Como editores, los expertos reconocen que la
publicación de los hallazgos provenientes de investigaciones clínicas
en revistas respetadas evaluadas por pares constituye la principal
base de la mayoría de las decisiones terapéuticas. El debate público
sobre la eficacia y seguridad de la evidencia publicada se basa en
la suposición de que la información es presentada objetivamente.
Este debate es vital en el ejercicio profesional, debido a que
modela las decisiones terapéuticas médicas e impulsa políticas
sanitarias en el ámbito público y privado. Sin embargo, a los
editores de publicaciones médicas les preocupa la pérdida de
objetividad, que se advierte en la forma en que algunas
investigaciones son concebidas, a la elección de los participantes
y a la manera en que la información es analizada e informada (o no
informada).
Los estudios clínicos constituyen herramientas
poderosas que, como tales, deben ser utilizadas con cuidado. Estas
experiencias permiten que los investigadores prueben hipótesis biológicas
en pacientes, así como la modificación de las normas de atención,
fenómeno asociado con importante impacto económico. Los estudios
adecuadamente realizados y publicados en revistas de alto perfil
pueden ser utilizados para comercializar fármacos y dispositivos médicos,
con potenciales ganancias para el patrocinante. Dado que los
pacientes participan en estas experiencias principalmente por
altruismo, los expertos consideran que el empleo de trabajos clínicos
fundamentalmente para comercializar productos convierte a la
investigación en una parodia y constituye un ejemplo de uso
inapropiado de una herramienta tan poderosa.
Hasta no hace mucho, los investigadores clínicos
académicos, independientes, eran factores clave en el diseño,
conformación de la muestra e interpretación de la información en
los estudios clínicos. El emprendimiento académico ha sido parte
fundamental del proceso que condujo a la introducción de nuevos
tratamientos en la práctica médica y contribuyó a la calidad,
rigor intelectual e impacto de los trabajos clínicos. Sin embargo,
las presiones económicas pueden convertir a este proceso en parte
del pasado.
Numerosos estudios clínicos se realizan más para
facilitar la aprobación de un dispositivo o fármaco que para
probar una hipótesis científica. La mayor complejidad de los
ensayos incrementó su magnitud, así como los costos para el
desarrollo de nuevos fármacos. Se estima que el gasto promedio
necesario para la comercialización de un nuevo agente en EE.UU.
asciende a 500 millones de dólares. La industria farmacéutica
reconoció la necesidad de controlar los costos y descubrió que
grupos de investigación privados no académicos, organizaciones
contratadas para investigaciones (OCI), pueden efectuar este tipo de
trabajo a menor costo. En el año 2000, en EE.UU., las OCI
recibieron el 60% de las subvenciones para investigaciones
provenientes de las compañías farmacéuticas.
Mientras que las OCI y los centros médicos académicos
compiten por la oportunidad de incluir a pacientes en trabajos clínicos,
quienes los financian pueden dictar los términos de participación,
que no siempre favorecen a los investigadores académicos. Los científicos
tienen poca inferencia en el diseño del ensayo, no poseen acceso a
los datos sin procesar y su participación en la interpretación de
los datos es escasa. Estos términos son draconianos para muchos
profesionales, que sin embargo deben aceptarlos ante la competencia.
Además, desafortunadamente, aunque el investigador tenga mayor
participación en el diseño del estudio e interpretación de la
información, los resultados pueden no ser publicados si no
favorecen al producto del auspiciante.
Como editores, los expertos se oponen a los acuerdos
contractuales que les niegan a los científicos el derecho de
analizar la información de manera independiente o de enviar un
manuscrito para su publicación sin el consentimiento del
auspiciante. Esta conducta no sólo debilita la calidad de la
investigación clínica, sino que las publicaciones médicas se
convierten en partícipes de posibles tergiversaciones al desconocer
el grado de influencia de los auspiciantes en la experiencia. Por
este motivo, el ICMJE (International Committee of Medical
Journals Editors, Comité Internacional de Editores de Revistas
Médicas) revisó recientemente los "Requerimientos Uniformes
para Manuscritos Enviados a Revistas Biomédicas: Redacción y Edición
para la Publicación Biomédica". Como parte de los
requerimientos, los editores solicitan que los autores de los
estudios revelen detalles sobre su papel y el del auspiciante.
Algunos editores le piden al autor responsable que firme una
declaración en donde acepta toda la responsabilidad en la conducción
del trabajo, y confirma su acceso a la información y el control en
la decisión de publicar.
Los
expertos consideran que el auspiciante tiene el derecho de revisar
el manuscrito antes de su publicación (por ejemplo, durante 30 a 60
días) para proteger la patente con información adicional, de ser
necesario. Sin embargo, no debe impedir, de manera directa o
indirecta, la publicación de todos los resultados, con inclusión
de la información que puede ser desfavorable para el producto.
Aunque a tal conducta generalmente se la vincula con la industria
farmacéutica, las investigaciones financiadas por el gobierno también
pueden ser víctimas de esa forma de censura, especialmente cuando
los resultados contradicen las políticas que impulsa.
La
autoría significa responsabilidad e independencia. El manuscrito
constituye la propiedad intelectual de los autores, no de los
auspiciantes. Los editores destacan que no revisarán ni publicarán
artículos basados en estudios llevados a cabo bajo condiciones que
le permitan al auspiciante el control total de la información. Además,
insta a los científicos a que consulten los requerimientos del
ICMJE para guiar las negociaciones en los contratos de investigación.
Estos profesionales deben tener participación significativa en el
diseño del trabajo, acceso a los datos sin procesar,
responsabilidad en el análisis e interpretación de la información,
así como el derecho de publicar, elementos fundamentales de la
libertad académica. Con la aplicación de estos requerimientos, los
editores les aseguran a los lectores que los autores de un artículo
ejercen un papel significativo y verdaderamente independiente en el
estudio que firman. De este modo, los autores pueden respaldar los
resultados publicados, al igual que los editores.
Presentación
de un Nuevo Código de Etica.
El código propuesto aborda principalmente los temas éticos que podrían
enfrentar los profesionales farmacéuticos, tanto dentro de una
compañía, dentro de una organización de investigación, como
autoridad regulatoria o como consultor independiente, y busca
ofrecer orientación y apoyo.
International Journal of
Pharmaceutical Medicine 17(2):2003
Autor:
Alexander L. (Sander) Becker (Australia), Jane Barrett (Reino
Unido), Johan De Botha (Sudáfrica), Johan Brun (Suecia), David
Cairds (Alemania), Roberto Carlesi (Italia), Luis Collia
(Argentina), Maqbool Jafary (Pakistán), Gerard Nahler (Austria),
Antti Jekunen (Finlandia), Francis de Halleux (Bélgica), Ludger
Beuhrmann (Alemania) y Alan Duton (Estados Unidos).
Institución/es participante/s en la investigación:
International Federation of Pharmaceutical Physicians
Título
original:
International
Code of Ethical Conduct for Pharmaceutical Physicians. First edition
published April 2003
Título en castellano:
Código
Internacional de Conducta Etica para los Profesionales Farmacéuticos.
Primera Edición, publicada en Abril de 2003
Preámbulo
La ética médica ha estado gobernando la conducta
humana desde tiempos tan remotos como el 460-375 A.C. Sin embargo, a
medida que la ciencia se fue tornando más innovadora y los procesos
de investigación médica más creativos, las fronteras de la ética
que limitaban «lo que era posible» sufren el embate del empeño
científico, que al utilizar la justificación racional va con
frecuencia más allá del sentido común.
La versión revisada de la Declaración de Helsinki,
el Directorio de Investigación Clínica de la Unión Europea y la
serie «Cazadores de cuerpos» que se publica desde diciembre del
2000 en el Washington Post son sólo unos pocos de los temas
éticos controvertidos que inevitablemente abren la industria farmacéutica
al siempre creciente escrutinio público. El diálogo entre
pacientes, investigadores, instituciones, patrocinadores y medios de
comunicación -como el programa «60 Minutos» y «Larry King»-
ponen de relieve la necesidad de transparencia y orientación con
relación a la manera en que los profesionales farmacéuticos, como
«conciencia y guardianes» de la ética farmacéutica, pueden
controlar de manera activa y responsable estas situaciones, mucho
antes de que se transformen en asuntos mayores.
En septiembre de 2001 se estableció el Grupo
Internacional de Trabajo (International Working Party), para
asesorar a la Federación Internacional de Asociaciones de
Profesionales Farmacéuticos (International Federation of
Associations of Pharmaceutical Physicians, IFAPP) acerca de cómo
manejar esta compleja área. Reconoció que existen asuntos éticos
que son de particular importancia para los profesionales farmacéuticos
y cree que le corresponde asumir la responsabilidad de definir y
publicar estándares, que los profesionales farmacéuticos y otros
pueden consultar.
Este código aborda principalmente los temas éticos
que podrían enfrentar los profesionales farmacéuticos, ya se
encuentren ejerciendo dentro de una compañía, como personal
contratado dentro de una organización de investigación, como
consultor independiente, en un departamento académico, como
autoridad regulatoria o en cualquier otro lugar, y busca ofrecer
orientación y apoyo. Intenta ser un documento «vivo»; es decir,
regularmente sometido a revisión y actualizado en la medida en que
aparezcan temas o se resuelvan.
Existe la necesidad de una Red de Etica
Internacional de Profesionales Farmacéuticos que trabaje en dichos
asuntos, y que tome en cuenta el progreso alcanzado dentro de la
terapéutica, el trabajo ya logrado por otros en el campo de la bioética
y los textos que ya han sido publicados. Los profesionales farmacéuticos
son miembros esenciales de los equipos que trabajan durante todo el
ciclo vital de una intervención terapéutica, desde la etapa de
investigación del descubrimiento, a lo largo de toda la fase de
evaluación preclínica y clínica, otorgamiento de licencias,
lanzamiento del producto, estudios posteriores a la comercialización
y vigilancia hasta su eventual desaparición, ya sea por causa de
seguridad y eficacia relativas o de su inviabilidad comercial.
Siendo miembros de un equipo, existe la tendencia comprensible para
los profesionales farmacéuticos de desarrollar un fuerte interés
en una intervención con la que han tenido larga y estrecha
vinculación. A pesar de ello, deberían reconocer su
responsabilidad ética y dejar de lado lealtades hacia el producto
cuando evalúan factores que afectan al producto en sí. Deben estar
conscientes en todo momento de que prestan un mejor servicio a los
intereses fundamentales, tanto de los pacientes como de sus propios
empleados, a través de una actitud científica objetiva.
La IFAPP reconoce que esto podría ubicar al
profesional farmacéutico practicante en una posición que requiere
considerable determinación.
