Sociedad Iberoamericana
de Información Científica


Volumen 6, Número 3, 2002


Asociación Argentina de Psiquiatras


Novedades de la Especialidad


LA SALUD DESPUES DE UN DESASTRE NATURAL

El distrés psicológico aumenta luego de un terremoto.

Taipei, Taiwan
Nueve meses después de un terremoto, la comunidad de Lu-Gu mostró signos de un mayor distrés psicológico, y de un aumento de la gravedad de algunas enfermedades.
[Journal of the Formosan Medical Association 101(5):322-328, May 2002 - SIIC]


Los expertos de la Universidad Nacional de Taiwan exploraron las consecuencias sobre la salud de la población de un terremoto ocurrido en el país en 1999. Meses después, se observó un nivel elevado de distrés psicológico, especialmente entre las mujeres y los ancianos.

El 21 de septiembre de 1999 se registró un terremoto en la región central de Taiwan, que causó más de 2400 muertes. La comunidad de Lu-Gu está localizada cerca del epicentro de este fenómeno, y resultó particularmente afectada. Los investigadores evaluaron los cambios en la prevalencia de enfermedades físicas y de distrés psicológico en esta población y su persistencia nueve meses después del desastre.

Todas las personas mayores de 40 años que concurrieron al centro de salud en junio de 2000 fueron entrevistadas, con el uso de cuestionarios estandarizados. El primero de ellos incluía información sobre las características demográficas y las enfermedades médicas comunes (hipertensión, diabetes, artritis, enfermedad cardíaca y alteraciones del tracto respiratorio). Los participantes informaron, además, cuál era su estado de salud antes del terremoto, y cómo había cambiado a partir de él.

Posteriormente, se evaluó el distrés psicológico a partir de signos como la dificultad para dormir, los pensamientos atemorizantes, la desesperanza, los cambios de humor, la preocupación, etcétera. La última parte del cuestionario interrogaba sobre las pérdidas sufridas en el terremoto, desde las materiales (la casa, las posesiones más valoradas, los alimentos) hasta las personales (motivación, sentido del optimismo) y las interpersonales (amistades, apoyo de los familiares).

En total, 130 personas respondieron al cuestionario; el 55.4% era de sexo masculino, y la edad promedio de la muestra fue de 64 años. El 23% de ellos no había podido permanecer en su casa después del terremoto, debido a los daños sufridos por ésta, y el 3% había perdido a un familiar.

La prevalencia de enfermedades comunes antes del desastre era similar a la observada previamente en estudios poblacionales; las más frecuentes eran las dificultades de la visión y la hipertensión. Los participantes manifestaron que, después del terremoto, habían aumentado la incidencia y la gravedad de los síntomas respiratorios y gastrointestinales, de las alteraciones visuales y de las enfermedades de la piel.

Los puntajes de distrés psicológico se incrementaron después del fenómeno. Los síntomas más frecuentes fueron las dificultades para dormir, el sentimiento de temor, y los cambios abruptos del humor. Las mujeres y los mayores de 60 años mostraron puntajes de distrés psicológico más elevados, al igual que aquellas personas cuyos hogares habían sufrido daños mayores.

Finalmente, se observó que los sujetos experimentaban una mayor sensación de pérdida a nivel personal (por ejemplo, de su optimismo, de su tranquilidad, y de su salud) que a nivel material. Nuevamente, este sentimiento fue más marcado en las mujeres y en los ancianos.

Los investigadores concluyen que, después de un desastre de este tipo, la salud de las personas se ve afectada negativamente. Por otra parte, es elevado el nivel de distrés psicológico, especialmente en algunos grupos de la población que serían más vulnerables, y por lo tanto necesitarían de una mayor atención por parte de los servicios de salud.

 

ESTABLECIMIENTO DEL VINCULO MADRE-HJO EN MUJERES QUE CONSUMEN SUSTANCIAS ILEGALES

Se exploran las esferas cognitiva, afectiva y aquellas relacionadas con el bienestar del niño.

Suecia
El vínculo que se desarrolla entre la madre y el hijo se caracteriza por múltiples sentimientos, muchas veces contradictorios. Se trata de una batalla que algunas mujeres que consumen drogas enfrentan solas y con grandes dificultades, fundamentalmente cuando no tienen a su alcance el tratamiento y los consejos adecuados.
[Journal of Obstetric, Gynecologic and Neonatal Nursing 31(3):156-161 2002]


La relación madre-hijo no es un fenómeno que se encuentre presente o ausente, sino una batalla en la que se pone en juego la culpa, la preocupación y la incertidumbre. Sin tratamiento y consejos adecuados, muchas mujeres además deben luchar contra el consumo de drogas y la posibilidad de establecer un buen vínculo con su hijo.

