajustada =
2.9, 95% IC: 0.6-9.8, p = 0.15, basado en 3 casos entre 667 niños); estos
hallazgos pueden ser debidos al efecto de confusión estadística de la exposición a la
radiación externa y al uranio interno, o al azar, más que a un efecto real.
Discusión
Heterogeneidad de la población
Confirmamos los resultados de Kinlen7 –en el sentido de que la
heterogeneidad de la población incrementa el riesgo de leucemia y linfoma no
Hodgkin en la infancia– pero en una población diferente. Nuestro estudio estimó
que el aumento del riesgo sería mucho mayor que el que se había pensado
previamente, posiblemente debido a que consideramos que la exposición a la
mezcla de habitantes cercana al momento del nacimiento sería un momento más
crítico que en etapas posteriores de la vida, y posiblemente debido a que tenemos
estimaciones precisas de las poblaciones nacidas en pequeñas áreas.
Recientemente se relacionaron los altos índices de leucemia infantil alrededor de la
planta reprocesadora nuclear de La Hague, en el norte de Francia, con la
heterogeneidad de los habitantes.18 Al igual que en nuestro estudio,
el riesgo fue mayor para los niños más pequeños. De la misma manera que en
Sellafield, dicha instalación atrajo un flujo continuo de trabajadores de la industria
nuclear y de la construcción hacia una zona rural aislada durante un período de
varias décadas.19
Por el contrario, nuestro hallazgo de asociación entre la movilidad parental y el
riesgo de presentar tumores sólidos no fue confirmado en otras
poblaciones20 y puede haber constituido un hallazgo al azar o una
consecuencia de la confusión estadística con una exposición no determinada.
Irradiación preconcepcional paterna
Al igual que nosotros, otros investigadores tampoco encontraron asociación
alguna entre la IPP y el riesgo de tumores sólidos.5,21,22 Sin
embargo, el debate sobre una posible asociación entre la IPP y el riesgo de
leucemia y linfoma no Hodgkin continúa sin resolverse. Si bien utilizamos una
cohorte en lugar de un diseño para casos y controles, y estudiamos un área mayor
durante un período de tiempo más prolongado, nuestros hallazgos no fueron
diferentes de los de Gardner y col., ya que 10 de los 13 casos de leucemia y
linfoma no Hodgkin en niños de trabajadores de la industria nuclear en nuestro
estudio estaban también incluidos en el estudio de Gardner.5
Cuando excluimos los casos de Gardner, la respuesta a la dosis permaneció elevada
en forma no significativa, basada en 3 casos.
Estudio del HSE
Nuestros hallazgos no fueron coincidentes con los del estudio de casos y
controles del HSE, que concluyó que la asociación estadística entre el riesgo de
leucemia y linfoma no Hodgkin y la IPP estuvo limitada a los niños nacidos en
Seascale, en donde la relación entre la dosis y la respuesta fue extremadamente
alta y muy significativa.8,9 Por el contrario, nuestro estudio de
cohorte de nacimiento, que investigó ampliamente los mismos casos, concluyó que
la relación entre la dosis y la respuesta fue mucho menor y no estuvo limitada a
Seascale.10 Por lo tanto llevamos a cabo una comparación detallada
del diseño, de los datos y de los análisis de los dos estudios.23 En la
interpretación, el HSE puso su mayor énfasis en el análisis de cuáles dosis de PPI
tratadas fueron categóricas (4 categorías). Por el contrario, nuestra interpretación
confió en el análisis de la dosis como variable continua, ya que los análisis
categóricos no tuvieron en cuenta la información detallada acerca de la distribución
conocida de la dosis dentro de las categorías.
