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Novedades distinguidas SIIC |
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Identifican las Areas Cerebrales Activadas Durante las Alucinaciones Auditivas
Fuente científica: [ British Journal of Psychiatry 185:516-517, Dic 2004] aSNC Autores Shergill S, Brammer M, Amaro E y colaboradores |
Las alucinaciones acusticoverbales son características principales de la
esquizofrenia. Su fisiopatología no es clara; un modelo propone que ocurren debido a que
el discurso interior generado por uno mismo se percibe, de forma errónea, como una voz
generada en el exterior, como resultado del fracaso en el reconocimiento de la naturaleza
interna del primero.
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Terapia con Olanzapina para la Agresividad y los Tics en Niños con el Síndrome de Tourette
Fuente científica: [ Journal of Child and Adolescent Psychopharmacology 14(2):255-266, 2004] aSNC Autores Stephens RJ, Bassel C y Sandor P |
El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neuropsiquiátrico hereditario crónico, que comienza en la infancia y está caracterizado por tics motores y vocales. La edad media de inicio es de 7.4 años, pero por definición debe presentarse antes de los 18 años. Con frecuencia tiene asociados trastornos de conducta, que incluyen crisis de agresividad y enojo que pueden interferir en la vida social, familiar y laboral del paciente. Los antipsicóticos atípicos se han vuelto muy populares para el tratamiento de la enfermedad debido a su baja propensión a causar síntomas extrapiramidales y disquinesias. La olanzapina es un antipsicótico atípico que podría ser efectivo en reducir la frecuencia de tics en niños y adolescentes con ST. El objetivo de esta investigación fue examinar los efectos de la olanzapina sobre la conducta agresiva y en la gravedad de los tics en niños con ST. Se evaluaron 10 pacientes (de 7 a 13 años), con diagnóstico primario de ST y una historia de conducta agresiva. Fueron tratados en un ensayo a ciego, durante 2 semanas con placebo y por 8 semanas con olanzapina. La dosis de inicio fue de 1.25-2.5 mg/día y fue titulada a intervalos bisemanales según tolerancia. La dosis media al final del estudio resultó de 14.5 mg por día. Todos los pacientes completaron el estudio. La olanzapina produjo reducciones clínicamente y estadísticamente significativas de la agresividad y la severidad de los tics desde el comienzo hasta el final del tratamiento, lo que fue evaluado mediante diferentes escalas. Se observó un aumento de peso de 2-20 libras a lo largo de toda la terapia, con un incremento medio de 12 ? 5.71 libras. Las diferencias en el peso desde el comienzo hasta completar el tratamiento fueron estadísticamente significativas, aunque las dos primeras semanas constituyeron el período de mayor aumento. Los análisis demostraron una elevación de la fosfatasa alcalina, pero los restantes valores de laboratorio resultaron normales. No se observaron efectos adversos en el electrocardiograma ni cardiológicos. Tampoco, presencia de síntomas extrapiramidales. Ningún niño mostró aumento de los síntomas obsesivos-compulsivos durante el estudio. Ni se halló un incremento de los síntomas depresivos en los pacientes durante el ensayo. Los resultados de este estudio confirman las observaciones clínicas de que la olanzapina puede ser efectiva para el tratamiento de la agresividad y los tics en niños con ST. La droga fue en general bien tolerada, aunque se observó aumento significativo de peso durante el tratamiento.
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Los Cannabinoides Endógenos no se Relacionan con la Sensibilización Conductual Inducida por Cocaína
Fuente científica: [ European Neuropsychopharmacology 15(1):31-37, Ene 2005] aSNC Autores Lesscher H, Hoogveld E, Burbach J y colaboradores |
El sistema endógeno cannabinoide está constituido por receptores de
cannabinoide tipo 1 (CB1), que están expresados en la periferia y en el sistema
nervioso central; receptores de cannabinoides tipo 2 (CB2), que se hallan
restringidos a la periferia; y cannabinoides endógenos anandamida y 2-araquidonil
glicerol. Los receptores CB1 han sido implicados no sólo en aspectos del sistema
de recompensa del derivado tetrahidrocannabinol del Cannabis sativa, sino
también en el de otros opioides como heroína y morfina.
