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Novedades de la Especialidad |
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EVALUAN
EL IMPACTO DE MEDIDAS DE HIGIENE EN ALERGIA OCUPACIONAL Higiene y posibilidad de sensibilización frente a alergenos de animales de laboratorio. Estocolmo, Suecia. La alergia a ratones se describió en 1957 y posteriormente se identificó
alergia en personas que trabajaban con cobayos y ratas.
La prevalencia de alergia ocupacional a animales se estima en un 10%
a un 30%. Clínicamente suele manifestarse con conjuntivitis, rinitis,
urticaria y asma a través de la inhalación o del contacto con alergenos.
Los alergenos mayores de las ratas y ratones son proteínas producidas
en el hígado (lipocalinas) y eliminadas por la orina.
Su excreción está bajo control hormonal y se ha visto que el nivel del
antígeno de ratón mus m 1 es casi cuatro veces más alto en la orina
de animales machos.
La exposición ambiental varía según la complejidad y tecnología del
laboratorio y la utilización de buenos sistemas de ventilación se asoció
con una reducción significativa del nivel de exposición.
En un esfuerzo por reducir el impacto sanitario y personal de esta alergia,
los especialistas diseñaron un programa especial y evaluaron el impacto
de su aplicación sobre el nivel de exposición alergénica.
El programa incluyó la redistribución de los sectores con la finalidad
de reducir la diseminación de alergenos. Se mejoraron las medidas de higiene
de cada laboratorio y de las ropas utilizadas por el personal. Las áreas
se clasificaron en "sucias" y "limpias" de manera tal de delimitar las
tareas y se instalaron sistemas especiales de ventilación. Las habitaciones
se limpiaron con un sistema central de aspiración que libera aire en un
contenedor cerrado ya que los equipos portátiles de aspiración, sin sistemas
de filtración de aire de elevada eficiencia, pueden contribuir con la
contaminación del aire por el derramamiento de alergenos a través del
filtro.
Se analizó la concentración de antígeno en aire de sitios estratégicos:
jaulas, cabinas ventiladas, el espacio entre dos laboratorios y el lugar
de limpieza y vaciado de las jaulas mediante enzimoinmunoensayo.
Se tomaron muestras de sangre de 29 trabajadores en las cuales se evaluó
la presencia de anticuerpos específicos y los participantes completaron
un cuestionario que permitió conocer la incidencia de síntomas respiratorios.
La mayor concentración de alergeno en el aire se comprobó durante el
vaciado manual de las jaulas y durante el manipuleo de animales machos.
Las estrategias adoptadas se asociaron, en términos generales, con una
reducción de la concentración de alergenos en el aire de 77 a 17 ng/mm3.
Durante el período de estudio, sólo dos trabajadores desarrollaron IgE
específica en una concentración por encima de las 0.35 kU/l.
Los resultados demostraron categóricamente el beneficio de la adopción
de medidas especiales de higiene para reducir la prevalencia de alergia
ocupacional entre personas que trabajan con animales de laboratorio, concluyeron
los expertos de Suecia. |
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INFLUENCIA DE LOS HONGOS AMBIENTALES EN LA GRAVEDAD DEL ASMA Sensibilización a hongos y gravedad del asma. París, Francia. La gravedad de la enfermedad asmática varía ampliamente de un paciente
a otro. Los casos leves tienen función pulmonar normal y los enfermos
están asintomáticos la mayor parte del tiempo. En forma opuesta, los pacientes
con asma grave tienen reducción funcional respiratoria significativa en
forma permanente y exacerbaciones frecuentes. Aunque aún se conocen escasamente
los factores que pueden determinar la gravedad, su identificación es crucial
desde el punto de vista terapéutico y preventivo.
Los estudios epidemiológicos sugirieron la participación de los ácaros
del polvo doméstico, de epitelios de animales, cucaracha, pólenes y esporas
de hongos en el desarrollo de asma. Sin embargo, su papel en la gravedad
ha sido menos estudiado.
Existe cierta evidencia de que la sensibilización a hongos podría ser
un factor de riesgo de asma que compromete la vida. Con la finalidad de
confirmar esta suposición, los expertos franceses evaluaron, en más de
mil sujetos de la base de datos del Estudio de Salud Respiratoria de la
Comunidad Europea, la relación entre exposición a hongos y gravedad del
asma.
