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Resúmenes SIIC |
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CARACTERISTICAS DEL TRASTORNO POR ESTRES POSTRAUMATICO EN NIÑOS Ciudad del Cabo, Sudáfrica Análisis de la etiología y los factores de riesgo, la evaluación diagnóstica y el tratamiento del trastorno por estrés postraumático en los niños. World Psychiatry 4(2):121-125, Jun 2005 Autores: Kaminer D, Seedat S y Stein DJ Institución/es participante/s en la investigación: WPA Section on Anxiety and Obsessive Compulsive Disorders; Department of Psychology, University of Cape Town, Ciudad del Cabo, Sudáfrica Título original:
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Introducción ¿Cuál es el tratamiento de primera línea en los niños con trastorno por estrés postraumático? A. Psicoterapia. Respuesta Correcta
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EL IBUPROFENO DEBE RESERVARSE PARA LOS NIÑOS CON FIEBRE ELEVADA Lille, Francia Debido a los posibles efectos adversos, el ibuprofeno debería reservarse para los niños con fiebre elevada y mal tolerada que no respondan a la monoterapia adecuada con el paracetamol.AR9085 Archives de Pédiatrie 12(8):1209-1214, Ago 2005 Autores: Charkaluk ML, Kalach N, El Kohen R y Kremp O Institución/es participante/s en la investigación: Clinique de Pédiatrie Saint-Antoine, Hôpital Saint-Vincent-de-Paul, Université Catholique, Lille, Francia Título original:
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Introducción La fiebre es motivo de consulta frecuente en el niño y, en general, se indica tratamiento sintomático a base de medidas físicas como el desvestido o los baños tibios, o bien el tratamiento farmacológico. Las drogas antipiréticas representan una de las prescripciones más importantes en pediatría, y sólo 3 moléculas cuentan con autorización en Francia para indicarse como antipiréticas en los niños: la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno. Esta última se encuentra disponible para su indicación en forma bebible a partir de la edad de 3 meses. El objetivo del presente estudio consistió en reseñar las prácticas familiares en el tratamiento farmacológico de la fiebre y cuantificar y precisar las circunstancias en las cuales se recurre al ibuprofeno. Material y métodos El estudio se efectuó en el Departamento de Urgencias Pediátricas del Hospital Saint-Vincent-de-Paul en forma prospectiva entre el 5 de abril y el 29 de mayo de 2004. Fue suministrado un cuestionario anónimo a los padres que acudían a la consulta con sus niños menores de 15 años, que presentaban fiebre aislada o asociada a otros síntomas. Las preguntas se relacionaron con el medio ambiente sociodemográfico del niño, los antecedentes médicos, el nivel y la duración de la fiebre, los medicamentos antipiréticos pediátricos disponibles en el domicilio, la primera medicación antifebril aplicada al niño con fiebre y la segunda medicación eventual. El diagnóstico de la enfermedad causal debía efectuarlo el médico que tomaba a su cargo el tratamiento del niño. Las variables cuantitativas se expresaron por medio de los valores de la media y 2 desviaciones estándar, y se empleó el test t de Student bilateral para la comparación de 2 valores de la media cuando la distribución pudo considerarse normal. Resultados Fueron recogidos 156 cuestionarios distribuidos a 185 familias, y se estimó que aproximadamente 80% de los niños febriles que acudieron habían recibido un antipirético antes de la consulta. La media de edad de los niños fue de 22 meses y se analizaron los datos de 77 varones y 78 mujeres. Los medicamentos disponibles en el domicilio para tratar la fiebre de los niños fueron el paracetamol en supositorios en el 71% de los casos y en forma oral en el 62%. El 11% de las familias tenían aspirina y el 51% ibuprofeno en forma de suspensión bebible pediátrica. El paracetamol fue el fármaco administrado en primera instancia al niño febril en el 78% de los casos en forma de supositorios; el 17% empleó el ibuprofeno bebible y el 4% la aspirina. La edad de los niños difirió en forma significativa según el fármaco utilizado en el inicio, dado que los niños que recibieron los supositorios de paracetamol fueron los más pequeños, mientras que los que ingirieron la aspirina eran mucho más grandes (p < 0.001). Esa primera medicación había sido