La osteoporosis es un problema de salud de
relativa frecuencia en especial entre mujeres posmenopáusicas de países
occcidentales. En general es responsable de las fracturas de cadera
y de vértebras y se asocia con una elevada morbimortalidad en el
anciano.
Numerosos estudios demostraron relación entre la osteoporosis y
las fracturas.
Existen diferentes factores de riesgo no modificables como la
edad avanzada, el sexo femenino y la historia familiar de fracturas
asociadas a osteoporosis y hay evidencia disponible de que ciertos
factores de riesgo potencialmente modificables cumplen un papel de
importancia.
La deficiencia estrogénica, el ingreso de Calcio a largo plazo
reducido, la actividad física inadecuada, el bajo peso y el consumo
de alcohol y tabaco constituyen factores modificables que requieren
de esfuerzos preventivos.
En los Estados Unidos se recomienda la realización de métodos
tempranos de pesquisa como la densitometría mineral ósea, en todas
las mujeres de más de 65 años o antes si existen factores de
riesgo.
A los fines de la investigación, profesionales del Centro de
Control de Enfermedades de Israel, realizaron un estudio de corte
transversal, durante los meses de marzo a agosto del año 1998, que
utilizó encuestas telefónicas, en una muestra de 888 mujeres entre
45-74 años.
Las entrevistas fueron conducidas por entrevistadores de
experiencia con conocimientos en hebreo, árabe, ruso e inglés. La
duración de las entrevistas fue de alrededor de 20 minutos en
promedio. La información recolectada incluyó características
demográficas, datos de la historia ginecológica y menstrual, uso
previo de anticonceptivos orales, osteoporosis diagnosticada por el
médico, historia familiar de osteoporosis y estilos de vida como el
consumo de alcohol y tabaco, sedentarismo y tipo de alimentación.
Se solicitó a las participantes la información del peso y talla
para el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC).
El análisis de los datos se realizó con el paquete estadístico
SAS y el análisis de regresión logística fue utilizado para la
determinación de las variables asociadas con osteoporosis.
Los resultados de la investigación demostraron que la
prevalencia de osteoporosis fue del 13.7%. La tasa experimentó un
incremento del 5.8% a la edad de 45-49 años al 19.6% a las edades
de 60-74 años. Entre las edades de 45-49, las tasas fueron mayores
en las mujeres árabes, si bien en el grupo de mayor edad fue más
elevada entre las mujeres judías. Existió un fuerte incremento en
el período luego de la menopausia.
A las edades de 45-59 años la osteoporosis fue asociada
positivamente con la menopausia y con el índice de masa corporal; a
las edades de 60-74 estuvo fuertemente asociada con la edad, la
historia familiar de osteoporosis y no existió asociación con el
IMC.
Las conclusiones que alcanzaron los autores determinaron que el
estado menopáusico tuvo una clara asociación con la osteoporosis y
si bien la dieta no fue evaluada en la investigación, la ingesta de
Calcio estuvo también asociada.
Las limitaciones que presentó el estudio se relacionaron con el
informe personal suministrado por las mujeres, que manifestaron la
presencia de osteoporosis por un diagnostico médico previo. Sin
embargo no se obtuvo información si el diagnóstico fue basado en
un informe clínico o de control de la densidad mineral ósea.
La proporción de mujeres árabes en la muestra fue reducida y
los resultados en este grupo debieron ser interpretados con precaución.
Los autores concluyeron que la prevalencia de osteoporosis en
mujeres en Israel fue semejante a la proporción presente en los
Estados Unidos.
Es importante la continuidad con estudios adicionales que
contemplen especialmente la relación entre osteoporosis, la edad y
el IMC.
RELACIÓN
ENTRE LOS RECEPTORES ESTROGÉNICOS Y LA OSTEOPOROSIS
El polimorfismo
genético de los receptores estrogénicos y su relación con la
densidad ósea en mujeres posmenopáusicas
Shangai, China
Las mujeres posmenopáusicas cuyo
genotipo para receptores estrogénicos es del tipo pp y XX tienen
menor probabilidad de desarrollar osteoporosis que aquellas que
presentan el halotipo Px.
