Sociedad Iberoamericana
de Información Científica |
Volumen 6, Número 4, 2003 |
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TRATAMIENTO
ANTIBIOTICO RECOMENDADO EN LOS CASOS DE ANTRAX
Romainville, Francia
En el ántrax inhalatorio la
muerte se produce cuando se alcanza un nivel umbral de toxinas, aun
cuando se elimine la bacteria del torrente circulatorio, por lo cual
es esencial indicar un tratamiento antibiótico temprano.
Clinical
Microbiology and Infection 8(8):467-478, 2002
Autor:
Bryskier A
Institución/es participante/s en la investigación:
Aventis Pharma SA, Infectious Disease Group,
Romainville, Francia
Título
original:
[Bacillus anthracis and Antibacterial
Agents]
Título en castellano:
Bacillus anthracis y Agentes Antibacterianos
Introducción
Bacillus anthracis, el agente etiológico del ántrax, es un
bacilo grampositivo formador de esporas, señala el autor. El hombre
puede contraer la enfermedad por exposición al microorganismo a
través de animales infectados o de tejidos de estos animales, o por
exposición directa a la bacteria. En los últimos 25 años se han
producido sólo unos pocos brotes. En los Estados Unidos, la
bacteria sigue siendo endémica en el suelo de Texas, Oklahoma y el
Mississippi inferior. Antes de los acontecimientos del 11 de
septiembre de 2001, el último caso humano registrado en los Estados
Unidos fue el de un hombre que en agosto de ese año se expuso a B.
anthracis durante un brote epizoótico.
Existen al menos tres formas clínicas de ántrax: cutánea,
gastrointestinal y pulmonar diseminada (vía inhalatoria).
No existen informes de transmisión directa entre personas.
La mayoría de los casos que tienen lugar en los países
industrializados se asocian con exposición a productos animales,
especialmente pelo de cabra importado de Turquía, Sudán y Pakistán.
Actividad antibacteriana de los antibióticos
En los distintos estudios llevados a cabo para investigar la
sensibilidad in vitro de B. anthracis a los distintos
agentes antibacterianos se han utilizado diferentes metodologías
para determinar la concentración inhibitoria mínima (CIM). Se
demostró que, en el caso de los b-lactámicos,
el porcentaje de esporas en el inóculo no influye sobre la CIM de
la benzilpenicilina, la amoxicilina y la combinación amoxicilina-clavulanato. Sin embargo, los antibióticos disponibles
frente a B. anthracis no son activos contra las esporas. En
un estudio realizado en Japón se evaluó la sensibilidad de B.
anthracis KC-1 a distintos antibacterianos.
Se demostró que esta cepa es sensible a bencilpenicilina y
ampicilina o amoxicilina. El cefaclor y el cefadroxilo tienen gran
actividad in vitro contra esta cepa, al igual que el flomoxef, una cefamicina sustituida. Entre los
carbapenémicos, el
panipenem parece ser altamente efectivo, así como el imipenem.
Los aminoglucósidos y la vancomicina tienen baja actividad, pero
la teicoplanina parece tener buena actividad in vitro, con
una CIM de 0.20 mg/l. Entre los macrólidos, la claritromicina tiene
la mayor actividad. Las fluoroquinolonas son muy activas, aunque la
actividad es algo menor para lomefloxacina, fleroxacina, enoxacina y
norfloxacina. En otros estudios, señala el autor, se han evaluado
aislamientos recogidos de fuentes diversas. En un estudio que incluyó
22 aislamientos de ántrax cutáneo se halló alta sensibilidad a
penicilina G, ampicilina, ofloxacina y ciprofloxacina. En un segundo
estudio sobre 70 aislamientos se õ7É3 èdemostró
buena actividad de la bencilpenicilina y de la amoxicilina, pero 2
cepas fueron muy resistentes a penicilina G, tetraciclina y
ciprofloxacina. En enero de 2002 se creó un grupo de trabajo del National
Committee for Clinical Laboratory Standards para armonizar las
CIM para B. anthracis y proponer el método más preciso de
determinación de la actividad antibiótica in vitro contra
esa bacteria. Cuando se compararon los métodos de microdilución en
caldo (referencia) con el de las tiras E, se demostró que las CIM
obtenidas con este último método eran hasta 8 veces menores que
las obtenidas con los métodos de referencia.