Los participantes tenían entre 20 y 44 años; completaron un cuestionario
específico y fueron sometidos a pruebas cutáneas y análisis de sangre.
En todos se efectuó espirometría y prueba de provocación inespecífica
con metacolina.
En las pruebas cutáneas se empleó un panel de aeroalergenos que incluyó,
entre otros, Cladosporium herbarum y Alternaria alternata
como así también ácaros, pólenes de árboles y gramíneas y epitelio de
gato.
El 50% de los pacientes tenía asma leve, el 29%, asma moderada y el
21% presentaba asma grave. La gravedad no estuvo relacionada con la edad,
sexo, tabaquismo activo o pasivo o antecedentes familiares de asma.
El porcentaje de asma leve varió considerablemente de una región geográfica
a otra, oscilando entre un 63% en el sur de Europa hasta un 42% en Australia
y Nueva Zelanda. Asimismo, la proporción de individuos con asma grave
fue del 15% en el sur de Europa, 17% en Europa central, 17% en el norte
de Europa, 21% en el Reino Unido y 28% en Australia y Nueva Zelanda.
Más del 73% de los enfermos estuvo sensibilizado a, por lo menos, un
alergeno. La sensibilización exclusiva a hongos fue extremadamente rara
(sólo nueve personas presentaron pruebas cutáneas positivas frente a Alternaria
y dos frente a Cladosporium). La sensibilización a hongos también
varió de una región a otra: fue inferior en el sur de Europa y más alta
en el Reino Unido e Irlanda.
El modelo de regresión logística permitió evaluar el impacto independiente
de la sensibilidad a hongos. De esta forma se comprobó su participación,
al igual que la de ácaros, en la gravedad de la enfermedad respiratoria.
En cambio, los pólenes y epitelio de gato no fueron determinantes de gravedad,
concluyeron los expertos de París.
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DETERMINAN LA IMPORTANCIA DE LA IGE ESPECIFICA FRENTE A MALASSEZIA FURFUR Valor de la IgE frente a Malassezia furfur en pacientes con eccema. Zürich, Suiza. Recientemente se ha propuesto la denominación de AEDS para describir
la entidad que previamente se conocía como dermatitis atópica, una enfermedad
inflamatoria de la piel que a menudo se desarrolla en los primeros años
de vida. La proposición se basa en el hecho de que la dermatitis atópica
por lo general no es una única enfermedad sino una combinación de varias
patologías con ciertas características comunes. Existiría, asimismo, un
AEDS alérgico y un AEDS no alérgico (NAAEDS) anteriormente denominado
de tipo intrínseco. El último se caracteriza por lesiones eccematosas
en la piel con una localización similar a la que se observa en pacientes
con AEDS alérgico pero sin evidencia de IgE específica a alergenos ambientales
o alimentarios. La distinción también es útil desde el punto de vista
pronóstico ya que la NAAEDS nunca evoluciona a asma o a rinitis alérgica,
agregó el grupo del doctor Schmid-Grendelmeier.
La frecuencia de NAAEDS en pacientes con dermatitis es del 15% al 45%.
Inmunológicamente existen profundas diferencias, particularmente en relación
con las poblaciones celulares que se identifican en la piel de los enfermos.
La evolución natural del AEDS luego de la infancia varía ampliamente.
De hecho, la dermatitis puede desaparecer durante la niñez o la edad adulta
o puede persistir en forma crónica. A su vez, se estima que el 30% al
60% desarrollará posteriormente asma o rinitis, lo que se conoce con la
denominación de marcha atópica. Como señalaran los expertos, la forma
NAAEDS nunca evoluciona de esta manera. De allí la importancia de discriminar
entre ambas entidades, clínicamente parecidas, ya que el manejo y, especialmente
el pronóstico, son diferentes. En niños con NAAEDS, la evitación de la
exposicicón a alergenos no parece tener ninguna importancia.
La participación de los alergenos y de la IgE específica en pacientes
con AEDS sigue en discusión. Sin embargo, no existen dudas de que la inhalación,
ingesta e incluso contacto con ciertos alergenos exacerba la enfermedad
cutánea. Más aún, investigaciones recientes demostraron una correlación
significativa entre el nivel de sensibilización alérgica a ácaros del
polvo doméstico y gravedad del eccema. Asimismo, algunos grupos encontraron
que, en pacientes con AEDS, era común la sensibilización (desarrollo de
IgE específica) frente al hongo Malassezia furfur, recientemente
renombrado como M. sympodialis.
