DEFICIENCIA DE VITAMINA D EN POBLACION MATERNO INFANTIL DEL SUR ARGENTINO
Buenos Aires, Argentina
La latitud y otros factores relacionados con el clima podrían explicar la deficiencia de 25-hidroxivitamina en los niños y embarazadas habitantes de la región sur de la Argentina.
Medicina Infantil 11(3):199-204, Sep 2004
Autores:
Tau C, Bonifacino M, Scaiola E y colaboradores
Institución/es participante/s en la investigación:
Metabolismo Cálcico y Oseo, Endocrinología, Hospital de Pediatría J.P. Garrahan, Buenos Aires; Servicio de Pediatría y Laboratorio, Hospital Regional de Ushuaia; Servicio de Pediatría y Laboratorio, Hospital Regional de Comodoro Rivadavia; Servicio de Neonatología y Laboratorio, Hospital Regional de Río Gallegos; Argentina
Título original:
[Niveles Circulantes de 25-Hidroxivitamina D en Población Materno-Infantil de Zonas de Riesgo del País: Provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego]
Título en castellano:
Niveles Circulantes de 25-hidroxivitamina D en Población Materno-Infantil de Zonas de Riesgo del País: Provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego
Introducción La vitamina D es indispensable para el desarrollo esquelético de los niños, dado que debido al crecimiento las demandas de calcio y fósforo son mayores que en los adultos. El metabolito final de la vitamina D (VD), 1,25-dihidroxivitamina D, le aporta estos minerales al organismo; la deficiencia de vitamina D es causa de raquitismo en los niños y de osteomalacia en el adulto. La vitamina D se origina de manera endógena y exógena. La formación endógena se produce a partir de la piel, que es la fuente principal, y la exógena por los alimentos ingeridos, aunque muy pocos la contienen. La síntesis de VD comienza en la epidermis, donde los rayos ultravioletas transforman el dehidrocolesterol en vitamina D, que luego es transportada al hígado, donde se transforma en 25-hidroxivitamina D (25-OHD). En el riñón la 25-OHD se convierte en 1,25 dihidroxivitamina D (1,25 DOHD), que es el metabolito biológicamente activo, el cual promueve la absorción intestinal de calcio y fósforo, mantiene constantes los niveles séricos de estos minerales y contribuye de esta manera a la mineralización esquelética. La latitud influye sobre los niveles circulantes de VD. Al alejarse del Ecuador la incidencia de los rayos solares sobre la piel no es suficiente para su formación. En los países ubicados por encima de la latitud 40º o por debajo de ésta, la población infantil presenta mayor riego de padecer raquitismo. En la Argentina, que se extiende hasta 56º de latitud sur (Tierra del Fuego), trabajos publicados en 1990 y 1995 demostraron una importante deficiencia de VD en los niños sanos de Ushuaia. A partir de estos estudios los pediatras aplican a los niños sanos suplementos con VD al principio del invierno, aunque no lo hacen de modo sistemático. La persistencia de raquitismo plantea la necesidad de evaluar los niveles de 25-OHD al final del invierno, momento en que las reservas de VD están agotadas. El objetivo de este estudio fue estudiar si hay deficiencia o insuficiencia de 25-OHD en niños sanos, en embarazadas y muestras de cordón umbilical (en el momento del parto) de tres regiones del sur de la Argentina, con el fin de establecer un tratamiento adecuado además de evitar la deficiencia de VD. Población y métodos Al final del invierno fueron estudiados distintos grupos de población de Comodoro Rivadavia (latitud 45º S, provincia del Chubut), de Ushuaia (latitud 54º S, provincia de Tierra del Fuego) y de Río Gallegos (latitud 52º S, provincia de Santa Cruz). Se excluyeron los individuos con alteraciones óseas, hepáticas y renales. En Comodoro Rivadavia (CR) se estudiaron 20 niños sanos en el mes de septiembre de 2001, registrándose los datos de edad, talla y peso; en cada caso se extrajo una muestra de sangre para las determinaciones de calcio, fósforo, fosfatasa alcalina (FAL, valor normal: < 500 UI/L) y de 25-OHD; se pudo constatar que ninguno de los niños