prescripta por un médico en el 92% de los casos y en el 8% restante, adquirida directamente en la farmacia. El 71% de los padres declararon estar satisfechos con el resultado obtenido, si bien el 47% informó haber administrado inmediatamente otro fármaco antipirético, sin encontrarse relación estadística entre los 2 hechos. Los niños que recibieron biterapia se encontraban más febriles en forma significativa, y la duración de la fiebre fue mucho mayor antes de la consulta en la guardia. La frecuencia de recurrir a la biterapia fue mucho mayor elevada cuando el primer medicamento utilizado fue el ibuprofeno, si bien la satisfacción con el resultado obtenido, paradójicamente, fue mejor con esta droga que con las otras utilizadas. El 37% de los pacientes incluidos en el estudio había recibido ibuprofeno; entre ellos, el 31% presentaba antecedentes de alergia o de asma y el 48% consultaba por fiebre asociada con diarrea o vómitos. Discusión Si bien el paracetamol fue el primer medicamento antipirético pediátrico utilizado por las familias, el ibuprofeno ha conseguido –desde su lanzamiento en el mercado farmacéutico hace 10 años– un lugar preponderante. En el presente ensayo fue administrado al 37% de los niños menores de 15 años que consultaron en la guardia por presentar fiebre y que antes habían recibido por lo menos 1 antipirético. En 83% de los casos, el ibuprofeno se empleó como biterapia junto con el paracetamol, y ese recurso aumentó con el nivel y la duración de la fiebre. La biterapia fue prescripta por el médico tratante para el episodio febril en curso o para un episodio precedente. El ibuprofeno es un fármaco antipirético evaluado como más eficaz que el paracetamol en un metaanálisis reciente y, además, sería más eficaz en cuanto a la mejoría del bienestar del niño. El paracetamol ha demostrado su inocuidad con excepción de las situaciones de intoxicación, no existe toxicidad hepática en particular con las dosis terapéuticas y son pocos los casos de efectos secundarios informados en la bibliografía frente la utilización antigua y masiva de esa molécula. No es el caso del ibuprofeno, dado que los efectos gastrointestinales de los antiinflamatorios no esteroides se conocen desde hace mucho tiempo, y los más frecuentes son las náuseas y la sensación de plenitud abdominal. El ibuprofeno fue casi siempre prescripto en el curso de una biterapia con el paracetamol (83% de los casos) y en el presente ensayo esa biterapia parece más un hábito que el resultado del fracaso de la monoterapia. De todas maneras, la eficacia y la inocuidad de esa asociación no han sido estudiadas ni demostradas. La biterapia implica un riesgo de error en el curso de la aplicación familiar, por la posibilidad de sobredosificación y el problema de identificación de la molécula responsable en el caso de aparición de reacción alérgica. Por lo tanto, esa biterapia debería reservarse para los niños con cuadros febriles muy elevados, mal tolerados y resistentes a la monoterapia, de acuerdo con las recomendaciones de los grupos de consenso pediátricos internacionales. Además, el presente estudio demuestra la muy escasa participación de la automedicación en el tratamiento de la fiebre de los niños, dado que en más del 90% de los casos la medicación administrada había sido prescripta por un médico en el curso de un episodio febril reciente o durante el episodio actual. Por lo tanto, una mejor información de los prescriptores llevaría a un cambio efectivo y a reducir el número de indicaciones inadecuadas, comentan los autores. Conclusión El ibuprofeno es ampliamente utilizado como antipirético en pediatría, en general dentro del marco de la biterapia junto con el paracetamol. Esta biterapia o alternancia terapéutica resulta inútil y potencialmente riesgosa. El empleo del ibuprofeno aparece más como el resultado de una prescripción dada por el médico del niño que como una automedicación, aunque de acuerdo con la noción de precaución, este medicamento debería reservarse para los niños con cuadros febriles muy elevados, con hipertermia mal tolerada y con respuesta adversa a la monoterapia indicada en forma correcta por medio del paracetamol. Los prescriptores deberían estar bien advertidos de las precauciones para su empleo e, inclusive, de las contraindicaciones para aplicar esa molécula: varicela, enfermedades con riesgo de hipovolemia como los vómitos o la diarrea y, quizá, antecedentes de asma o alergia. En conclusión, los autores señalan que el presente ensayo destacó la necesidad de brindar buena información a los médicos sobre los temas mencionados. Autoevaluación de Lectura ¿Cuál de los siguientes métodos se utiliza para disminuir la fiebre en los niños?: A. Paños fríos. Respuesta Correcta
