INFORMAN
RESULTADOS A LARGO PLAZO DEL TRATAMIENTO CONSERVADOR PARA EL CANCER
DE MAMA
Estudio en 1 561
pacientes durante un período de seguimiento de 77 meses.
Tokio, Japón:
El índice de recurrencias
locales en pacientes con cáncer mamario en estadíos tempranos, que
recibieron tratamiento conservador por medio de radioterapia, fue
del 3.7%.
Fuente científica:
[Japanese
Journal of Clinical Oncology 33(2):
61-67 2003] –aSNC
Autores
Oshumi S, Sakamoto G,
Takashima S y colaboradores.
Muchos estudios prospectivos
controlados y aleatorizados, han demostrado que el tratamiento
conservador del cáncer de mama mediante la radioterapia, proveía
idéntica sobrevida que la mastectomía. Este tratamiento es
considerado en la actualidad una de las terapias primarias estándar
en pacientes con tumores que se encuentran en un estadío temprano.
Los resultados a largo plazo de dicha terapia se han informado en
numerosas instituciones, particularmente de los países
norteamericanos y europeos.
Por el contrario, los cirujanos japoneses han sido muy escépticos
acerca de los resultados de la terapia radiante conservadora en
comparación con la mastectomía, hasta que se difundieron los
resultados de los países occidentales y, por lo tanto, esa práctica
de terapia conservadora para el cáncer mamario no se llevó a cabo
en el Japón hasta los inicios de la década de 1980, estableciéndose
definitivamente a partir de 1989.
Los resultados de este estudio demostraron índices de seguimiento a
los 5 años de pacientes libres de enfermedad del 89.4%, de
sobrevida general del 95.9% y de recurrencias locales del 3.7%.
Los datos de las pacientes se recogieron mediante un cuestionario
enviado a los miembros del Grupo de Estudio del Tratamiento Mamario
Conservador por Radioterapia.
Los resultados se evaluaron estadísticamente mediante la utilización
de análisis univariados y multivariados El presente ensayo reveló
3 factores pronósticos para las recurrencias locales: el estado
histológico marginal al tumor, la edad de la operación y la
combinación del estado del receptor estrogénico y la terapia sistémica
postoperatoria de tipo química y/o endocrina.
Los 2 primeros elementos son factores pronósticos bien conocidos
para la aparición de recurrencias luego del tratamiento
conservador, pero es importante el reconocimiento de que los márgenes
histológicos tumorales positivos indiquen una alta posibilidad de
existencia de células malignas en la mama conservada.
Por otra parte, la razón de la mayor incidencia de recurrencias
locales en mujeres jóvenes no es todavía bien comprendida.
El estudio también evaluó el efecto del tamoxifeno sobre la mama
contralateral, y confirmó los resultados publicados en el sentido
de que la droga reduce la incidencia de cáncer contralateral.
Se examinaron los datos de sobrevida para identificar los factores
pronósticos, y los análisis multivariados revelaron que los
factores convencionales, tales como el tamaño del tumor, el estado
de los nódulos linfáticos y del receptor estrogénico, fueron
estadísticamente significativos, aunque esos factores no resultaron
necesariamente pronósticos de recurrencias locales.
Es conocido que la sobrevida de las pacientes que desarrollan
recurrencias locales es peor que la de aquellas sin recurrencias,
aunque todavía no está claro si dichas recurrencias son la causa
de las metástasis distantes, ya que algunos autores las consideran
como un marcador de riesgo para la aparición de metástasis, y no
como la causa.
En conclusión, señalan los autores, el índice de recurrencias
locales luego de 5 años en pacientes japonesas que fueron tratadas
con terapia conservadora utilizando radioterapia fue del 3.7%, y la
combinación del estado del receptor estrogénico con la terapia química
y/o endocrina y el estado histológico marginal al tumor, fueron
factores pronósticos independientes para la aparición de
recurrencias locales.
LA
CITOLOGIA PERITONEAL TENDRIA VALOR PRONOSTICO TRAS LA RESECCION POR
CANCER COLORRECTAL
Estudio
retrospectivo en pacientes que sufrieron resección curativa por cáncer
avanzado de colon y recto.