Muchos hijos de madres que consumen drogas, se han desarrollado en condiciones desfavorables, lo que resulta en un bajo peso al nacer, recién nacidos prematuros o retraso en el desarrollo. En general, estos niños posteriormente requieren tratamientos médicos, otros entornos familiares y la aplicación de recursos disponibles en la comunidad. A su vez, muchas de estas madres han crecido en ámbitos con padres ausentes, y se cree que la falta de modelos parentales en las primeras etapas de vida incrementaría las probabilidades de no poder desarrollar un buen vínculo con sus propios hijos.

Un grupo de investigadores evaluaron diferentes aspectos involucrados en el establecimiento de la relación madre-hijo en mujeres que consumen drogas. Así, afirman que los tres temas que se asocian con la posibilidad de establecer un vínculo a nivel cognitivo son: capacidad de conocer las características del bebé y su estado de salud por medio de los movimientos fetales, llegar a su conocimiento como el de un individuo con funciones físicas y emocionales o bien relacionando al bebé consigo misma o con otros miembros de la familia.

Por su parte, en el establecimiento del vínculo afectivo se incluye la alternancia entre una fuerte afectividad con la culpa, y la de visualizar los movimientos fetales no sólo como una forma de regocijo visual y táctil sino también como fuente de incomodidad. Por último, casi todas la mujeres en este estudio refirieron algún tipo de incomodidad relacionada con el embarazo, sin embargo muchas de ellas interpretaron el malestar como parte del proceso de traer una nueva vida al mundo. También, muchas de las mujeres vieron al embarazo como un incentivo para realizar cambios de vida (abandonar el consumo de alcohol, cigarrillos y sustancias ilegales, tener más horas de reposo y una alimentación más sana). También demostraron una gran preocupación por la salud del bebé, fundamentalmente ante la dificultad para dejar las drogas y las habituales recaídas. Por último, se pudo observar que aunque manifestaron diversos grados de incertidumbre, todas ellas preservaron la esperanza ante la futura llegada de un hijo.

 

IMPORTANCIA DE LOS EFECTOS ADVERSOS DE LOS INHIBIDORES SELECTIVOS DE LA RECAPTACION DE SEROTONINA

Estudio en nuevos casos de depresión o en recurrencias.

Oakland, EE.UU.
Dentro de los 3 primeros meses de tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina los efectos adversos constituyen la razón más frecuente para suspender o cambiar el tratamiento.
[Annals of Pharmacotherapy 36:578-584, 2002 - SIIC]


La probabilidad de continuar el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina aumenta si se informa a los pacientes acerca de la duración de la terapia, señalan el Dr. Bull y colaboradores de Kaiser Permanente en Oakland, EE.UU.

La continuidad de la terapia antidepresiva es esencial para lograr un tratamiento clínicamente eficaz, señalan los expertos.

Las normativas de la Agency for Health Care Policy and Research y la American Psichiatric Association recomendaron un mínimo de 4-9 meses de terapia con antidepresivos luego de la resolución de los síntomas para evitar recaídas. Las razones para suspender el tratamiento con antidepresivos no se han descripto completamente en los ensayos clínicos, aunque usualmente se deben a la falta de eficacia o efectos adversos de la medicación.

El objetivo del equipo del Dr. Bull fue describir las razones para suspender o modificar los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina a los 3 y 6 meses de comenzado el tratamiento e identificar la información que aportan los pacientes que puede ayudar a evitar la suspensión prematura de la medicación.

Se realizaron entrevistas telefónicas a los 3 y 6 meses luego de que los sujetos (n = 672) comenzaron a recibir inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina para casos nuevos o recurrentes de depresión.

Un número significativamente mayor de individuos suspendió o cambió los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina debido a efectos adversos dentro de los 3 primeros meses de comenzado el tratamiento (43 %), con respecto a lo observado en los segundos 3 meses (27 %, p = 0.023). Los efectos adversos reportados más frecuentemente como la razón para suspender o cambiar la medicación fueron somnolencia o fatiga (10.2 %), seguidos de ansiedad, dolor de cabeza y náuseas (más del 5 %). La relación de riesgo para suspender el tratamiento fue un 61 % menor en individuos en los que la medicación se prescribió durante por lo menos 6 meses con respecto a aquellos en los que no se indicó el tiempo de tratamiento (relación de riesgo 0.39, p < 0.001). Por otro lado, en pacientes informados acerca de posibles efectos adversos aumentó la incidencia de informes de efectos adversos leves a moderados en un 55 % (relación de riesgo 1.55, p < 0.05), sin afectar las tasas de suspensión prematura (relación de riesgo 1.06, p = 0.77).

