Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados

dispuestos por fecha de ingreso a SIIC

Informe
Autor del informe original
AC Costa
Institución: Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo (FMUSP),
São Paulo Brasil

El Uso de Cannabinoides no Debe Considerarse como Tratamiento de Primera o Segunda Línea de los Trastornos Neuropsiquiátricos Prevalentes en la Vejez
El uso de cannabinoides como medicamentos terapéuticos ha aumentado entre las personas de edad avanzada, y demuestran resultados prometedores para el tratamiento de los trastornos neuropsiquiátricos frecuentes en este grupo poblacional. Sin embargo, no deben considerarse como terapia de primera o segunda línea de la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173006

Comentario
Autor del informe
María Luz Gunturiz Albarracín 
Instituto Nacional de Salud, Bogotá, Colombia


El cannabis para uso medicinal se ha utilizado durante siglos en varias culturas antiguas de todo el mundo. La identificación de los compuestos activos en los años sesenta y el esclarecimiento de su mecanismo de acción en los años noventa nos han proporcionado las herramientas para estudiar y comprender mejor cómo se puede usar terapéuticamente el cannabis. En las últimas dos décadas, se ha observado un aumento de publicaciones científicas sobre cannabis medicinal (CM). Las condiciones específicas, con el mayor número de publicaciones, fueron VIH, dolor crónico, esclerosis múltiple, náuseas y vómitos y epilepsia. También se ha observado un aumento en el consumo de cannabis medicinal en la población de adultos mayores, con el mayor incremento en la población de 65 años o
más. Los usuarios prefieren el CM, ya que tiene menos efectos adversos, menor riesgo de adicción y mejor efectividad para tratar los síntomas de afecciones médicas, en comparación con los medicamentos convencionales. El dolor, la ansiedad, la pérdida de apetito o la pérdida de peso, la depresión y el insomnio son las afecciones más comunes para las que se usa el CM. Con un número creciente de países que implementan leyes de CM y el número creciente de pacientes que lo utilizan, es esencial educar a los profesionales médicos sobre su uso. Si bien hay algunos medicamentos basados en cannabinoides disponibles en ciertos países, la mayoría de los pacientes prefieren usar productos naturales de cannabis, como las flores de cannabis (cannabis flos), tinturas y otras preparaciones de medicamentos botánicos. Cómo utilizar estas diversas formas de CM, los diferentes compuestos activos, las indicaciones médicas, la dosificación, los posibles efectos secundarios y las interacciones farmacológicas, son temas que deben entenderse para lograr resultados óptimos con la terapia con cannabinoides.1 Los avances recientes en el conocimiento de la bioquímica y la farmacología del sistema cannabinoide incluyen el desarrollo de nuevos fármacos que actúen potenciando o inhibiendo dicho sistema, así como fármacos sintéticos agonistas y antagonistas de los receptores cannabinoides. Sin embargo, la investigación clínica disponible actualmente sobre la eficacia de los cannabinoides se ha realizado con medicamentos derivados directamente de la planta Cannabis sativa.2
La planta Cannabis sativa contiene más de 400 sustancias, de las cuales 61 tienen estructura de cannabinoide, similar a la de su principio activo más importante, el ?9-tetrahidrocannabinol (THC). El THC es responsable de la mayoría de las acciones psicoactivas y efectos terapéuticos atribuidos al cannabis, como los efectos antiemético, analgésico, sedante y estimulante del apetito. El cannabidiol (CBD) es un cannabinoide no psicoactivo que actúa por un mecanismo diferente al del THC y comparte algunos de sus efectos terapéuticos. Los resultados de estudios en animales de experimentación sugieren que la administración conjunta de los diferentes cannabinoides de la planta potenciaría algunos de los efectos terapéuticos del THC como el antinauseoso, antiemético, analgésico y antiinflamatorio.3 Con base en estos argumentos la investigación clínica tiende a basarse en extractos de cannabis con un contenido conocido y estandarizado de principiosactivos, así como en el desarrollo de nuevas vías de administración como las ublingual, transdérmica, inhalada, en aerosol o rectal para evitar los efectos perjudiciales del humo sobre los pulmones y mejorar la baja biodisponibilidad de la administración de los cannabinoides por vía oral.3,4 Se ha descrito que los principales cannabinoides son el ácido ?9-tetrahidrocannabinólico A (THCA-A) con sus derivados: el ?9-tetrahidrocannabinol (?9-THC) y ?8-tetrahidrocannabinol (?8-THC); además de cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN).5,7
