Evalúan si los Antipsicóticos Mejoran o Exacerban los Síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo. Revisión Sistemática
Winnipeg, Canadá
Los antipsicóticos atípicos pueden inducir o exacerbar la síntomatología en pacientes con trastorno psicótico primario.
Journal of Affective Disorders 82(2):167-174, Oct 2004
Autores:
Sareen J, Kirshner A, Lander M y colaboradores
Institución/es participante/s en la investigación:
Department of Psychiatry, Obssesive Compulsive Disorder Clinic, University of Manitoba, Winnipeg, Canadá
Título original:
[Do Antipsychotics Ameliorate or Exacerbate Obsessive Compulsive Disorder Symptoms? A Systematic Review]
Título en castellano:
Introducción El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es considerado una de las patologías mentales más discapacitante, con una prevalencia que varía entre el 1% y 3%. El trastorno tiene una evolución crónica, fluctuante y de excepcional resolución espontánea. Actualmente, las opciones terapéuticas incluyen la terapia conductista y el tratamiento farmacológico con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o clomipramina (antidepresivo tricíclico que inhibe la recaptación de serotonina). A pesar de los avances en el tratamiento farmacológico, entre el 40% y el 60% de los pacientes no responden. La resistencia a la terapia se define como la imposibilidad de lograr una reducción del 25% en el puntaje de la Yale-Brown Obsessive compulsive Scale (Y- BOCS). Si bien es escasa la evidencia que guíe al clínico en el tratamiento del TOC refractario, las estrategias terapéuticas somáticas son consideradas en el siguiente orden: optimización de las máximas dosis toleradas, combinación de ISRS con benzodiazepinas o antipsicóticos, monoterapia con un inhibidor de la monoaminoxidasa, administración de clomipramina intravenosa, terapia electroconvulsiva y psicocirugía. Si bien se publicaron varias revisiones bibliográficas sobre el tratamiento del TOC, en opinión de los autores, todavía no se llevó a cabo una revisión sistemática de los antipsicóticos. A primera vista, la bibliografía sobre el tema presenta una paradoja, ya que algunos informes refieren que los antipsicóticos exacerban los síntomas del TOC mientras que otros indican que los disminuyen. En este trabajo los autores presentan una visión integrada de la bibliografía sobre los antipsicóticos en el tratamiento del TOC. También describen los posibles mecanismos de la neurotransmisión que explicarían estos hallazgos paradójicos. Para ello, efectuaron una búsqueda sistemática en Medline y PsychInfo de los artículos referidos al tema publicados entre 1980 y 2003. Eficacia Todos los estudios sobre antipsicóticos en TOC, con excepción de un trabajo con clozapina, correspondieron a ensayos donde los sujetos continuaron con la máxima dosis tolerada de antidepresivo. En los estudios con placebo con adición de haloperidol, quetiapina, risperidona u olanzapina, la tasa de respuesta global con los antipsicóticos estudiados varió del 46% al 71%, mientras que la respuesta del placebo fue del 0%. La respuesta al tratamiento se definió en la mayoría de los estudios por una mejoría del 35% o superior en el puntaje del la Y-BOCS y por un puntaje final de 16 o menor, así como por una mejoría importante en la escala Clinical Global Impression Improvement (CGI- I). Tipo de fármaco En un estudio, 17 pacientes con TOC no psicóticos que no respondieron a la fluvoxamina después de 7 semanas de tratamiento con una dosis máxima de 300 mg recibieron pimozida. El 53% de la muestra respondió al tratamiento combinado. Sólo un estudio informó sobre la adición de haloperidol en el TOC refractario. En los sujetos resistentes a la terapia con fluvoxamina, la adición de haloperidol fue más eficaz que el placebo. El 65% de los individuos tratados con droga activa respondió después de 4 semanas de terapia. En cuanto a la risperidona, se encontraron varias publicaciones de experiencias, con respuesta al tratamiento rápida y constante. Cinco estudios informaron que la olanzapina fue eficaz en la reducción de los síntomas del TOC en el 60% de los individuos que no respondieron a la administración de ISRS. Otro ensayo determinó que el 46% de los sujetos tratados con combinación de ISRS y olanzapina presentaron mejorías mayores del 25% en la Y-BOCS. A la fecha, 2 estudios analizaron la seguridad y eficacia de la quetiapina en el tratamiento del TOC resistente. En una experiencia, el 50% de los casos respondió al tratamiento con quetiapina y un ISRS. En el otro estudio, el 64.4% de los sujetos tratados con esta combinación experimentó mejoría importante en el puntaje de la escala Y-BOCS. Por otra parte, los resultados de un estudio de monoterapia con clozapina en adultos refractarios al tratamiento reveló la falta de eficacia. Cabe destacar que esta experiencia trabajó con una definición más estricta de resistencia al tratamiento. Factores pronósticos de respuesta Algunos de los estudios consideraron la presencia o ausencia de tics crónicos o de trastorno de personalidad (TP) esquizotípica. Varias de estas experiencias sugirieron cierta asociación de estas entidades con una respuesta positiva. En el trabajo con pimozida, el 88% de los sujetos con tics crónicos o con TP esquizotípica respondió al tratamiento, al igual que el 22% de los pacientes sin estas entidades. En el estudio con haloperidol, los 8 casos con tics respondieron a