Tokio, Japón:
La citología peritoneal
convencional sería un nuevo marcador pronóstico en los pacientes
operados de carcinoma avanzado colorrectal, y parece ser un elemento
diagnóstico de utilidad para predecir recurrencias, especialmente
de localización peritoneal.
Fuente científica:
[Japanese
Journal of Clinical Oncology 33(1):
33-37 2003] –aSNC
Autores
Yamamoto S, Akasu T,
Fujita S y Moriya Y.
La remoción completa del tumor es el tratamiento primario más
efectivo para el carcinoma de colon y de recto. Sin embargo, las
recurrencias luego de la resección curativa de un tumor
aparentemente localizado son inevitables, y está ampliamente
aceptado que el hígado, los pulmones, la pelvis y el peritoneo, son
los lugares más comunes de aparición de metástasis.
A pesar de los avances recientes en el conocimiento de los datos clínicos,
biológicos y anatomopatológicos que correlacionan el pronóstico
del tumor, el grado de penetración cancerígena en la pared del
intestino y la diseminación hacia los nódulos linfáticos, han
sido evaluados como los mejores elementos pronósticos en este tipo
de pacientes, utilizándose como base para la clasificación en
estadíos TNM.
Se ha informado que la citología peritoneal podría ser de utilidad
en la predicción del pronóstico de malignidades gástricas, pancreáticas
y ginecológicas.
Recientemente, varios estudios analizaron, en pacientes con
carcinoma colorrectal, la incidencia de células malignas libres en
la cavidad peritoneal en el momento de la cirugía, y su significado
pronóstico por medio de la citología convencional y la
inmunocitología.
Los resultados de este estudio demostraron que la citología
convencional es de utilidad como un nuevo marcador pronóstico,
luego de resección curativa en pacientes con cáncer colorrectal de
grados T3 y T4.
Se incluyeron 189 individuos entre 1987 y 1991, en quienes se llevó
a cabo la citología por lavado peritoneal intraoperatorio.
Los parámetros clinicopatológicos se evaluaron estadísticamente
comparándolos mediante los test t de Student y el test exacto de
Fisher, mientras que las curvas se sobrevida y ausencia de
enfermedad se estimaron mediante la técnica de Kaplan-Meier. Para
identificar los factores pronósticos independientes de sobrevida,
se emplearon análisis de tipo univariado y multivariado, y un valor
de p<0.05 fue considerado como estadísticamente significativo.
Ensayos previos, mostraban una controversia sobre la presencia de células
malignas en la cavidad peritoneal y su significado pronóstico. En
el presente análisis, se utilizó solamente la citología
convencional para detectar las células cancerosas, debido a que es
un método universal y de poco costo, que puede ser empleado en
cualquier institución del mundo. Sin embargo, uno de los problemas
de la técnica es que la inflamación peritoneal puede enmascarar la
distinción entre las células malignas atípicas y las células
reactivas mesoteliales en los fluídos corporales.
Recientemente, varios estudios demostraron que la inmunocitología
presentaba mayor sensibilidad para la detección y mayor
especificidad concerniente al pronóstico en el cáncer colorrectal,
aunque dicho método no se utilizó durante el período de evaluación
de este análisis, incluyéndose las evidencias microscópicas
sospechosas de malignidad en el grupo con citología positiva, lo
que podría ser la causa del índice del 45.5% de falsos positivos
de recurrencias en el grupo con citología positiva.
Los avances técnicos más recientes, permiten la detección
molecular de las micrometástasis en los nódulos linfáticos y en
la médula ósea de los pacientes con este tipo de carcinoma
invasivo.
En conclusión, señalan los autores, este ensayo demuestra que la
citología peritoneal convencional es útil como un nuevo método
universal para establecer el pronóstico luego de la resección
curativa de los cánceres colorrectales de grado T3 y T4, durante un
período medio de seguimiento de los pacientes en el estudio de 103
meses, prediciendo además la aparición de recurrencias,
especialmente de tipo peritoneal; por otra parte, sería de utilidad
parta decidir la aplicación de quimioterapia adyuvante peritoneal
y/o sistémica.