Según los datos disponibles, el CBD puede ser una alternativa segura para tratar algunas dolencias en las personas de edad avanzada, que, a menudo, van polimedicadas y pueden presentar dificultades cognitivas para recordar dosis y pautas de tratamientos complejos. El CBD tiene propiedades ansiolíticas, analgésicas y antiinflamatorias, por lo que estaría indicado para tratar la ansiedad y controlar los dolores musculoesqueléticos tan presentes en las personas mayores, tanto de causa degenerativa (artrosis) como inflamatoria (artritis). Además, el CBD ayuda a combatir el insomnio, algo muy frecuente a medida que envejecemos y que, de no tratarse adecuadamente, puede disparar todavía más los problemas de ansiedad.8 (Adicionalmente, Costa et al,9 indican que, a nivel preclínico, CBD induce efectos antiamiloidogénicos, antioxidantes, antiapoptóticos, antiinflamatorios y neuroprotectores, hallazgos que sugieren un posible papel terapéutico de los cannabinoides en los trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson (EP) y el Alzheimer. La evidencia emergente sugiere que el CBD y THC tienen efectos terapéuticos neuroprotectores en las demencias. Sin embargo, también es conocido que, en la práctica clínica, los cannabinoides se utilizan de forma no autorizada para aliviar los síntomas de la EP y la EA, tratamiento del temblor, síntomas no motores, ansiedad y como una ayuda para dormir. Existen varias evidencias que consideran a los cannabinoides como una alternativa para adultos mayores que padecen la enfermedad de Parkinson y la demencia de Alzheimer con una mala respuesta atratamientos de primera línea, esto debido a su acción antioxidante, antiinflamatoria y neuroprotectora, que podría reducir los temblores del Parkinson o para ayudar a mantener y mejorar las capacidades cognitivas en pacientes con demencia senil o Alzheimer.
En este contexto, Costa et al,9 indican que los cannabinoides nunca deben considerarse un tratamiento de primera línea, sino como una terapia adyuvante en situaciones específicas que se observan comúnmente en clínica.
A nivel neurológico, se ha descrito que el CBD podría utilizarse para aliviar algunos de los síntomas más graves de la depresión debido a que ayuda a incrementar los niveles de serotonina en el organismo, lo que mejora el estado de ánimo de las personas mayores. De igual forma, este compuesto puede ayudar a mantener y mejorar las capacidades cognitivas y por sus propiedades antioxidantes, podría ser una buena alternativa para minimizar el envejecimiento natural. A pesar de que el CBD puede ser útil para el manejo de diversas patologías,9 es necesario realizar más investigaciones sobre los efectos de los compuestos activos aislados del cannabis, estableciendo, entre otras cosas, la relación dosis-efecto y determinando la influencia del tiempo de exposición a tales agentes en respuestas inmunes particulares que pueden modular la patogénesis de enfermedades crónicas y neurológicas, disminuir el consumo de medicamentos y evaluar los potenciales efectos adversos. Copyright © SIIC, 2024 Referencias bibliográficas: Zorn G. Uso medicinal del cannabis. The European Cannabinoid TherapyAssociation Slovenia. Disponible en: http://www.expomedeweed.com/wpcontent/uploads/2019/04/expomedeweed-v1-n1-2018.pdf.
Palmer N. ?8-THC (Delta-8 Tetrahydrocannabinol). Cannabinoid Guide. 2018.Disponible en: https://bigskybotanicals.com/education/delta-8-thctetrahydrocannabinol-guide/ Duran M, Laporte JR, Capellà D. Novedades sobre las potencialidadesterapéuticas del Cannabis y el sistema cannabinoide. Medicina Clínica (Barc)2004; 122: 390-8.
Grotenhermen F. Pharmacokinetics and pharmacodynamics of cannabinoids.Clin Pharmacokinet 2003; 42: 327-60.
Brenneisein R. Chemistry and Analysis of Phytocannabinoids and OtherCannabis Constituents. Chemical Constituents of Cannabis. 2011. Disponibleen: https://www.medicinalgenomics.com/wpcontent/uploads/2011/12/Chemical-constituents-of-cannabis.pdf Arévalo-Martín A, Baño MD, Berrendero F, et al. Guía básica sobre los cannabinoides. Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides. 2013. Disponible en: http://www.seic.es/wpcontent/uploads/2013/10/guiabásicacannab.pdf Grotenhermen F. Los cannabinoides y el sistema endocannabinoide.Cannabinoids. 2006: 1(1):10-14. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/228813935_Los_cannabinoides_y_el_sistema_endocannabinoide Vinaixa IM. Usos medicinales del cannabis en personas mayores. 2024. Disponible en: https://www.blisscarelab.com/usos-medicinales-cannabis-personas-mayores/ Costa AC, Joaquim HPG, Pedrazzi JFC, Pain AdO, Duque G, Aprahamian I.Cannabinoids inLate Life Parkinson’s Disease andDementia: Biological Pathways andClinical Challenges. Brain Sci. 2022 (12): 1596. https://doi.org/10.3390/brainsci12121596