la adición de haloperidol a la fluvoxamina. El haloperidol ofreció un beneficio marginal a los casos con tics. Con respecto a los antipsicóticos atípicos, la presencia de tics o de TP esquizotípica no se asoció en forma significativa con la mejoría de los síntomas del TOC. En el estudio con risperidona, el beneficio no se asoció con la presencia de estos trastornos. Los trabajos con olanzapina y quetiapina no demostraron los efectos de la presencia de tics o de TP esquizotípica en la respuesta al tratamiento. En la monoterapia con clozapina, los 2 pacientes con tics crónicos no experimentaron reducción del fenómeno ni mejoraron la sintomatología del TOC. Duración de los estudios Los trabajos con placebo se extendieron por 4 a 8 semanas. Curiosamente, la mayor respuesta, del 71% en la experiencia con quetiapina, se registró en el ensayo de mayor duración. El hallazgo es compatible con la respuesta retrasada de los síntomas del TOC a los fármacos. Un estudio reciente de 24 semanas de duración que compararó fluoxetina con sertralina demostró que el tiempo medio de respuesta fue de 16 semanas. Los autores consideran que los nuevos estudios deberían considerar experiencias de mayor duración para determinar si una proporción mayor de pacientes responden a la terapia. Dosis, tolerabilidad y efectos adversos En los estudios controlados, las dosis finales medias de los antipsicóticos ascendieron a 6.2 mg/d (haloperidol), 2.2 mg/d (risperidona), 11.2 mg/d (olanzapina) y 91 mg/d (quetiapina). Estas dosis fueron inferiores a las recomendadas en la actualidad para trastornos psicóticos. Por otra parte, el espectro de dosis del haloperidol fue superior al de las recomendaciones actuales. Los efectos adversos extrapiramidales y la acatisia fueron tratados con benztropina y propanolol en el ensayo con haloperidol. Ningún participante debió abandonar el tratamiento debido a reacciones colaterales. Con respecto a los antipsicóticos atípicos, no se produjeron efectos adversos extrapiramidales. Las reacciones colaterales más frecuentes asociadas con la risperidona comprendieron aumento del apetito, sedación e inquietud. Por otra parte, 2 sujetos tratados con olanzapina abandonaron el tratamiento debido a las reacciones adversas. Por último, los sujetos que recibieron quetiapina experimentaron náusea, sedación y mareos. Aumento de los síntomas del TOC con antipsicóticos atípicos Varios informes revelaron que los antipsicóticos atípicos indujeron o exacerbaron los síntomas del TOC. Las descripciones de inducción o empeoramiento del cuadro clínico se produjeron en pacientes con un trastorno psicótico primario. En la mayoría de los casos, las obsesiones, de carácter transitorio, surgieron entre los 3 y 15 meses posteriores al inicio del tratamiento. Si bien la olanzapina y la risperidona exacerban los síntomas del TOC, la frecuencia del fenómeno y la intensidad de los síntomas fueron superiores con la clozapina. El mecanismo bidireccional de los antipsicóticos atípicos en el TOC se debería en parte a la ocupación de los receptores de dopamina (D2) y serotonina (5- HT2) por esta clase de agentes. Los antipsicóticos atípicos producen niveles elevados de antagonismo 5-HT2 con bajas dosis, mientras que se necesitan dosis relativamente elevadas para producir antagonismo D2 importante. Dado que el antagonismo 5-HT2 puede inducir o exacerbar la sintomatología del TOC y que el antagonismo D2 puede aumentar el efecto antiobsesivo de los ISRS, este último efecto de los antipsicóticos atípicos sería más pronunciado con dosis más altas. Limitaciones Las limitaciones de los estudios analizados incluyeron la falta de coherencia en los criterios de respuesta, duración y diseño. Algunos trabajos no tomaron en cuenta la presencia o ausencia de tics crónicos y de trastornos de la personalidad. Se requieren nuevos estudios que investiguen la influencia de las patologías asociadas en la eficiencia de la modificación del tratamiento antipsicótico. Cabe destacar que todas las experiencias analizadas se basaron en trabajos de corta duración. En la actualidad no hay estudios controlados prolongados con antipsicóticos como terapia de mantenimiento. Con respecto al tema de la exacerbación o inducción de sintomatología, los autores no encontraron ningún trabajo que evaluara la prevalencia del fenómeno. Los informes sobre el tema sólo describen a individuos con trastornos psicóticos primarios. Estos informes sugieren que dichos pacientes experimentan mayor riesgo de provocación o exacerbación de los síntomas del TOC cuando reciben antipsicóticos atípicos. Sin embargo, se requieren estudios que evalúen de forma sistemática la prevalencia del fenómeno. Consecuencia clínicas Los antipsicóticos típicos y atípicos son eficaces para el tratamiento del TOC refractario. Sin embargo, debido al menor riesgo de discinesia asociado a los antipsicóticos atípicos, los autores aconsejan el empleo de estos agentes. En el caso de los pacientes con tics crónicos y TP esquizotípica, la evidencia señala la mayor eficacia de los antipsicóticos típicos. Por otra parte, los individuos con algún trastorno psicótico primario experimentan mayor riesgo de inducción o exacerbación de la sintomatología con la administración de antipsicóticos. Para finalizar, la experiencia de los autores indica que la estrategia de combinación de antipsicóticos es una opción útil en el tratamiento del TOC refractario.
|
|