La ética desempeña un papel vital al posibilitarle
al profesional farmacéutico compatibilizar su vida profesional con
su vida personal, social, filosófica y religiosa. De esta manera,
todas las actividades de desarrollo clínico y los servicios de
atención médica deben ser proporcionados por individuos entrenados
de manera adecuada y que trabajen de acuerdo con niveles previamente
aprobados en departamentos con personal de responsabilidades claras
y con la autoridad para tomar las decisiones necesarias. La
acreditación de los profesionales farmacéuticos es un elemento
esencial para la demostración del entrenamiento apropiado en
medicina farmacéutica. Como en todas las ramas de la medicina, la
acreditación no debería ser vista como un hecho aislado sino
sujeto a revalidación, en la medida en que sea posible. Agregado a
ello, la ética médica todavía no ha aparecido de manera notable
en los programas de estudio de ninguna de las facultades de medicina
en el mundo, aunque cada vez más se reconoce su importancia. Así,
el entrenamiento en Etica dentro de la Medicina Farmacéutica es de
por sí importante para todos los profesionales farmacéuticos,
profesionales de la salud, miembros de los comités de ética en la
investigación y otros involucrados en la investigación y el
desarrollo de agentes terapéuticos. La IFAPP recomienda que esto
debería reflejarse en los variados cursos de entrenamiento que son
ofrecidos a quienes buscan reconocimiento como profesionales farmacéuticos.
Por estos medios, se puede alentar al logro de la excelencia
profesional y a apoyar la propia identidad y las aspiraciones
profesionales.
La medicina farmacéutica es una disciplina que
involucra descubrimiento, evaluación, registro, seguimiento y
comercialización ética de los productos farmacéuticos, y de los
recursos médicos y diagnósticos. Sin embargo, los usuarios de
productos médicos no se encuentran necesariamente informados de los
costos y complejidades involucradas en el desarrollo y registro de
una intervención terapéutica, ni de los temas que posiblemente
surjan a lo largo de su existencia posterior. Los profesionales
farmacéuticos tienen la responsabilidad de promover el conocimiento
y la comprensión de los diferentes apremios y limitaciones que
gobiernan a los productos para el cuidado de la salud.
Explicación del Código
Este Código Internacional de Conducta Etica para
los profesionales farmacéuticos se ha delineado estableciendo la
premisa fundamental de que la medicina farmacéutica y los
profesionales farmacéuticos de todo el mundo abrazan los siguientes
valores centrales en el cumplimiento ético de sus
obligaciones: obligación de cuidado (buena práctica clínica), competencia y diligencia,
imparcialidad, probidad,
e integridad y responsabilidad en el lugar de trabajo.
La estructura del código propuesto anticipa en cada
apartado uno de los valores centrales y a continuación enumera las
áreas específicas de interés ético para los profesionales farmacéuticos.
Es de esperar que el Código, luego de la consulta a
profesionales de todo el mundo, sea a la vez relevante y universal,
adoptado en la mayor parte de los países. Además podría ser un
estímulo para que aquellos países que todavía no han
adoptado un código de conducta ética consideren un enfoque
semejante.
Sólo de este modo podrán aceptarse universalmente
las normas y los valores de la medicina farmacéutica. Sería
presuntuoso creer que la aceptación de este Código puede sustituir
los derechos de soberanía de cualquier nación: en el mejor de los
casos, podría llegar a tener importante influencia y ser un modelo
a considerar.
Obligación de cuidado
Buena práctica clínica
Se requiere que los profesionales farmacéuticos,
por la naturaleza de su trabajo, se mantengan informados de los
avances científicos que pueden tener impacto importante en el
desarrollo de las nuevas medicinas del futuro. El profesional médico
matriculado con entrenamiento especial adecuado debe tener el
control total de cualquier investigación que involucre seres
humanos. Esto debe incluir entrenamiento en ética médica y en las
mejores prácticas que existan hasta el momento.
Las áreas específicas de interés ético para los
profesionales farmacéuticos son:
*
asegurarse de continuar bien informados en el
conocimiento médico y científico actual dentro de las áreas terapéuticas
en la que trabajan;
* mantener los altos niveles requeridos por las
regulaciones nacionales e internacionales;
* asimilar de manera constructiva el proceso de
retroalimentación que proviene de la dirección, de los comités de
revisión interna, de los comités de ética y de las autoridades
del sistema regulador;
* diseñar programas de investigación clínica y
protocolos en áreas en que las necesidades médicas concuerden con
los requerimientos de las disposiciones reglamentarias, los códigos
de práctica nacional e internacional y con la Declaración de
Helsinki;
* asegurarse de que cumplan sus obligaciones de
esclarecer, evaluar e informar efectos adversos, ya sea que
provengan de protocolos de investigación, informes espontáneos o
como parte de un programa de vigilancia formal;
* asegurarse de que los documentos expuestos a las
autoridades del sistema regulador reflejen de manera exacta la
información que se ha ido reuniendo en el proceso de desarrollo;
* asegurarse de que la información relevante se
encuentre disponible para su publicación y que los artículos
propuestos a las publicaciones reflejen de manera exacta la
información en la que se basan;
* pasaje de información exacta y verificable al
departamento de ventas de la compañía;
* enseñanza, entrenamiento, valoración y evaluación
de otros miembros del departamento médico.
Integridad
médica
La investigación que involucra la inclusión de
personas como sujetos de estudio podría justificarse bajo ciertas
circunstancias, pero sólo luego de una cuidadosa consideración de
los riesgos y beneficios involucrados. La salud y el bienestar de
cada uno de esas personas en estudio es de vital importancia y
relegan todas las otras consideraciones. De las personas que se
presentan como voluntarios para ser sujetos de estudio, tanto
voluntarios sanos como pacientes, se requiere que firmen un
consentimiento informado después de recibir explicaciones
suficiente y adecuadamente probadas de cualquier riesgo y beneficio
potencial involucrado. Se debe mostrar un particular cuidado cuando
los estudios incluyan pacientes que no son voluntarios y que no
pueden dar un consentimiento informado por sí mismos, ya sea debido
a la edad (en el caso de los niños) o por falta de capacidad (en el
caso de personas inconscientes o mentalmente incompetentes, por
ejemplo). La remuneración económica debería ser apropiada sin
constituir explotación, coerción o soborno y debería haberse
debatido con el comité de revisión ética.
Las áreas específicas de orientación para los
profesionales farmacéuticos son:
* especificar si la compañía brindará o no
continuidad en el apoyo y en las intervenciones una vez que la
participación del paciente haya finalizado, y de producirse, los
mecanismos por medio de los que se instrumentará;
* asegurarse de que en la provisión de prospectos
de tratamiento de enfermedades, cualquier conflicto por intereses
contrapuestos sea minimizado, por ejemplo, cuando el tratamiento de
elección fuera un agente terapéutico producido por la competencia;
* asegurarse de que los intereses de los pacientes
en forma individual siempre prevalezcan por encima de los del
empleador;
* utilizar el juicio clínico individual sobre las
normas de tratamiento donde se pueda demostrar que un curso de acción
alternativa es más apropiado para un paciente en forma individual;
* asegurarse de que la información sea suministrada
en concordancia con los principios de la medicina basada en la
evidencia, a fin de optimizar la aceptación de los productos de los
que son responsables, pero dentro de la apropiada orientación de
tratamiento clínico;
* combatir el uso de intervenciones terapéuticas
que se encuentren por fuera de las normas de tratamiento clínico
sin que se hayan conducido investigaciones clínicas adecuadas y/o
sin que se haya obtenido la habilitación regulatoria necesaria;
* revisar las normas locales en relación con el
pago a pacientes intervinientes en las investigaciones clínicas, y
asegurarse de que los comités de ética local/consejos de revisión
institucional hayan sido informados y consultados;
* asegurarse de que los pacientes no hayan sido
indebidamente incitados para tomar parte en estudios clínicos;
* respetar la obligación de cuidado en relación al
uso de intervenciones sin licencia o que no hayan sido probadas,
independientemente de su origen o procedencia;
* asumir la responsabilidad por cualquier paciente
bajo su cuidado, mientras que los que proporcionen una intervención
asuman responsabilidades por la calidad de cualquiera que
suministren;
* asegurar que los folletos de información para el
paciente sean claros y puedan ser entendidos por el consumidor
final.
Competencia y diligencia
Asuntos
generales en la investigación clínica
Las intenciones de realizar investigación en seres
humanos deben pensarse cuidadosamente y de manera integral. La
persona que se encuentre en la coordinación general debe asegurarse
de que el enfoque científico sea actual y la metodología buena;
que la motivación sea clara, que los procesos no sean ambiguos y
que exista suficiente información para juzgar la seguridad y
eficacia de la intervenciones propuestas.
Las áreas específicas de interés ético para los
profesionales farmacéuticos son:
* asegurarse de que el sitio elegido para el
estudio, el jefe de investigaciones y todo el equipo que lo apoya
estén adecuadamente equipados y entrenados para atender de manera
apropiada a cada sujeto que participa en el estudio;
* recordar que es falto de ética cambiar un
tratamiento eficaz por un medicamento sujeto a investigación a
menos de que existan sólidas razones científicas para hacerlo, en
cuyo caso la aprobación se obtiene de un comité de ética en
investigación, se brinda la explicación apropiada a cualquier
sujeto en estudio y se obtiene el consentimiento;
* asegurarse de que los estándares científicos y
éticos se encuentren constantemente sustentados;
* seleccionar investigadores adecuados antes de
iniciar la investigación clínica, y asegurarse de que posean un
entrenamiento con niveles reconocidamente apropiados;
* hacer una declaración precisa sobre las políticas
de los patrocinadores en relación con el manejo de información
sospechosa;
* combatir presiones indebidas sobre cualquier
investigador para alcanzar la etapa final del estudio;
* que los profesionales y el equipo se familiaricen
con las políticas y procedimiento normal operante en el lugar en el
manejo de la sospecha de fraude, a la vez que demuestren su
compromiso para la implementación de dichas políticas si la ocasión
lo requiere;
* asegurarse de que la información se generalice de
manera suficiente para permitir el uso seguro y eficaz de las
intervenciones terapéuticas;
* asegurarse de que los estudios estén
primariamente diseñados para demostrar las propiedades del agente
terapéutico que se encuentra en estudio más que las de aquellos
con los cuales se lo compara;
* asegurarse de que los estudios incluyan placebos sólo
cuando sea éticamente apropiado hacerlo;
* ofrecer a los comités de ética en investigación
toda la información pertinente a fin de posibilitarles arribar a
una opinión debidamente considerada acerca de la ética de
cualquier protocolo de investigación dado;
* asegurarse de que los pagos por los estudios, los
detalles de los receptores y los conflictos potenciales de intereses
sean totalmente transparentes y dados a conocer a los comités de ética
en investigación;
* asegurarse de que las políticas que salvaguarden
los intereses de los sujetos en investigación, en términos de
indemnización y compensación, se encuentren ubicadas claramente en
su debido lugar;
* recordar su obligación de aplicar los estándares
del rigor científico y de brindar información de calidad en
cualquier parte que estuvieran trabajando, ya sea en investigación,
en producción o comercialización.