Palabras Clave
cannabis, cannabinoides, THC, CBD, ancianos
Especialidades
Ge.gif   SM.gif        F.gif   MI.gif   
Informe
Autor del informe original
TSS Pereira
Institución: Universidad de las Américas Puebla,
Puebla México

Seguridad Alimentaria y Nutricional durante la Pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 tuvo repercusiones en la seguridad alimentaria de los hogares mexicanos. Las restricciones sanitarias modificaron la cadena de suministro de alimentos, y el acceso económico a los alimentos se redujo como consecuencia de la pérdida de empleo y la reducción de ingresos. La inseguridad alimentaria fue particularmente pronunciada en las zonas rurales.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173341

Comentario
Autor del informe
Agustina M. Marconi 
University of Wisconsin- Madison, Madison, EE.UU.


La inseguridad alimentaria se define como la situación en la que las personas no tienen acceso suficiente a alimentos seguros, nutritivos y culturalmente adecuados para satisfacer sus necesidades dietéticas y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y saludable.1 Este problema puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de acceso físico y económico a alimentos hasta la carencia de nutrientes esenciales en la dieta diaria.2
Antes de la pandemia por COVID-19, la inseguridad alimentaria, a nivel global, era un problema persistente que afectaba a millones de personas en todo el mundo. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2019 aproximadamente 690 millones de personas sufrían de hambre crónica, lo que representaba alrededor del
8,9% de la población mundial.3
Durante la pandemia por COVID-19, la inseguridad alimentaria a nivel global experimentó un aumento significativo.4 La combinación de medidas de contención como los confinamientos y las restricciones de movimiento, junto con los impactos económicos y sociales de la crisis, exacerbaron los desafíos existentes en materia de seguridad alimentaria, especialmente en hogares de menores recursos económicos.5
Antes del COVID-19, México ya enfrentaba desafíos en términos de seguridad alimentaria, con altos índices de pobreza y desigualdad. Según datos del 2018, el 20.4% de la población mexicana experimentaba inseguridad alimentaria, siendo las zonas rurales las más afectadas.6
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 COVID-19, muestran que entre los años 2018 y 2020 hubo un aumento de la inseguridad alimentaria leve de 5.8 puntos porcentuales (de 32.8% en 2018 a 38.6% en 2020), el cual estuvo vinculado con un deterioro en la calidad y diversidad de nutrientes, como consecuencia de la falta de recursos para la compra de alimentos.7 La pérdida de empleos y la disminución de ingresos durante la pandemia exacerbaron esta situación, aumentando la inseguridad alimentaria en el país.8
El resumen objetivo Seguridad Alimentaria y Nutricional Durante la Pandemia de COVID-19 presenta evidencia en esta misma línea, destacando un incremento de la inseguridad alimentaria y cambios en el estilo de vida que favorecen dicha inseguridad.
Uno de los principales factores que contribuyeron a esta inseguridad alimentaria fue la crisis económica provocada por la pandemia, en un país como México, que ya presentaba dificultades económicas previo a esta crisis global.9,10 Siendo hogares con un bajo nivel socioeconómico y educativo son los más vulnerables, debido a la falta de acceso a servicios básicos y a la mayor dependencia de la agricultura de subsistencia.11
