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Informes SIIC |
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ESTUDIAN LA UTILIDAD DE LA RESONANCIA MAGNETICA EN LA EVALUACION DE LA PARALISIS NO TRAUMATICA DEL NERVIO PERONEAL
Investigación en 11 pacientes Paldal-gu, Corea del Sur: En los pacientes con parálisis no traumática del nervio peroneal, las imágenes por resonancia magnética permiten identificar el factor causal y presentan un buen grado de correlación con los resultados de los estudios electrofisiológicos en términos de la localización del nivel de la afectación. Fuente científica: |
Los quistes ganglionares representan la causa más común de parálisis no traumática del nervio peroneal.
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EL USO DE ESTATINAS NO AFECTA LA EVOLUCION DE LOS PACIENTES INTERNADOS POR NEUMONIA
Estudio en 3415 participantes Edmonton, Canadá: En los pacientes internados por neumonía adquirida fuera del ámbito hospitalario, el uso de estatinas no reduce el riesgo de mortalidad ni de requerir admisión en una unidad de cuidados intensivos. Fuente científica: |
En los pacientes con neumonía adquirida fuera del ámbito hospitalario (NAFAH), el uso de estatinas no reduce el riesgo de mortalidad ni la necesidad de internación en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Previamente, se ha sostenido que el empleo de estatinas durante el momento de adquisición de infecciones graves como neumonía se asociaba con una menor probabilidad de fallecer por sepsis o de requerir la internación en UCI. Por su parte, también se ha asociado el uso de dichos agentes con un efecto protector contra el cáncer, las fracturas por osteoporosis y la demencia. Sin embargo, en ningún ensayo clínico realizado sobre estatinas se ha demostrado la aparición de estos beneficios, por lo cual su observación en otro tipo de estudios podría explicarse por el efecto de sesgos o covariantes. Al respecto, los autores del presente artículo sostienen que el uso de estatinas podría ser propio de pacientes sanos o de aquellos que intentan estarlo, concepto que se denomina “usuario sano”. Por eso, los beneficios del empleo de estatinas con relación al menor riesgo de sepsis en los pacientes con NAFAH podrían estar asociados con el efecto del usuario sano, y no con acciones propias de los mencionados agentes. Con el objeto de determinar si el uso de estatinas efectivamente reducía el riesgo de mortalidad o de internación en UCI en pacientes con NAFAH, se llevó a cabo la presente investigación. Los pacientes incluidos en el presente trabajo formaban parte de un estudio realizado entre los años 2000 y 2002 acerca de un abordaje clínico en adultos internados por NAFAH en 6 hospitales de Canadá. Dicho análisis comprendió la recolección de ciertos datos clínicos y de laboratorio, así como información sobre el estado funcional, las inmunizaciones previas y los fármacos empleados en el hospital. Se consideraron como agentes empleados aquellos consumidos durante por lo menos 1 semana antes de la internación y durante ésta última. Un total de 3 415 pacientes (mediana de edad de 75 años) fueron internados por NAFAH, de los cuales el 10% empleaban estatinas y el 62% fueron considerados como de alto riesgo según el índice de gravedad de neumonía. Se observó que los pacientes que empleaban estatinas eran de mayor edad que los restantes y mostraban una probabilidad superior de presentar aterosclerosis, aunque, al mismo tiempo, mostraron una mayor tendencia a residir en sus propios hogares, presentar movilidad independiente, haber abandonado el hábito tabáquico y tener las inmunizaciones al día. Un total de 334 pacientes (10%) fallecieron, mientras que 351 fueron internados en UCI. El análisis univariado demostró que los pacientes que usaban estatinas presentaban un menor riesgo de fallecer o de ser internados en UCI con respecto a aquellos que no consumían dichos agentes (odds ratio de 0.75 y 0.84, respectivamente). Sin embargo, la inclusión de covariantes en el análisis demostró que el uso de estatinas no presentaba un efecto estadísticamente significativo en dichas evoluciones, tanto cuando éstas fueron consideradas por separado como cuando se evaluaron en forma conjunta. Por su parte, el modelo de análisis multivariado sí demostró el efecto significativo de la edad avanzada y la presencia de enfermedad cardíaca. Los resultados del presente trabajo demuestran que entre los pacientes hospitalizados por NAFAH, aquellos que usan estatinas no presentan una mejor evolución que los que no consumen dichos agentes. Al respecto, el efecto del “usuario sano” atribuido a los pacientes consumidores de estatinas podría haber actuado como una covariante en las observaciones previas que señalaban beneficios en los casos de sepsis.