Es posible generar in vitro cepas de B. anthracis
resistentes a los agentes antibacterianos actuales. En el caso de la
rifampicina se detectó aparición espontánea de mutantes
resistentes con una frecuencia de 10-8; la CIM de estas
cepas variaba entre 16 y 512 mg/L. El subcultivo repetido de la cepa
Sterne incrementó la CIM de la ofloxacina de 0.20 mg/L a 0.80 mg/L
en el pasaje decimotercero. No obstante, de acuerdo con los puntos
de corte vigentes, la bacteria sigue siendo sensible a la ofloxacina. La cepa Sterne fue utilizada para investigar la selección
de mutantes resistentes al cabo de 21 subcultivos secuenciales en
concentraciones subinhibitorias de doxiciclina, ciprofloxacina,
trovafloxacina y gatifloxacina. El número de pasajes necesarios
para generar mutantes resistentes varió entre 9 (trovafloxacina) y
10 (ciprofloxacina y gatifloxacina). Hasta la fecha, se desconoce el
mecanismo de resistencia de B.
anthracis a las fluoroquinolonas. Las cepas salvajes producen
con frecuencia una cefalosporinasa constitutiva. Existen escasos
informes sobre resistencia de B. anthracis a la penicilina G.
Algunos antibióticos son naturalmente inactivos contra esta
bacteria, incluyendo sulfametoxazol, trimetoprim, cefuroxima,
cefotaxima, ceftriaxona, ceftazidima y aztreonam. La sensibilidad a
la penicilina G ha sido utilizada como herramienta diagnóstica para
diferenciar B. anthracis de B. cereus. En un estudio
sobre 44 aislamientos obtenidos en Sudáfrica, la sensiblidad a la
penicilina G, a la novobiocina y al cefamadol fue 84.1%, 86.4% y
68.18%, respectivamente.
Los efectos protectores de la ciprofloxacina, la pefloxacina y la
lomefloxacina fueron investigados, comenta el autor, en la infección
animal con esporas de B. anthracis de 3 cepas vacunales. La
protección varió entre el 50% y el 80% para 10 dosis letales 50
(DL50), entre el 40% y el 70% para 100 DL50, y entre el 40% y el 70%
para 1000 DL50. Se halló una alta eficacia terapéutica de la
minociclina, independientemente de la dosis y de la cepa utilizada.
En otro experimento se desafió a cobayos durante 7 minutos con
aerosoles de esporas de las cepas Ames y Vollum (10000 a 1 millón
de esporas por animal). Luego de la exposición los animales fueron
tratados con ciprofloxacina o doxiciclina por vía subcutánea
durante 21 días. Ambos antibióticos protegieron a los animales de
la infección con ambas cepas siempre que la administración de los
fármacos fuera continuada. Racionalidad del tratamiento antibiótico prolongado
Luego de la inhalación, las esporas se depositan en los espacios
alveolares y son fagocitadas por los macrófagos
locales. Muchas de ellas son capaces de sobrevivir en los fagocitos,
aun cuando muchas son lisadas. Las esporas sobrevivientes son
transportadas por el sistema linfático hacia los ganglios
mediastínicos,
donde puede producirse germinación hasta 60 días después. En una
epidemia de ántrax inhalatorio ocurrida en Rusia la presentación
clínica de la enfermedad se produjo entre los días 2 y 43 luego de
la exposición a las esporas.
Limitaciones de la terapia antibiótica
Una vez que se produce la germinación, la enfermedad se desarrolla
rápidamente. Los organismos replicantes liberan toxinas que
producen hemorragia, edema y necrosis. En los modelos
experimentales, una vez que la toxina ha alcanzado una concentración
crítica sobreviene la muerte, aun cuando se logre la esterilización
de la sangre mediante la terapia antibiótica.