Sin embargo, se impone la utilización de nuevos métodos
desarrollados, tales como la inmunocitología
y la tecnología molecular, en investigaciones adicionales.
LA
DEMORA EN INICIAR LA RADIOTERAPIA AFECTA EL CONTROL LOCAL EN TUMORES
DE RÁPIDO CRECIMIENTO
Fue
calculado mediante modelos teóricos
Edgbaston, Reino Unido:
La prolongación del intervalo
entre el diagnóstico del tumor y el comienzo del tratamiento
radiante preocupa a los oncólogos. La evaluación del efecto de
dicho fenómeno en distintos cánceres muestra que los pacientes más
afectados son los que padecen neoplasias de crecimiento veloz.
Fuente científica:
[Physics
in Medicine & Biology 48(2):139-155
Ene 2003] –aSNC
Autores
Wyatt RM, Beddoe AH y
Dale RG
Frecuentemente existe considerable
demora entre la identificación del cáncer y la implementación de
la radioterapia. En general las razones son las listas de espera o
los retrasos en la derivación. Científicos ingleses demostraron
que es importante minimizar los intervalos entre el diagnóstico y
el tratamiento, especialmente en los enfermos que sufren tumores de
rápida proliferación.
Los investigadores del Queen Elizabeth Hospital y el Charing Cross
Hospital utilizaron modelos estadísticos ampliamente probados y parámetros
clínicos para calcular el efecto de la tardanza en comenzar el
tratamiento radiante sobre el control tumoral local. Las neoplasias
analizadas fueron los carcinomas escamosos de cabeza y cuello y los
tumores de mama, cuello uterino y próstata. La técnica estadística
empleada fue el modelo de Poisson para la probabilidad de control
local del tumor (PCL). Dicha ecuación combina la función
exponencial de crecimiento tumoral y el modelo cuadrático lineal de
destrucción celular para calcular el cambio en la PCL que se
produce ante retrasos de hasta cien días desde el diagnóstico
hasta el inicio de la radioterapia. Para los tumores de mama, en los
que el tratamiento incluye la cirugía conservadora seguida de
radioterapia, el tiempo de espera fue considerado a partir de la
operación.
También fue tenido en cuenta que la duplicación tumoral luego de
la resección quirúrgica generalmente es más veloz debido a la
mayor oxigenación.
Los valores típicos de los parámetros clínicos fueron tomados de
la literatura.
Entre ellos encontramos el tamaño de la neoplasia en el momento de
la detección, el tiempo de duplicación celular antes y durante el
tratamiento y la aparición de la repoblación acelerada. Los
autores reconocen que los modelos teóricos padecen limitaciones en
la confiabilidad para predecir valores absolutos de control, pero
aseguran que son útiles para pronosticar cómo afectarán los
cambios en el tratamiento el desenlace de los enfermos.
Los resultados obtenidos muestran que demoras de uno o dos meses en
tumores de crecimiento rápido influyen en forma adversa sobre la
evolución de los pacientes. Las mujeres con cáncer de mama son las
que serían más afectadas por la espera. Mientras tanto, para
tumores de replicación lenta, como el cáncer de próstata, el
retraso de algunos meses no provoca reducciones en la PCL. El fenómeno
varía marcadamente en los pacientes individuales, dependiendo de
factores como el tamaño inicial del tumor, su radiosensibilidad y
la tasa de repoblación.
Estudios clínicos previos no lograron demostrar el efecto
desventajoso de retrasar el inicio de la radioterapia. Ello
probablemente pueda ser explicado porque los tiempos de demora no
fueron suficientemente largos y que el grupo de tumores evaluados no
fue el más adecuado. El trabajo británico descubrió que la
reducción de la PCL para los sujetos con neoplasias de cabeza y
cuello de rápida proliferación puede llegar al 13%. Otra publicación
reflejó la estimación teórica de que la PCL disminuye 10% por mes
en los carcinomas escamosos craneocervicales. Mientras tanto, en los
cánceres de mama operados la disminución de la PCL alcanza
porcentajes superiores al 50% con solo 50 días de demora.