La distribución de la descendencia a lo largo de los años, de acuerdo con categorías
de dosis y lugar de nacimiento (dentro o fuera de Seascale), fue muy diferente
entre el estudio del HSE y en los niños de los trabajadores de la industria nuclear
en nuestro estudio. El estudio del HSE se basó en una muestra de 179 controles,
mientras que el nuestro estuvo basado en los 9 859 nacimientos entre los
trabajadores de la industria nuclear. En particular, si bien ninguno de los ensayos
tuvo casos superiores a 200 mSv, el estudio de Cumbria tenía 512 controles (4%
personas/año) en esa gama de dosis, mientras que el del HSE no tenía ninguno.
Además, el estudio del HSE excluyó un caso con altas dosis nacido fuera de
Seascale en 1988. Estas diferencias produjeron que la relación entre dosis y
respuesta estimada fuera mayor dentro de Seascale y menor fuera del pueblo
(odds ratio por 100 mSv = 40.5, 95% IC: 6.3-263, p ≤ 0.001 y 0.6,
95% IC: 0.2-2.3, p = 0.44, dentro y fuera de Seascale, respectivamente, de
acuerdo con los análisis por categorías), que la estimada en el estudio de Cumbria
(índice de relación por 100 mSv = 2.0, 95% IC: 1.0-3.1, p = 0.05 y 1.5, 95% IC:
0.7-2.3, p = 0.26 dentro y fuera de Seascale, respectivamente, basados en dosis
continuas). En general, creemos que los resultados de nuestro estudio de cohorte
son más firmes que los del estudio de control de casos del HSE.
El séptimo informe COMARE
El United Kingdom government Committee on Medical Aspects of Radiation
in the Environment (COMARE) recientemente actualizó su revisión acerca de
los datos, tanto para los estudios en animales como en humanos, para la asociación
entre la IPP y el riesgo de neoplasias en los descendientes.24
Concluyó que los efectos carcinogenéticos de la IPP habían sido demostrados en
ratones hembra,25-28 aunque la variación sustancial entre las
fuentes y la magnitud del efecto no fue suficiente para tomar en cuenta las
asociaciones informadas en el grupo de trabajo de Sellafield.
Incluyó también tres estudios epidemiológicos importantes que fueron publicados
poco antes de que fuera completado nuestro ensayo. El Record Linkage Study
fue un estudio de casos y controles en Inglaterra, Escocia y Gales que
identificó los padres de niños que habían presentado neoplasias, con niños
controles compatibilizados.22 Se emplearon técnicas de codificación
para determinar cuáles de esos padres eran incluidos en el Registro Nacional de
Trabajadores de la Industria Nuclear, y el estudio consideró ampliamente los
mismos casos que los nuestros. Coincidentemente con nuestros hallazgos, se
informó riesgo aumentado de leucemia y linfoma no Hodgkin entre los niños de los
trabajadores de la industria nuclear. Sin embargo, cuando se excluyeron los casos
de Gardner, no se encontró asociación con la IPP. En el Nuclear Industry
Families Study se identificaron por medio de un cuestionario postal los niños
de 36 050 hombres y mujeres empleados en la industria nuclear en el Reino Unido
entre 1993 y 1996.21 Este ensayo incluyó casos de neoplasias
identificadas durante la última parte de nuestro estudio, pero no los primeros casos
que tendieron a tener dosis mayores de IPP. En general, encontraron asociación
significativa entre IPP y riesgo de leucemia y linfoma no Hodgkin que desapareció
cuando se excluyeron los casos nacidos en Cumbria. El Three Site Study
fue un estudio de casos y controles de 233 casos de neoplasias infantiles en
tres instalaciones del Department of Energy de los
EE.UU.29 Para su análisis en relación con la IPP, los casos se
compararon con niños controles cuyos padres habían trabajado en una de las
instalaciones antes de que el niño fuera concebido. El riesgo relativo para leucemia
en relación con la IPP fue mayor a 1 solamente entre los niños cuyos padres
trabajaron en un lugar (Hanford) y dicha estimación tuvo un gran intervalo de
confianza (riesgo relativo por 100 mSv = 1.93, 95% IC: < 0.01-29). Sin embargo,
en general los casos y los controles tuvieron una dosis promedio de 1 mSv, mucho
menor que la dosis promedio de 58 mSv en los estudios de
Sellafield.30 En el Reino Unido se encontró sólo asociación entre la
IPP y el riesgo de leucemia entre los descendientes, en aquellos análisis que
incluyeron los trabajadores de Sellafield, posiblemente debido a que otros
trabajadores ocupacionalmente expuestos tuvieron muchas menores exposiciones
que los de Sellafield. El COMARE concluyó que la explicación para el grupo de
Seascale continúa siendo incierta, y que podría estar relacionada con factores del
estilo de vida tales como la heterogeneidad de sus habitantes.