Sin embargo, el fenómeno no pudo ser comprobado por otros grupos ya
que, por ahora, no se dispone de extracto del hongo en forma comercial.
Los resultados del grupo suizo avalan la suposición de que la sensibilización
al M. sympodialis podría servir como un marcador inmunológico de
la forma AEDS de la dermatitis de la niñez.
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EVALUAN EL IMPACTO DE CLORAMINAS EN ASMA OCUPACIONAL Asma ocupacional y cloraminas en el ambiente de piletas de natación internas. Birmingham, Reino Unido. El efecto puede observarse aún sin entrar al agua y pone de relieve
la importancia de controlar la concentración de cloraminas en el aire
con la misma atención que se controla el cloro en el agua, añadieron.
Los agentes que liberan cloro (hipoclorito de sodio o de calcio y ácidos
isocianúricos clorinados) frecuentemente se utilizan en la desinfección
del agua de natatorios. El cloro libre reacciona con los polutantes introducidos
en el agua por el hombre, como sudor y orina para formar aldehídos, hidrocarbonos
halogenados y cloraminas. Algunos de estos productos se transfieren al
aire, como gases o como pequeñas gotas. Entre las cloraminas, el tricloruro
de nitrógeno es la especie predominante en la atmósfera circundante en
piletas de natación internas mientras que las monocloraminas y dicloraminas
se liberan en pequeñas gotas producidas al mover la superficie del agua.
Las cloraminas han sido clásicamente involucradas en irritación de la
mucosa nasal, conjuntival y faríngea. Sin embargo, hasta el momento no
se las consideró causa de asma o de hiperreactividad bronquial.
El doctor Thickett y colaboradores evaluaron en tres trabajadores la
influencia de dichos elementos en el desarrollo de patología pulmonar.
Para ello, los participantes efectuaron controles de pico de flujo (PEF)
dos veces por hora, desde el despertar hasta la noche, durante 4 semanas.
Los resultados fueron analizados por un sistema computarizado especialmente
diseñado para determinar el impacto de polutantes y otros irritantes en
asma ocupacional (OASYS)-2. Un puntaje de 1 a 4 sugiere que el efecto
está relacionado con la ocupación y se ha visto que un valor superior
a 2.5 se asocia con una sensibilidad y especificidad del 75% y del 94%,
respectivamente, en el diagnóstico de asma ocupacional.
Los datos se consideraron satisfactorios en presencia de cuatro o más
complejos trabajo-descanso-trabajo y en ausencia de infecciones respiratorias
intercurrentes. Se efectuaron pruebas de provocación bronquial con histamina
y metacolina para establecer reactividad inespecífica y se llevó a cabo
una estimulación específica con cloruro de nitrógeno, formado por la combinación
de sulfato de amonio e hipocloruro de sodio. Los autores recuerdan que
el pH, concentración y relación entre ambos es muy importante ya que la
mezcla es potencialmente explosiva.
Los tres trabajadores (dos salvavidas y un profesor de natación) referían
tos y espasmo bronquial que empeoraban al entrar al ambiente del natatorio,
con mejoría durante los días de descanso.
Todos referían un largo período de exposición antes del desarrollo de
los síntomas. Se evaluó también un cuarto empleado con asma ocupacional
por formaldehído quien fue expuesto al tricloruro de nitrógeno para comprobar
la especificidad de la respuesta.
Dos de los trabajadores tuvieron un registro de PEF compatible con asma
ocupacional (puntajes de 2.88 y 3.8 en el OASYS-2).
Ambos tuvieron pruebas positivas a la inhalación de tricloruro de nitrógeno.
El último trabajador tuvo una reducción significativa del flujo espiratorio
forzado en el primer segundo en el ámbito laboral.
Los resultados confirman la participación de este gas en el desarrollo
de asma ocupacional y pone de relieve la necesidad de controlar su concentración
en forma meticulosa. |
Trabajos Distinguidos, Serie Alergia e Inmunología, integra el Programa SIIC-Asociación Argentina de Inmunología Clínica (AAAeIC) de Educación Médica Continua |
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