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Los
Medios de Comunicación Masiva no Brindan Buena Información
Específicamente en lo que se refiere a nuevos fármacos.
Victoria, Canadá
Los medios de
divulgación masiva, brindan información incompleta, muchas veces
tendenciosa e inexacta, sobre los nuevos fármacos que se incorporan
a la práctica médica.
[Canadian Medical Association Journal 168:1133-1137, Abr
2003 – SIIC]
Los canadienses anualmente, gastan más en
medicamentos que lo que gastan en servicios profesionales médicos,
y además se encuentran fuertemente influenciados por la información
proveniente de los medios de comunicación con relación a nuevos fármacos.
Una encuesta realizada en 1999, entre médicos canadienses,
demostró que el 84 % de ellos consideraba que sus pacientes estaban
influenciados fuertemente por los medios de comunicación, para
demandar ciertos tratamientos. Pero no solo el público general cae
bajo el influjo de la difusión de los medios, también los médicos
son afectados por ella, y tienen impacto en las prácticas
habituales para prescribir medicamentos.
Los periodistas canadienses manifestaron estar preocupados sobre
la exactitud de los informes farmacéuticos y la falta de políticas
formales para la información, sobre nuevos avances farmacológicos,
y la dificultad en obtener información que no fuera dependiente de
intereses comerciales.
Hasta el presente, no se realizaron estudios que arrojaran luz,
sobre la forma en la que los medios de prensa canadienses informaban
respecto a nuevos medicamentos. Es por ello, que los autores se
embarcaron en la realización del presente estudio.
Con este propósito, estudiaron la cobertura periodística
realizada en el año 2000, sobre 5 medicamentos de prescripción
lanzados en el país entre 1996 y 2001 y que recibieron una gran
atención en los medios: atorvastatin, celecoxib, donepecilo,
oseltamivir y el raloxifeno.
Buscaron artículos en los 24 periódicos más importantes de
Canadá, vinculados con estos 5 fármacos, y que incluyeran por lo
menos una acción benéfica o dañina de los mismos.
Se tomó nota de los beneficios publicados, así como también,
de los efectos indeseables o dañinos provocados, y analizaron la
forma en que dicha información fue presentada y el análisis de
otros aspectos tales como mención o no de contraindicaciones,
costo, otras opciones terapéuticas, etc.
La búsqueda dio como resultado el hallazgo de 193 artículos que
cumplieran con los criterios. Todos los artículos mencionaron por
lo menos una acción benéfica del fármaco, pero el 68 % no hizo
mención alguna sobre posibles efectos colaterales o eventualmente
dañinos.
Solamente el 24 % cuantificó el efecto beneficioso o dañino, y
en 26 % de estos últimos, la información no era suficientemente
clara y podía dar lugar a equívocos. Solamente el 4 % de los artículos
hacía mención sobre contraindicaciones, y apenas el 32 % informaba
sobre el costo del medicamento. El 46 % mencionaba otros fármacos
alternativos, y el 16 % enfocaba superficialmente sobre otras
opciones de tratamiento no farmacológico, tales como ejercicio o
dieta.
Los artículos comúnmente incluían citas de pacientes
satisfechos, o investigadores y médicos satisfechos con el
producto, pero rara vez aclaraban si estas personas tenían algún vínculo
económico con el fabricante.
En un estudio similar realizado en EE.UU., el 53 % de la prensa
escrita y la televisión, no hablaban sobre potenciales efectos dañinos
de los fármacos (en este trabajo esa situación apareció en el 68
% de los casos).
Piensan que la diferencia observada entre ambas investigaciones,
puede residir en que el trabajo realizado en EE.UU. hacia referencia
exclusivamente a drogas preventivas, en cambio el presente trabajo
incluye medicamentos preventivos y para tratamiento. Sin embargo
ambas investigaciones coinciden ampliamente que en la presentación
de la información sobre nuevas drogas, se produce un desvío
respecto a ignorar los posibles efectos dañinos.