La estimación de la reducción semanal promedio de la PCL mostró
que la variación es insignificante hasta las 20 semanas, ya que la
máxima diferencia relativa alcanzada fue 3%. Sin embargo, los
tumores mamarios tienen mayor disminución de la PCL y debe ser
calculada para períodos no superiores a diez semanas.
Los números finales indican que la reducción promedio esperable de
la PCL con los tiempos actuales de demora es de aproximadamente 9%.
Dicha tasa refleja un efecto perjudicial considerable y resalta la
importancia de minimizar los tiempos de espera para la radioterapia.
Con esa simple medida se lograrán mejores índices de curación,
especialmente en los tumores que han sido agredidos quirúrgicamente
y crecerán más rápidamente. Sin embargo, en los casos en que la
quimioterapia adyuvante es empleada se hace necesario aumentar el
intervalo entre la cirugía y el tratamiento radiante. En esa
situación los efectos adversos de la demora parecen disminuir.
Queda por determinar las consecuencias de retrasar la radioterapia
sobre la aparición de metástasis a distancia
LA
CANTIDAD DE REGIONES ORGANIZADORAS NUCLEOLARES REFLEJARIA EL GRADO
DE MALIGNIZACION CELULAR
Trabajo
realizado en tumores malignos de ovario y adenocarcinoma de
endometrio
Kiev, Ucrania:
En células malignas de tumores
ováricos y adenocarcinoma de endometrio puede detectarse una gran
variabilidad de la expresión de los genes que codifican ARN
ribosomal( ARNr). Asimismo la expresión de ARNr en adenocarcinoma
endometrial refleja el grado de diferenciación morfológica del
tumor.
Fuente científica:
[Experimental
Oncology 25(2):132-135
2003] –aSNC
Autores
Polishchuk LZ, Nesina
IP, Buchynska LG y colaboradores.
Es un hecho conocido que el curso clínico de un cáncer está
fuertemente vinculado con los patrones biológicos de un tumor y que
están determinados por la acumulación de modificaciones en la
función y estructura de los genes. Las numerosas alteraciones de la
estabilidad genómica, aparecen en las diversas etapas de la
malignización celular y progresión del crecimiento neoplásico. En
oncología clínica, los cambios citogenéticos supuestamente
reflejarían el grado de malignización.
Estos cambios citogenéticos están reflejados en la ploidía
celular, cambios cuantitativos y cualitativos de los cromosomas y número
de regiones organizadoras nucleolares (RON).
Los RON están localizados en la región de los brazos cortos de los
cromosomas acrocéntricos 13, 14, 15, 21 y 22. En años recientes,
los investigadores han prestado especial atención a las RONs, ya
que en dicha zona cromosómica pueden encontrarse racimos de genes
que codifican ARN ribosomal y su número determina la construcción
morfológica de los nucleolos.
En segundo lugar, la impregnación selectiva con nitrato de plata de
las zonas activas de las RONs, permite la detección de las
proteinas nucleolares, que están involucradas en la transcripción
de los genes ribosómicos y en el procesamiento del ARNr.
De acuerdo al Registro Nacional del Cáncer, la tasa de cáncer de
ovario y endometrio está en crecimiento en Ucrania. A pesar de
numerosas investigaciones dedicadas al estudio de tumores de estas
localizaciones, la información respecto a cambios cuantitativos y
estructurales de los cromosomas y de la actividad de los genes
vinculados a la transcripción de ARNr, en tumores malignos es
fragmentaria.
Sin embargo, la investigación de los cambios citogenéticos
mencionados resulta de gran importancia para la optimización del
diagnóstico morfológico y la detección temprana de los procesos
malignos de ovario y endometrio.
El trabajo de los autores tuvo como objetivo conocer los cambios
estructurales y cuantitativos de los cromosomas en la RON en células
pertenecientes a tumores no malignos y cánceres del ovario y
endometrio.