Los trabajadores de Sellafield recibieron alta exposición a la radiación en
comparación con otros de la industria nuclear. Además, las dosis recibidas por los
empleados de Sellafield, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, fueron
considerablemente mayores que las dosis de radiación a las que actualmente están
expuestos los empleados. El poder de un estudio para detectar un efecto depende
del número de individuos y de la distribución de la exposición entre ellos; estudios
importantes y con personas más expuestas probablemente detectarán algún efecto,
si es que éste existe. Debido a la falta de estudios en grupos de trabajadores de la
industria nuclear con exposiciones colectivas similares a las de Sellafield, podría ser
imposible efectuar una evaluación informativa independiente de la relación entre la
IPP y el riesgo de leucemia infantil.
Actualizaciones
Niños sobrevivientes a la bomba atómica
Los únicos otros estudios sobre los efectos hereditarios de la exposición a la
radiación en humanos en escala similar a la de nuestros ensayos son los de los
niños de sobrevivientes de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Un
estudio reciente evaluó la mortalidad en los niños nacidos entre 1 mes y 38 años
luego de los bombardeos, que tenían 1 o ambos padres en Hiroshima o Nagasaki en
el momento de dicho bombardeo y el nacimiento de los niños.31 Ese
ensayo encontró que el índice de muertes por neoplasias, tanto antes como
después de los 20 años de edad, no fue mayor entre los niños de los padres
expuestos (ya fuera el padre o la madre) que entre los otros individuos, y que la
mortalidad no aumentó con el incremento de la dosis. De todas maneras, los
autores concluyen señalando que un aumento de la mortalidad por neoplasias entre
los niños de padres expuestos no puede excluirse en el momento actual.
Mientras que esos niños tenían exposiciones más altas que los niños de los
trabajadores de la industria nuclear de Sellafield en términos de dosis colectiva, el
número de descendientes que informaron tener IPP mayores de 10 mSv fue menor.
Por varias razones, la comparación directa de los estudios de estas cohortes es
dificultosa. El estudio japonés tuvo en cuenta la mortalidad por neoplasias,
mientras que los nuestros consideraron la incidencia de dichas neoplasias. La dosis
de radiación preconcepcional estimada para los empleados de Sellafield se
determinó prospectivamente empleando dosímetros utilizados por los trabajadores
y cambiados aproximadamente una vez por mes, mientras que las dosis estimadas
para los sobrevivientes de la bomba atómica fueron calculadas retrospectivamente
a partir de los informes acerca de la posición del sobreviviente en el momento del
bombardeo. Las dosis en los empleados de Sellafield se acumularon continuamente
a lo largo de varios años, mientras que las dosis en los sobrevivientes del
bombardeo atómico se asume que fueron recibidas dentro de los primeros 100
segundos, y que por lo tanto pueden haber tenido efectos diferentes. Los
empleados de Sellafield estaban todos en edad reproductiva cuando fueron
irradiados, mientras que algunos de los sobrevivientes de la bomba atómica eran
prepúberes en 1945. Por estas razones, es difícil extraer cualquier conclusión
científica valedera a partir de los estudios de descendientes de sobrevivientes de los
bombardeos atómicos.