No se ha detectado respuesta inmune específica en los animales
tratados con antibióticos durante la infección por B. anthracis. Los estudios experimentales demostraron que el
tratamiento con penicilina G por 5 a 10 días iniciado un día después
de la exposición a aerosoles es protector mientras dure la terapia;
sin embargo, los animales mueren cuando se interrumpe el
tratamiento. Sólo fue posible lograr la protección a largo plazo
cuando se combinó la terapia antibiótica con la inmunización
posexposición, recalca el autor. En los animales que sobrevivieron
no se detectó respuesta inmune específica y no hubo protección
frente a una nueva exposición a B. anthracis. Esto sugiere
que aunque los pacientes tratados sobreviven a la infección el
riesgo de recurrencias se mantiene por al menos 60 días, dada la
posibilidad de germinación tardía de las esporas.
La vacunación posexposición podría acortar la duración de la
terapia antibiótica a 30 o 45 días.
Tratamiento antibiótico del ántrax
Se ha demostrado que en el ántrax cutáneo se produce negativización
del contenido de las vesículas 5 horas después de administrar 2
millones de unidades de bencilpenicilina. El tratamiento estándar
es aplicar esta dosis cada 6 horas por vía intravenosa hasta que
desaparece el edema, momento en el cual se pasa a penicilina por vía
oral. La duración del tratamiento es de al menos 7 a 10 días. Los
antibióticos alternativos son la doxiciclina, el cloranfenicol, los
macrólidos y las fluoroquinolonas. El tratamiento no detiene la
progresión de las lesiones a la etapa de escaras, pero reduce las
manifestaciones sistémicas y el edema local.
En el ántrax inhalatorio, los macrófagos alveolares son el
sitio primario de germinación de B. anthracis. Dado el curso
rápido de esta forma clínica, es esencial el tratamiento antibiótico
precoz. En los estudios en monos infectados con cepas sensibles de B.
anthracis se demostró la eficacia de la doxiciclina oral.
Sin embargo, se han publicado informes acerca de la modificación
intencional de una cepa del bacilo para conferirle resistencia a la
tetraciclina y a la bencilpenicilina. Aunque la ciprofloxacina es la
única fluoroquinolona autorizada por la FDA para la profilaxis
luego de la exposición al ántrax, apunta el experto ,
los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC) de los
Estados Unidos recomiendan la vacunación y el uso de
fluoroquinolonas orales tales como ciprofloxacina (500 mg, 2 veces
al día), levofloxacina (500 mg 4 veces al día) u ofloxacina (400
mg, 2 veces al día).
Conclusión
Aunque B. anthracis parece ser muy sensible a las
penicilinas, es importante destacar que los antibióticos b-lactámicos
no se concentran en los fagocitos, lo cual sí ocurre en el caso de
las fluoroquinolonas, los macrólidos, los ketólidos y las ciclinas.
Es preciso tener en cuenta la tolerancia al tratamiento
prolongado para aseguar la adherencia al tratamiento. En el brote
reciente en los Estados Unidos, el 19% de los pacientes que
recibieron tratamiento preventivo sufrieron efectos adversos y cerca
del 5% interrumpieron la terapia. Los antibióticos reducen
significativamente la carga bacteriana. Sin embargo, en el caso del
ántrax inhalatorio, el principal factor sigue siendo la intoxicación,
frente a la cual los antibacterianos son ineficaces
.
Autoevaluación de Lectura
¿Qué antibióticos son
recomendados para la profilaxis luego de la exposición al ántrax?
A. Cefuroxima.
B.Ceftazidima.
C.Aztreonam.
D.Fluoroquinolonas
Respuesta
Correcta
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FUNCION PULMONAR EN ADULTOS CON
BRONQUIECTASIAS Y COLONIZACION BRONQUIAL
Tenerife,
España
La colonización de
las bronquiectasias con Pseudomonas aeruginosa se
asocia con peor función pulmonar y calidad de vida, en
comparación con la ausencia de colonización o con la
colonización por otros gérmenes.
