Sociedad Iberoamericana
de Información Científica |
Volumen 10, Número 3, Mayo 2003
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Novedades de la Especialidad
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DISCUTEN LA
EFICACIA DE LA CIRUGIA DE LA MANO EN EL REUMATISMO
Controversia entre cirujanos de mano
y reumatólogos.
Ann Arbor, EE.UU.
Existen grandes
diferencias de opinión entre cirujanos de mano y reumatólogos
acerca de la eficacia de distintas técnicas quirúrgicas para las
deformidades de la mano reumática.
[The Journal of
Hand Surgery 28A:3-11, Ene 2003 - SIIC]
Las visiones de los reumatólogos y de los
cirujanos de mano son totalmente diferentes en cuanto a los
resultados de la cirugía en la mano reumática. El estudio de los
investigadores de la Universidad de Michigan consistió en una
encuesta postal, dirigida tanto a cirujanos de mano como a reumatólogos,
para determinar las opiniones acerca de la eficacia de diferentes técnicas
quirúrgicas en las deformidades reumáticas de la mano.
Los autores enviaron por correo la encuesta a 500 individuos de
cada especialidad, seleccionados por azar a partir de los listados
de la Sociedad Americana de Cirugía de la Mano y del Colegio
Americano de Reumatología.
La técnica de artroplastia de la articulación metacarpofalángica.
según la opinión de los cirujanos, mejora la función de la
mano en el 82.5% de los casos, pero esta opinión es compartida sólo
por el 34.1% de los reumatólogos. La tenosinovectomía profiláctica
del extensor evita su ruptura para el 93.2% de los cirujanos, pero sólo
54.6% de los reumatólogos coincide con esta apreciación. Por último,
la sinovectomía de las pequeñas articulaciones retarda su
destrucción en la opinión del 52.5% de los cirujanos y del 12.6%
de los reumatólogos.
La discordancia entre estas especialidades en el tratamiento de
la enfermedad reumática está firmemente asentada, comentan los
autores, y no se observan variaciones relacionadas con la edad de
los especialistas. Tradicionalmente, los cirujanos se quejan de que
los pacientes son derivados a la cirugía como último recurso,
cuando todos los otros tratamientos fracasan. Ambos grupos, sin
embargo, coinciden en que hay poca investigación acerca de la
evolución posquirúrgica de estos enfermos. En opinión de los
expertos es necesario incentivar los estudios en estos temas, junto
con la adecuada difusión de los datos resultantes, para poder
implementar guías de tratamiento.
Hasta tanto puedan establecerse prácticas basadas en la
evidencia los autores sugieren la necesidad de paneles
multidisciplinarios, para llegar a consensos de estrategias de
tratamiento en los pacientes con artritis reumatoidea. |
OSTEONECROSIS DE LA CADERA EN LA
INFECCION POR HIV
Elevada
prevalencia de necrosis avascular de la cabeza del fémur en
pacientes infectados con HIV.
Bethesda, EE.UU.
Aunque no se justifica
la pesquisa en los pacientes asintomáticos, se debe buscar la
posible osteonecrosis de la cadera en los individuos infectados con
HIV que refieren dolor persistente en la ingle o la cadera.
[Annals of
Internal Medicine, 137(1):17-24, 2002 - SIIC]
Los investigadores del National Naval Medical
Center en Bethesda, EE.UU., informaron de la incidencia
extraordinariamente elevada e inesperada de osteonecrosis de la
cadera en pacientes infectados con HIV. Esta afección sería otra
complicación de la enfermedad o del tratamiento, que produce
importante morbilidad y requiere considerables recursos
asistenciales para su manejo.
La evolución natural de la infección por HIV se ha modificado
considerablemente con el empleo de los regímenes antirretrovirales
activos que incluyen potentes inhibidores de la proteasa o
inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa. Como
consecuencia de estos tratamientos se han modificado sustancialmente
las tasas de mortalidad y de infecciones por patógenos
oportunistas, y se ha mejorado la calidad de vida. Simultáneamente
con estas mejoras aumentó el reconocimiento de complicaciones
relacionadas con la infección por HIV o con su tratamiento, no
reconocidas con anterioridad.
La osteonecrosis de la cadera o necrosis avascular de la cabeza
del fémur es una afección discapacitante que a menudo requiere un
reemplazo total de la articulación. En los últimos años se observó
aumento de los casos informados en pacientes infectados con HIV. Los
autores iniciaron una evaluación prospectiva con estudios de
resonancia magnética (RM) para determinar la prevalencia e
identificar los posibles factores de riesgo asociados con la
osteonecrosis asintomática de la cadera en una muestra de pacientes
infectados con HIV.