Mecanismos genéticos
Existen cada vez más datos sobre un índice de mutación de células germinales
entre los padres expuestos directamente a la radiación ionizante y a una cantidad
de mutágenos químicos. La radiación puede también tener efecto directo sobre la
estabilidad del genoma, que es transmitido a través de las células germinales de los
padres irradiados hacia sus descendientes, los que presentan elevados índices de
mutación.32,33
Conclusiones
La evidencia proveniente de muchas poblaciones diferentes confirma una
asociación importante entre la exposición a la heterogeneidad de la población y el
incremento del riesgo de leucemia y linfoma no Hodgkin infantil, especialmente
entre los niños pequeños. El grupo de niños con leucemias y linfomas no Hodgkin
de Seascale se cree que probablemente es debido a esa heterogeneidad desus
habitantes, aunque la irradiación preconcepcional paterna puede también jugar
algún papel. Si bien los niños de los trabajadores de la industria nuclear en
Sellafield tenían aumento del riesgo de presentación de tumores sólidos, en
comparación con los otros niños nacidos en Cumbria, la mayor parte de ese exceso
pudo explicarse por la movilidad parental.
Los autores no manifiestan conflictos.
BIBLIOGRAFÍA
-
Cutler J. Windscale, the nuclear laundry. Yorkshire Television. 1983.
-
Black D. Report of the Independent Advisory Group. Investigation of the
possible increased incidence of cancer in West Cumbria. London: HMSO, 1984.
-
Committee on Medical Aspects of Radiation in the Environment (COMARE).
Fourth report. The incidence of cancer and leukaemia in young people in the vicinity
of the Sellafield site, West Cumbria: further studies and an update of the situation
since the publication of the Black Advisory group in 1984. Department of Health,
London, 1996.
-
Draper GJ, Stiller CA, Cartwright RA, et al. Cancer in Cumbria and in the
vicinity of the Sellafield nuclear installation, 1963–1990. BMJ 1993;306:89-94.
-
Gardner MJ, Snee MP, Hall AJ, et al. Results of case-control study of leukaemia
and lymphoma among young people near Sellafield nuclear plant in West Cumbria.
BMJ 1990;300:423-434.
-
Kinlen LJ. Can paternal preconceptional radiation account for the increase of
leukaemia and non-Hodgkin’s lymphoma in Seascale? BMJ 1993;306:1718-1721.
-
Kinlen LJ. Infection, childhood leukaemia and the Seascale cluster. Radiological
Protection Bulletin 2000;226:9-18.
-
HSE. Investigation of leukaemia and other cancers in the children of male
workers at Sellafield. Sudbury, UK: HSE Books, 1993.
-
HSE. Investigation of leukaemia and other cancers in the children of male
workers at Sellafield: Review of results published in October 1993. Sudbury, UK:
HSE Books, 1994.
-
Dickinson HO, Parker L. Leukaemias and non-Hodgkin’s lymphoma in children
of Sellafield male radiation workers. International Journal of Cancer 2002;99:437-
444.
-
Dickinson HO, Parker L. Leukaemias and non-Hodgkin’s lymphoma in children
of male Sellafield radiation workers (Letter). International Journal of Cancer
2002;101:100.
-
Dickinson HO, Parker L, Salotti J, et al. Paternal preconceptional irradiation,
population mixing and solid tumours in the children of radiation workers. Cancer
Causes and Control 2002;13:183-189.
-
Dickinson HO, Parker L, Binks K, et al. The sex ratio of Cumbrian children in
relation to paternal preconceptional radiation dose: a study in Cumbria, Northern
England. J Epidemiol Community Health 1996;50:645-652.
-
Parker L, Pearce MS, Dickinson HO, et al. Stillbirths among the offspring of
male radiation workers at the Sellafield nuclear reprocessing plant. Lancet,
1999;354:1407-1414.