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Identifican Predictores de la Respuesta a la Terapia del Primer Episodio de Esquizofrenia
Fuente científica: [ British Journal of Psychiatry 18518-24, Jul 2004] aSNC Autores Perkins DO, Lieberman JA, Gu H y colaboradores |
La esquizofrenia es un trastorno heterogéneo con evolución favorable en
algunos pacientes y deteriorante en otros. Un tratamiento antipsicótico temprano podría
incrementar la probabilidad de una buena respuesta. Los autores evaluaron cómo
contribuyen la duración de la psicosis sin tratamiento (DPST), la edad de comienzo de
la enfermedad y el funcionamiento premórbido para estimar los síntomas de remisión,
el cambio en la gravedad psicopatológica y el funcionamiento social y laboral.
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Describen la Fisiopatología de los Síntomas Físicos Dolorosos en la Depresión
Fuente científica: [ Journal of Clinical Psychiatry 63(5):382-383, May 2002] aSNC Autores Stalh S |
La sección Brainstorms de The Journal of Clinical Psychiatry
exploró la fisiopatología y el tratamiento de los síntomas físicos dolorosos, y de los de
tipo emocional y vegetativos de la depresión.
Los sistemas serotoninérgico y noradrenérgico tienen sus cuerpos celulares más
importantes en un área pequeña del tronco encefálico que sirve como centro de
comando de cada uno.
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Importancia Terapéutica de la Frecuencia Simultánea de Alteraciones de la Personalidad
Fuente científica: [ Directions in Psychiatry 24(1):21-29, 2004] aSNC Autores Brieger P |
Las interacciones entre la personalidad y los trastornos afectivos son complejas. La personalidad “patológica” puede representar un factor de predisposición para una alteración afectiva. Asimismo, los pacientes con trastorno de la personalidad (TP) que presentan un episodio de depresión mayor, tienden a tener un curso más desfavorable. Por su parte, la personalidad y los TP pueden ser epifenómenos o consecuencia de trastornos afectivos. Los cambios de la personalidad, en el curso de las enfermedades afectivas, ocurren con mayor frecuencia que lo que habitualmente se asume. La evolución longitudinal de los trastornos afectivos recurrentes es crónica y las manifestaciones subsindrómicas pueden observarse durante largos períodos de tiempo. El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Illness (DSM) establece criterios específicos para 10 TP que se agrupan en 3 categorías: A (excéntrica que incluye entre otras la personalidad paranoide y esquizoide); B (dramática que abarca la personalidad antisocial, histriónica, narcisista) y C (temerosa, dependiente y obsesiva-compulsiva). El diagnóstico de TP se establece cuando el patrón anormal es estable y de suficiente duración; su inicio debe referirse al menos a la adolescencia o a los primeros años de la edad adulta. Otro problema diagnóstico importante es la superposición habitual entre los trastornos afectivos y los TP. Sin embargo, en la identificación de TP, el DSM-IV requiere la presencia de síntomas en 2 o más de 4 áreas: cognitiva, afectiva, funcionamiento interpersonal y control de impulsos. Debido a que la mayoría de los síntomas de los trastornos afectivos también pertenecen a estas 4 áreas no sorprende que exista una considerable superposición entre ambas entidades. Un amplio estudio epidemiológico realizado en Noruega encontró una prevalencia de cualquier forma de TP del 13.4%. La categoría C fue más común que la B o la A. También se registraron diferencias regionales considerables. No existen dudas de que los pacientes con depresión presentan más frecuentemente TP que la población general. No obstante, la incidencia precisa no se conoce con exactitud. Algunos hallazgos merecen atención especial. En primer lugar se constató que en pacientes ambulatorios con depresión, la incidencia de TP es mayor que en aquellos internados. En segundo lugar, el TP parece asociarse más a menudo con trastorno distímico que con un episodio depresivo mayor. Los estudios al respecto sugieren un espectro que va desde la depresión leve, neurótica, no melancólica con mayor patología de la personalidad hasta otro polo, de depresión endógena, más grave, melancólica y con menos patología de la personalidad. Sin embargo, no existe una distinción clara entre ambos extremos y las dos formas de depresión se asocian frecuentemente