Se incluyeron en la investigación 339 adultos asintomáticos
infectados con HIV, de ambos sexos, y 118 controles no infectados,
de edad y sexo comparables. Se obtuvieron las imágenes de RM y los
participantes respondieron un cuestionario sobre posibles factores
de riesgo. En un subgrupo se investigó la existencia de un estado
de hipercoagulación. Quince de 339 participantes infectados con HIV
presentaban lesiones de osteonecrosis en las imágenes de RM. Entre
los participantes infectados con HIV, la osteonecrosis fue más
frecuente en los que habían recibido corticosteroides sistémicos,
agentes hipolipemiantes o testosterona, en los que practicaban
fisicoculturismo y los que presentaban niveles detectables de
anticuerpos anticardiolipina.
Aunque los niveles de lípidos séricos sólo presentaron
asociación marginal con la osteonecrosis, el antecedente de
tratamiento con hipolipemiantes -que probablemente sean indicadores
indirectos de hiperlipidemia- se correlacionó fuertemente con el
desarrollo de esta complicación. Es posible que los inhibidores de
la proteasa desempeñen un papel en la patogenia de la osteonecrosis
por su tendencia a provocar hiperlipidemia. Estos fármacos también
inhibirían el metabolismo de los medicamentos metabolizados por el
sistema enzimático del citocromo P450, como los corticosteroides.
Por el momento sería prematuro recomendar la evaluación sistemática
por RM de todos los pacientes infectados con HIV, opinan los
autores, pero sugieren la importancia de tener en cuenta el mayor
riesgo de necrosis avascular de la cabeza del fémur en estos
individuos para solicitar la evaluación en aquellos con síntomas
persistentes de dolor inguinal o en la cadera. |
ANALIZAN LAS CARACTERISTICAS EPIDEMIOLOGICAS DE LA
TUBERCULOSIS OSEA EN ESPAÑA
Estudio clínico en
pacientes inmunocompetentes en el Noroeste de España.
Lugo, España.
La espondilitis
tuberculosa es una importante causa de morbilidad. La demora diagnóstica
es uno de los factores más importantes de riesgo de complicaciones
graves.
[Clinical and
Experimental Rheumatology 20:327-333, 2002 - SIIC]
El estudio retrospectivo de todos los
pacientes de más de 14 años con diagnóstico de tuberculosis (TBC)
entre 1986 y 1999 reveló una incidencia anual de espondilitis
tuberculosa (ETBC) de 0.55 por 100.000 habitantes. Los hallazgos
pusieron de manifiesto que la entidad es una causa importante de
morbilidad. El diagnóstico se demoró en casi todos los casos, fenómeno
que puede asociarse con complicaciones graves, afirmaron
especialistas del Complejo Hospitalario de Ourense.
La ETBC es la infección de uno o más componentes de la columna
vertebral, esencialmente vértebras, discos intervertebrales, tejido
blando paravertebral y espacio epidural por M.
tuberculosis. Sólo se observa en el 1% de los enfermos con
infección TBC pero representa el 25% al 60% de las manifestaciones
óseas y articulares de la misma.
Si bien es una patología potencialmente curable, el diagnóstico
tardío conlleva un importante riesgo de secuelas funcionales graves
e, incluso, muerte. La necesidad de mantener un estado continuo de
alerta motivó a los expertos españoles a describir su experiencia
de más de 14 años en dos áreas contiguas del noroeste de España,
región en la que la TBC es algo más prevalente que en áreas
vecinas.
Debido a que el propósito de la investigación fue determinar la
incidencia, hallazgos clínicos y evolución en personas sin
enfermedades subyacentes debilitantes se excluyeron pacientes
infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana.
El diagnóstico de TBC se basó en las manifestaciones clínicas
-dolor lumbar inflamatorio, fiebre, síntomas constitucionales y
compromiso neurológico; hallazgos en los estudios de imágenes
(tomografía computada o resonancia nuclear magnética, TC y RNM,
respectivamente); resultados microbiológicos; respuesta al
tratamiento antituberculoso o presencia histológica de granulomas.
Se identificaron 37 individuos -19 hombres- con una edad promedio
de 60 años con ETBC -el 62% de los individuos tenía más de 60 años.
Las regiones torácica y lumbar fueron las más afectadas.