Estudiaron células obtenidas de líquido ascítico de 28 pacientes
con cáncer de ovario grados II y III y tumores obtenidos por
resección quirúrgica en 44 casos de cáncer endometrial grado I y
II y 7 pacientes con hiperplasia endometrial.
El examen de los cariotipos de las células tumorales ascíticas en
casos de cáncer de ovario, mostró heterogeneicidad en cuanto a la
cantidad de cromosomas (en las metafases encontraron de 32 a 200 y más)
Solo en 2 casos encontraron el número normal de cromosomas. La mono
o trisomía de cromosomas separados, incluyendo los cromosomas acrocéntricos,
fue repetidas veces observada. El 87.5 % de los casos presentaba una
cantidad de cromosomas diferente a 46.
Mediante el análisis de las aberraciones cromosómicas
estructurales, detectaron deleciones de cromátidas y cromosomas que
afectaban a cromosomas de todos los tipos de cariotipo. La
heterogeneicidad estructural de las aberraciones cromosómicas en células
de tumores ováricos, estaba dentro de lo esperado por los autores,
quienes demostraron correlación entre el nivel de aneuploidía,
localización de las aberraciones y actividad proliferativa celular,
estadío del procesos tumoral y curso de la enfermedad. La diploidía
celular fue más frecuente en adenocarcinomas altamente
diferenciados. La duración de la remisión estaría vinculada con
la ploidía celular: la diploidía incrementa la sobrevida a los 2 años
alcanzando 50 % mientras que en presencia de aneuploidía llega a 20
%. El número de RONs estaba fuertemente incrementado en células
vinculadas al cáncer de ovario.
En cuanto al cáncer de endometrio, la presencia de baja cantidad de
RONs estaría vinculado con adenocarcinomas bien diferenciados,
mientras que su incremento reflejaría un adenocarcinoma pobremente
diferenciado.
En conclusión, en las células malignas de tumores ováricos y
adenocarcinoma de endometrio puede detectarse una gran variabilidad
de la expresión de los genes que codifican ARN ribosomal. Asimismo
la expresión de ARNr en adenocarcinoma endometrial, reflejaría el
grado de diferenciación morfológica del tumor. En consecuencia, la
cantidad de RONs podría estar indicando el grado de malignización
celular.
FACTORES
DE CRECIMIENTO FIBROBLASTICO Y SU MECANISMO MOLECULAR EN LOS
CANCERES UROLOGICOS
Revisión
de la acción molecular de los factores de crecimiento de
fibroblastos y sus receptores en la patogénesis de los cencerrees
urinarios
Dusseldorf, Alemania:
Hay evidencia creciente que los
Factores de Crecimiento de Fibroblastos tienen un rol crucial en las
neoplasias de próstata, vejiga, riñón y testículo. En esta
revisión los autores efectúan una revisión de su acción
molecular.
Fuente científica:
[European
Urology 43(3):309-319 Mar
2003] –aSNC
Autores
Cronauer MV, Schulz
WA, Seifert HH y colaboradores.
Recientes hallazgos han destacado la
importancia de los factores de crecimiento de fibroblastos (FGFs) en
los cánceres urológicos. La expresión de los FGFs está
incrementada en una importante fracción de cánceres humanos de la
próstata, vejiga, riñón y testículo.
La alteración de la expresión de los FGFs puede tener una variedad
de efectos incluyendo la estimulación de la proliferación celular
o la inhibición de la muerte celular. Los FGFs representan una de
las familias más numerosas de polipéptidos que intervienen en el
crecimiento y diferenciación de células de origen mesodérmico y
neuroectodérmico. Una característica común de los miembros de
esta familia es que se unen a sustancias que los protegen de la
degradación.
A la fecha han podido identificarse 23 FGFs diferentes. Como lo
hacen otros polipéptidos, los FGFs utilizan como mediador de su
señal al receptor de la superficie celular tirosina kinasa. Si bien
pudieron identificarse más de 20 FGFs con diferentes efectos y
blancos, solo han podido aislarse hasta ahora 4 receptores para los
FGFs.