Estudios
de farmacología humana
Las áreas de interés ético son:
* brindar a los voluntarios que no sean pacientes y
que hayan sido reclutados para estudios de farmacología humana o de
fase I, resúmenes de todos los hallazgos relacionados y de
importancia en intervenciones terapéuticas;
* asegurarse de que los voluntarios reclutados entre
los empleados del cuerpo de patrocinadores o estudiantes no sean
sometidos a explotación, coercionados o reciban una remuneración
inapropiada;
* asegurarse de que no existan conflictos de
intereses entre aquellos que diseñan los estudios, incluyendo los
de farmacología humana o estudios en fase I y los equipos
responsables de su implementación;
* obtener la aprobación del comité de ética
independiente para todos los estudios clínicos.
Estudios de uso terapéutico y vigilancia posterior a la
comercialización
* Una vez que una intervención terapéutica ha
alcanzado el estadio en el que se encuentra disponible para su uso,
los profesionales farmacéuticos tienen la responsabilidad ética de
asegurar que cualquier estudio que diseñen, ya sean estudios de
vigilancia posterior a la comercialización o investigaciones de uso
terapéutico, deberá brindar información relacionada con su uso
apropiado en situaciones reales de la vida.
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que nunca ninguna práctica de
comercialización se enmascare como un estudio científico, ya sea
como investigación clínica o estudio de vigilancia posterior a la
comercialización;
* realizar pagos vencidos debido a la necesidad de
orientación en la generación de hipótesis y confirmación para
dichos estudios;
* asegurarse de que el manejo de bases de datos de
obsevación y la extracción de interpretaciones de ellas sea del más
alto nivel;
* contactar a los patrocinadores del estudio si, a
pesar de la aprobación que habrá sido dada por un comité de ética
en investigación relacionado, un profesional farmacéutico se
encuentra con un estudio potencialmente falto de ética conducido
por otra persona.
Grupos de pacientes especiales y vulnerables
Este grupo incluye niños, ancianos, incompetentes
debido a un trastorno mental, aquellos que padecen enfermedades
mortales, los que se encuentran en estado de inconsciencia, los que
se encuentran en situaciones desventajosas, los prisioneros, etc.
Estos grupos no deberían ser excluidos de manera deliberada de los
estudios clínicos, ya que al hacerlo se podría provocar aún más
daño en ellos y otros que se encuentren en su misma condición.
Pero de ser incluidos, entonces deberán aplicarse consideraciones
especiales y seguimiento cuidadoso. Si dichas personas son los
beneficiarios propuestos de las intervenciones en estudio, se deberá
conocer lo suficiente acerca de las intervenciones para abrir un
posible juicio sobre la relación entre riesgos y beneficios. Esto
comúnmente significa que la información de trabajos previos,
realizados en adultos capaces de dar el consentimiento informado,
deberá haberse completado y estar disponible para su revisión.
Niños
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que la posición ética local
respecto de la participación de niños en proyectos de investigación
se comprenda claramente;
* asegurarse de que no se lleven adelante estudios
pediátricos cuando un agente terapéutico no esté propuesto para
su administración a niños.
Grupos especiales de riesgo
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que la posición ética local
relacionada con el uso de grupos especiales de riesgo (por ejemplo:
ancianos, incompetentes debido a enfermedad mental, aquellos con
enfermedades terminales, los que se encuentran en situaciones
sociales o económicas desventajosas o cualquier condición o
circunstancia en la que que no se pueda obtener fácilmente el
consentimiento informado) se comprenda claramente;
* comprender claramente la posición ética local
relacionada con investigaciones no terapéuticas sin beneficio
directo sobre el paciente involucrado (por ejemplo: aquellos con
deterioro hepático o renal).
Investigación en países subdesarrollados
Las posiciones y criterios sociales que prevalecen
localmente deben ser consideradas seriamente cuando se contemplan
estudios que utilizan voluntarios de los países menos desarrollados
y de los que están en desarrollo. Los criterios acerca de qué es
adecuado podrán variar según factores sociales, éticos, económicos
y gubernamentales, los cuales son locales y no necesariamente
internacionales. Los principios de beneficencia y respeto por la
dignidad humana prevalecen en todas partes.
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que se tomen especiales cuidados
para obtener la revisión ética local de manera independiente y la
aprobación, donde la aprobación de un consejo de revisión
institucional de un país desarrollado no es suficiente o
pertinente;
* observar particularmente las condiciones éticas,
sociales, de salud pública y económicas que prevelecen en el país
interesado cuando se considera cualquier forma de investigación clínica;
* el uso de controles (o casos de referencia) con
placebo en condiciones donde dichos controles no serían aceptables
en el mundo desarrollado.
Medicamentos o indicaciones sin interés comercial
Un dilema ético particular surge respecto de las
indicaciones e intervenciones terapéuticas sin interés comercial,
por ejemplo cuando el número de individuos que padecen la
enfermedad es muy pequeño como para justificar que un tratamiento
se investigue completamente de la manera usual. Existen algunas
condiciones poco comunes para las que está claro que nunca habrá
un retorno comercial viable de la inversión. En dichas
circunstancias, la intervención tampoco debería valorarse
utilizando los criterios normales.
Las áreas específicas de interés ético son:
* dar a conocer la limitada información que se
encuentre disponible acerca de situaciones sin interés comercial,
de manera tal de que se pueda aconsejar a los pacientes o a su
familias;
* tomar decisiones éticas en el sentido de que es
mejor recomendar una intervención sin interés comercial que negársela
a cualquiera que pudiera beneficiarse con ella;
* hacer que la información acerca de la necesidad y
disponibilidad de medicamentos sin interés comercial se encuentre
disponible para los propietarios de los agentes terapéuticos
pertinentes.
Evaluación de riesgos y beneficios
Si un profesional farmacéutico no está seguro
acerca de todos los aspectos del estado de un programa de
investigación clínica, aun en vista de condiciones aceptables de
eficacia y seguridad, es apropiado retrasar la decisión acerca de
su futuro progreso hasta que cualquiera de las dudas se hayan
resuelto. El tomar una decisión equivocada antes de que esas dudas
se hayan dilucidado constituye falta de ética. Así, los
profesionales farmacéuticos deben cubrir activamente sus
responsabilidades científicas y éticas al revisar el perfil de
seguridad posterior a la comercialización, de la misma manera que
cuando se evalúa el resultado de un programa de investigación clínica.
Las áreas específicas de interés ético son:
* tomar decisiones éticas francas donde la
evidencia relativa en cuanto a eficacia sea menos que aceptable o
cuando exista una incidencia inesperadamente alta de reacciones
adversas;
* asegurarse de que los sistemas adecuados se
encuentran en su lugar para confirmar la captación oportuna y el análisis
de información sobre la que se debería basar una decisión para
suspender o modificar una intervención;
* hacer el balance entre beneficios potenciales de
una investigación en un mayor número de pacientes en relación al
posible daño que se podría hacer a un menor número;
* asegurarse, en el caso de suspender cualquier
intervención terapéutica, de que se podrá disponer de la mayor
cantidad de información a fin de posibilitar la atención clínica
de los pacientes que se encuentren afectados por la suspensión,
para que puedan continuar con un mínimo de trastornos;
* apreciar que la evidencia disponible para formular
una evaluación de riesgos y beneficios se incrementa con el tiempo
(en la medida que aumenta el uso de la nueva intervención), y
utilizar dicha información para reducir el tiempo que toma lograr
una evaluación óptima sobre un perfil riesgo-beneficio.
Conciencia de innovación
Existen nuevas tecnologías de las que los
profesionales farmacéuticos deberían tener conocimiento, como la
farmacogenética y la farmacogenómica, que se usan para seleccionar
y clasificar a los pacientes. En el diseño de protocolos de
investigación que utilizan dichas herramientas, los profesionales
farmacéuticos deberían estar atentos en cuanto a la protección de
los derechos del paciente.
Las áreas específicas de interés ético son:
* comprender y respetar las regulaciones locales y
los convenios que rigen la recopilación, control y análisis específicos
de información clínica para los que no necesariamente debería
haberse dado el consentimiento (farmacoepidemiología);
* asegurarse de que se cumpla con el mantenimiento
de niveles éticos elevados y que se llenen todos los requerimientos
legales cuando se utiliza información clínica electrónica;
* mantener el conocimiento de enfoques terapéuticos
nuevos y controversiales en el más amplio contexto de la práctica
de la medicina, donde surjan temas éticos, por ejemplo muestreo y
uso de productos del cuerpo humano (incluyendo órganos, tejidos,
fluidos o gametas), fertilización in vitro u otros métodos
de procreación asistida médicamente en la que los productos médicos
podrían estar involucrados, diagnóstico prenatal, ciertos aspectos
de la anticoncepción y el aborto y la interfase con dispositivos médicos
y mecanismos de alumbramiento;
* almacenamiento de sangre por largo tiempo para
pruebas genéticas y futuras consecuencias de las pruebas realizadas
para los pacientes y sus familias.
Imparcialidad
Los estudios se llevan adelante para incrementar de
algún modo los conocimientos, los cuales deberían ser compartidos
con el mundo. Los hallazgos de los estudios deberían comunicarse,
cualquiera sea el resultado, para beneficio de la comunidad en su
conjunto. Las comunicaciones sobre estudios clínicos deben ser una
representación correcta de todos los hallazgos, permitiendo que
cuando les toque el turno, los otros puedan dar consejos
equilibrados a los pacientes y sus familias.
Promoción
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que cualquier material de promoción
o actividad que se realice no contravenga las pautas de publicidad y
los códigos de práctica de los países interesados;
* asegurarse de que los profesionales farmacéuticos
no permitan que se hagan reclamos que consideren injustificados;
* asumir la responsabilidad de asegurar que la
investigación de comercialización y las actividades de investigación
promocionales no sean percibidas como proyectos de investigación
científica.