Los síntomas llevaban, en promedio, una duración de 28 semanas
y sólo se constataron manifestaciones compatibles con TBC pulmonar
activa o cicatrizada en el 30% de los enfermos. En un cuarto de los
pacientes la reacción de Mantoux fue negativa.
La eritrosedimentación elevada y el dolor lumbar fueron
hallazgos casi constantes pero, en forma llamativa, sólo el 19%
tuvo fiebre. El estudio radiológico permitió realizar el diagnóstico
en el 84% de los enfermos mientras que, en los restantes, la TC o la
RNM mostraron signos patognomónicos. Ambos procedimientos fueron de
mucha utilidad para detectar abscesos y compresión medular. El
cultivo del material obtenido por aspiración percutánea y por
biopsia ósea abierta fue positivo en más del 70% de los casos. Se
indicó tratamiento antituberculoso en todos los pacientes durante
44 semanas em promedio. Doce sujetos debieron ser intervenidos para
remover un absceso de tejidos blandos o por complicaciones neurológicas.
El dolor y las deficiencias neurológicas fueron las secuelas más
comunes.
Los autores recordaron que, en Galicia, la incidencia anual de
TBC es de 72.7 casos por 100.000 habitantes, algo mayor a la que se
registra en el resto de España, país con una incidencia elevada de
infección. La edad promedio de los pacientes de la serie contrasta
con la habitual, de alrededor de 40 años. La rareza relativa de la
entidad, en combinación con la elevada incidencia de dolor lumbar
en la población general, complica el diagnóstico apropiado. Sólo
un alto nivel de sospecha puede revertir la situación, agregaron
finalmente los expertos de España. |
PRESENTACION CLINICA DE LA ENFERMEDAD
DE PAGET
Analizan
los cambios observados en los últimos años.
Madrid, España
La enfermedad de Paget
está detectándose en pacientes más jóvenes, y con ciertas
diferencias clínicas, en comparación con años anteriores.
[Bone
30(2):399-403, Feb 2002 - SIIC]
La epidemiología de la enfermedad ósea de
Paget está cambiando: se observa una tendencia a la presentación
con un menor volumen esquelético afectado, y con un mayor número
de lesiones por paciente. Además, la edad en el momento del diagnóstico
está disminuyendo, de acuerdo con un estudio de los expertos del
Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y de la Fundación Jiménez Díaz.
La enfermedad de Paget está considerada como la segunda
enfermedad ósea en importancia en las personas ancianas, superada
solamente por la osteoporosis. En los últimos años, algunos
investigadores han informado una reducción en la incidencia y la
gravedad de la enfermedad, que podría ser en realidad una
consecuencia de los cambios en los procedimientos diagnósticos.
Para evaluar esta posibilidad, los expertos analizaron los casos
de 233 pacientes diagnosticados en el Hospital Ramón y Cajal, en
una unidad especializada en esta patología. En los archivos de la
institución se identificaron 204 pacientes diagnosticados entre
1980 y 1992; 121 de ellos pudieron ser localizados nuevamente y
accedieron a participar del estudio. En los años siguientes, hasta
1999, se detectaron 112 nuevos casos.
Los pacientes fueron divididos en dos grupos según su año de
nacimiento: el grupo I incluyó a los nacidos hasta 1926, y el grupo
II, a los nacidos posteriormente. Los grupos estuvieron formados por
124 y 109 individuos, respectivamente.
Todos los pacientes fueron diagnosticados a partir de radiografías
y otras técnicas de imágenes, y los casos con lesiones similares a
metástasis óseas fueron confirmados mediante biopsias. En cada
caso se registraron los signos y síntomas, las concentraciones de
fosfatasa alcalina en suero, y las de calcio, fósforo,
hidroxiprolina y creatinina en orina.
La edad en el momento del diagnóstico, informaron los
investigadores, fue significativamente diferente entre los grupos:
69 años en el grupo I, y 54 años en el grupo II. El porcentaje de
hombres fue mucho menor en el primer grupo (47%) que en el segundo
(65%).
En el momento del diagnóstico, no se verificaron diferencias en
cuanto a los síntomas, el dolor, la deformidad ósea, la
hipertermia localizada o las fracturas. En el grupo I hubo un mayor
número de pacientes con lesiones pélvicas o femorales que
presentaron coxopatía y protrusio acetabuli, así como una mayor
incidencia de calcificaciones vasculares de tipo Monckeberg. El
volumen total de hueso afectado fue significativamente mayor entre
los pacientes nacidos antes de 1926. Finalmente, no se observaron
diferencias en la concentración de fosfatasa alcalina sérica o en
la excreción urinaria de hidroxiprolina.