había recibido suplementos de VD en los 6 meses previos al estudio. En Ushuaia (USH) fueron evaluados 51 niños sanos en septiembre de 2002; mediante una encuesta se estableció la edad, los antecedentes personales, el peso, la talla, el color de la piel (trigueña o blanca), la administración previa de suplementos vitamínicos, el medio socioeconómico y la ingesta de calcio a partir de los productos lácteos; la mayoría de los niños había recibido suplementos de VD; también se determinó el calcio sérico, la FAL (valor normal en niños: < 900 UI/L), el fósforo y los niveles séricos de 25-OHD. En Río Gallegos (RG) fueron estudiados en septiembre de 2001 los sueros de 27 madres y de cordón umbilical (para la evaluación del feto) en el momento del parto; se seleccionaron madres con embarazos y partos normales; se midieron los niveles de calcio, fósforo y FAL (valor normal: 90- 500 UI/L) y de 25-OHD sérica; y se constató que las madres no recibieron suplementos de VD durante el tercer trimestre del embarazo. El valor de 25-OHD considerado normal fue de 15-50 ng/ml, definiéndose deficiencia de VD a un valor de 25-OHD menor de 10 ng/ml, e insuficiencia de VD a un valor de 25-OHD entre 10-15 ng/ml. Los datos fueron expresados como medias ± desvíos estándar (DS). Las pruebas para comparar las muestras fueron seleccionadas según la distribución de los datos de la población; el nivel de significación estadística fue de 5% (p < 0.05, a dos colas). Resultados La edad promedio de los niños de CR fue de 2.2 ± 1 años. Los puntajes Z para el peso y la talla fueron normales, al igual que los resultados de la calcemia y la FAL. Nueve niños presentaron valores de 25-OHD iguales a 10 ng/ml o menores. En el 25% de los sujetos se constataron niveles de insuficiencia y sólo 6 casos presentaron valores mayores de 15 ng/ml. En USH la edad promedio de los niños fue de 6.2 ± 3.7. En todos, los puntajes Z para el peso y la talla fueron normales. Veintiún niños eran de piel trigueña y 30 de piel blanca. En la mayoría el medio socioeconómico era bueno. Treinta niños habían estado previamente expuestos al sol. Los niveles séricos de 25-OHD fueron mayores respecto de los participantes de CR (p < 0.015). Seis niños (12%) que no habían recibido suplementos de VD antes del estudio presentaron deficiencia de VD y en 8 (16%) se detectaron valores de insuficiencia. El 73% de los casos tuvo valores normales de 25-OHD sérica. En los sujetos que recibieron suplementos se registraron valores de 25-OHD mayores que en aquellos que no recibieron suplementos. Los niños provenientes de un medio socioeconómico inferior presentaron valores más bajos de 25-OHD. Los niveles de calcemia se relacionaron en forma directa con los niveles de 25-OHD (p < 0.01). En el 33% de los sujetos se detectaron valores aumentados de FAL en suero y éstos se correlacionaron inversamente con los valores de 25-OHD (p < 0.001). En RG, en los 27 sueros de madres y de cordón umbilical (pareados y extraídos en el momento del parto) los valores de 25-OHD fueron de 15.1 ± 8.1 ng/ml en las madres y de 8.9 ± 5.7 ng/ml en los sueros de cordón umbilical. Los valores fueron mayores en las madres que en el cordón umbilical (p < 0.01). La 25-OHD de cordón se correlacionó directamente con la de la madre (r = 0.86, p < 0.000) y representó el 59% de la 25-OHD materna. El 30% de las madres tuvo valores de deficiencia de VD y el 37% de insuficiencia. En las muestras de cordón, el 78% presentó valores de deficiencia de VD y el 7% de insuficiencia. En el 67% de las madres y en el 85% de las muestras de cordón se observaron valores de 25-OHD menores de 15 ng/ml. Se observó hipocalcemia en el 56% de las madres. Un sólo lactante presentó hipocalcemia sin signos clínicos y con un valor de 25-OHD de 7 ng/ml. La calcemia de las muestras de cordón se correlacionó en forma directa con la de la madre (r = 0.52, p < 0.005). Discusión En este trabajo se establecieron los niveles circulantes de 25-OHD al final del invierno en muestras de la población de niños