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EFICACIA Y SEGURIDAD DE LA TERAPIA ANTIRRETROVIRAL EN NIÑOS CON INFECCION POR HIV Bangkok, Tailandia La terapia antirretroviral de alta eficacia fue segura y efectiva en niños con infección por HIV en estadios avanzados sin tratamientos antirretrovirales previos, en un ámbito con recursos limitados como Tailandia.CC915 Clinical Infectious Diseases 41(1):100-107, Jul 2005 Autores: Puthanakit T, Oberdorfer A, Akarathum N y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Faculty of Medicine, Chiang Mai University, Chiang Mai; Ministry of Public Health, Bangkok; Tailandia Título original:
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¿En qué porcentaje de pacientes se logró el éxito virológico (nivel plasmático de ARN del HIV < 50 copias/ml) con la terapia antirretroviral de alta eficacia, con regímenes basados en nevirapina o efavirenz, en pacientes pediátricos con HIV en estadios avanzados? A. Aproximadamente 50%. Respuesta Correcta
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EVALUACION DE CITOTOXICIDAD DE DROGAS EN LA LEUCEMIA LINFOBLASTICA AGUDA Detroit, EE.UU. La utilización de la prueba de sensibilidad a las drogas por citometría de flujo, basada en la apoptosis, es fácil, práctica y reproducible en la leucemia linfoblástica aguda de células T pediátrica. Leukemia & Lymphoma 46(6):833-840, Jun 2005 Autores: Savasan S, Buck S, Özdemir Ö y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Children's Hospital of Michigan, Division of Hematology and Oncology, Barbara Ann Karmanos Cancer Institute, Wayne State University, Detroit; University of Rochester, Rochester; University of Mississippi, Jackson; EE.UU. Título original:
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Introducción
¿Cómo es la correlación entre las tasas de apoptosis espontánea y la sensibilidad a citarabina y daunorrubicina determinada por citometría de flujo con respecto a la prueba con metiltiazoltetrazolio (MTT) en blastos de leucemia linfoblástica aguda de células T en niños? A. Positiva, no significativa. Respuesta Correcta
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EFECTOS DEL SILDENAFIL ORAL EN LA HIPERTENSION PULMONAR EN NIÑOS Toronto, Canadá El sildenafil oral mejoró significativamente la hemodinamia pulmonar y la capacidad de ejercicio hasta durante 12 meses en niños con hipertensión pulmonar primaria y secundaria, con buena tolerancia. Circulation 111(24):3274-3280, Jun 2005 Autores: Humpl T, Reyes JT, Holtby H y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Departments of Critical Care Medicine, Anesthesia and Population Health Sciences and the Division of Cardiology, Hospital for Sick Children and University of Toronto Medical School, Toronto, Canadá Título original:
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Introducción La hipertensión arterial pulmonar (HP) es una enfermedad progresiva que, tanto en adultos como en niños, conduce inexorablemente a la insuficiencia ventricular derecha y a la muerte. Las opciones terapéuticas comprenden la infusión endovenosa continuade prostaciclinas, bloqueantes orales de los canales de calcio y anticoagulantes; las terapias más nuevas incluyen bloqueantes de los receptores de endotelina, inhalación continua de óxido nítrico (ON) y prostaciclina y análogos por vía inhalatoria. Las desventajas del uso de algunos de estos tratamientos comprenden el costo, las reacciones adversas sistémicas, complicaciones asociadas con la permanencia durante un tiempo prolongado de catéteres endovenosos y la HP de rebote. Recientemente se demostraron los efectos vasodilatadores de los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 en animales con HP experimental, seres humanos con HP primaria y secundaria y voluntarios sanos con vasoconstricción pulmonar hipóxica. La fosfodiesterasa tipo 5 es una enzima abundante en el lecho vascular pulmonar (células del músculo liso) y tiene regulación en más (upregulation) en la HP. El sildenafil es un inhibidor altamente selectivo y potente de la isoenzima fosfodiesterasa tipo 5 específica del GMP cíclico. A nivel celular la vasodilatación involucra alteraciones en las señales de calcio, lo que se debe, en parte, a la apertura de los canales BKCA en seres humanos con HP. Los autores postularon que el sildenafil oral puede disminuir los síntomas de HP y mejorar la hemodinamia vascular pulmonar de manera selectiva en niños con HP crónica. Por lo tanto, los objetivos de este estudio fueron evaluar los efectos de la administración oral prolongada de sildenafil sobre la capacidad de ejercicio (prueba de caminata de 6 minutos) y la hemodinamia pulmonar en este tipo de pacientes. Métodos Se realizó un ensayo clínico piloto, de tipo abierto, de 12 meses de duración, con sildenafil oral como única droga en pacientes pediátricos con HP sintomática. Los criterios de inclusión fueron HP secundaria a enfermedad cardíaca congénita cuya HP persistió después de la corrección quirúrgica o fue considerada inoperable y HP primaria que no respondió al ON inhalado o a los bloqueantes de los canales de calcio o pacientes que rechazaron la terapia permanente con prostaciclina endovenosa. El principal criterio de valoración fue la distancia caminada en 6 minutos; mientras que el criterio de valoración secundario fue el índice de resistencia vascular pulmonar (IRVP) estimado durante el cateterismo cardíaco. En todos los niños se configuró la historia clínica inicial, y se efectuó examen físico completo, electrocardiograma, ecocardiograma, radiografía de tórax, centellograma de ventilación/perfusión, tomografía computarizada de alta resolución, prueba de caminata de 6 minutos y cateterismo cardíaco. Las evaluaciones de seguimiento comprendieron prueba de caminata de 6 minutos a las 6 semanas y a los 3, 6 y 12 meses, cateterismo cardíaco, determinaciones de laboratorio –como hemograma completo, urea, creatinina y pruebas de función hepática– y valoración de la agudeza visual y de la visión de colores. Se efectuaron evaluaciones adicionales de acuerdo con la evolución clínica. El sildenafil se administró por vía oral en dosis inicial de 0.25 mg/kg 2 veces al día y se aumentó a 0.5 mg/kg por dosis 4 veces por día. Se mantuvieron las terapias adyuvantes –como cumadina, prostaciclina inhalada, digoxina, furosemida y L-arginina–. En la metodología estadística se realizó el ANCOVA para valorar la diferencia en la distancia caminada en 6 minutos a nivel basal, a los 6 meses y 12 meses. Los valores de probabilidad para comparaciones múltiples se ajustaron por el método de Tukey Kramer. La distancia caminada en 6 minutos se presentó como media ± desvío estándar. La correlación entre la distancia caminada en 6 minutos y el IRVP se evaluaron mediante la prueba de Pearson. Los datos hemodinámicos y de laboratorio se analizaron con la prueba de Wilcoxon y se presentaron como mediana y rango. El nivel de significación estadística se estableció en el 5%. Resultados Participaron del estudio 14 niños con HP y una mediana de edad de 9.8 años (5.3-18 años). Los diagnósticos fueron HP primaria en 4 niños y HP secundaria en 10 (luego de la reparación de defectos congénitos cardíacos en 7 o por síndrome de Eisenmenger en 3). Al momento del diagnóstico, a 4 pacientes se los incluyó en la categoría de clase funcional II según la New York Heart Association (NYH A), a 6 en la clase funcional III y a 4 en la IV. Al final del período de estudio, a 9 niños se los clasificó en la clase funcional I, a 2 a la clase funcional II y a 3 en la clase funcional III. Durante la terapia con sildenafil, la media de la distancia caminada en 6 minutos a las 6 semanas, 12 semanas, 6 meses y 1 año fue de 331 (± 112), 355 (± 91), 443 (± 107) y 432 (± 156) metros, respectivamente. Se produjo una mejoría en la distancia caminada en 6 minutos entre el nivel basal y los 6 meses (p = 0.02) y entre el valor basal y los 12 meses (p = 0.005), con una meseta entre los 6 meses y 12 meses (p = 0.48). No se realizó el cateterismo cardíaco antes de la terapia con sildenafil ni durante el seguimiento en 5 pacientes. En los 9 niños restantes, se efectuó el cateterismo cardíaco a nivel basal y se repitió luego de una mediana de seguimiento de 10.8 meses (6-15.3 meses). En el cateterismo cardíaco basal, la mediana del