-
Parker L, Craft AW, Pearce MS, et al. Stillbirths among offspring of male
radiation workers – Reply Lancet, 2000;355:493.
-
Pearce MS, Dickinson HO, Aitkin M, et al. Stillbirths among the offspring of
male radiation workers at the Sellafield nuclear reprocessing plant: detailed results
and statistical aspects. Journal of the Royal Statistical Society A 2002;165:523-548.
-
Dickinson HO, Parker L. Quantifying the effect of population mixing on
childhood leukaemia risk: the Seascale cluster. British Journal of Cancer
1999;81:141-151.
-
Boutou O, Guizard AV, Slama R, et al. Population mixing and leukaemia in
young people around the La Hague nuclear waste reprocessing plant. British Journal
of Cancer 2002;87:740-745.
-
Kinlen LJ, Dickson M, Stiller CA Childhood leukaemia and non-Hodgkin’s
lymphoma near large rural construction sites, with a comparison with Sellafield
nuclear site BMJ 1995;310:763-768.
-
Nyari TA, Dickinson HO, Hammal DM, Parker L. Childhood solid tumours in
relation to population mixing around the time of birth. British Journal of Cancer
2003;88:1370-1374.
-
Roman E, Doyle P, Maconochie N et al. Cancer in children of nuclear industry
employees: report on children aged under 25 years from nuclear industry family
study. BMJ 1999;318:1443-1450.
-
Draper GJ, Little MP, Sorahan T et al. Cancer in the offspring of radiation
workers: a record linkage study. BMJ 1997;315:1181-1188.
-
Dickinson HO, Hodgson JT, Parker L. Comparison of HSE and Cumbrian birth
cohort studies of risk of leukaemia/non-Hodgkin’s lymphoma in relation to paternal
preconceptional irradiation. Journal of Radiological Protection 2003;23:385-403.
-
Committee on Medical Aspects of Radiation in the Environment (COMARE).
Seventh report. Parents occupationally exposed to radiation prior to the conception
of their children: a review of the evidence concerning the incidence of cancer in
their children. National Radiological Protection Board, Didcot, 2002.
-
Cattenach BM, Papworth D, Patrick G et al. Investigation of lung tumour
induction in C3H/HeH mice, with and without tumour promotion with urethane,
following paternal X-irradiation. Mutation Research 1998;403:1-12.
-
Daher A, Varin M, Lamontagne Y et al. Effect of pre-conceptional external or
internal irradiation of N5 male mice and the risk of leukaemia in their offspring.
Carcinogenesis 1998;19:1553-1558.
-
Mohr U, Dasenbrock C, Tillman T, et al. Possible carcinogenic effects of X-rays
in a transgenerational study with CBA mice. Carcinogenesis 1999;20:325-332 .
-
Lord BI, Woolford LB, Wang L, et al. Tumour induction by methylnitroso-urea
following preconceptional paternal contamination with plutonium-239. Br J Cancer
1998;78:301-11.
-
Sever LE, Gilbert ES, Tucker K, et al. Epidemiological evaluation of childhood
leukaemia and paternal exposure to ionizing radiation. Final report dated 9 October
1997, Centers for Disease Control, Cooperative Agreement U50/CCU012545-01.
-
Parker L, Smith J, Dickinson H, et al. The creation of a database of children of
workers at a nuclear facility: an exercise in record linkage. Applied Occupational
and Environmental Hygiene 1997;12:40-45.
-
Izumi S, Suyama A, Koyama K. Radiation-related mortality among offspring of
atomic bomb survivors: a half century of follow-up International Journal of Cancer
2003;107:292-297.
-
Dubrova YE. Radiation-induced transgenerational instability. Oncogene
2003;22:7087-7093.
-
Morgan WF, Non-targeted and delayed effects of exposure to ionizing radiation:
II radiation-induced genomic instability and bystander effects in vivo, clastogenic
factors and transgenerational effects. Radiation Research 2003;159:581-596.
|