Los autores solamente examinaron lo publicado en la prensa, y no
analizaron las fuentes de información con las que contaron los
periodistas, ni la medida en la que basaron sus artículos en
material provisto por el fabricante, o en conferencias de prensa
promovidas por la industria que las manufactura.
Tampoco se investigó la posible existencia de lazos económicos
entre los entrevistadores y los fabricantes.
Las escuelas de periodismo deberían ser estimuladas para
incorporar mayores recursos en el entrenamiento de sus alumnos a fin
de informar con mayor exactitud sobre los nuevos medicamentos.
Mayor
Participación de los Usuarios para la Información de Efectos
Adversos
Revisión que busca establecer las posibles causas
del escaso nivel de notificación de los efectos adversos de las
drogas
Colombo, Sri Lanka
La
farmacovigilancia adquiere en la época actual una importancia
esencial; el desafío por venir será la consideración de si los médicos
cederán parte de sus funciones y si los pacientes y consumidores de
medicamentos estarán en condiciones de aceptar esa responsabilidad.
[Drug Safety 26(4):219-225, 2003 – SIIC]
En el campo de la farmacovigilancia los
profesionales de la salud y en particular los médicos, con el
entrenamiento científico apropiado, fueron considerados los
elegidos para la observación y la interpretación de los efectos
adversos de las drogas.
En ocasión de llevarse a cabo en Suecia, la Primera Conferencia
Internacional de Notificación de Efectos Adversos de las
Medicaciones, en el 2000, se expresó con claridad que los
consumidores de productos medicinales promovieron el desarrollo de
un sistema de vigilancia y control de los efectos adversos que les
permitiera a ellos tener un papel de mayor participación.
El sistema actual de farmacovigilancia, estimula el informe de
los efectos adversos, en especial entre el grupo de profesionales de
la salud.
La persistencia de una demora considerable en el reconocimiento
de reacciones adversas severas a las drogas requiere de enfoques y
estrategias adecuadas para el logro de la farmacovigilancia.
Investigadores del Departamento de Farmacología de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Colombo, en Sri Lanka, llevaron a
cabo un análisis de los factores que inducen a los profesionales a
brindar escasa información acerca de los efectos adversos de las
drogas.
La revisión y actualización se centró en el estudio de algunos
casos y en el análisis de las limitaciones de los médicos de
cumplir con el sistema de informes. Los autores presentaron asimismo
sus puntos de vista para la creación de un sistema de informes de
efectos adversos a partir de los consumidores.
En el análisis se planteó que la implementación exitosa de la
farmacovigilancia dependió en parte del compromiso firme de los
profesionales y de la sospecha del médico que los signos y síntomas
de sus pacientes pudieron ser causados por drogas. A los fines del
incremento de la cooperación de los miembros del equipo de salud
fue importante el aseguramiento de la existencia de un adecuado
flujo de información en términos cualitativos y cuantitativos.
El argumento que ofrecieron los investigadores para la promoción
de un registro de efectos adversos de los pacientes y consumidores
fue la convicción que el usuario de medicaciones se consideró el
mejor evaluador del producto que utilizó.
Otro factor que se consideró fue la actitud de los profesionales
de la salud; en su gran mayoría tomaron en cuenta los comentarios
de los pacientes relacionados con los aspectos positivos de las
medicaciones y muchos de ellos minimizaron los aspectos negativos.
Los profesionales de la salud manifestaron en mayor medida los
efectos de mayor severidad resultados de las drogas; los pacientes
por el contrario relataron con cierta frecuencia los problemas que
interfirieron con las actividades habituales. Investigaciones
previas destacaron en relación a este dato, que la respuesta de los
pacientes se consideró una herramienta más sensible que las de los
profesionales.
En las conclusiones de la revisión las reacciones adversas a
drogas constituyeron un grupo múltiple y heterogéneo, con
numerosas circunstancias que interfirieron en su temprana
identificación.
Los autores sugirieron la creación de un sistema de vigilancia
independiente, protagonizado por el mismo paciente y complemento de
el tradicional de los profesionales de la salud.
El estímulo a los consumidores para su participación, puede
constituirse en una estrategia adecuada para que la información se
origine en un grupo de personas de diferentes niveles de
competencia.
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Análisis de Políticas de
Contención del Gasto en Medicamentos Empleadas en Europa
Dentro de una gama de conductas heterogéneas pueden generalizarse
algunos conceptos.
Zurcí, Suiza
Los
autores analizan
diversas políticas en materia de contención del gasto en
medicamentos que utilizan los países europeos.
[Pharmacoeconomics 21(2):89-102, 2003 – SIIC]
Los autores realizaron una revisión sobre las
políticas heterogéneas empleadas en Europa, para el control del
gasto en medicamentos. Si bien estas políticas están en continuo
cambio, algunas conclusiones son repetidamente observadas y permiten
la generalización de esos conceptos.
En los últimos 20 años, los gastos farmacéuticos, así como el
gasto total en salud, han crecido más rápidamente que el producto
bruto interno en todos los países europeos.
Hay una tendencia en los países con alto consumo de medicamentos
a tener precios inferiores (España, Grecia, Francia) y países con
menor consumo, exhiben precios mayores (Holanda, Suiza, Dinamarca).
Por lo tanto, el consumo medicamentoso per capita es a veces mayor
en aquellos países que tienen precios menores. Esto resulta un
recordatorio que el gasto total en medicamentos, es una función de
los precios y su utilización, y que políticas adecuadas, deberían
tratar de controlar ambas.
La mayoría de los países controla precios y solo unos pocos
controlan ganancias. El control de precios sobre los medicamentos
tiene resultados ambiguos. Si bien los precios tienden a ser
inferiores en los lugares en que existen controles de precio, existe
allí un estímulo para la aparición de productos con escasa
innovación terapéutica, pero mayores precios. Los gastos no
parecen menores en los sitios en donde impera el control de precios.
En términos generales, un sistema de precios de referencia tiene
dos debilidades: es difícil de aplicar a innovaciones farmacológicas,
por la falta de una droga de referencia comparable y por el uso de
la equivalencia terapéutica entre drogas con escasa base científica.
Por el otro lado, un sistema de precios de referencia puede
mejorar la transparencia del mercado, eliminando diferencias entre
productos terapéuticamente similares. La sustitución por genéricos,
puede reducir los costos farmacológicos de un sistema de salud,
pero resuelve solo parte del problema, ya que las drogas nuevas están
protegidas por patentes y no se vería afectado su uso en aumento.
El uso de genéricos es estimulado en muchos países, pero pocos
permiten a los farmacéuticos, que sustituyan un producto de marca
registrado prescripto, por un genérico.
El control directo e indirecto de precios podría tener el mismo
efecto en el gasto total; sin embargo, el control indirecto a través
de la fiscalización de los reintegros, regidos por un tope de
precios de referencia o sustitución por genéricos, permitiría una
mayor acción a las fuerzas del mercado, dentro de ciertos límites.
La utilización de presupuestos para los medicamentos, dentro del
sistema de salud, parecería ser de suma utilidad para reducir las
erogaciones en este concepto o para limitar su crecimiento. Para
alcanzar éxito con el manejo de presupuestos, su implementación
debe ser inteligentemente combinada con otras políticas para evitar
consecuencias no deseadas, como la no utilización de drogas
esenciales y necesarias.
El establecimiento de pautas presupuestarias, combinadas con
precios de referencia y amoldadas a las necesidades de los distintos
profesionales que integran el equipo de salud, podría ser un
mecanismo de preservar la flexibilidad, en la prescripción de
drogas innovadoras dentro de una constricción presupuestaria.
La demanda de medicamentos de los usuarios suele controlarse y
desestimularse mediante diversos mecanismos: negando o limitando
reintegros, creando un listado o vademécum de productos cubiertos o
uno de productos por los que no efectúan reintegro, establecimiento
de un mecanismo de co-pago por el cual el paciente paga una parte
del costo o un cargo fijo por cada producto adquirido.
Cualquier sistema de contención del gasto en medicamentos, debe
tener in mente una perspectiva amplia del panorama. Comprimiendo los
costos de prescripción, puede llevar a un incremento del gasto
total, por mayores necesidades de internación y consultas a
especialistas, provocadas por las consecuencias de no haber brindado
la medicación adecuada a los pacientes.
Para la generación de nuevas políticas en materia de gastos en
medicamentos, se requeriría la realización de estudios
experimentales, similares a los que realizan los investigadores para
la aprobación de un nuevo fármaco.
Importancia de
los Efectos Adversos de los Inhibidores Selectivos de la
Recaptación de Serotonina
Estudio en nuevos casos de depresión o en recurrencias.
Oakland, EE.UU.
Dentro
de los 3 primeros meses de tratamiento con inhibidores selectivos de
la recaptación de serotonina los efectos adversos constituyen la
razón más frecuente para suspender o cambiar el tratamiento.
[Annals of Pharmacotherapy 36:578-584, 2002 - SIIC]
La
probabilidad de continuar el tratamiento con inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina aumenta si se informa a los
pacientes acerca de la duración de la terapia, señalan el Dr. Bull
y colaboradores de Kaiser Permanente en Oakland, EE.UU.
La continuidad de la terapia antidepresiva es esencial para
lograr un tratamiento clínicamente eficaz, señalan los expertos.
Las normativas de la Agency for Health Care Policy and Research y
la American Psichiatric Association recomendaron un mínimo de 4-9
meses de terapia con antidepresivos luego de la resolución de los síntomas
para evitar recaídas. Las razones para suspender el tratamiento con
antidepresivos no se han descripto completamente en los ensayos clínicos,
aunque usualmente se deben a la falta de eficacia o efectos adversos
de la medicación.
El objetivo del equipo del Dr. Bull fue describir las razones
para suspender o modificar los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina a los 3 y 6 meses de comenzado el
tratamiento e identificar la información que aportan los pacientes
que puede ayudar a evitar la suspensión prematura de la medicación.
Se realizaron entrevistas telefónicas a los 3 y 6 meses luego de
que los sujetos (n = 672) comenzaron a recibir inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina para casos nuevos o
recurrentes de depresión.
Un número significativamente mayor de individuos suspendió o
cambió los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
debido a efectos adversos dentro de los 3 primeros meses de
comenzado el tratamiento (43 %), con respecto a lo observado en los
segundos 3 meses (27 %, p = 0.023). Los efectos adversos reportados
más frecuentemente como la razón para suspender o cambiar la
medicación fueron somnolencia o fatiga (10.2 %), seguidos de
ansiedad, dolor de cabeza y náuseas (más del 5 %). La relación de
riesgo para suspender el tratamiento fue un 61 % menor en individuos
en los que la medicación se prescribió durante por lo menos 6
meses con respecto a aquellos en los que no se indicó el tiempo de
tratamiento (relación de riesgo 0.39, p < 0.001). Por otro lado,
en pacientes informados acerca de posibles efectos adversos aumentó
la incidencia de informes de efectos adversos leves a moderados en
un 55 % (relación de riesgo 1.55, p < 0.05), sin afectar las
tasas de suspensión prematura (relación de riesgo 1.06, p = 0.77).
Los especialistas concluyen que los efectos adversos son las
razones más frecuentes para suspender o cambiar los inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina dentro de los 3 primeros
meses de tratamiento. Se observó una mayor probabilidad de
continuar el tratamiento con antidepresivos en casos en los que se
conocía acerca de la duración del tratamiento. Por otro lado, si
se informa a los pacientes sobre los posibles efectos adversos, no
parece evitarse la suspensión prematura de la medicación, aunque
puede incrementarse el número de informes de efectos adversos leves
a moderados.
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Trabajos
Distinguidos, Serie
Medicina Farmacéutica,
integra el Programa
SIIC de Educación Médica Continuada
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