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Granada,
España (especial para SIIC)
La gastroenteritis eosinofílica
debe ser considerada entre las diferentes causas de un abdomen
agudo, no sólo cuando éste se deba a una obstrucción de intestino
delgado sino también en formas serosas colónicas. El diagnóstico
se hace por exclusión y con confirmación histológica.
Resumen
La gastroenteritis eosinofílica es una enfermedad rara,
de la que hay menos de 300 casos descriptos en la literatura
mundial. Basándonos en nuestro artículo publicado en Gastroenterología
y Hepatología 23:477-479, Dic 2000, hemos examinado posibles
raíces etiopatogénicas, aspectos clínicos, diagnóstico y opciones
terapéuticas. El caso de una mujer joven cuya presentación
de la enfermedad fue un abdomen agudo hizo al clínico revisar
las rutas patogénicas que juegan un papel en tal cuadro y
el papel de las proteínas citotóxicas contenidas en los gránulos
de los eosinófilos. Persisten aspectos controvertidos en cuanto
a la relación con la alergia alimentaria, la coexistencia
con el consumo de fármacos o la infiltración por eosinófilos
en otros tejidos. Desde un punto de vista clínico, nuestra
contribución pone de manifiesto, de acuerdo con la experiencia
propia y la de otros autores, que la gastroenteritis eosinofílica
debe ser considerada entre las diferentes causas de un abdomen
agudo, no sólo cuando éste se deba a una obstrucción de intestino
delgado sino también en formas serosas colónicas. El diagnóstico
se hace por exclusión y con confirmación histológica. Especial
atención merece el diagnóstico diferencial con las infestaciones
parasitarias, consumo de fármacos o infiltración eosinofílica
y enfermedad asociada en otros órganos. El tratamiento carece
de evidencia científica.
Los corticoides son la primera línea, pero cuando han de
ser retirados son posibles varias opciones, como el cromoglicato
sódico, los inmunosupresores, la budesonida, etc. Deberían
realizarse, a pesar de la dificultad por el escaso número
de pacientes, estudios controlados encaminados a establecer
la eficacia de cada fármaco.
Palabras clave. Gastroenteritis eosinofílica, abdomen
agudo, etiopatogenia, diagnóstico, terapéutica, afectación
colónica, forma serosa.
Abstract
Eosinophilic gastroenteritis is a rare condition with less
than 300 cases described in worldwide literature. Based in
our article published in Gastroenterología y Hepatología
we have make an update of possible etiopathogenic roots,
a clinical approximation, a diagnostic review and looked over
the therapeutic options available.
The case of a young woman whose onset with eosinophilic
gastroenteritis was an acute abdomen due to a serosal colonic
disease makes the clinician go through the pathogenic pathways
that may play a role in such a clinical presentation, with
a main role of specific cytotoxic proteins released form eosinophils'
granules. Controversial aspects about the association with
food allergies, or whether coincidence with drugs intake or
other tissues' eosinophilic infiltration remain. From a clinical
point of view, our contribution shows, according to our own
experience and other author's one, eosinophilic gastroenteritis
must be considered among the different causes of an acute
abdomen, and not only when it is due to an small bowel obstruction,
but also in serosal colonic forms. Diagnosis is made by exclusion
of other entities and with an histologic confirmation. Special
care must be taken when excluding parasitic infestations,
drugs consumption or eosinophilic infiltration with a related
disease in an extraintestinal location. Treatment lack of
scientific evidence. Steroids are the firs line therapy, but
when they have to be withdrawn many options are possible,
as sodium chromoglycate, immunosuppressive agents, busesonide.
Controlled trials should be done to establish the efficacy
of each drug, but the short number of patients worldwide makes
it difficult.
Introducción
La gastroenteritis eosinofílica es una enfermedad infrecuente
caracterizada por la presencia de eosinofilia tisular, que
puede afectar diferentes capas de la pared intestinal. Puede
localizarse en cualquier porción del tubo digestivo, y fue
descripta por primera vez por Kaijser en 1937.1,2
El diagnóstico definitivo de la enfermedad debe reunir los
siguientes criterios:
- síntomas gastrointestinales presentes
- infiltración eosinofílica de una o más áreas del tubo
digestivo demostrada con biopsias
- ausencia de infiltración eosinofílica de otros órganos
fuera del tubo digestivo
- ausencia de infestación parasitaria.