Los FGFs tienen influencia mitogénica sobre muchos tipos celulares
tanto de origen epitelial como mesenquimático. Esta propiedad
resulta esencial en el desarrollo embrionario. En el adulto, los
FGFs cumplen un papel en los procesos inflamatorios, cicatrización
de heridas, hematopoyesis y angiogénesis. Además de estimular la
angiogénesis, los FGFs aumentan la capacidad invasiva de ciertas
células tumorales de la próstata, vejiga, riñón, mama y
páncreas confiriéndole importancia en la progresión tumoral.
Los estudios que analizan los mecanismos de acción de los FGFs han
revelado una compleja madeja formada por FGFs, sus receptores
(FGFRs), proteínas unidas a FGF y glicosaminoglicanos que modulan
las señales delos FGFs. Hay evidencia creciente que los FGFs tienen
un rol crucial en las neoplasias de próstata, vejiga, riñón y
testículo.
Los FGFs utilizan mediadores que actúan como receptores ubicados en
la superficie de las células e inducen la formación de neovasos en
las etapas tempranas del desarrollo tumoral. Junto al factor de
crecimiento vascular endotelial los FGFs son los reguladores más
importantes de este proceso. Durante el desarrollo embrionario, los
FGFs tienen un destacado rol en la organogénesis, particularmente
del sistema nervioso y extremidades, pero también en el desarrollo
de la próstata. En el cáncer de próstata ha sido observado que
participan en la resistencia a los fármacos anticancerosos.
La unión del FGF con su receptor inicia una serie de actividades
como inducción de la mitogénesis e inducción de los
protooncogenes myc y fos. Estas señales intracelulares producen
varias respuestas biológicas, tales como crecimiento celular,
procesos de reparación y también tumorogénesis.
Los FGFs circulan unidos a proteínas. Esta unión FGF-proteína es
prácticamente no detectable en los tejidos adultos sanos, pero
está elevado en algunos tumores como el carcinoma renal.
Los FGFs pueden promover el crecimiento tumoral por diferentes
mecanismos: inducción de la angiogénesis, acción mitogénica
tumoral e inhibición de la apoptosis.
En el caso de la próstata, los investigadores plantearon la
hipótesis que los FGFs son elaborados como respuesta al estímulo
androgénico y actuarían como mediadores de dicha hormona. Tres
integrantes de la familia, el FGF-7, FGF-8 y FGF-2 han sido
inculpados de participar en el cáncer de próstata. Las pruebas
sobre el primero son débiles, pero el segundo y tercero han dado
evidencias de jugar un rol fundamental en dicho cáncer.
Los FGFs y sus receptores también participan en los tumores
malignos de la vejiga, de forma tal que el 41 % de los tumores de
este órgano muestran una mutación del gen que codifica el receptor
FGFR3.
En pacientes con carcinoma renal avanzado la elevación de FGF-2
estaba asociada con peor sobrevida y mayor frecuencia de metástasis
pulmonar.
El FGF-4 está sobreexpresado en tumores testiculares de células
germinales.
Tanto los FGFs, como sus receptores y proteínas a las que puede
unirse podrían representar potenciales marcadores tumorales y/o
blancos para el ataque antitumoral.
Existe una hipótesis que la acción antiangiogénica de los
metabolitos de la thalidomida son debidos a su interferencia con la
cascada de señales del sistema de las FGFs. Experimentos aún en
fase inicial, han demostrado efectos beneficiosos en casos de
cáncer de próstata metastásico no andrógeno dependiente.
También han observado algunos efectos positivos de la thalidomida
en algunos pacientes con carcinoma renal.
El suramin, que es un antagonista de los FGFs parecería haber
mostrado alguna eficacia en cáncer de próstata, riñón y vejiga.
El suramin ha incrementado dramáticamente la actividad antitumoral
de sustancias como la doxorrubicina en cáncer de próstata.
Cada vez son más las evidencias de la participación del sistema
FGF en los cánceres urológicos.
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