Provisión de información
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que la información que se brinde a
médicos, farmacéuticos, pacientes y miembros del público sea
apropiada y exacta;
* asegurarse de que la información que se le dé al
paciente sea lo suficientemente detallada como para satisfacer
requerimientos legales y regulatorios, pero no tan detallada que
afecte la confianza del paciente o su familia en el producto, y de
tal modo se afecte negativamente la aceptación del tratamiento;
* asegurarse de que el producto pueda utilizarse
apropiadamente en los países blanco para los cuales fueron
propuestos;
* reconocer que los resúmenes de las características
del producto existen no sólo para llenar los requerimientos
legales, sino también para ayudar a los profesionales a usar los
productos de manera correcta y segura.
Información para profesionales del área de salud
Los médicos reciben creciente aliento para realizar
la práctica de la medicina basada en toda la evidencia disponible,
en un intento de mejorar aún más la calidad de la atención de la
salud. Los profesionales farmacéuticos tienen una responsabilidad
ética particular para asegurar que toda la evidencia sobre la que
los médicos deben tomar sus decisiones se encuentre disponible en
forma gratuita. Se encuentra bien reconocido que los médicos a
veces prescriben medicamentos con indicaciones o en regímenes de
dosis que no se encuentran en concordancia con los términos de la
autorización de comercialización del producto. Aunque puede no
haber cuestionamientos acerca de la promoción de intervenciones
para dicho uso, esta práctica no debería alentarse; la información
al respecto que se encuentra en el archivo debería ser provista a
pedido de los profesionales y farmacéuticos.
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que la información para apoyar
afirmaciones para la comercialización sea de la misma alta calidad,
y conforme con los mismos criterios científicos, independientemente
de que sean o no publicados.
* alentar la provisión de toda la información
conocida sobre una intervención a los responsables de ésta,
independientemente de si la información ha sido o no publicada.
Información para los pacientes
Existe creciente libertad en la provisión de
información y en el aliento que se les da a los pacientes para
buscar tanta información como quieran. Esto ciertamente debería
estar permitido, pero no en la medida que socave la confianza de los
pacientes en el consejo y tratamiento dado por sus propios médicos.
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que existe adecuada comprensión en
cuanto a la diferencia entre brindar información clara a los
pacientes y ofrecer un consejo que debería provenir de su médico
personal;
* asegurarse de que la información para los
pacientes sea lo suficientemente detallada para satisfacer los
requerimientos legales y regulatorios, pero no tan detallada que
afecte la confianza del paciente o su familia en el producto, y de
esta manera tenga efectos negativos en su aceptación;
* asegurarse de que la información pensada para los
pacientes se encuentre dirigida y escrita en forma adecuada, de
manera tal que los pacientes y sus familias sean capaces de tomar
una decisión informada acerca de sus tratamiento y medicación.
Información para los medios de comunicación
Las áreas específicas de preocupación ética son:
* asegurarse de no crear falsas expectativas como
resultado del lanzamiento de las instrucciones para los medios de
comunicación;
* realizar una revisión de las instrucciones (en
cuanto a intervenciones potencialmente terapéuticas) provistas a
analistas financieros o medios de comunicación;
* llamar la atención a las autoridades en cuanto a
la distribución de cualquier medicamento, por ejemplo vía Internet
y sitios web, que pase por alto la legislación nacional.
Probidad
Los profesionales farmacéuticos usualmente trabajan
para una operación manejada comercialmente. De esta manera, deben
estar muy atentos de que sus decisiones y prácticas no se
encuentren de ningún modo influidas por ninguna expectativa económica
a nivel personal. Cada uno de los actores involucrados en el
planeamiento, patrocinamiento y ejecución de dichos estudios debe
declarar espontáneamente conflictos potenciales de intereses que
pudieran tener influencia en cuanto al planteo de juicios
equilibrados, no tendenciosos acerca de lo que resulta mejor para
las personas en estudio.
Informar con exactitud
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que los informes finales del estudio
reflejen de manera exacta la información clínica y que cualquier
publicación que surja a partir de la información sea completamente
congruente con el informe;
* mantener el principio de que todos los informes
pertinentes deben conducir a su publicación, y no dejarse persuadir
por el argumento de que la información adversa podrá tener un
impacto negativo sobre la situación económica de la compañía;
* asegurarse de que todos los estudios realizados
sean analizados y tengan un informe escrito, aunque breve, ya que el
no hacerlo significa que la valiosa información se perderá y los
pacientes podrán haber sido potencialmente puestos en riesgo sin
ningún beneficio para ellos u otros. Esta información debería,
siempre que sea posible, llevar a la publicación;
* asegurarse de que la publicidad y los materiales
promocionales sean tanto éticos como legales;
* equilibrar la necesidad de confeccionar materiales
promocionales interesantes y atractivos con la necesidad de
exactitud médica y científica;
* asegurarse de que al interés comercial de una
compañía nunca se le permita sentar precedente por encima de los
requerimientos de acercar toda información acerca de seguridad y
reacciones adversas de las drogas a las autoridades.
Responsabilidad en la investigación
Las áreas específicas de interés ético son:
* diseñar protocolos de investigación clínica
para responder preguntas científicas genuinas y no para que sean
herramientas promocionales;
* implementar un protocolo de investigación clínica
sólo después de la aprobación de un comité independiente de ética
en investigación;
* proteger a los sujetos como prioridad por encima
de los intereses científicos en todos los protocolos de investigación.
Relaciones económicas y comerciales
Las áreas específicas de interés ético son:
* negarse a aceptar regalos u hospitalidad con la
intención de influenciar el juicio del profesional;
* el resarcimiento económico por llevar adelante
una investigación clínica debe ser equivalente al trabajo
requerido y no estructurarse de modo tal de alentar una conducta
coercitiva;
* declarar la existencia de intereses económicos en
las relaciones con colegas profesionales, editores de publicaciones
científicas y público en general;
* los pagos por cualquier razón, tanto a
voluntarios como a aquellos que ejecutan el estudio, deben ser
transparentes y conocidos para el cuerpo de revisión, así como
también lo debe ser cualquier potencial conflicto de intereses;
* las disposiciones en cuanto a inconvenientes que
presente el producto, indemnización y compensación en caso de que
cualquiera sufra daños debe ser claro, tanto para los consejos de
revisión como para los potenciales sujetos en estudio.
Integridad y relaciones en el lugar de trabajo
Los
cánones sociales
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que los colegas sean tratados siempre de manera
equitativa e imparcial, y que de ninguna manera sean discriminados;
* asegurarse de que el estilo de vida de un colega,
su cultura, creencias, color, género, sexualidad o edad no
perjudique la relación profesional con ellos;
* asegurarse de que los sujetos tengan confianza en
la atención o el tratamiento que reciben y que el criterio de
aquellos que los tratan no sea socavado por críticas infundadas y
maliciosas de los colegas.
Equipo
de trabajo
Los equipos multidisciplinarios proporcionan de
manera creciente investigaciones en el área farmacéutica. El hecho
de trabajar dentro de un equipo no modifica la responsabilidad
individual por la conducta profesional y la atención que se brinda.
Las áreas específicas de interés ético son:
* respeto por la pericia y las contribuciones que
realicen los colegas;
* comunicación eficaz con los colegas dentro y
fuera del equipo;
* participación en revisiones regulares y auditorías
vinculadas con los niveles de excelencia y desempeño del equipo;
* deseo de enfrentar, de manera abierta y brindando
contención, los problemas vinculados con el desempeño, la conducta
o la salud de los miembros del equipo.
Liderazgo
Las áreas específicas de interés ético son:
* asegurarse de que los miembros del equipo médico
cuenten con niveles de excelencia adecuados en la conducta y atención
de los pacientes;
* consignar cualquier problema que pudiera impedir
que los colegas de otras profesiones se guien por sus propios
organismos reguladores;
* asegurarse de que todos los miembros del equipo
comprendan su responsabilidad individual y colectiva por la
seguridad de sus pacientes, y para registrar y debatir abierta y
honestamente los problemas;
* ofrecer disponibilidad de profesionales en todo
momento;
* revisar regularmente y auditar los niveles de
excelencia y desempeño del equipo, y establecer cualquier
deficiencia;
* asegurarse de que los dispositivos estén en su
lugar para enfrentar brindando contención los problemas en el
desempeño, conducta o salud de los miembros del equipo.
Medicina
Farmacéutica: Una Nueva Disciplina
Los objetivos de la medicina farmacéutica
incluyen esencialmente la identificación de los problemas de salud
en la sociedad, la incorporación de los avances tecnológicos a la
elaboración de un producto y la valoración de la relación entre
costo y beneficio.
Principles
and Practice of Pharmaceutical Medicine Sección I:1-11, 2002
Autor:
Young MD
Institución/es participante/s en la investigación:
Celltech Chiroscience PLC, Slough, Reino Unido
Título
original:
Pharmaceutical Medicine as a Medical Specialty
Título en castellano:
Medicina
Farmacéutica como Especialidad Médica
La medicina es un arte que se practica desde tiempos
inmemoriales; el uso de hierbas y otros medicamentos naturales para
aliviar el dolor o curar una enfermedad forma parte de la historia
de todas las sociedades. En el mundo occidental, sin embargo, el
progreso de la medicina ha sido distinto del de cualquier otra arte,
por el período de maduración increíblemente largo. Como función
destinada al tratamiento exitoso de las enfermedades, el desarrollo
ha sido especialmente notable en los últimos 100 a 150 años y los
mayores avances ocurrieron en las cinco a siete décadas más
recientes.
Hoy en día, gran parte de la práctica médica
tiene que ver con el uso de medicamentos. En este contexto, la
farmacología pasó por múltiples procesos evolutivos biológicos,
técnicos y biotécnicos, los cuales hicieron posible que
actualmente se disponga de agentes terapéuticos puros, seguros y
eficaces. El crecimiento exponencial del conocimiento científico
desvió considerablemente el abordaje de la disciplina farmacológica.
Hasta el siglo veinte, la venta y el uso de la mayoría de los fármacos
estaban completamente fuera del control gubernamental, pero el mal
uso y abuso de ellos motivó la intervención por parte de los
gobiernos. Posteriormente, además de la eficacia, el concepto de
seguridad pasó a tener importancia trascendente.
La medicina farmacéutica se define como la
disciplina destinada al descubrimiento, producción y promoción de
drogas, vacunas y dispositivos médicos y para diagnóstico; incluye
todos los agentes biológicamente activos, desde las drogas que se
venden en forma libre (over-the-counter, OTC) hasta las que
deben ser prescriptas por el profesional. Además, abarca no sólo
especialistas dedicados a la industria farmacéutica sino también a
empleados en ministerios de Salud, compañías de seguros y agencias
reguladoras. La relación entre costo y beneficio es un aspecto que
cada vez se tiene más en cuenta.
El contacto paternalista entre el médico y el
paciente, característico de la práctica médica del siglo XIX, ha
cambiado sustancialmente en la actualidad. La información cada vez
más amplia y más accesible a la población general modificó
asimismo las demandas y expectativas del paciente.