con TP. Dos estudios revelaron que los TP ocurren menos comúnmente en pacientes con trastorno afectivo bipolar en comparación con enfermos con depresión unipolar. Esta diferencia se explica básicamente por el hecho de que los pacientes con depresión unipolar tienen más a menudo TP categoría C en comparación con los enfermos con trastorno afectivo bipolar. Desde el punto de vista práctico, señala el autor, es importante que el profesional tenga en cuenta la posibilidad de que un mismo paciente puede padecer múltiples TP, ya que este hecho tiene consecuencias pronósticas y terapéuticas importantes. Varios estudios sugieren que los TP ejercen una influencia negativa sobre la evolución de los trastornos afectivos. Tal vez, las consecuencias menos notorias se observen en pacientes con depresión. Sin embargo, parece muy simplista asumir que todos los TP tienen el mismo efecto sobre la evolución y pronóstico de los trastornos afectivos. Desde una perspectiva diagnóstica, cabría la distinción entre patologías de eje I y eje II. Empero, este hecho podría carecer de una base racional y originaría problemas teóricos. En este contexto, agrega el especialista, la idea de “temperamento” puede ser de ayuda. Un grupo postuló la existencia de 5 temperamentos que podrían interactuar con los trastornos afectivos: depresivo, hipertímico, ciclotímico, irritable y ansioso-fóbico; todos ellos disposiciones persistentes a lo largo de la vida. Algunos TP establecidos en el DSM- IV tienen relaciones más cercanas con los trastornos afectivos que otros. Por ejemplo, ciertos hallazgos que se agrupan en la categoría B –particularmente el rasgo histriónico y narcisista– se asocian más con los trastornos afectivos mientras que el TP C – dependiente– se encuentra más frecuentemente relacionado con la depresión unipolar. En comparación con la población general, los TP se observan más a menudo en pacientes con patologías afectivas. Las formas leves o crónicas de depresión se acompañan de mayores índices de TP en comparación con las formas graves de depresión unipolar o de trastorno afectivo bipolar. En conjunto, se estima que la mitad de los enfermos internados con depresión, las dos terceras partes de los pacientes ambulatorios con depresión y el 40% al 45% de los sujetos con trastornos afectivos bipolares reúnen criterios de TP. Los sujetos con depresión unipolar tienen por lo general TP tipo C, especialmente dependiente mientras que los enfermos con trastornos afectivos bipolares suelen presentar al mismo tiempo TP de categoría B, esencialmente subtipo histriónica o narcicista. Además, muchos o incluso la mayoría de los pacientes con trastornos afectivos y TP presentan criterios de más de un TP. En conjunto, la evidencia sugiere que los enfermos con trastornos afectivos y TP tienen una evolución más desfavorable respecto de los sujetos con alteración afectiva sin TP. Aun así, no todos los TP ejercerían el mismo efecto negativo. Por ejemplo, en pacientes con depresión, los TP categorías A y B tienen consecuencias más deletéreas que el TP tipo C. Más aun, la eficacia del tratamiento sería inferior en pacientes con trastorno afectivo y TP en comparación con enfermos sin TP. Debe reconocerse que la patología de la personalidad es muy prevalente en pacientes con alteración afectiva. Los TP deberían evaluarse con herramientas estandarizadas, por ejemplo el DSM-IV o los criterios del ICD-10. A su vez, la patología de la personalidad debe comprenderse en el contexto de un trastorno afectivo, por ejemplo integrada a la depresión o a patología bipolar. Así, el tratamiento eficaz del trastorno afectivo también se reflejaría en el TP. Cabe destacar, sin embargo, que el trastorno afectivo y el TP son más difíciles de tratar ya que la adhesión a la terapia suele ser menor, especialmente en individuos con TP categorías A y B. Hoy en día se acepta el papel de la psicoterapia tanto en depresión como en los trastornos afectivos pero el TP afecta el proceso terapéutico. Por ende, cuando se planea un programa de tratamiento, la patología de la personalidad debe ser valorada e integrada. Por su parte, la evidencia en relación con el pronóstico adverso inferido por los TP sobre los trastornos afectivos aún no es convincente. Por lo tanto, los TP no deben considerarse de antemano un impedimento para intentar alcanzar una buena respuesta al tratamiento, concluye el experto.