Cabe destacar, en contra de lo frecuentemente supuesto, que
la eosinofilia periférica está ausente en aproximadamente el
20% de los pacientes, por lo que no se considera un criterio
diagnóstico. Desde un punto de vista histológico, la gastroenteritis
eosinofílica se clasifica en mucosa, muscular o serosa, según
la capa de la pared intestinal en la que predomine el infiltrado.1
Las manifestaciones más frecuentes de este proceso son el dolor
abdominal, los vómitos, la diarrea y la distensión abdominal
por ascitis, con una evolución habitualmente crónica e insidiosa.3
Si embargo la presentación de la gastroenteritis eosinofílica
como un abdomen agudo es un fenómeno descripto con menor frecuencia
en la literatura médica.4-8 Las causas de abdomen
agudo en la gastroenteritis eosinofílica se relacionan con la
tendencia que existe en algunos de estos pacientes a la formación
de masas, pudiendo producir éstas una obstrucción (o en la forma
muscular) o verse implicadas en una invaginación intestinal.4,5
Sin embargo, resulta excepcional la presentación de tal patología
como un abdomen agudo por una forma colónica y transmural, dado
que el colon es un emplazamiento muy infrecuente, más aún de
forma aislada, y no había sido descripto como causa de abdomen
agudo antes de nuestro trabajo presentado en Gastroentrología
y Hepatología.6,9
Breve descripción de nuestro caso6
Se trata de una mujer de 38 años, sin historia alérgica
previa, esplenectomizada por hiperesplenismo, que acudió a
urgencias por dolor abdominal de 10 días de evolución, difuso,
con diarrea de 4-6 deposiciones/día sin productos patológicos
y fiebre de entre 38 y 39 ºC. A la exploración, la paciente
presentaba sensación de enfermedad grave, con un abdomen difusamente
doloroso a la palpación con evidente defensa y rebote, sobre
todo en hemiabdomen inferior. En la analítica urgente se destacaba
la normalidad de todos sus parámetros, y la radiografía simple
de abdomen evidenció un luminograma cólico con pérdida de
la haustración normal. La ecografía abdominal demostró engrosamiento
de la pared del colon, con líquido en el interior de ascendente
y ciego, así como ascitis moderada. Tras la observación quirúrgica
el dolor cedió, por lo que la paciente fue trasladada a nuestro
servicio para su estudio. Los coprocultivos, hemocultivos
y parásitos en heces fueron negativos. En la colonoscopia
se observó, desde la zona rectal y hasta el ciego, un incremento
progresivo de la vascularización mucosa, pérdida de haustración
y úlceras superficiales pequeñas, algunas de ellas serpiginosas,
que asentaban sobre una mucosa friable al roce del endoscopio.
En el examen histológico, el infiltrado inflamatorio masivo
de la mucosa, compuesto por eosinófilos, condujo al patólogo
a definirse por una colitis eosinofílica (ver figura 1).
Figura 1. Infiltrado eosinofílico masivo en la mucosa
del colon de la paciente.
Posteriormente se observó reiteradamente eosinofilia periférica.
Una endoscopia digestiva alta demostró la ausencia de parásitos
en el tramo digestivo superior, así como una infiltración
eosinofílica de la mucosa antral. La colonoscopia de control
confirmó el diagnóstico histológico previo.
Discusión
- Aproximación etiopatogénica. Actualmente se desconoce
la causa de la gastroenteritis eosinofílica. Los eosinófilos
que infiltran la pared intestinal son la marca fundamental
de la enfermedad.1 Como sabemos, los eosinófilos
constituyen un elemento esencial para la defensa frente
a parásitos, probablemente por el potencial citotóxico de
las proteínas contenidas en sus gránulos. Sin embargo, existen
evidencias crecientes acerca de la participación de éstas
células en procesos inflamatorios tales como la enfermedad
inflamatoria intestinal, la gastroenteritis eosinofílica
o la enfermedad celíaca. Se cree que fenómenos inmunes están
en la base de estas enfermedades, si bien los antígenos
desencadenantes no son bien conocidos.16 Diferentes
estudios evidencian que en la gastroenteritis eosinofílica
los eosinófilos no sólo se acumulan sino que también se
activan liberando proteínas citotóxicas. Entre éstas se
pueden citar la proteína catiónica, la proteína X o la proteína
mayor básica, determinantes del daño tisular y cascada inflamatoria.
Estos eosinófilos activados predominan en la gastroenteritis
eosinofílica, frente a otras entidades. Se comportan de
manera similar a como lo hacen en el asma, en la que la
gravedad clínica se correlaciona directamente con el porcentaje
de eosinófilos activados en la mucosa bronquial y con los
niveles séricos de la proteína catiónica de los eosinófilos.