La participación de grupos de enfermos representa
un cambio revolucionario en el proceso de evaluación de drogas y
tiene su origen en la epidemia de la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana. En el mundo occidental, dichos grupos son
la vanguardia en términos de derechos de los enfermos con sida. Un
manejo inicial inadecuado hizo que se perdiera la confianza en las
compañías farmacéuticas, en los entes reguladores y en los
organismos académicos. La AIDS Coalition to Unleash Power
(ACTUP) y otras organizaciones similares incorporaron pacientes como
representantes de la comunidad enferma en el proceso de la producción
de nuevos medicamentos. Los pacientes más involucrados y mejor
educados pudieron comprender la metodología científica y los
requisitos necesarios en la valoración de un nuevo agente.
El objetivo final de la medicina farmacéutica es
mejorar la salud y la calidad de vida de la sociedad. Como
especialidad incluye, en primer lugar, las ciencias médicas que
evalúan enfermedad; en segundo lugar, los aspectos económicos
relacionados con los costos y, finalmente, la ciencia ética y
social destinada a determinar la utilidad de cualquier producto en
los enfermos individuales y en la comunidad. La creencia de que los
requisitos de un fármaco son sólo eficacia y seguridad es un
anacronismo.
A medida que en la población aumenta el nivel de
información, cada vez los pacientes desean más tomar parte en las
decisiones terapéuticas y en su propia salud. Seguramente este fenómeno
cambiará en el futuro inmediato las demandas en los sistemas de
salud. La atención se desviará hacia situaciones no consideradas
en forma clásica como enfermedades. En la actualidad son cada vez más
preocupantes la calidad de vida y diversos efectos del
envejecimiento (como la disfunción cognitiva, menopausia,
osteoporosis y atenuación de la reactividad inmunológica con mayor
vulnerabilidad a ciertas afecciones) así como otras situaciones no
catalogadas previamente como patologías (obesidad, trastorno por déficit
de atención, hiperactividad e, incluso, anorexia y bulimia). Es
posible que aumente la demanda de productos que no necesitan
prescripción.
Toda persona involucrada en la investigación y
producción de nuevos agentes terapéuticos debe necesariamente
comprender las interacciones dinámicas y el abordaje que la
sociedad tiene de los problemas de salud. En este contexto, la
especialidad encuentra una nueva posibilidad de expansión al
incluir todas las formas de tratamiento farmacológicamente
eficaces, todas las estrategias de prevención y todas las
modalidades destinadas al mantenimiento de la salud. El propósito
final es maximizar los beneficios de los enfermos paralelamente al
aumento en las ventas de las distintas compañías. La medicina
farmacéutica debe entender la dirección que sigue una determinada
sociedad y comprender en forma global las diferentes actitudes que
pueden adoptar en la regulación y clasificación de un agente terapéutico.
El proceso de investigación y creación, R&D
(Research and Development), está en continuo movimiento en virtud
de los progresos constantes en la ciencia biomédica y en la
comprensión de la fisiopatología de las enfermedades. Este proceso
incluye aspectos técnicos que aseguran la obtención de una droga
pura, la comprobación de su seguridad antes de la prueba en seres
humanos y, por último, la confirmación de su eficacia y seguridad
en el hombre. Este último paso abarca además un abordaje
multidisciplinario médico, social y económico que contempla
calidad de vida y relación costo-beneficio.
La cantidad de dinero empleado por la industria
farmacéutica en los últimos años ha crecido en forma logarítmica.
El
mismo crecimiento se observa en otros países como el Reino Unido.
Este esfuerzo masivo de R&D obligó a separar la especialidad en
varias secciones funcionales que incluyen investigación química o
estructural básica, investigación preclínica, maduración clínica,
regulación gubernamental y aspectos que tienen que ver con la
comercialización posterior a la aprobación, y farmacovigilancia.
Los distintos pasos señalados ponen de manifiesto
lo extremadamente costoso y laborioso que es producir un nuevo
medicamento. El proceso no está exento de riesgo ya que la mayoría
de los productos iniciales nunca llegan a las etapas finales y más
del 80% de aquellos que llegan a ser probados en el hombre nunca
obtienen la licencia correspondiente para ser comercializados. En
forma global, el movimiento de la ciencia farmacéutica desde un
terreno predominantemente científico a un enfoque mucho más amplio
involucra múltiples disciplinas. En la década de los 50 y los 60,
la relación entre estructura y función de una droga era
rudimentaria y empleaba habitualmente modelos animales de patología.
En las dos décadas posteriores, la ciencia de los receptores
modificó sustancialmente el abordaje de la investigación y el diseño
de nuevos productos. Estos avances permitieron esclarecer la
estructura y función de múltiples enzimas y antígenos de la
superficie celular. Finalmente, en la década de los 90, la tecnología
biomolecular influyó decisivamente en esta y otras ciencias médicas.
La enfermedad comenzó a interpretarse desde una perspectiva
molecular y de mecanismo etiopatogénico.
Inevitablemente,
en el mundo actual donde parecen producirse avances impresionantes
semana a semana, el objetivo debe estar en el R&D y la mejoría
constante de la salud para el futuro cercano. En este contexto, añade
el experto, la aplicabilidad de un nuevo producto puede no ser máxima
en el momento de su aprobación. La mejor comprensión de los
mecanismos que intervienen en salud y enfermedad ofrece la
oportunidad de aprovechar nuevos beneficios de medicamentos que son
utilizados desde tiempo atrás, con otras finalidades.
El
manejo de una nueva droga en el mercado es un desafío profesional
permanente para el cual no existe entrenamiento apropiado. Sin
embargo, es esencial para asegurar todos los pasos operativos
comentados y obtener el máximo beneficio a partir de un determinado
producto. Existen múltiples ejemplos de agentes que se utilizaron
durante largo tiempo con determinado propósito y que luego se
reconoció que podían ser útiles en otras circunstancias
totalmente distintas de las originales. Paralelamente surgió un
concepto elemental: ninguna droga puede considerarse completamente
segura. Nuevamente, hay muchos ejemplos de fármacos que se usaron
sin problemas en diversas situaciones, pero la utilización más
amplia evidenció efectos adversos importantes que motivaron,
incluso, la exclusión del producto del mercado. Es obligación de
los profesionales en el área de R&D estar alertas para
identificar posibles nuevas indicaciones y también nuevos efectos
adversos.
Muchas áreas de la medicina farmacéutica se
superponen con otras disciplinas médicas, probablemente en forma más
notoria con la farmacología clínica. De hecho, los farmacólogos
clínicos suelen estar ampliamente interesados en la industria
farmacéutica y suelen tener el entrenamiento adecuado para trabajar
en ella. Algunos se interiorizan en los aspectos concernientes a la
ciencia teórica y básica, otros apuntan a elementos comerciales y
un tercer grupo se dedica de lleno a la producción de modelos de
enfermedad que sean útiles para la valoración inicial de nuevos
agentes. Los métodos más modernos empleados en cada una estas áreas
son de importancia crucial para la elaboración exitosa de un nuevo
producto y es absolutamente necesaria la interacción continua entre
la industria y el terreno académico. En una compañía es esencial
el contacto directo entre las personas involucradas en la
investigación básica, las especializadas en tecnología genética
y molecular y los profesionales que diseñan los estudios clínicos
correspondientes, esfuerzo que en forma conjunta puede ser muy fructífero.
Ningún trabajo preclínico es enteramente
predictivo de una respuesta exitosa posterior. Algunos productos
nunca pasan las barreras iniciales por el reconocimiento de
problemas de seguridad específicamente inherentes al hombre o por
la falta de comprobación del beneficio observado en las primeras
etapas de investigación.
En un sentido amplio, los especialistas en medicina
farmacéutica también practican medicina ya que son responsables
por los productos que la industria pone al alcance de los pacientes.
En este contexto influyen sobre la salud de mucha más gente en
comparación con lo que ocurre en el ámbito de la medicina
estrictamente asistencial personal.
Ninguna
discusión acerca de la medicina farmacéutica es hoy en día
completa si no se analiza el tremendo efecto de la revolución
biotecnológica. En un extremo deben ubicarse los médicos y científicos
que constituyen el cerebro de la empresa y en el otro los
profesionales específicamente dedicados a la parte comercial y
financiera. Los puntos principales de transición en la industria
farmacéutica abarcan el pasaje desde lo molecular a un sistema
bioquímico, a un sistema celular, a un modelo orgánico, a un
organismo intacto, a un modelo mamífero y, por último, a seres
humanos. La medicina farmacéutica brinda los mecanismos académicos
y operativos en cada uno de estos pasos y, específicamente, en las
regiones de transición. En un sentido real, el éxito de una compañía
depende de la calidad de los esfuerzos destinados en el proceso
global de R&D.
Sólo recientemente se reconoció la propia
identidad de la medicina farmacéutica. De hecho, la Faculty of
Pharmaceutical Medicine of the Royal College of Physicians
del Reino Unido se fundó en 1990 y la Academia Americana más
recientemente aún, en 1994. Los trabajos de varias industrias,
merecedores de premios Nobel, ponen de manifiesto todas las
modificaciones que han tenido lugar en esta disciplina a lo largo de
los años.
La incorporación de las ciencias básicas (química,
matemática), ciencias aplicadas (ingeniería, ciencias económicas
y negociación), ciencias biológicas (farmacología y toxicología)
y diversas especialidades médicas (desde la pediatría hasta la
geriatría y desde la medicina familiar hasta subespecialidades
individuales) es cada vez más evidente. En este sentido, la
medicina farmacéutica es una de las más desafiantes y
prometedoras, comenta finalmente el especialista.
Seguimiento del Paciente luego del Alta
Las llamadas de seguimiento a pacientes que son dados de alta, si
bien no mejoran los síntomas ni la calidad de vida, sirven para
identificar problemas
Pharmacotherapy
22(10):1301-1311, 2002
Autor:
Beney J, Devine EB, Chow V y colaboradores
Institución/es participante/s en la investigación:
Institut Central des Hôpitaux Valaisans, Sion,
Suiza; Department of Pharmacy, University of Washington, Seattle,
EE.UU.
Título
original:
[Effect
of Telephone Follow-Up on the Physical Well-Being Dimension of
Quality of Life in Patient with Cancer]
Título en castellano:
Efectos del Seguimiento
Telefónico sobre la Dimensión Bienestar Físico de la Calidad de
Vida en Pacientes con Cáncer
Diseminación de la Resistencia a Antibióticos
La resistencia a antibióticos se está
convirtiendo en un importante problema que deberá tenerse en cuenta
para poder reducirlo y prevenirlo.