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Actividad de la Monoaminooxidasa Plaquetaria y Correlatos Psicométricos en Delincuentes Violentos de Sexo Masculino
Fuente científica: |
La baja actividad de la monoaminooxidasa plaquetaria (MAOP) ha sido
vinculada con rasgos de la personalidad como impulsividad, búsqueda de sensaciones,
evitación de la monotonía y mayor morbilidad psiquiátrica, que predispondrían a
conductas violentas y a mayor riesgo de actos antisociales y criminales.
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Evaluación de la Toxicidad de la Lamotrigina Informada a los Centros Toxicológicos
Fuente científica: [ Annals of Pharmacotherapy 38(11):1811-1815, Nov 2004] aSNC Autores Lofton AL y Klein-Schwartz W |
La lamotrigina es una droga antiepiléptica indicada para el tratamiento de
las convulsiones tónico-clónicas generalizadas secundarias y para las parciales en
los adultos. En los niños, es efectiva para el manejo de las convulsiones parciales,
las crisis de ausencia y el síndrome de Lennox-Gastaut. La dosis diaria habitual
para los adultos es de entre 100 y 500 mg, administrada en 1 o 2 tomas. Las
personas que reciben simultáneamente drogas que inducen el sistema enzimático
del citocromo CYP450 requieren dosis más elevadas.
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Comparación entre Pacientes con Trastorno Bipolar I Cicladores Rápidos y No Cicladores Rápidos en la Terapia con Olanzapina
Fuente científica: [ Journal of Clinical Psychiatry 65(10):1420-1428, Oct 2004] aSNC Autores Vieta E, Calabrese J, Hennen J y colaboradores |
El ciclado rápido en el trastorno bipolar (maníaco-depresivo), que comprende 4
episodios recurrentes como mínimo de enfermedad aguda en un año, fue definido por
primera vez en 1974. Recientemente se analizaron las características de los pacientes
cicladores rápidos (CR) y de sus respuestas al tratamiento. La prevalencia de ciclado
rápido en sujetos con trastorno bipolar varía entre el 12% y 24%, y el riesgo es mayor en
los individuos bipolares II, mujeres y jóvenes.
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Diferencias Cerebrales Estructurales Demostradas por Morfometría Basada en Vóxeles
Fuente científica: [ European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience 254(6):406-414, Dic 2004] aSNC Autores Kawasaki Y, Suzuki M, Nohara S y colaboradores |
La morfometría cerebral basada en la región volumétrica cuantitativa de interés
proporcionó pruebas importantes de que la esquizofrenia está asociada con anomalías de
la estructura cerebral y permitió profundizar en el conocimiento de la neurobiología de la
entidad.
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Comprueban la Eficacia de la Duloxetina en el Tratamiento del Trastorno Depresivo Mayor
Fuente científica: Journal of Clinical Psychiatry 64(10):1237-1244, Oct 2003] aSNC Autores Raskin J, Goldstein DJ, Mallinckrodt CH y Ferguson MB |
El trastorno depresivo mayor (TDM) es la tercera enfermedad en orden de costos e incapacidad, es un trastorno crónico recurrente y las guías internacionales recomiendan su tratamiento a largo plazo. Se ha propuesto que la acción terapéutica combinada de serotonina (5-HT) y noradrenalina (NA) induce un efecto clínico más enérgico en comparación con la acción sobre un solo sistema neuroquímico. La duloxetina es un inhibidor potente y relativamente equilibrado en la recaptación de 5- HT y NA. Con el objetivo de evualuar la eficacia y seguridad de la duloxetina en el tratamiento a largo plazo en pacientes con TDM se llevó a cabo un estudio abierto, de 52 semanas de duración, que incorporó pacientes de 18 años en adelante con diagnóstico de TDM según el DSM-IV. Se utilizó duloxetina en 2 dosis iguales de 40 a 60 mg por día. Sólo se excluyeron las medicaciones con acción primaria sobre el sistema nervioso central. Participaron 1 279 pacientes, alrededor de 42.2% de los cuales completaron el estudio de 52 semanas. Los eventos adversos que llevaron con más frecuencia a la suspensión del tratamiento