Los autores concluyen que existe un cambio temporal en las
características de los pacientes con enfermedad de Paget
diagnosticados en este centro español: se ha reducido el porcentaje
de mujeres afectadas, ha disminuido la edad en el momento de la
detección, y los casos se presentan con un menor porcentaje de la
masa esquelética afectado. Estos resultados pueden atribuirse a una
verdadera reducción de la gravedad clínica de la enfermedad, o a
cambios en los criterios de diagnóstico y de derivación de los
pacientes. Estas posibles explicaciones deberán ser evaluadas en el
futuro.
EL
ACIDO EPSILON AMINOCAPROICO PUEDE REDUCIR LA PERDIDA DE SANGRE EN LA
ARTROPLASTIA TOTAL DE LA CADERA
Análisis
de la pérdida de sangre perioperatoria y postoperatoria.
Edmonton, EE.UU.
La administración de ácido epsilon
aminocaproico durante la artroplastia total de la cadera primaria
produjo una reducción del 27 % en el promedio de la pérdida de
sangre total.
[Canadian Journal of Surgery
45:185-190, 2002 - SIIC]
En las personas sometidas a artroplastia total
de la cadera a las que se les indica ácido epsilon aminocaproico en
forma perioperatoria, se obtiene la mayor reducción en la pérdida
de sangre en el postoperatorio, afirman el Dr. Harley del University
of Alberta Hospital en Edmonton, EE.UU. y colaboradores de otros
centros norteamericanos.
La artroplastia total de la cadera puede asociarse con importante
pérdida de sangre, señalan los expertos. Debido a los riesgos de
transfusiones de sangre homóloga, los cirujanos están considerando
el uso de varias técnicas para conservar la sangre de forma tal de
reducir los requerimientos. Los programas de predonación autóloga
constituyen actualmente un método frecuente para el reemplazo de
sangre. Las terapias farmacológicas que aumentan los niveles de
hemoglobina en forma preoperatoria también han permitido reducir
los requerimientos de sangre. La administración de agentes farmacológicos
para reducir la hemorragia también ha sido descripta. El uso de ácido
epsilon aminocaproico como agente terapéutico se describió por
primera vez en 1960. Esta sustancia inhibe la fibrinolisis como
consecuencia de la formación de un complejo reversible con los
sitios de unión de lisina del plasminógeno y la proteasa activa
plasmina. De esta manera actúa evitando la disolución prematura
del coágulo normal de fibrina.
El propósito del equipo del Dr. Harley fue determinar si el uso
de un agente inhibidor de la fibrinolisis como el ácido epsilon
aminocaproico reduce la pérdida de sangre perioperatoria y
postoperatoria en individuos sometidos a artroplastia total de la
cadera. Para ello los expertos llevaron a cabo un estudio
prospectivo a doble ciego en un hospital de cuidados terciarios, con
elevado número de individuos sometidos a artroplastia de grandes
articulaciones. Se incluyeron en el estudio 55 pacientes en los que
se habían programado artroplastias totales de la cadera, que
recibieron al azar ácido epsilon aminocaproico o placebo en forma
perioperatoria. Los individuos presentaban características
perioperatorias similares, con respecto al género, edad, nivel de
hemoglobina, tiempo de operación y tipo de prótesis. Se evaluó la
pérdida de sangre desde el comienzo de la cirugía hasta que se
quitó el drenaje, además de registrar las transfusiones y la
concentración de hemoglobina.
La pérdida de sangre total promedio para las personas tratadas
con ácido epsilon aminocaproico fue de 867 ±
207 ml y para los que recibieron placebo fue de 1198 ±
544 ml (p < 0.025). Cuatro sujetos en el grupo al que se le
administró ácido epsilon aminocaproico recibieron 7 unidades de glóbulos
rojos y 7 en el grupo de control requirieron 12 unidades.Los
pacientes que recibieron placebo presentaron mayor pérdida de
sangre que los tratados con ácido epsilon aminocaproico y
probabilidad superior de requerir transfusiones de sangre. Este
tratamiento puede reducir la pérdida de sangre y en consecuencia
las transfusiones y los riesgos relacionados con las transfusiones. |
Trabajos Distinguidos, Serie Osteoporosis y
Osteopatías Médicas, integra el Programa SIIC de Educación Médica
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