Los especialistas concluyen que los efectos adversos son las razones más frecuentes para suspender o cambiar los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina dentro de los 3 primeros meses de tratamiento. Se observó una mayor probabilidad de continuar el tratamiento con antidepresivos en casos en los que se conocía acerca de la duración del tratamiento. Por otro lado, si se informa a los pacientes sobre los posibles efectos adversos, no parece evitarse la suspensión prematura de la medicación, aunque puede incrementarse el número de informes de efectos adversos leves a moderados.

 

RASTREO DEL ABUSO Y LA DEPENDENCIA DEL ALCOHOL EN EL HOSPITAL

Recomiendan investigar los hábitos de consumo en todos los pacientes ingresados.

Dublín, Irlanda
El consumo excesivo de alcohol no suele ser investigado ni reconocido en los pacientes hospitalarios, perdiéndose así la oportunidad de brindar los cuidados adecuados.
[Journal of the Royal Society of Medicine 95(2):84-87, Feb 2002 - SIIC]


El rastreo del abuso y la dependencia del alcohol no es frecuente en los ingresos hospitalarios, y estos problemas no suelen detectarse, excepto si están relacionados con el motivo de llegada del paciente, según demostró una investigación encabezada por el doctor Hearne del Mater Misericordiae Hospital de Dublín.

Aproximadamente un tercio de los pacientes que ingresan en las guardias médicas o quirúrgicas consume alcohol en cantidad excesiva; esta cifra puede aumentar hasta un 40% en las salas de urgencias. A pesar de que existen herramientas de rastreo simples y de aplicación rápida, no es frecuente que los médicos evalúen el consumo de alcohol en forma rutinaria.

En esta investigación, los expertos observaron la frecuencia con la cual este problema era detectado en el hospital al cual pertenecen, y compararon la selectividad y especificidad de tres cuestionarios que pueden utilizarse en este contexto: el Alcohol Users Disorders Identification Test (AUDIT), el cuestionario CAGE, y el Michigan Alcoholism Screening Test (BMAST). Todas estas herramientas han sido validadas anteriormente, y evalúan, respectivamente, la ingesta de alcohol en cantidades "peligrosas", el riesgo de abuso y dependencia, y el alcoholismo.

En los últimos siete meses de 1999, se seleccionaron al azar más de 750 pacientes ingresados en el hospital. Cada uno de ellos fue entrevistado, utilizando los tres cuestionarios; los resultados de esta evaluación no fueron comunicados a los médicos a cargo del paciente. Por otra parte, todos los pacientes que obtuvieron puntajes superiores a los valores de corte respectivos de uno o más cuestionarios fueron sometidos a una entrevista estructurada para confirmar el diagnóstico, de acuerdo con el DSM IV. También se realizó esta evaluación a una muestra de pacientes que obtuvieron resultados normales en los cuestionarios.

El 36% de los individuos obtuvo puntajes superiores a los valores de corte al menos en uno de los cuestionarios. El abuso de acuerdo con el DSM IV se confirmó en el 28% de los casos, mientras que en el 31% se confirmó la dependencia. La sensibilidad y especificidad del cuestionario AUDIT se calcularon en 89 y 91%, mientras que los valores correspondientes para el CAGE fueron 77 y 99%, y para el BMAST, 37 y 100%.

Los expertos evaluaron, por otra parte, las historias clínicas de los pacientes. En el 80% de los casos, el médico a cargo había hecho alguna referencia al consumo de alcohol, pero el problema había sido reconocido solamente en el 18%. Unicamente en tres casos se había administrado el cuestionario CAGE. En general, el consumo de alcohol fue reconocido como un problema en aquellos casos en los cuales estaba relacionado directamente con la causa del ingreso en el hospital.

Los autores concluyen que el consumo excesivo de alcohol no es rastreado por los médicos en el ingreso hospitalario de manera habitual, perdiéndose así la oportunidad de identificar a los pacientes que abusan o dependen de la bebida, y de derivarlos a una atención adecuada. Por otra parte, recomiendan que en este contexto se utilice el cuestionario CAGE, que es simple y fácil de administrar, y brinda resultados satisfactorios.

 

Trabajos Distinguidos, Serie Salud Mental, integra el Programa SIIC - Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP) de Educación Médica Continuada

anterior.gif (1015 bytes)


Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC)
Av. Belgrano 430, (C1092AAR), Buenos Aires, Argentina
Correo electrónico (e-mail): atencionallector@siicsalud.com; Tels: +54 11 4342-4901; Fax: +54 11 4331-3305.
Correo SIIC: Casilla de Correo 2568, (C1000WAZ) Correo Central, Buenos Aires.

Copyright siicsalud© 1997-2003, Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC)