EPIDEMIOLOGIA DE LA ENFERMEDAD POR NEUMOCOCO
Atlanta, EE.UU.
La especie Streptococcus pneumoniae agrupa 90 serotipos inmunológicamente distintos, algunos de los cuales presentan propiedades epidemiológicas diferenciales.
Lancet Infectious Diseases 5(2):83-93, Feb 2005
Autores:
Hausdorff WP, Feikin DR y Klugman KP
Institución/es participante/s en la investigación:
Respiratory Diseases Branch, Division of Bacterial and Mycotic Diseases, National Center for Infectious Diseases, Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, EE.UU.
Título original:
[Epidemiological Differences among Pneumococcal Serotypes]
Título en castellano:
Diferencias Epidemiológicas entre los Serotipos de Neumococos
Introducción Streptococcus pneumoniae es una causa importante de otitis media aguda, neumonía, bacteriemia y una forma de meningitis particularmente virulenta. La mayor incidencia de enfermedad neumocócica se produce en los primeros años de vida y en personas de edad avanzada. La neumonía por neumococo se considera una de las principales causas de mortalidad infantil en países en vías de desarrollo y de mortalidad en adultos en todo el mundo. La existencia de 90 serotipos inmunológicamente distintos complica notablemente una descripción epidemiológica simple. Las vacunas antineumococo actuales desencadenan una respuesta inmunológica contra los polisacáridos de la cápsula. La fórmula para adultos está integrada por los polisacáridos de los 23 serotipos más prevalentes, mientras que el preparado destinado a la inmunización en lactantes y niños pequeños –con linfocitos B relativamente inmaduros– contiene polisacáridos y oligosacáridos de 7 a 11 serotipos más comunes unidos químicamente a proteínas transportadoras. La introducción de la vacuna conjugada heptavalente (PCV7, con los serotipos 4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F y 23F) en el programa de vacunación infantil de los EE.UU. en el 2000 se asoció con una reducción significativa en la incidencia de enfermedad neumocócica invasiva (ENI) en niños pequeños. El objetivo de este estudio es revisar los conocimientos actuales en relación con las propiedades específicas de serotipo y discutir sus posibles consecuencias en la era de la vacunación. Estudios de distribución de serotipo Los 90 serotipos neumocócicos se agrupan en 46 serogrupos según las similitudes inmunológicas. Una revisión de más de 70 estudios concluyó que 10 serogrupos son responsables de la mayor parte de las enfermedades invasivas en pediatría en cada región geográfica; los serogrupos 1, 6, 14, 19 y 23 son los más prevalentes en cada área. Los mismos serogrupos, en combinación con el serotipo 3, también predominan en niños de más edad y en adultos. Los análisis revelaron una variación sustancial en la proporción de serotipos que causan enfermedad y con protección con PCV7 en diferentes poblaciones. La mayor cobertura se informó en los Estados Unidos, Canadá y Australia, seguidos por Europa, Africa, América latina y Asia. En cambio, la protección conferida en cada región por la PCV11 (PCV7 más otros 4 serotipos) es al menos del 80%. El serotipo como unidad válida de análisis Si bien la cápsula del neumococo representa un importante factor de virulencia, otros productos génicos también contribuyen con el potencial patogénico del microorganismo. En este contexto, dos estudios evaluaron ciertas características genotípicas y serotípicas: ambos identificaron que los serotipos 1, 4 y 7F tienen fuerte capacidad de invasión y, en conjunto, la variabilidad invasiva entre cepas se asoció más con la identidad del serotipo de la cápsula que con un genotipo específico. En general, los datos justifican el empleo del serotipo como unidad de análisis de otras propiedades biológicas del neumococo. Diferencias de serotipo en el estado de portador en nasofaringe Ciertos serotipos son los que habitualmente se encuentran en el exudado nasofaríngeo de niños. Incluyen la mayoría de los serotipos representados en la PCV7, con la excepción del serotipo 4 así como los tipos 6A y 19A relacionados con la vacuna y los tipos 3 y 7F de la PCV11. Otros serotipos aislados rutinariamente incluyen miembros de los serogrupos 10, 11, 13, 15, 33 y 35. En cambio, los serotipos 1, 5 y 46 rara vez se detectan en nasofaringe (con excepción de los períodos de epidemias), incluso en poblaciones en las que éstos representan un elevado porcentaje de patógenos causales de enfermedad invasiva. Diferencias de serotipos en términos de resistencia a antibióticos Es probable que la selección de cepas resistentes a antibióticos tenga lugar en la nasofaringe. Dado el prolongado estado de portador (a diferencia de la transitoriedad de los episodios de enfermedad invasiva), en la nasofaringe los gérmenes están expuestos a presión antibiótica prolongada y a otras especies comensales que pueden pasar genes de resistencia a antibióticos. Dichos serotipos están representados en la PCV7. Al contrario, algunos serotipos se detectan rutinariamente en nasofaringe pero llamativamente persisten sensibles a los antibióticos. La existencia de algunos clones de serotipos comunes que se asocian con resistencia a múltiples drogas indica que el genotipo, como también el serotipo, tiene un papel en la resistencia a antibióticos. Diferencias de serotipos en los índices de internación La incidencia de ENI en niños menores de 6 años es 5 a 10 veces más alta en los Estados Unidos que en Europa occidental. Sin embargo, la frecuencia de ENI causada por los serotipos 1, 5 y 7F parece comparable en las dos regiones. Debido a que los estudios europeos sólo tienden a incluir pacientes internados mientras que los estadounidenses también analizan enfermos ambulatorios, este podría ser un motivo que explique las diferencias encontradas. Asimismo, el umbral considerado para la toma de hemocultivos puede ser un factor de influencia decisiva. Diferencias de serotipos en síndromes de enfermedad Aunque todos los serotipos comunes pueden ser causa de cualquier síndrome patológico, algunos se asocian más frecuentemente con ciertas entidades. Por ejemplo, tanto en niños como en adultos, los miembros de los serogrupos 6, 10 y 23 se aíslan más frecuentemente en líquido cefalorraquídeo que en sangre; lo contrario ocurre con los serotipos 1, 4 y 14. Varios estudios notaron elevada proporción de neumonía grave causada por el serotipo 1 y, a veces, por el serotipo 3. Asimismo, en niños, es posible que la presencia en nasofaringe de los serotipos 1 y 5 se asocie con riesgo de neumonía clínica y radiográficamente más grave. El panorama en adultos es menos preciso. Si bien el serotipo 3 ha sido involucrado en enfermedad mortal, este fenómeno no se registró en todos los estudios. Al contrario, el serotipo 1 origina enfermedad mortal con muy baja frecuencia. Dos pequeños estudios involucraron los serotipos 1 y 3 en peritonitis neumocócica en adultos. Por último, las cepas no tipificables rara vez ocasionan enfermedad invasiva pero han causado casos esporádicos y brotes de conjuntivitis. Diferencias de serotipos por edad: niños En neonatos (menos de 28 días de vida), el 20% al 25% de los casos de ENI obedece al serotipo 1 aisladamente; a los serotipos 1 y 5; a los tipos 1, 3 y 5 o a los tipos 3 y 7F. Estos serotipos se detectaron en menos del 5% de los niños de más de 28 días pero por debajo de los 2 años de edad. Un trabajo halló una elevada frecuencia de serotipo 2 en neonatos con meningitis. Como consecuencia de la preponderancia de los serotipos 1, 3, 5 y 7F en los niños más pequeños, algunos estudios notaron que los serogrupos de la PCV7 sólo incluyen el 40% al 50% de todas las cepas responsables de ENI en niños de menos de 6 meses de vida. La incidencia de ENI es más alta en niños de 6 a 24 meses, edad en la que los programas de inmunización probablemente son más eficaces. La mayoría de los estudios de Europa y de América latina mostró una cobertura 20% más alta con los serogrupos de la PCV7 en este grupo etario, en comparación con la protección conferida en niños de 2 a 6 años. En los Estados Unidos, la figura es mixta. La declinación en la protección con PCV7 después de los 2 años a menudo se acompaña de una elevación en el porcentaje de ENI ocasionada por el serotipo 1 y, en menor medida, del serotipo 5. En pacientes de 2 a 5 años y por encima de dicha edad, especialmente en el ámbito hospitalario, el serotipo 1 puede representar el 15% y el 25% al 50%, respectivamente, de los casos de ENI, especialmente neumonía. Diferencias en la incidencia de serotipo en función de la edad La incidencia absoluta de ENI también cambia con la edad. La frecuencia de ENI causada por los serotipos representados en la PCV7, en combinación o individualmente, es mayor en los dos primeros años de vida, luego cae en un 70% o más en los siguientes años, probablemente como consecuencia de la maduración inmunológica. La incidencia de enfermedad por serotipos 1 y 5 juntos también es más alta en el primer año de vida; luego cae considerablemente en el segundo año. Posteriormente, la incidencia permanece constante o se eleva levemente en los siguientes años. Este fenómeno sugiere que después del primer año de vida sólo se produce maduración inmunológica gradual hacia los serotipos, tal vez como consecuencia de la falta de colonización nasofaríngea prolongada. Cuando la incidencia absoluta por serotipo se traslada a números de ENI, es obvio que un porcentaje sustancial de casos de enfermedad no tienen lugar en el grupo de 6 a 24 meses, cuando la cobertura por PCV7 es relativamente escasa. El porcentaje considerable de enfermedad en los primeros meses de vida y en niños de más edad podría limitar la eficacia de la inmunización infantil con PCV7 en Europa y los Estados Unidos, ya que el esquema actual incluye tres dosis con inicio en los 2 o 3 meses de vida, separadas por 30 a 60 días y seguidas de un refuerzo al segundo año de edad. No obstante, los estudios inmunológicos y de casos y controles realizados en el Reino Unido y en los Estados Unidos mostraron que la eficacia de la vacuna es sustancial, incluso en niños que reciben una o dos dosis. El programa de vigilancia poscomercialización en los Estados Unidos también sugirió que una considerable proporción de los casos de ENI que tienen lugar en pacientes fuera del espectro de los 6 a 24 meses es evitable por la aparición de inmunidad gregaria. Se requiere vigilancia más prolongada para establecer la duración de la protección. Diferencias de serotipo por edad: adultos La proporción de infecciones causadas por los 7 serotipos pediátricos incluidos en la PCV7 es inferior en adultos en todas las regiones geográficas. Aun así, los serotipos de la PCV7 representaron el 59% de los causales de enfermedad invasiva en los Estados Unidos en 1998. La transmisión familiar de neumococo desde niños jóvenes a sus padres susceptibles y abuelos probablemente sea la forma de contagio de estas cepas. Estudios en varios países indican que los serotipos PCV7 – particularmente los tipos 6B, 14 y 23F– son más prevalentes en adultos de edad avanzada, en comparación con sujetos no ancianos. Es posible que la mayor frecuencia de estas infecciones en ancianos obedezca, en parte, al contacto con los niños pequeños y al descenso de la inmunidad con los años, fenómeno que los torna de nuevo más vulnerables a aquellos serotipos que infectan a los lactantes. Este hallazgo tiene relevancia en términos del uso de la PCV7 en la población adulta porque se vio que la ENI ocasionada por estos serotipos declinó considerablemente en los ancianos desde la introducción de la vacuna conjugada en la población pediátrica. Los adultos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana también tienden a presentar más infecciones por serotipos PCV7, tal como lo pusieron de manifiesto al menos 6 estudios en Africa y América del Norte. Varios trabajos mostraron que la asociación entre el serotipo pediátrico y la enfermedad invasiva en adultos infectados por HIV no se debe a mayor prevalencia de resistencia antibiótica en esta población. La mayor susceptibilidad a persistir como portador podría intervenir en la mayor transmisión en el contexto de la epidemia entre heterosexuales HIV positivos. Las mujeres HIV positivas tienen más riesgo que los hombres HIV positivos de presentar enfermedad atribuible a los serotipos PCV7. Otros pacientes inmunocomprometidos (sin infección por HIV) representan otro grupo de riesgo de enfermedad invasiva por serotipos PCV7 o serotipos relacionados. Diferencias de serotipo en reemplazo después de la vacunación Muchos estudios clínicos indican que luego de recibir la vacuna conjugada hay una modificación rápida y completa de la flora en nasofaringe, desde la colonización con serotipos que predominan en la vacuna a gérmenes que no están representados en ella. Sin embargo, ninguno de los trabajos al respecto mostró que este cambio se asocie con aumento de la prevalencia de enfermedad invasiva por serotipos no incluidos en la vacuna. Un estudio de vigilancia poscomercialización realizado en niños en los Estados Unidos 2 años después de la introducción de la vacunación rutinaria con la PCV7 mostró una reducción notable de la frecuencia de ENI con sólo un leve incremento, insignificante, de enfermedad originada por serotipos que no están en la vacuna. Sin embargo, se requiere vigilancia epidemiológica sostenida para conocer con exactitud la evolución de este fenómeno y las consecuencias en otras poblaciones (sujetos con inmunosupresión). Según un estudio, en ausencia de inmunización ciertos serotipos ausentes en la vacuna no causan otitis media aguda por la presencia de serotipos de la vacuna en la nasofaringe o en fluidos de oído medio. Sin embargo, cabe recordar que los tipos no incluidos en la vacuna son menos capaces de causar neumonía. Serotipos responsables de epidemias Históricamente, el neumococo era la principal causa de epidemias letales de neumonía; los serotipos 1, 2 y 5 eran los patógenos responsables en la mayor parte de los casos. Estas epidemias son raras hoy en día; hubo 25 brotes de ENI en la década del ’90 y ninguno de ellos involucró más de 35 personas. Probablemente el descenso se deba a la mayor disponibilidad de antibióticos y a la mejor situación socioeconómica. A diferencia de lo que se observaba antes de la era de los antibióticos, las epidemias más recientes tienen distribución más amplia de serotipos y muestran un patrón epidemiológico bimodal: afectan a los muy jóvenes y ancianos o a adultos no seniles. La mayoría de los casos son ocasionados por los serotipos frecuentes en nasofaringe, algunos de los cuales están en la vacuna heptavalente. En cambio, los brotes en los adultos no ancianos se producen en situaciones particulares (sujetos sin hogar, ámbitos militares) y por lo general son originados por el tipo 1, la causa más frecuente de brotes en la era preantibiótica. Los tipos 5, 12F y 8, al igual que el serotipo 1, rara vez están presentes en niños. Conclusión En el trabajo se evaluaron las diferencias epidemiológicas de los serotipos neumocócicos y su prevalencia global en diferentes partes del mundo. Los serotipos incluidos en la PCV7 están entre los más frecuentes en niños de 6 meses a 2 años y comprenden la mayoría de los tipos resistentes a antibióticos. Sin embargo, otros serotipos poseen propiedades biológicas importantes aun cuando la prevalencia de enfermedad no sea tan alta; es por ello que la PCV11 podría brindar protección más amplia incluso en países en los cuales la cobertura asociada con la PCV7 es adecuada.
Autoevaluación de Lectura
¿Qué serotipos están incluidos en la vacuna heptavalente contra neumococo?
A. 4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F y 23F.
B. 4, 11, 9V, 14, 18C, 19F y 23F.
C. 4, 6B, 15, 14, 18C, 19F y 23F.
D. 4, 6B, 9V, 14, 17, 19F y 23F.
Respuesta
Correcta
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