Medicina
Clínica (Barcelona) 118(4):130-134, 2002
Autores:
Hernández C, Abreu J, Jiménez A y colaboradores
Institución/es participante/s en la investigación:
Sección de Neumonología, Unidad de
Investigación, Hospital Universitario de Canarias, La
Laguna, Tenerife, España
Título
original:
[Función Pulmonar y Calidad de Vida
en Relación con la Colonización Bronquial en Adultos con
Bronquiectasias No Debidas a Fibrosis Quística]
Título en castellano:
Función Pulmonar y Calidad de Vida en Relación con
la Colonización Bronquial en Adultos con Bronquiectasias No
Debidas a Fibrosis Quística
Introducción
Los pacientes con bronquiectasias no debidas a fibrosis quística
habitualmente tienen buen pronóstico. Se estima que en
estos enfermos la pérdida de la función pulmonar por año
es similar a la considerada normal en adultos sanos. Sin
embargo, casi la mitad de los pacientes con bronquiectasias
puede tener importante alteración de la calidad de vida
dada la dificultad para realizar las tareas cotidianas. Un
porcentaje considerable puede, incluso, requerir un cambio
de ocupación.
La colonización de las bronquiectasias por Pseudomonas
aeruginosa se ha asociado con alteraciones estructurales
y funcionales importantes; la influencia de la colonización
por otros gérmenes no ha sido investigada en detalle.
Wilson y colaboradores observaron que los pacientes con
bronquiectasias colonizadas por P. aeruginosa u otros
microorganismos tenían peor calidad de vida que los
enfermos sin colonización bacteriana.
El objetivo de este estudio es determinar la existencia
de diferencias en la función pulmonar y la calidad de vida
en pacientes con bronquiectasias colonizadas por P.
aeruginosa, otros gérmenes o sin colonización (grupos
1, 2 y 3, respectivamente).
Pacientes y métodos
El estudio, de casos y controles y prospectivo, abarcó a
pacientes asistidos en la institución entre enero de 1999 y
diciembre de 2000. Fueron incluidos todos los pacientes con
bronquiectasias según la tomografía axial computada, en
ausencia de fibrosis quística. Los enfermos tuvieron, al
menos dos pruebas del sudor negativas y en todos los casos
se descartó la existencia de una de las 7 mutaciones más
frecuentes en fibrosis quística. Al inicio se realizó
estudio funcional respiratorio y determinación de gases en
sangre. Se tuvo en cuenta el número de exacerbaciones
agudas en el año previo.
Se tomaron muestras de esputo al inicio y 6 semanas después.
Las muestras fueron adecuadas cuando tuvieron menos de 10 células
epiteliales y más de 25 leucocitos por campo. Los cultivos
se realizaron en agar sangre, agar chocolate y agar
McConckey. Se consideró que los pacientes estaban
colonizados cuando el cultivo de esputo se asoció con el
crecimiento de 105 o más unidades formadoras de
colonias.
Los participantes completaron el Cuestionario
Respiratorio St.
George, específico para pacientes con enfermedades
respiratorias, el cual consta de 50 secciones agrupadas en
tres escalas: de síntomas, actividad e impacto. La primera
permite conocer la frecuencia e intensidad de las
manifestaciones, la segunda determinar la limitación en la
actividad atribuible a la disnea y la última establece el
impacto psicológico y social de la enfermedad.
Resultados
Se incluyeron 70 pacientes, el 35% de sexo masculino, con
una edad promedio de 56 años. Las bronquiectasias fueron
atribuibles a tuberculosis pasada, posneumonía, síndrome
de Kartagener e hipogammaglobulinemia, entre las causas más
frecuentes. En el 65% de los pacientes no hubo criterios de
colonización; el 20% estaba colonizado con P. aeruginosa
(en doce fue el único germen, mientras que en dos se asoció
con otro microorganismo, S.
pneumoniae o S. aureus). El 14% tuvo
colonización por otro germen: H. influenzae, S.
aureus, S. pneumoniae y S. marcescens
entre los más frecuentes.
La edad promedio de los enfermos no difirió entre los 3
grupos.
Los pacientes del grupo 1 tuvieron valores menores de
flujo espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1)
y de presión arterial de oxígeno (pO2) respecto
de los sujetos del grupo 3.