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LA PARTICIPACION EN PROGRAMAS DE AUTOCUIDADO REDUCE LA ANSIEDAD EN PACIENTES CON OSTEOARTRITIS
Estudio en 812 participantes Londres, Reino Unido: En los pacientes de 50 años o más con osteoartritis de cadera o rodillas, la participación en un programa de autocuidado de la enfermedad disminuye los niveles de ansiedad y mejora su capacidad de manejar los síntomas de la enfermedad, aunque no modifica el grado de dolor asociado, el funcionamiento físico y la utilización de los servicios de atención primaria. Fuente científica: |
El programa evaluado en el presente trabajo acerca del autocuidado en pacientes con osteoartritis se asoció con una reducción en la ansiedad de éstos y con una mejoría en su capacidad de manejar los síntomas. Sin embargo, dicho programa no produjo efectos significativos sobre el nivel de dolor, el funcionamiento físico o el contacto de los pacientes con los servicios de atención primaria. En el Reino Unido, país de los autores del presente trabajo, actualmente el gobierno promueve la creación de programas en los centros de atención primaria, dirigidos al autocuidado de los pacientes con una variedad de enfermedades crónicas. Al respecto, los autores sostienen que en los pacientes con osteoartritis, la participación en un programa de automanejo de dicha enfermedad podría asociarse con una mayor efectividad clínica que la observada con la provisión aislada de folletos informativos. Con el objeto de evaluar dicha hipótesis, llevaron a cabo esta investigación. El estudio incluyó 812 pacientes >50 años, con osteoartritis en cadera, rodillas o ambas localizaciones y con dolor o discapacidad funcional. En forma aleatoria, los pacientes fueron divididos en 2 grupos. El primero de éstos fue asignado a participar en 6 sesiones de un programa de automanejo de la artritis y a recibir un folleto informativo sobre la enfermedad, mientras que el segundo grupo sólo recibiría este último. El mencionado programa se basó en un modelo desarrollado en EE.UU. sobre la teoría cognitiva. Los resultados de ambas intervenciones fueron evaluados a través de cuestionarios, los cuales fueron completados por los participantes en el momento de su inclusión en el estudio y después de 4 y 12 meses. La principal evolución por estudiar fue la calidad de vida, la cual fue medida a través del cuestionario SF-36. La edad promedio de los pacientes fue de 68 años, y el 66% de éstos era de sexo femenino. Las respuestas del cuestionario sobre calidad de vida demostraron una tendencia a la mejoría de los aspectos relacionados con la salud mental en el grupo que participó en el programa de autocuidado. A su vez, el dolor, la rigidez y el funcionamiento físico, elementos componentes del índice de osteoartritis empleado, no demostraron significativas diferencias entre los distintos momentos de evaluación, aunque el grupo que participó en el programa mostró una tendencia favorable en dichos aspectos. Por su parte, los resultados del cuestionario referido a la presencia y grado de ansiedad y depresión demostraron que los puntajes de la primera variable se redujeron significativamente a los 12 meses en el grupo que participó en el programa. Los puntajes referidos a la depresión también se redujeron a los 4 meses, aunque dicha reducción no se observó 8 meses después. Por último, en ninguno de los 2 grupos analizados se constataron diferencias en la frecuencia de consultas a los médicos generalistas entre el inicio del estudio y la finalización de éste. Los resultados del presente trabajo demuestran que en los pacientes con osteoartritis, la participación en un programa de automanejo de su enfermedad reduce los niveles de ansiedad y mejora la capacidad de manejar los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, esta intervención no modifica el grado de dolor percibido, el funcionamiento físico ni la frecuencia de consultas a los profesionales de atención primaria. Al respecto, los autores sostienen que aún no se conoce con claridad la mejor manera de proveer esta intervención y que los indicios disponibles hasta el momento no parecen justificar la implementación de una política de reclutamiento activo de pacientes a partir de los servicios de atención primaria.
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DESCRIBEN LOS CUIDADOS DE LOS PACIENTES DIABETICOS SOMETIDOS A UNA INTERVENCION QUIRURGICA
Se debe evitar los incrementos y las reducciones en los niveles de glucemia Columbia, EE.UU.: Los pacientes con diabetes que van a ser sometidos a una cirugía deben ser evaluados cuidadosamente en forma previa al procedimiento con el objeto de identificar y manejar las complicaciones de la primera entidad. El manejo durante la intervención depende si ésta incluye la administración de anestesia general, ya que mientras que en las cirugías menores la insulina puede ser administrada en forma subcutánea, en las mayores el control de la glucemia requiere de la infusión continua de dicha hormona. Fuente científica: |
En los pacientes con diabetes que van a ser sometidos a un procedimiento quirúrgico, el manejo de la primera entidad depende de varios factores, como el tiempo transcurrido desde el diagnóstico y el tipo de cirugía por realizar. Tanto la hipoglucemia como la hiperglucemia pueden ser nocivas y deben ser evitadas. Cuando los pacientes diabéticos son sometidos a una cirugía se interrumpe su patrón de alimentación, por lo cual deben realizarse ajustes en el plan terapéutico para evitar el incremento de morbilidad en esta población. La hiperglucemia en pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos se asocia con la aparición de efectos adversos, como la duración más prolongada de la estadía hospitalaria y una mayor prevalencia de infección de la herida. Por su parte, la presencia de neuropatía autonómica cardíaca, respiratoria y gastrointestinal pueden producir inestabilidad hemodinámica, movilidad intestinal anormal y niveles erráticos de glucemia. El estrés de la cirugía y la anestesia aumentan la secreción de epinefrina y cortisol, las cuales antagonizan la acción de la insulina. De esta manera, la falta de consideración terapéutica del incremento en la demanda de insulina en esta situación puede determinar la aparición de hiperglucemia y cetoacidosis. En forma previa al procedimiento, los pacientes diabéticos deben ser cuidadosamente evaluados con el objeto de identificar o estabilizar las complicaciones. Con relación al control glucémico, el uso de agentes orales debe ser interrumpido 24 horas antes de la intervención, mientras que en el caso de los pacientes tratados con insulina, los controles de glucemia deben realizarse antes de las comidas, 2 horas después de éstas y antes de acostarse en las noches durante varias semanas previas a la cirugía. Esto último tiene por objeto mejorar el control de la glucemia y evitar sus excesos o reducciones. El tratamiento más apropiado para ser instaurado antes de la intervención es la administración de una combinación de insulina de acción prolongada y otra de acción corta para ser administrada en bolo. No existe un consenso general con relación a los niveles de glucemia esperados durante el período perioperatorio, aunque sí se han establecido algunas recomendaciones por parte de diferentes organizaciones. Al respecto, los especialistas de American Academy of Endocrinology establecen como umbral de glucosa para los pacientes internados en unidades de cuidados intensivos, un nivel de 110 mg/dl, mientras que en aquellos internados en unidades intermedias, los niveles de glucemia preprandiales y posprandiales deberían ser <110 y 180 mg/dl, respectivamente. En las cirugías menores (sin anestesia general), los pacientes tratados con agentes orales reciben un bolo de insulina en forma subcutánea si los niveles de glucemia son mayores de 120 mg/dl, al tiempo que se mantiene un goteo de solución de dextrosa al 5% a 100 ml/hora. Las medicaciones son retomadas una vez que se reestablece la alimentación del paciente. Por su parte, aquellos tratados con insulina deben aplicarse de la mitad a dos tercios de su dosis habitual la mañana previa a la cirugía. Como en el caso anterior, la glucemia es medida cada 2 ó 3 horas durante el procedimiento, con el mismo manejo. A su vez, en las cirugías mayores (con anestesia general) la hiperglucemia es mejor manejada a través de una infusión continua de insulina, la cual debe iniciarse de 2 a 3 horas antes de la intervención. Los pacientes diabéticos hospitalizados para ser intervenidos quirúrgicamente deben ser manejados a través de un equipo multidisciplinario de profesionales. De esta manera, el objetivo será mejorar la implementación del tratamiento y alcanzar los estándares establecidos en el cuidado de esta población en dichas situaciones.
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DESCRIBEN LOS AGENTES EMPLEADOS PARA MANEJO DE LA EMESIS POR QUIMIOTERAPIA
El control de estos síntomas es necesario para evitar complicaciones y mejorar la adhesión al tratamiento Letterkenny, Irlanda: En los pacientes sometidos a quimioterapia, las náuseas y vómitos afectan significativamente su calidad de vida y pueden producir deshidratación o trastornos electrolíticos. Entre los agentes empleados para evitar su aparición se incluyen los antagonistas de los receptores serotoninérgicos o dopaminérgicos, los corticosteroides y las benzodiazepinas. Fuente científica: | |
El conocimiento acerca de los complejos procesos que determinan la aparición de náuseas y vómitos asociada a la quimioterapia ha determinado el descubrimiento de nuevos y efectivos tratamientos contra estos síntomas.
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DESCRIBEN LOS ASPECTOS BIOLOGICOS Y CLINICOS DE LOS SINDROMES TALASEMICOS
Análisis de los genotipos y fenotipos de la enfermedad Herlev, Dinamarca: Los síndromes talasémicos comprenden un conjunto de enfermedades en los cuales se produce la abolición o reducción de la síntesis de diferentes cadenas de globina presentes en la hemoglobina. El genotipo heredado determina el tipo de cadena afectada y la gravedad de las manifestaciones clínicas asociadas. Fuente científica: | |
La talasemia representa una enfermedad endémica en la región del Mediterráneo, el Medio Oriente, India y el sudeste de Asia, y su frecuencia también es elevada en África Subsahariana. Los síndromes talasémicos son causados por la presencia de lesiones genéticas que eliminan o reducen la síntesis de las cadenas de globina en la hemoglobina (Hb) humana. De esta manera, se altera el equilibrio en la producción de cadenas a y no-a, las cuales, en condiciones normales, presentan idénticas tasas de síntesis. En las talasemias ß y dß se observa un exceso de cadenas a, mientras que en la talasemia a se constata un aumento de las cadenas ß (en el feto, se observa incremento de las cadenas ?).
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EVALUAN LA EFICACIA DE LA CITOLOGIA TIROIDEA EN EL ESTUDIO ETIOLOGICO DE LESIONES
Investigación de los métodos citológicos convencional y de capa fina Roma, Italia: En la evaluación de lesiones tiroideas, la obtención de muestras por aspiración con aguja fina se asocia con elevadas tasas de sensibilidad, especificidad y precisión diagnóstica. A su vez, la implementación del método de citología de capa fina se asocia con una reducción de los casos de diagnóstico inadecuado o indeterminado con respecto a lo observado con la técnica convencional. Fuente científica: | |
En el estudio de las lesiones tiroideas, la citología de capa fina (CCF) resulta eficaz como método de procesamiento de la biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF), con reducción de la frecuencia de diagnósticos inadecuados o indeterminados.
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Trabajos Distinguidos, Serie Clínica Médica, integra el Programa SIIC de Educación Médica Continuada |
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