sanos, de las madres al final del embarazo y cordón umbilical en tres regiones del sur de la Argentina. En CR se detectaron valores disminuidos de 25-OHD (estadísticamente significativos) en niños sanos menores de 4 años. El 45% de los evaluados presentaba deficiencia de VD y el 15% insuficiencia. La latitud y la falta de suplementos podrían explicar esta deficiencia. En USH, situada a latitud 54º S, donde el 71% de los niños evaluados había recibido suplementos de VD en los 6 meses previos a la investigación, los valores de 25-OHD fueron mayores que los de los niños de CR. No obstante, el 27% presentó valores de 25-OHD iguales a 15 ng/ml o menores y 6 tuvieron niveles menores de 10 ng/ml. La indicación de suplementos de VD por parte de los pediatras no se realizó en forma sistemática luego del estudio de 1990 realizado en la región, que demostró deficiencia de VD en casi todos los niños evaluados. En la actualidad, sólo una parte de la población infantil recibe suplementos de VD durante el mes de marzo en dosis de 100 000 y 150 000 UI. Es posible, de acuerdo con los resultados, que en USH sea necesaria la indicación adicional de suplementos para que los niveles de 25-OHD se mantengan normales durante todo el invierno. En RG, situada a 52º S, el 67% de las madres presentó valores de 25-OHD menores de 15 ng/ml y el 85% de los sueros de cordón umbilical presentó valores muy bajos. Estos datos son preocupantes. El neonato podría requerir 30 g de calcio para mineralizar su esqueleto al finalizar las 40 semanas de gestación. Si la madre no tiene niveles suficientes de VD circulante, disminuye la producción de 1,25 DOHD y la absorción de calcio y fósforo, con menor pasaje de minerales a través de la placenta que, junto con el descenso de la calcemia en la madre, pueden reducir la mineralización ósea y aumentar el riesgo de hipocalcemia en el neonato. La 25-OHD atraviesa la placenta, habiendo una relación directa entre las cifras maternas y fetales; estas últimas dependen exclusivamente de las maternas. Los hallazgos de este estudio demuestran que la deficiencia de VD en RG es significativa. La latitud, la menor exposición al sol debido al clima, el frío y la falta de suplementos vitamínicos podrían explicar esta deficiencia. Este estudio es el primero realizado en la Argentina en niños que recibieron suplementos de VD. Este aporte vitamínico al comienzo del invierno es necesario para compensar la deficiencia de VD, aunque todavía se desconoce cuál es la dosis adecuada. Se ha propuesto una única dosis de 100 000 UI de VD en las madres en el sexto o séptimo mes de embarazo y de 500-1 000 UI/día en el neonato para mantener normales los niveles circulantes de 25-OHD. Al comparar los niños de CR con los de USH, la mayoría de los niños de USH presentó valores normales de 25-OHD; las cifras menores de 15 ng/ml se asociaron con aumento de la FAL. Estas cifras de 25-OHD podrían estimular la secreción de hormona paratiroidea que, a su vez, estimula la secreción de FAL en el osteoblasto. La ingesta de calcio fue evaluada sólo en USH, detectándose que era inferior a la recomendada por la FDA. Conclusión En las tres regiones, se hallaron en los niños sanos, en las madres y en las muestras de cordón niveles bajos de 25-OHD sérica, aunque la mayoría de los niños de USH presentó niveles de VD adecuados que se relacionaron directamente con el aporte previo de suplementos de VD. Futuros estudios, concluyen los autores, podrían ser necesarios para mejorar el aporte de suplementos y evitar el riesgo de hipocalcemia, requitismo nutricional y osteopenia en el sur argentino.
Autoevaluación de Lectura
¿Qué riesgos representa la deficiencia de VD en la embarazada?
A. Aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas antes de la menopausia.
B. Aumenta el riesgo de osteopenia y de hipocalcemia en el neonato.
C. Aumenta el riesgo de parto prematuro.
D. Aumenta el riesgo de hipercalcemia en el recién nacido.
Respuesta
Correcta
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