Los enfermos del grupo 2 también presentaron peor
funcionalidad respiratoria en comparación con los del grupo
3, aunque no llegaron al deterioro de los pacientes del
grupo 1. No hubo diferencias entre los grupos en relación
con la presión arterial de CO2 o con el número
de reagudizaciones.
Los enfermos colonizados por P. aeruginosa (grupo
1) tuvieron mayor alteración de la calidad de vida en todas
las escalas en comparación con los pacientes del grupo 3.
Los individuos del grupo 2 también presentaron peor calidad
en comparación con los sujetos no colonizados. La
diferencia fue significativa en la subescala de impacto y en
la escala total. En la subescala de síntomas la diferencia
estuvo en el límite de la significación estadística.
Discusión
Los resultados del estudio demuestran que la función
pulmonar (FEV1 y capacidad pulmonar total) está
más comprometida en pacientes sin fibrosis quística pero
con bronquiectasias colonizadas por P. aeruginosa, en
comparación con los enfermos sin colonización bronquial.
En cambio, las diferencias entre los individuos colonizados
por otros gérmenes y aquellos sin colonización no fueron
significativas.
En su conjunto los pacientes colonizados por P.
aeruginosa presentaron los peores valores de
funcionalidad respiratoria y de calidad de vida respecto de
los pacientes no colonizados. Los enfermos con colonización
bacteriana por otros gérmenes tuvieron peores valores en
las escalas de calidad de vida en relación con el grupo con
bronquiectasias sin colonización, concluyen los expertos.
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Autoevaluación
de Lectura
¿En
qué grupo de pacientes con bronquiectasias pero
sin fibrosis quística fue mayor el deterioro de
la funcionalidad respiratoria? |
A. Sujetos colonizados
por Pseudomonas aeruginosa.
B. Pacientes con colonización por S. aureus.
C. Enfermos con colonización por S. pneumoniae.
D. En todos los casos por igual.
Respuesta
Correcta
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SENSIBILIDAD
ANTIBIOTICA NATURAL DE CIERTAS ESPECIES DE ENTEROBACTER
Bonn, Alemania
En el presente
estudio se presenta una base de datos que comprende la sensibilidad
natural de especies de Enterobacter recientemente establecidas.
Clinical
Microbiology and Infectious Diseases
8:564-578,
2002
Autor:
Stock I y Wiedemann B
Institución/es participante/s en la investigación:
Universität Bonn, Institut für Medizinische
Mikrobiologie und Immunologie, Pharmazeutische Mikrobiologie, Bonn,
Alemania
Título
original:
[Natural Antibiotic Susceptibility of Enterobacter
amnigenus, Enterobacter cancerogenus, Enterobacter gergoviae and
Enterobacter sakazakii strains]
Título en castellano:
Sensibilidad Antibiótica Natural de Cepas de Enterobacter
amnigenus, Enterobacter cancerogenus, Enterobacter gergoviae y Enterobacter
sakazakii
Introducción
Las especies de Enterobacter producen con frecuencia
infecciones intrahospitalarias. E. sakazakii es un importante
agente causal de sepsis neonatal y meningitis, con tasas de
mortalidad que varían entre el 40% y el 80%. E. amnigenus
también produce sepsis y otras infecciones en el ser humano. Por
otra parte, las cepas de E. cancerogenus son responsables de
infecciones urinarias y en heridas, sepsis y osteomielitis. Por último,
E. gergoviae se encuentra asociado con el desarrollo de
sepsis e infecciones urinarias. Aunque existe cierta información
acerca de los patrones de sensibilidad antimicrobiana de las
especies de Enterobacter recientemente establecidas, son
escasas las cantidades de cepas y antibióticos evaluados. Asimismo,
la información sobre sensibilidad y resistencia natural es
excepcional. En la presente experiencia, los autores investigaron y
compararon la sensibilidad antibiótica natural de cepas de E.
amnigenus, E. cancerogenus, E. gergoviae y E. sakazakii
mediante el estudio de aislamientos clínicos provenientes de
distinas fuentes y áreas.
Métodos
Las 107 cepas evaluadas provinieron de aislamientos clínicos y de
muestras ambientales. Para el control de las pruebas de sensibilidad
se utilizaron cepas de E. amnigenus ATCC 33072T, E.
cancerogenus ATCC 33241T, E. gergoviae ATCC
33028T, E. sakazakii ATCC 29544T y Escherichia
coli ATCC 25922.
La identificación de las cepas fue confirmada mediante un
sistema específico para enterobacterias. La sensibilidad antibiótica
fue probada mediante un procedimiento de microdilución en medio de
cultivo oxoide. Además, 7 cepas de cada especie también fueron
analizadas en el medio de Mueller-Hinton. Los valores de concentración
inhibitoria mínima (CIM) se determinaron luego de la inoculación
de 100 gl de suspensión bacteriana en
las placas portadoras de antibiótico con posterior incubación por
22 horas.
La graficación de la CIM de un antibiótico para una especie
frente a la cantidad de cepas detectada con la CIM respectiva
generalmente produce una distribución bimodal. Un pico con CIM
relativamente bajas representa la población natural mientras que el
pico con CIM mayores representa las cepas con resistencia adquirida
(secundaria). El análisis de la distribución de la CIM de todas
las cepas de una especie para cada antibiótico permitió la
determinación de los umbrales biológicos, que limitan la población
natural a valores de CIM elevados. De acuerdo con la respuesta
bacteriana, la población natural fue clasificada naturalmente
sensible, con sensibilidad intermedia o resistente.
Resultados
El análisis reveló diferencias discretas entre las especies
respecto de la sensibilidad natural frente a los agentes
antimicrobianos. Todas las especies exhibieron sensibilidad natural
o intermedia frente a tetraciclinas, aminoglucósidos,
acilureidopenicilinas, ticarcilina, ampilina-sulbactam, diversas
cefalosporinas, carbapenémicos, aztreonam, quinolonas, antifolatos,
cloranfenicol y nitrofurantoína. Por otra parte, los autores
comprobaron resistencia natural frente a benzilpenicilina, oxacilina,
macrólidos -con excepción de azitromicina-, lincosamidas,
estreptograminas, glucopéptidos, rifampicina y ácido fusídico.
Por otra parte, E. gergoviae fue la especie más sensible
a la azitromicina, mientras que E. cancerogenus resultó ser
la más sensible a la fosfomicina. En total, 22 de las 26 cepas del
último presentaron sensibilidad intermedia o resistencia uniforme a
la amoxicilina, amoxicilina/clavulanato, cefaclor, cefazolina,
loracarbef y cefoxitina. El resto de las enterobacterias exhibieron
sensibilidad natural o intermedia frente a todos los betalactámicos,
con excepción de benzilpenicilina, oxacilina y cefoxitina. El 64%
de las cepas pertenecientes a la población natural de E.
gergoviae presentaron sensibilidad intermedia o resistencia a la
cefoxitina. E. amnigenus mostró patrones de sensibilidad
similares a los de E. cancerogenus frente a ciertas
cefalosporinas y fue menos sensible que E. gergoviae y E.
sakazakii a loracarbef, cefotiam, cefixima, cefpodoxima,
cefdinir y ceftibuteno. Para la mayoría de los antibióticos, las
sensibilidades no variaron con los medios de cultivo empleados.
Por último, los valores de CIM para todos los antimicrobianos
fueron reproducibles en las cepas de control utilizadas.
Conclusión
En la bibliografía, la información sobre sensibilidad
antimicrobiana de especies de Enterobacter recientemente
establecidas está restringida a una escasa cantidad de cepas y
antibióticos. La presente experiencia se llevó a cabo para
establecer una base de datos de la sensibilidad natural de estas
"nuevas" especies. Los autores consideran que los
presentes hallazgos pueden ser de utilidad para la validación de
los resultados de las pruebas de sensibilidad antibiótica, además
de ofrecer mayor información sobre los mecanismos de resistencia
natural.
|
Autoevaluación de
Lectura
|
¿Frente a qué agente
presenta resistencia natural Enterobacter amnigenus?
A. Benzilpenicilina.
B. Cloranfenicol.
C. Ticarcilina.
Respuesta Correcta
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