[Chinese Medical Journal,
116(3):364-367, Mar 2003 - SIIC]
Con el objetivo de documentar la relación existente entre el
polimorfismo del gen de los receptores estrogénicos (ER) y la
densidad mineral ósea, los autores estudiaron a un grupo de 186
mujeres posmenopáusicas (edad promedio 65 ± 0.6 años) que c
oncurrieron al departamento de endocrinología del "Ruijin
Hospital" en Shangai, Çhina.
Los autores hacen referencia a que la osteoporosis es una
patología frecuente en las mujeres posmenopáusicas.
En la bibliografía existe documentación de la relación entre
la pérdida de masa ósea observada en la posmenopausia y el
descenso de los niveles de estrógenos.
También se menciona que los receptores estrogénicos, presentes
en los osteoblastos y osteoclastos, pueden sufrir mutaciones
genéticas.
Estas mutaciones pueden llevar a la pérdida de masa ósea, hecho
que ha sido demostrado tanto en estudios experimentales en ratones
como en humanos.
En el presente estudio la densidad mineral ósea fue medida a
nivel del cuello femoral y de la columna lumbar utilizando el DEXA
(dual-energy X-ray absorptiometry), el polimorfismo del gen ER
(PvuII y Xba I), fue detectado utilizando la reacción de polim
erasas en cadena (PCR).
También se midieron los niveles séricos de fosfatasa alcalina,
osteocalcina y pirindolina mediante el test de ELISA.
Como resultado final se observo que las mujeres posmenopáusicas
cuyo ER tuvo un genotipo pp y XX tuvo mayor densidad ósea medida a
nivel de cuello femoral y columna lumbar que los genotipos Pp y
Xx/xx.
Las pacientes con genotipo pp tuvieron mayor densidad ósea a
nivel de cuello femoral que aquellas con genotipo Pp (-0.01 ± 0.12
contra -0.35 ± 0.09, p < 0.05) mientras que a nivel lumbar los
genotipos XX tuvieron mayor densidad mineral ósea que los Xx y xx
(0.01 ± 0.45 contra - 1.53 ± 0.17 y - 1.29 ± 0.10
respectivamente, p < 0.001).
De la combinación de los genotipos Pvu II y Xba I solamente se
encontraron diferencias relacionadas al halotipo Px en las mujeres
posmenopáusicas, aquellas mujeres que no presentaron el halotipo Px
(tipo 00) tuvieron menor pérdida de masa ósea luego de ocurrida la
menopausia. (-1.03 ± 0.14 contra - 1.45 ± 0.11, p < 0.05 a
nivel de cuello femoral y -0.01 ± 0.11 contra - 0.31 ± 0.09, p
< 0.05 a nivel de columna lumbar).
Los autores mencionan que otro factor que puede afectar la
densidad ósea, es el pico de masa ósea alcanzado durante la
juventud, cuanto mayor fue el pico, menos son las posibilidades de
desarrollar osteoporosis.
Es probable que otros factores como la edad, los años de
posmenopausia, el índice de masa corporal, el genotipo y otros
más, tengan una influencia de grado variable sobre la densidad
ósea.
Luego de realizar un análisis de regresión para variables
múltiples los autores concluyen que de todos los factores
mencionados, el halotipo Px, la edad, los años posmenopausia, el
índice de masa corporal y la osteocalcina sérica, son los
responsables de entre el 35% y el 45% de las variaciones que sufre
la densidad ósea.
Como conclusión final los autores refieren que los genotipos pp
y XX del ER se relacionan con una mayor densidad ósea a nivel de
cuello femoral y columna lumbar en las mujeres posmenopáusicas y
aquellas mujeres que presentan el halotipo Px tienen mayor r iesgo
de desarrollar osteoporosis.
Sería de utilidad completar los datos obtenidos en este estudio
con una población más grande de pacientes.