porcentaje de disminución del IRVP en respuesta al ON inhalado fue del 8% (+2% a -17%). En el cateterismo cardíaco de seguimiento en respuesta al tratamiento con sildenafil se redujeron significativamente la presión pulmonar sistólica de 86 mm Hg (69 a 136 mm Hg) a 70 mm Hg (54 a 120 mm Hg) (p = 0.014), la presión pulmonar media de 60 mm Hg (50 a 105 mm Hg) a 50 mm Hg (38 a 84 mm Hg) (p = 0.014), y la presión pulmonar diastólica de 46 mm Hg (30 a 81 mm Hg) a 30 mm Hg (17 a 60 mm Hg) (p = 0.022). El IRVP disminuyó de 15 unidades Wood m2 (9 a 42) a 12 unidades Wood m2 (5 a 29) (p = 0.024). La saturación de oxígeno de la vena cava superior aumentó de un 66% (57% a 74%) a 69% (60% a 81%) (p = 0.033). No hubo cambios significativos en la presión arterial sistémica, el índice de resistencia vascular sistémica, el índice cardíaco, las presiones auriculares derecha e izquierda, la hemoglobina, el consumo de oxígeno, la saturación aórtica de oxígeno y los gases en sangre. No se observó correlación entre el cambio en el IRVP y la distancia caminada en 6 minutos a las 6 semanas, 6 meses y 12 meses. La mediana de la dosis de sildenafil al comienzo de la terapia fue de 0.5 mg/kg (0.3-0.7 mg/kg) y a los 12 meses fue de 0.5 mg (0.3-1). Al inicio del tratamiento la dosis de sildenafil fue de 0.25 mg/kg y, si era bien tolerada, se incrementó a 0.5 mg/kg en la dosis siguiente. Todos los niños recibieron las primeras 4 dosis en el hospital. El sildenafil fue bien tolerado y no se produjeron interrupciones del tratamiento. No hubo cambios en los valores de creatinina, urea, pruebas de función hepática o recuento plaquetario. Dos pacientes presentaron sangrados menstruales importantes con la menarca, que respondieron al tratamiento con progesterona; y 2 tuvieron hemorragias nasales autolimitadas. No hubo cambios en la agudeza visual o la visión de colores durante el período de estudio. Un paciente no toleró la dosis de 1 mg/kg, pero los síntomas de intolerancia (rubor facial, cefaleas y mareos en posición ortostática) desaparecieron con la reducción de la dosis a 0.5 mg/kg. No hubo muertes durante el período de seguimiento de 12 meses, pero 5 niños fallecieron luego de una mediana de seguimiento de 20.2 meses (12 a 30 meses); todos ellos habían presentado una mejoría durante el primer año en la prueba de caminata de 6 minutos. Discusión Los datos de su estudio demuestran que el sildenafil oral puede mejorar tanto la tolerancia al ejercicio como la hemodinamia vascular pulmonar en niños y adolescentes con HP. La distancia caminada en 6 minutos aumentó durante los primeros 6 meses de terapia y se mantuvo por 12 meses. El tratamiento a largo plazo no se asoció con ningún efecto adverso. Se informó que la distancia caminada en 6 minutos tuvo buena correlación con el pronóstico de la HP. Entre las limitaciones del ensayo los autores señalan el escaso número de participantes y la falta de aleatorización y de inclusión de un grupo placebo para comparación. Sin embargo, históricamente, pacientes similares con HP con falta de respuesta a tratamientos previos no sobrevivieron 1 año, y sólo el 37% de todo el grupo de HP había sobrevivido al año. En este estudio, con la terapia con sildenafil la supervivencia al año fue del 100% y se observó mejoría en la capacidad de ejercicio en todos los niños, aunque se produjeron muertes luego de una mediana de 20 meses a pesar de la mejoría inicial. Se requieren mayores investigaciones para determinar las razones de estas muertes tardías. Es posible que sea necesario el aumento de las dosis de sildenafil con el tiempo y que en ciertos niños puedan ser útiles las terapias combinadas. Se registró mejoría en la hemodinamia pulmonar durante el seguimiento, a pesar de la ausencia de respuesta aguda al ON inhalado. El efecto primario del sildenafil puede deberse a vasodilatación, remodelamiento vascular, o ambos. En conclusión, el sildenafil por vía oral puede mejorar la hemodinamia pulmonar y la capacidad de ejercicio hasta por 12 meses en niños con HP primaria y secundaria. Es esencial confirmar estos resultados en estudios aleatorizados y controlados. ¿Qué efecto tuvo la terapia con sildenafil sobre la capacidad de ejercicio en niños con hipertensión pulmonar primaria y secundaria luego de un año de tratamiento?
A. Ninguno.
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