International Journal of
Antimicrobial Agents 21:297-307, 2003
Autor:
Cizman M
Institución/es participante/s en la investigación:
University Medical Centre, Department of
Infectious Diseases, Ljubljana, Eslovenia
Título
original:
[The Use and Resistance to Antibiotics in the
Community]
Título en castellano:
El Uso y la Resistencia a Antibióticos en la Población
Introducción
Los antibióticos (ATB) son prescritos en animales y seres humanos
para el tratamiento y profilaxis de enfermedades infecciosas.
Además, también se los emplea en plantas y en la industria. Se
estima que 20% a 50% de todas las indicaciones son cuestionables.
Las consecuencias del mal uso y abuso de ATB incluyen el aumento
del riesgo de efectos colaterales, mayor costo y mayor tasa de
resistencia entre los patógenos. Cada agente puede tener efectos
colaterales en la ecología microbiana mundial, y afectar tanto a
los patógenos como a la flora normal. Un ATB puede seleccionar
cepas resistentes si la concentración de la droga excede la
concentración inhibitoria mínima (CIM) para la población
bacteriana susceptible, pero está por debejo de la CIM de las cepas
resistentes. Que esto ocurra depende del espectro del agente, dosis,
vía de administración, farmacocinética y farmacodinamia, e
inactivación in vivo del germen.
La absorción oral incompleta puede influir en la microflora
intestinal, y la excreción del ATB por la mucosa intestinal o
vaginal, bilis, saliva, o glándulas sudoríparas puede interferir
con la flora habitual de diferentes hábitat. Como consecuencia,
aumentan los microorganismos resistentes, que además sirven de
reservorio de genes de resistencia. Algunos ATB son más selectores
de resistencia que otros. Además de la presión de selección, la
resistencia transferible es el principal determinante de
resistencia. La posibilidad de seleccionar resistencia depende de
varios factores, señalan los autores.
Uso total de ATB
Los países con mayor uso de ATB son los que presentan mayor tasa de
resistencia. Los que tienen un consumo elevado de ATB para pacientes
ambulatorios tienen mayor prevalencia de cepas de H.
influenzae b-lactamasa positivos.
No sólo la cantidad de ATB consumida selecciona para resistencia,
sino además la cantidad de pacientes que los consumen y la densidad
poblacional: dar mil dosis de ATB a una persona tendrá menos
efectos en la resistencia que dar mil dosis a otras tantas personas.
Este concepto se conoce como densidad de selección.
Clase y grupo de ATB usados
En varios países se demostró que la emergencia de S. pneumoniae
resistentes a la penicilina estaba ligada al uso elevado de
aminopenicilinas. En países donde el consumo de b-lactámicos
es superior a 10 dosis diarias definidas (DDD)/1 000
habitantes/día, la tasa de resistencia de estos gérmenes está
entre 31.3% y 34.2%. En lugares donde el consumo es de 5 a 10 y de
menos de 5 DDD/1 000 habitantes/día, la tasa es de alrededor
de 20% y 5.2%, respectivamente.En un estudio realizado en Finlandia,
la tasa de resistencia a M.catarrhalis aumentó de 0% en 1978
a 60% en 1983 y a 80% en 1990.Esto coincidió con el aumento del
consumo de cefalosporinas.
La resistencia a ATB antineumocócicos está en aumento en el
mundo. La flora nasofaríngea es un reservorio importante de infección,
portación y diseminación de bacterias patógenas, algunas de ellas
resistentes. Los niños que recibieron b-lactámicos
tienen el doble de posibilidades de portar cepas resistentes un
tiempo después del tratamiento. Los ATB reducen la portación de
microorganismos susceptibles y aumentan la de los resistentes. En
caso de un brote por una cepa resistente, los ATB harán que el
paciente sea más susceptible, porque el tratamiento habrá
eliminado la flora normal, y posibilita la colonización por esta
nueva cepa.
También el uso de trimetoprima/sulfametoxazol es un factor de
riesgo independiente de portación de cepas de neumococo resistente.
Las cepas de S. pyogenes y S. pneumoniae
resistentes a macrólidos aumentaron en varios países del mundo,
junto con el incremento en el consumo de estos ATB: los países con
un consumo superior a 4 DDD/1 000 habitantes/día tienen una
tasa de resistencia de S. pneumoniae a eritromicina de entre
34.4% y 36.6%, y en el caso de S. pyogenes es de 21%.
Un umbral crítico de alrededor de 200 prescripciones/1 000
habitantes/año predispondría a la resistencia a eritromicina. El
aumento de la resistencia también puede asociarse con el uso de
macrólidos de acción prolongada, lo que se explica por el concepto
de ventanas selectivas: un ATB con baja Cmax y vida media
prolongada tendrá una ventana selectiva mayor, con más
posibilidades de inducir resistencia.
En Canadá se comprobó un incremento de cepas de S.
pneumoniae resistentes a fluoroquinolonas asociado con el
incremento del consumo de estos ATB. También se vio una correlación
entre el uso de estos ATB y resistencia en E. coli.
Reversión de la resistencia
La primera intervención para reducir la resistencia se realizó en
Japón, donde la disminución del consumo de eritromicina bajó la
tasa de resistencia de S. pyogenes: en 1974, 62% de los gérmenes
aislados eran resistentes, y los macrólidos constituían 22% del
consumo total de ATB; para 1988, el consumo de macrólidos era de sólo
el 8%, y las cepas resistentes cayeron al 2%. Lo mismo sucedió en
otros países al implementar estos cambios. De todas maneras, el
consumo no es el único factor que influye en la resistencia. Por
ejemplo, en Inglaterra, a pesar de que el número de prescripciones
de sulfonamidas cayó de 320 000/año en 1991 a 7 000 en
1999, la resistencia de E. coli continuó siendo elevada (46%
versus 39.7%).
Regímenes de dosificación
El uso de ATB con pobre actividad, o en dosis o frecuencias
inadecuadas, o por un período prolongado, aumenta la posibilidad de
selección de cepas resistentes. Los niños tratados con bajas dosis
de b-lactámicos tienen mayor riesgo de
presentar cepas neumocócicas resistentes comparados con niños que
no consumieron estos ATB.
El uso de ATB inyectables para asegurar una concentración
tisular y nasofaríngea superior y persistente, puede explicar la
baja incidencia de resistencia en Italia.
Farmacocinética/farmacodinamia
Las propiedades de farmacocinética/farmacodinamia (F/F) de los ATB
pueden influir en la aparición de resistencia. Los parámetros de
F/F se correlacionaron con la capacidad de la droga de prevenir la
aparición de cepas resistentes. Valores pico/CIM de 8 a 10 o
superiores, y una relación área bajo la curva/CIM de 24 horas de
100 o superior pueden reducir la aparición de subpoblaciones de
organismos resistentes durante el tratamiento con fluoroquinolonas y
aminoglucósidos en pacientes infectados con bacilos gramnegativos,
especialmente P. aeruginosa. La farmacodinamia afecta la
eficacia bacteriológica in vivo. En un estudio comparativo
de azitromicina Vs. amoxicilina-ácido clavulánico en el
tratamiento de la otitis media, se vio que con el primer ATB se logró
menor tasa de erradicación de H. influenzae, posiblemente
por lograrse concentraciones insuficientes, lo que puede resultar en
recolonización con cepas resistentes, con más posibilidades de
diseminación.
La concentración de prevención de mutantes (CPM) serviría para
evaluar la propensión a la aparición de resistencia. Se la define
como la menor concentración en agar que previene el crecimiento de
cualquier tipo de colonias mutantes en un inóculo grande. Los
mutantes resistentes se seleccionan exclusivamente dentro de un
rango de concentraciones (ventana de selección de mutantes), que va
desde el punto donde empieza la inhibición del crecimiento,
aproximadamente desde la CIM hasta la CPM. Con una concentración de
ATB por encima de CPM se evitaría la selección de mutantes.
Infecciones cruzadas
Los microorganismos pueden transmitirse de persona a persona y entre
humanos y animales, plantas u otras fuentes ambientales, o por
transferencia de material genético entre bacterias. Las cepas
resistentes varían en cuanto a su propensión a diseminarse de
acuerdo con la ruta de transmisión de la especie. Las cepas
resistentes de S. typhi y S. dysenteriae presentan
bajo riesgo de diseminación en los países desarrollados, por los
altos estándares de higiene que poseen. En contraposición, se
observa la importación y diseminación de cepas respiratorias.
La portación nasofaríngea en niños es el principal reservorio
de neumococos resistentes. El contacto en las guarderías,
hospitales, etc. facilita la diseminación.
Las bacterias locales pueden ser transportadas además por los
viajes internacionales. Una misma cepa puede ser la responsable de
la aparición de resistencia en países distantes.
Cumplimiento del paciente y conducta pública
El cumplimiento se ve influido por numerosos factores. Muchos
pacientes dejan de tomar la medicación una vez que desaparecen los
síntomas, pero antes de que la erradicación de gérmenes sea
completa. Esto lleva a reinfección y selección de cepas
resistentes. En otras ocasiones el paciente reduce el número de
dosis diarias, lo que conduce a menores concentraciones del ATB.
Además, muchos médicos prescriben ATB sólo para cumplir con
las expectativas del paciente (presión del paciente), en lugar de
tomarse el tiempo de explcar por qué no se requiere de un ATB, o
por miedo a diagnosticar mal una infección bacteriana.
Conclusiones
Los ATB se empezaron a utilizar hace alrededor de 60 años. Desde
entonces, la resistencia aumentó entre los patógenos
extrahospitalarios. La presión de selección de los ATB y la
diseminación de la resistencia por contagio o por transferencia genética
son los principales determinantes de resistencia.
El alto consumo de ATB, especialmente los de amplio espectro,
debería ser evitado, utilizándose penicilinas de espectro
restringido siempre que sea posible.
Utilidad
de la Prueba de Provocación Bronquial con 5-Monofosfato de
Adenosina
La hiperreactividad bronquial es un hallazgo
característico en pacientes con asma; la cantidad de adenosina
necesaria para reducir el flujo espiratorio forzado puede brindar
importante información sobre el estado inflamatorio subyacente.