fueron náuseas, somnolencia, vómitos, hipomanía, embarazo, mareos, insomnio e hipertensión. La mayoría de los cuales se presentaron en las primeras etapas del ensayo. La eficacia clínica del tratamiento fue medida con diferentes escalas y las medias de las puntuaciones obtenidas en dichas escalas sugieren que muchos individuos alcanzaron la resolución completa de los síntomas. Las medias de los cambios de todos los parámetros de eficacia fueron muy significativas (p < 0.001) en todos los períodos evaluados. Las probabilidades estimadas de respuesta (definida como mejoría del 50% en la puntuación total de la escala de Hamilton) en las semanas 6, 28 y 52 fueron del 62.9%, 84.3% y 89.1 %, respectivamente. Las correspondientes probabilidades de remisión (definida como una puntuación total de la escala de Hamilton de hasta 7 puntos) fueron del 50.8%, 75:6% y 81.8%, respectivamente. Las probabilidades estimadas de mejoría en la semana 1 fueron de 40.4% y 59.2%, según las escalas de Impresiones Clínicas Globales y la de Impresión Global del Pacientes, respectivamente. Las probabilidades correspondientes fueron de 70.0% y 78.3% en la semana 2 y de 88.0% y 86.9% en la semana 6. Los eventos adversos referidos por más del 10% de los pacientes fueron, náuseas, insomnio, cefalea, somnolencia, sequedad bucal, mareos, constipación, aumento de la sudoración, ansiedad, diarrea y cansancio, los cuales fueron de leves a moderados. Su incidencia fue más alta durante las primeras 8 semanas. Hubo baja incidencia de eventos adversos relacionados con la función sexual. Las medidas de los cambios de la presión arterial, el intervalo QT corregido y el peso corporal no fueron clínicamente significativas. Hubo baja incidencia de valores anormales de laboratorio determinados en orina y sangre durante todo el tratamiento. La incidencia de eventos adversos luego de la suspensión brusca del fármaco fue globalmente algo superior al 2%; mayormente mareos, ansiedad, náuseas, cefalea, insomnio e irritabilidad y cedieron en breve tiempo. Diferentes estudios han establecido la eficacia de la duloxetina para el tratamiento agudo del TDM. En cuatro de estos estudios se observó que en la primera semana se detectaron diferencias significativas respecto del placebo en los síntomas emocionales de la depresión, los síntomas físicos y el bienestar global. En este estudio, la duloxetina en dosis de 80 a 120 mg por día fue eficaz, segura y bien tolerada durante el tratamiento a largo plazo de la depresión mayor.
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Transmisión Familiar de los Síntomas en la Esquizofrenia Familiar y Esporádica
Fuente científica: [ Actas Españolas de Psiquiatría 32(6):353-357, Nov 2004] aSNC Autores Martín Reyes M, Mendoza Quiñónez R, Díaz de Villalvilla T y colaboradores |
Los resultados de estudios familiares, de adopción y de gemelos, han
demostrado un componente genético en la etiología de la esquizofrenia. A pesar de estas
evidencias, la identificación de las bases moleculares de esta enfermedad se ha
convertido en un problema de difícil resolución.
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Los Niveles de Grelina Circulante están Disminuidos en las Mujeres con Trastornos de Alimentación
Fuente científica: [ Psychoneuroendocrinology 30(3):243-250, Abr 2005] aSNC Autores Monteleone P, Fabrazzo M, Tortorella A y colaboradores |
La grelina es un péptido de 28 aminóacidos caracterizado
inicialmente como un ligando endógeno del receptor secretagogo de la
hormona de crecimiento (GH), que regula la secreción de ésta por la glándula
pituitaria. Aunque se la ha identificado en varios tejidos, es en el estómago y en
el duodeno en donde se encuentran las mayores concentraciones de grelina, la
cual se halla involucrada en la regulación de la ingesta y la homeostasis
energética.
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Trabajos Distinguidos, Serie Salud Mental , integra el Programa SIIC de Educación Médica Continuada |
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