Los estudios sugieren que estos datos son perfectamente
válidos en la gastroenteritis eosinofílica.16
La alergia alimentaria está presente en hasta la mitad de
los pacientes con gastroenteritis eosinofílica, en diferentes
series. Está todavía por determinarse si desempeña algún
papel, pues el escaso número de personas diagnosticadas
impide realizar estudios a gran escala; pero es probable
que, aun sin explicarla por completo, la alergia alimentaria
juegue algún papel en esta entidad.17 Sin embargo,
según los autores más autorizados, así como en nuestra opinión,
habría que poner en duda el diagnóstico en los casos de
infestaciones parasitarias, colonización por Helicobacter
pylori, ingesta de fármacos potencialmente relacionados
o, como en los criterios diagnósticos previamente expuestos,
infiltración eosinofílica que afecta a otros tejidos u órganos.1,6,18,19
Estas restricciones, sin duda imprescindibles para el establecimiento
de un diagnóstico adecuado, probablemente cuestionan la
precisión diagnóstica de muchos de los casos descriptos
en la literatura mundial.20-22
- Aspectos clínicos: colitis eosinofílica como abdomen
agudo. Las manifestaciones clínicas de la gastroenteritis
eosinofílica están condicionadas fundamentalmente por la
capa de la pared intestinal en la que el infiltrado asiente,
predominando en las formas mucosas el dolor abdominal cólico,
nauseas, vómitos, diarrea y pérdida de peso, asociando frecuentemente
una historia personal o familiar de alergias y más raramente
enteropatía perdedora de proteínas o cuadros malabsortivos.
La forma muscular, habitualmente no asociada a afectación
mucosa o submucosa, puede dar fenómenos obstructivos de
canal pilórico o intestinales. Estos se caracterizan más
típicamente por dolor abdominal cólico, náuseas y vómitos.
En las formas serosas, es típica la implicación de toda
la pared intestinal, y puede aparecer ascitis.1
La descripción de un abdomen agudo como forma de presentación
de la enfermedad es rara, pues su curso clínico habitual
consiste en síntomas gastrointestinales crónicos, insidiosos
y frecuentemente catalogados por el clínico de síndrome
de intestino irritable o dispepsia funcional. Las crisis
intermitentes de obstrucción pilórica o intestinal,10
aunque muy infrecuentes, son reconocidas como un modo de
presentación de las formas musculares. No obstante, en las
formas serosas, con la característica participación de todo
el espesor de la pared intestinal en el proceso (más prevalente
en mujeres), el dolor abdominal crónico y la ascitis son
los síntomas más frecuentes1,11 y únicos en un
emplazamiento colónico9 (es excepcional un abdomen
agudo quirúrgico7). El abdomen agudo debido a
colitis eosinofílica se ha descripto previamente por la
formación de masas, auténticos acúmulos de eosinófilos que
pueden obstruir4,8,12 o producir una invaginación
intestinal.5 Sin embargo, es tan rara la afectación
del colon en esta enfermedad (hay menos de 70 casos descriptos)
que resulta imposible establecer más que unos parámetros
generales poco sistemáticos: su predominio en el sexo femenino,
normalmente en la edad media de la vida4,6,8
si bien también puede aparecer en la adolescencia13
o en la vejez,12 afectando exclusivamente al
colon en aproximadamente la mitad de los casos y a otras
porciones del tubo digestivo en el resto.14 El
recuento de eosinófilos aparece elevado en cerca de la mitad
de los casos informados y no parece tener relación con la
gravedad y el pronóstico, aunque se ha relacionado con mejorías
sintomáticas debidas al tratamiento.12,15 El
ciego y el colon ascendente son los lugares más comunes
de localización, disminuyendo en regiones más distales.
La diarrea aparece con más frecuencia en la colitis
eosinofílica que en la gastroenteritis eosinofílica en
general, aunque puede ser asintomática o con clínica similar
a otras enfermedades del intestino grueso.12
Nuestro caso aporta una forma más de inicio clínico de
esta rara patología como un abdomen agudo, por lo que
consideramos que debería incluirse entre sus posibles
causas.
- Aproximación al diagnóstico. El diagnóstico clínico
de la gastroenteritis eosinofílica es complejo. Puede presentar
caracteres similares a los linfomas o la enfermedad inflamatoria
intestinal, constituyéndose el examen histológico como el
pilar fundamental. Así, y a pesar de que puede determinar
la aparición de un abdomen agudo quirúrgico, resulta improbable
su diagnóstico en estas ocasiones, pues su mera sospecha
supone tal rareza diagnóstica que es difícil que proporcione
datos de utilidad para el clínico práctico.6
Se ha observado que la laparotomía y la resección hacen
más probable la recidiva de la enfermedad, por lo que se
acepta que el tratamiento quirúrgico deberá indicarse ante
obstrucción intestinal, perforaciones o refractariedad a
la terapia esteroidea.1,23 Por este motivo, y
ante una sospecha fundada de gastroenteritis eosinofílica,
podría probarse un tratamiento conservador cuando no existan
las complicaciones antes descriptas y ante un abdomen quirúrgico,
con un seguimiento estrecho de gastroenterólogos y cirujanos.6,9En
nuestro protocolo para el diagnóstico de esta entidad excluimos
sistemáticamente infestaciones parasitarias mediante determinación
de huevos y parásitos en al menos dos muestras diferentes
de heces, así como toda clínica sugerente de infiltración
eosinofílica en órganos diferentes del tubo digestivo, realizando
endoscopia digestiva alta y baja con toma de biopsias antrales,
colónicas (tanto de áreas sanas como macroscópicamente enfermas),
determinación de H.
pylori e inmunoglobulinas séricas con IgE total.
Esta práctica permite descartar los elementos fundamentales
que forman parte del diagnóstico de la gastroenteritis
eosinofílica, como infestaciones parasitarias, fármacos,
enfermedades del tejido conectivo, vasculitis, mastocitosis
sistémica, enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía,
neoplasias, pólipos inflamatorios fibrosos o el síndrome
hipereosinofílico.1
- Aproximación al tratamiento de la gastroenteritis eosinofílica:
posibilidades en los brotes y mantenimiento de la remisión.
Ante un abdomen agudo, es insoslayable el seguimiento
quirúrgico estrecho y la laparotomía en la mayoría. No obstante,
en nuestro caso, el reposo del colon y la fluidoterapia
con antibioticoterapia de amplio espectro fueron suficientes
para controlar el proceso.6 Las dudas diagnósticas
que suelen pesar sobre el clínico en estas situaciones hacen
poco recomendable el tratamiento con corticosteroides, pues
las complicaciones sépticas derivadas de su uso en un error
diagnóstico podrían ser fatales. Numerosos agentes de diferentes
familias farmacológicas han sido empleados. Nuestra paciente
se mantiene actualmente asintomática con dosis mínimas de
corticoides, aunque también se ha empleado el cromoglicato
sódico, estabilizador de la membrana de los mastocitos,
con éxito en ciertos casos, algunos de extrema gravedad.24,25
De cualquier forma, los esteroides son el grupo farmacológico
de elección para el tratamiento de los brotes, quizá precedidos,
como tratamiento de prueba, según recomendaciones de algunos
autores, por los antihelmínticos.1 No obstante,
los esteroides no son, por sus efectos adversos, fármacos
deseables para el mantenimiento de la remisión de la enfermedad,
por lo que algunos autores han buscado otras opciones, o
se han visto obligados a ello por los efectos adversos.26,27
La budesonida, un corticoide con escasos efectos sistémicos,
ha sido empleada para conseguir los beneficios de este grupo
farmacológico con menos efectos secundarios.28
Sin embargo, la azatioprina y otros inmunosupresores son
probablemente la opción lógica cuando los esteroides han
de ser mantenidos largo tiempo o producen efectos adversos.
El primero ha sido empleado con éxito en un paciente de
nuestra serie.1,27 Asimismo, nuevos fármacos
empleados para el tratamiento del asma, cuya patogenia como
reseñábamos previamente puede ser similar a la de la gastroenteritis
eosinofílica, han mostrado resultados alentadores.11,15,24-26
A pesar de todas estas consideraciones, existe escasa o
nula evidencia científica acerca de la idoneidad de los
diferentes agentes farmacológicos frente a la enfermedad,
porque el escaso número de pacientes impide la realización
de ensayos controlados, que probablemente disiparían las
dudas de todo clínico cuando se enfrenta a entidades de
semejante rareza.
Conclusiones
- La patogenia de la gastroenteritis eosinofílica y los
motivos por los que en algunos casos se desarrolla un abdomen
agudo son desconocidos, aunque en ella parecen tener un
papel crucial los eosinófilos y su potencial poder citotóxico.
- La clínica habitual consiste en síntomas digestivos crónicos,
constituyendo su debut como un abdomen agudo por una forma
serosa del colon una rareza clínica, aunque entre las causas
de abdomen agudo debe incluirse la gastroenteritis eosinofílica.
- El diagnóstico se basa en descartar causas que puedan
ocasionar una clínica e histología similar, así como en
la ineludible confirmación anatomopatológica.
- El tratamiento del abdomen agudo debería ser la observación
hospitalaria en casos muy sospechosos, realizándose la laparotomía
en cuanto surjan dudas. El tratamiento farmacológico se
centra en los corticoides, sin que exista evidencia científica
acerca de los beneficios de ningún grupo farmacológico.
Agradecimiento
A don Alejandro Godino García, por su constante e inestimable
apoyo técnico con las imágenes e internet.
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