Clinical Experimental
Allergy 32:824-830, 2002
Autores:
van den Berge M, Kerstjens AM y Postma DS
Institución/es participante/s en la investigación:
Department of Pulmonology, University Hospital
Groningen, Groningen, Países Bajos
Título
original:
[Provocation with Adenosine 5'-Monophosphate
as a Marker of Inflamation in Asthma, Allergic Rhinitis and Chronic
Obstructive Pulmonary Disease]
Título en castellano:
Provocación Bronquial con 5'-Monofostafo de Adenosina como
Marcador de Inflamación en Asma, Rinitis Alérgica y Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica
Introducción
La hiperreactividad bronquial (HRB) y la inflamación de la vía aérea
son características de la enfermedad asmática. La histamina y la
metacolina actúan directamente sobre el músculo liso bronquial y
se emplean para determinar la existencia y gravedad de la HRB según
la contracción muscular. Sin embargo, la inflamación también
tiene una importante participación en la reactividad de la vía aérea;
de ahí que la estimulación con una sustancia que actúa
indirectamente, al activar células inflamatorias, podría ser más
útil para establecer el nivel de inflamación bronquial. La
adenosina provoca un estímulo de este tipo, dado que actúa
esencialmente a través de la liberación de mediadores
inflamatorios por células cebadas previamente
"preparadas" (primed). La adenosina ejerce
broncoconstricción dependiente de la dosis en sujetos asmáticos,
pero no en normales. En la práctica se utiliza el nucléotido
relacionado 5'-monofosfato de adenosina (AMP), debido a que es más
hidrosoluble. Una vez inhalado, el AMP es rápidamente degradado a
adenosina por la 5'-nucleotidasa. La respuesta a la inhalación de
AMP se manifiesta en un lapso similar al observado en los casos de
provocación con histamina o metacolina.
En este artículo, los autores analizan la evidencia disponible
sobre el uso de este estudio no invasivo como marcador de inflamación
bronquial.
Mecanismo del AMP inductor de broncocontricción
Si bien todavía no se conoce precisamente el mecanismo de acción,
la evidencia apunta al estímulo sobre las células cebadas que
liberan mediadores inflamatorios, como histamina, prostaglandinas,
leucotrienos e interleuquinas (IL). Además, se ha observado que la
instilación endobronquial de AMP se asocia con un aumento inmediato
del nivel de histamina y triptasa (la cual es específica de células
cebadas) en el lavado broncoalveolar. Es más probable que la
histamina tenga su origen en células cebadas -y no en basófilos-,
dado que el cromoglicato de sodio y el albuterol inhiben la
broncoconstricción causada por el AMP pero no tienen efecto sobre
la histamina liberada por los basófilos. La terfenadina y el
astemizol, potentes antihistamínicos, inhiben la respuesta al AMP
en más de un 80%, lo cual sugiere que la histamina de las células
cebadas es el principal mediador involucrado en la reactividad de la
vía aérea al nucléotido. La activación de vías neurales también
podría contribuir a la respuesta broncoconstrictora al AMP. Aunque
originariamente se sugirió la participación de un reflejo vagal
colinérgico en la respuesta al AMP, la falta de bloqueo con el uso
de bromuro de ipratropio descartó esta posibilidad. Sin embargo, aún
hay controversia en este sentido. õ7É3 èTambién
se ha indicado que el AMP ejercería su efecto mediante neuropéptidos
contráctiles presentes en las terminales nerviosas sensitivas.
Asimismo, se ha observado que la estimulación bronquial repetida
con bradiquinina inhalada se asocia con pérdida rápida de la
respuesta broncoconstrictora al AMP. Sin embargo, la inhibición de
la endopeptidasa neutra, que bloquea el efecto broncoconstrictor de
una variedad de neuropéptidos, no incrementa el efecto constrictor
bronquial del AMP.
Receptores de AMP
Se han reconocido al menos 4 tipos de receptores a AMP: A1, A2A, A2B
y A3. Los A2B parecen muy importantes en la respuesta bronquial. Es
improbable que la vía de la adenilatociclasa-AMP cíclico
intervenga en la liberación de las células cebadas, puesto que el
efecto no se inhibe con el tratamiento con KT5720 que bloquea por
completo la actividad de la proteinquinasa dependiente del AMP cíclico.
Una vez inhalado, el AMP puede actuar sobre los receptores A1,
A2A y A3, identificados en neutrófilos, eosinófilos y macrófagos.Su
activación es causa de importantes acciones proinflamatorias y
antiinflamatorias.
Reducción del flujo espiratorio en un 20% (PC20)
con AMP como marcador de la inflamación de la vía aérea en asma
Varias investigaciones han sugerido que la PC20
de AMP tiene una asociación más estrecha con la inflamación de la
vía aérea en comparación con la PC20 de metacolina o
histamina. En primer lugar, la PC20 de AMP mejora más
notoriamente luego del tratamiento con esteroides. En segundo término,
la mejoría funcional en sujetos con asma que permanecen un mes en
un ambiente hipoalergénico, a gran altitud, puede valorarse
mediante la PC20 de AMP pero no con la de metacolina. Por
último, algunos estudios demostraron que la PC20 de AMP
se asocia directamente con la inflamación bronquial, reflejada en
el porcentaje de eosinófilos en sangre y esputo. Se constató, más
recientemente, que la mejoría en la PC20 de AMP inducida
por esteroides refleja mejor la reducción de la inflamación en la
vía aérea que la PC20 de metacolina. Las observaciones
mencionadas indicarían que la PC20 de AMP podría
representar un mejor marcador del estado actual de inflamación en
asma.
Sin embargo, señalan los expertos, la prueba también tiene
algunas limitaciones. Se sabe que un porcentaje considerable de
enfermos no responde al AMP; además, la cantidad exacta de AMP como
punto de corte aún es arbritaria porque no se han efectuado
estudios poblacionales al respecto. Aun así, Oosterhoff y
colaboradores han sugerido que una cantidad de 160 mg/ml puede
discriminar adecuadamente entre sujetos asmáticos y normales.
Todavía no se sabe si los sujetos que no responden están clínicamente
estables o no, hecho particularmente importante cuando la
reactividad al AMP se utiliza para ajustar el tratamiento con
esteroides. No obstante, los autores observaron que los pacientes
que no respondían al AMP antes del tratamiento con corticoides tenían
un nivel de inflamación bronquial más bajo que los que respondían,
según el número de eosinófilos en esputo.
Luego del tratamiento con corticoides, los enfermos sin respuesta
también presentaban un menor grado de inflamación en términos de
eosinófilos y de proteína catiónica de eosinófilos en esputo y
sangre, en comparación con los sujetos que no respondían a la
prueba con metacolina. En función de estos hallazgos, los autores
proponen que la incorporación de la prueba con AMP podría ser útil
para el seguimiento y tratamiento de los pacientes con asma.
Células cebadas
Un mayor número de células activadas se asocia con mayor grado de
inflamación, por mayor producción de citoquinas y de otros
mediadores inflamatorios que reclutan y activan otras células,
entre ellas las células cebadas. La provocación con AMP puede
poner de manifiesto una mayor cantidad de mediadores liberados por
las células cebadas (esto no ocurre con metacolina). Además, las células
cebadas producen y liberan diversas citoquinas, entre ellas IL-5,
que recluta y activa eosinófilos.
Si bien durante los últimos años se había prestado menor
atención a la participación de las células cebadas como células
efectoras en asma, observaciones más recientes volvieron a generar
interés, por lo que se deberán reconsiderar varios puntos. En
particular, el descubrimiento de que las células cebadas son una
fuente importante de citoquinas sugiere que cumplen un papel
importante en el desarrollo y persistencia de la inflamación en
asma. Se ha observado que las células cebadas pueden producir IL-4
e IL-13 y que ambas estimulan la producción de IgE por los
linfocitos B; estas células también podrían contribuir a la
elevación de la IgE total en pacientes con asma intrínseca. Este
hecho tiene importancia, dado que se ha observado que la elevación
sérica de la IgE se asocia con menor funcionalidad pulmonar en
sujetos con asma, independientemente del estado atópico. En su
conjunto, la evidencia avala la importancia de estas células en
asma alérgica y no alérgica; en este contexto, la prueba con AMP
parece ser un excelente marcador de su número y actividad.
Rinitis alérgica
La respuesta a la prueba con AMP (no así a la metacolina) se asoció
con inflamación del tracto respiratorio inferior en sujetos con
rinitis alérgica en quienes se excluyó específicamente el diagnóstico
de asma. Si bien la rinitis alérgica y el asma son enfermedades
distintas, hay evidencia clínica y epidemiológica firme de la
asociación entre ambas. La rinitis alérgica habitualmente precede
al asma y, a la vez, es considerada un factor de riesgo de esta última.
Los individuos con rinitis alérgica y sin evidencia clínica de
asma pueden presentar HRB; aunque el mecanismo no ha sido totalmente
comprendido, es probable que esté involucrado un estado
inflamatorio y de activación celular. Este estado, que se refleja
por la presencia de eosinofilia periférica y bronquial y por HRB,
aumenta el riesgo de desarrollo de asma.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
El AMP puede inducir broncoconstricción en sujetos con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La reactividad acrecentada al
AMP es de mayor prevalencia y gravedad en pacientes fumadores con
EPOC, lo cual concuerda con una mayor concentración de triptasa e
histamina observada en el LBA de sujetos fumadores.
Aunque las células cebadas por lo general no están asociadas
con el proceso inflamatorio en EPOC, varios estudios han hallado un
mayor número de estas células. Además, la HRB al AMP se acompaña
de un mayor porcentaje de eosinófilos en esputo. La inflamación de
la vía aérea puede contribuir con la limitación del flujo aéreo
en un subgrupo de enfermos con EPOC y la presencia de inflamación
eosinofílica predice la respuesta a los corticoides.
En ausencia de alergia parece racional suponer que las células
cebadas contribuyen a la elevación de la IgE total en pacientes con
EPOC; a su vez, se ha encontrado un número elevado de linfocitos B
en los bronquios de estos enfermos.
Se ha sugerido que la reactividad al AMP podría ser una buena
manera de distinguir entre asma y EPOC, dado que los ex fumadores
con EPOC tienen una respuesta significativamente menor al AMP que
los asmáticos no fumadores.
Conclusión
El AMP es un estímulo indirecto para determinar la HRB, puesto que
actúa principalmente mediante la liberación de mediadores
inflamatorios liberados por las células cebadas. La PC20
de AMP tiene una asociación más estrecha con la inflamación de la
vía aérea que la respuesta a la metacolina, y produce un mejor
reflejo de los cambios que se manifiestan en respuesta al
tratamiento con esteroides o a la permanencia en una región
hipoalergénica. En definitiva, la reactividad al AMP podría ser un
mejor parámetro para el monitoreo de la inflamación y la terapia
en asma.
Determinación
de la Dosis Correcta de Antipsicóticos
La información en conjunto avala el uso de
dosis bajas de antipsicóticos típicos y atípicos. El incremento
de la dosis no parece originar beneficio adicional pero se relaciona
directamente con la aparición de efectos adversos.
CNS Drugs 15(9):671-678,
2001
Autor:
Tauscher J y Kapur S.
Institución/es participante/s en la investigación:
Schizophrenia-PET Program, Centre for
Addiction and Mental Health, University of Toronto, Ontario, Canadá.
Título
original:
[Choosing the Right Dose of Antipsychotics in
Schizophrenia. Lessons from Neuroimaging Studies]
Título en castellano:
Elección de la Dosis Correcta de Antipsicóticos en la
Esquizofrenia. Lecciones Obtenidas con los Estudios Neurológicos de
Imágenes
Introducción
Los antipsicóticos fueron introducidos para el tratamiento de
patologías psiquiátricas hace casi medio siglo. Aunque el
mecanismo preciso de acción aún no está claro, el antagonismo
sobre los receptores dopaminérgicos (D) parece ser uno de los
efectos más importantes. De hecho, estudios in vitro
mostraron que todos los antipsicóticos se unen a los receptores D2.
A pesar de una amplia experiencia clínica en enfermos con
esquizofrenia, trastornos del humor, alteraciones del sueño y
manejo del dolor, no hay consenso en relación con la dosis óptima
de estas drogas. Aun con haloperidol, usado por más de 30 años,
existe enorme variabilidad en la dosis prescripta. En el contexto
del tratamiento de la esquizofrenia, la dosis actualmente
recomendada es de 6 a 12 mg mientras que en pacientes con delirio se
inicia el tratamiento con 10 mg por vía intravenosa.
La mayor parte de la información al respecto deriva de trabajos
realizados antes del advenimiento de los estudios de imágenes. En
la revisión, los autores comentan los hallazgos obtenidos a partir
de estudios in vivo con tomografía con emisión de
positrones (PET) y con tomografía computada con emisión de fotón
único (SPECT).
Aprendizaje a partir de los estudios neurológicos de imagen
La introducción de la PET y la SPECT han representado un avance
enorme en la comprensión de los efectos moleculares y los
mecanismos de acción de los fármacos psicotrópicos. Las técnicas
permiten cuantificar los blancos de estos fármacos (receptores de
dopamina o serotonina). Hay suficiente evidencia de que el
porcentaje de ocupación de dichos receptores (por el fármaco que
actúa como antagonista) tiene enorme implicancia en la eficacia clínica
y en la aparición de efectos adversos.
La capacidad potencial de unión (CPU) puede conocerse mediante
PET y un ligando que específicamente se una a la población de
receptores en cuestión tal como la 11C racloprida, que
se fija a los receptores D2. Idealmente, la CPU se
calcula en relación con el valor inicial, antes que el individuo
comience la terapia. En pacientes ya tratados, el cálculo se hace a
partir de valores control históricos.
Un estudio evaluó, en 22 sujetos, el efecto del haloperidol en
dosis de 1 a 2.5 mg por día, dosis inferiores a las usualmente
recomendadas. Luego de dos semanas de tratamiento, los enfermos
mostraron un amplio espectro de ocupación de los D2,
desde un 38% a un 87%. El porcentaje de ocupación predijo la mejoría
clínica y el desarrollo de efectos adversos. En efecto, la
respuesta clínica aumentó de forma significativa cuando el
porcentaje de ocupación excedió el 65%. Sin embargo, el 72% de
ocupación se asoció con hiperprolactinemia, y mayores incrementos
se asociaron con efectos extrapiramidales (EEP) sin eficacia clínica
adicional. El estudio confirmó la utilidad de la medición de la
ocupación de receptores y, aunque las observaciones correspondieron
al tratamiento con haloperidol, los resultados podrían extrapolarse
al uso de antipsicóticos atípicos, añaden los autores.
Es de particular interés que el 45% de los pacientes respondió
a la dosis inicial de 2.5 mg diarios en dos semanas de tratamiento.
La incidencia de efectos adversos, en general, fue baja. De este
modo, los datos provenientes de estudios con PET confirman que dosis
relativamente bajas de haloperidol son suficientes para ocupar un
porcentaje adecuado de receptores D2, efecto responsable
de la eficacia clínica.
Además, los estudios de imágenes brindaron resultados
semejantes con antipsicóticos atípicos (clozapina, risperidona,
olanzapina, quetiapina y sertindol). Con ellos se logra una buena
respuesta antipsicótica con menor incidencia de EEP y de
hiperprolactinemia.
En un estudio que abarcó 44 pacientes con esquizofrenia, se
determinó el nivel de ocupación de los receptores D2 y
de los receptores de serotonina en relación con el uso de 2 a 12 mg
diarios de risperidona, 5 a 60 mg por día de olanzapina y 75 a 900
mg de clozapina. Se observó un porcentaje significativamente
inferior de ocupación de receptores en los pacientes asignados a
clozapina (16% a 68%) en comparación con los tratados con
risperidona (63% a 89%) y olanzapina (43% a 89%). Se constató una
ocupación equivalente con 5 mg diarios de risperidona y 20 mg por día
de olanzapina, drogas con las cuales se obtuvo el mismo porcentaje
de ocupación que con dosis bajas de antipsicóticos típicos.
La cantidad de droga necesaria para lograr el 50% de ocupación
fue de 0.8 mg diarios de risperidona y 3.2 mg por día de
olanzapina.
Un estudio que empleó SPECT con 123I iodobenzamida en
71 pacientes con esquizofrenia o trastorno psicoafectivo mostró
resultados similares. Los enfermos fueron tratados con distintos
antipsicóticos durante, al menos, 14 días. El porcentaje de
ocupación de los receptores osciló entre menos de un 20% a la
saturación casi absoluta. El menor nivel de ocupación se registró
con quetiapina y clozapina mientras que el máximo correspondió a
haloperidol. Los pacientes que experimentaron EEP (32%) mostraron un
nivel significativamente más alto de ocupación (casi el 80%) en
comparación con los individuos que no desarrollaron efectos
adversos.
Desde su introducción, los antipsicóticos atípicos se
relacionaron con menor incidencia de manifestaciones colaterales en
comparación con los fármacos típicos. En un estudio reciente se
agregó haloperidol, un potente antagonista de los receptores D2,
al tratamiento con clozapina en pacientes esquizofrénicos.
Con la adición del antipsicótico típico se registró aumento
significativo de la ocupación de los receptores dopaminérgicos, de
un 55% a un 79% en promedio, e incremento considerable en los
niveles de prolactina. Por lo tanto, el agregado de una dosis
moderada de haloperidol a la clozapina se asoció con incremento de
la ocupación de los receptores y aumento sostenido de la
concentración de prolactina, en forma similar a lo que ocurre con
los antipsicóticos típicos. Asimismo, la evidencia sugiere que la
baja incidencia de efectos adversos en relación con la clozapina es
casi enteramente atribuible al bajo nivel de ocupación de
receptores dopaminérgicos y no a otros efectos celulares.
Estudios clínicos en esquizofrenia
Las investigaciones que compararon altas dosis de antipsicóticos
(equivalentes a más de 2 g de clorpromazina) con dosis
convencionales no mostraron ventajas adicionales de la estrategia
con altas dosis. En otra experiencia clínica, 80 nuevos casos con
esquizofrenia fueron asignados a haloperidol, en dosis de 5, 10 o 20
mg diarios, durante 4 semanas. Los resultados mostraron que la dosis
alta sólo fue ligeramente más eficaz durante los primeros 7 a 14 días
de tratamiento, y que este beneficio inicial queda anulado por la
mayor incidencia de efectos colaterales. Por otra parte, el
tratamiento profiláctico de los participantes con agentes
antiparkinsonianos pudo haber subestimado la incidencia de
manifestaciones adversas. En un trabajo similar se comprobó que la
administración de más de 10 mg diarios de haloperidol no se
asociaba con beneficio adicional en la esquizofrenia de reciente
inicio.
Haase sugirió que la dosis más baja de antipsicóticos con la
que el enfermo desarrolla rigidez (umbral neuroléptico) también es
la dosis con la que posteriormente presentará el máximo beneficio.
McEvoy y colaboradores encontraron, en 106 enfermos tratados con
haloperidol, que el aumento de la dosis en 2 a 10 veces (dosis
inicial promedio de 3.7 mg por día) no se asociaba con mejoría más
acentuada, aunque era causa de EEP incapacitantes.
Modelos animales de acción antipsicótica
Los experimentos en animales son esenciales para comprender el
mecanismo de acción de los antipsicóticos, comentan los autores.
La ocupación de los D2 puede medirse en ratas con un
método similar a la PET. De esta forma se comprobó que el
haloperidol es eficaz en modelos animales cuando la ocupación
excede el 70% de los receptores pero, cuando el nivel de ocupación
supera el 80% aparecen EEP. Las observaciones en animales en relación
con el uso inapropiado de dosis altas de estos fármacos son en todo
similares a lo que se ha registrado en el hombre.
Resumen y direcciones futuras
Los datos in vivo con estudios de imágenes, los resultados
de trabajos clínicos y las observaciones en modelos animales avalan
el concepto del uso de dosis relativamente bajas de antipsicóticos
para el manejo de la esquizofrenia, recalcan los autores. Los tres
niveles de evidencia apuntan a que las dosis equivalentes a 2.5 a 5
mg diarios de haloperidol se asocian con el mayor beneficio y el
menor riesgo de efectos adversos, lo cual mejora notablemente la
adhesión a la terapia. Además, esto es particularmente cierto en
pacientes que experimentan el primer episodio de esquizofrenia, ya
que esta población suele responder muy bien al tratamiento farmacológico
si bien es extremadamente sensible a desarrollar manifestaciones
colaterales. Las observaciones avalan, entonces, que los mejores
resultados clínicos parecen asociados con un nivel de ocupación de
los receptores D2 del 65% al 70%. Se han obtenido
patrones similares de respuesta en relación con risperidona y
olanzapina. Ningún estudio proporciona evidencia de que la
administración de dosis más altas se acompañen de beneficio
adicional.
Los autores recuerdan que, actualmente, la clozapina sólo se
utiliza como último recurso en sujetos que no responden a otras
alternativas porque su eficacia en casos refractarios no se discute.
Asimismo, los estudios de imágenes revelaron que el efecto se
relaciona con una ocupación relativamente baja de receptores, por
lo que éstos no parecen ser el único sitio de acción. De hecho,
la clozapina se une con bastante afinidad a los receptores de
histamina, colinérgicos, de serotonina y dopaminérgicos D4
y D2. En el futuro, el tratamiento antipsicótico no sólo
deberá estar orientado hacia el manejo de síntomas específicos
sino que deberá ser adaptado para cada paciente en particular,
tarea que seguramente se verá facilitada por los novedosos estudios
de imágenes, comentados en el trabajo.