En resumen, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la seguridad alimentaria en México, exacerbando las condiciones de inseguridad alimentaria en el país, por lo que es necesario implementar políticas y programas que garanticen el acceso a alimentos suficientes y nutritivos para toda la población; promover la producción y consumo de alimentos locales y sostenibles, así como fortalecer los sistemas de salud y nutrición.
Copyright © SIIC, 2024 Referencias bibliográficas Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Hambre e inseguridad alimentaria: https://www.fao.org/hunger/es/ Fernández A, et al. Impacto social y económico de la malnutrición. Modelo de análisis y estudio piloto en Chile, Ecuador y México. CEPAL: https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/41247/LCTS2017-32_es.pdf FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. 2019. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019. Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía. Roma, FAO.
Mundial, Comité de Seguridad Alimentaria. "Los efectos de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición: elaboración de respuestas eficaces en materia de políticas para abordar la pandemia del hambre y la malnutrición." Doc temático del Grup Expert alto Niv 27 (2021).
Julia A. Wolfson and Cindy W. Leung, 2020: FoodInsecurityDuring COVID-19: An Acute Crisis With Long-Term Health Implications American Journal of Public Health 110, 1763_1765, https://doi.org/10.2105/AJPH.2020.305953 Shamah-Levy, Teresa, Méndez-Gómez Humarán, Ignacio, Mundo-Rosas, Verónica, Rodríguez-Ramírez, Sonia, & Gaona-Pineda, Elsa B. (2021). Factores asociados con el cambio en la inseguridad alimentaria en México: Ensanut 2012 y 2018-19. Salud Pública de México, 63(3), 350-358. Epub 20 de febrero de 2023.https://doi.org/10.21149/12145 Seguridad alimentaria en hogares mexicanos. Verónica Mundo Rosas, Norma Isela Vizuet Vega, María Ángeles Villanueva Borbolla, Armando García Guerra, Sonia Rodríguez Ramírez, Marian Marian Sillas, Mishel Unar Munguía, Lucia Cuevas Nasu, Carmen Morales Ruán, Eric Monterubio Flores y Teresa Shamah Levy. Disponible en: https://insp.mx/assets/documents/webinars/2021/CIEE_Seguridad_alimentaria.pdf Rodríguez-Ramírez, Sonia, Gaona-Pineda, Elsa B, Martinez-Tapia, Brenda, Romero-Martínez, Martín, Mundo-Rosas, Verónica, &Shamah-Levy, Teresa. (2021). Inseguridad alimentaria y percepción de cambios en la alimentación en hogares mexicanos durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19. Salud Pública de México, 63(6), 763-772. Epub 27 de febrero de 2023.https://doi.org/10.21149/12790 INEGI. Producto Interno Bruto de México durante el cuarto trimestre de 2019. 2020. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/pib_pconst/pib_pconst2020_02.pdf Hamadani JD, Hasan MI, Baldi AJ, Hossain SJ, Shiraji S, Bhuiyan MSA, et al. Immediateimpact of stay-at-home ordersto control COVID-19 transmissiononsocioeconomicconditions, foodinsecurity, mental health, and intimatepartnerviolence in Bangladeshiwomen and theirfamilies: aninterrupted time series. Lancet Glob Health. 2020; 8(11): e1380-9. doi: 10.1016/S2214-109X(20)30366-1.
Gobierno de México. Instituto Nacional de Salud Pública. No dejar a NADIE atrás, 2022. https://www.insp.mx/avisos/no-dejar-a-nadie-atras.

Palabras Clave
inseguridad alimentaria, nutrición, alimentación, COVID-19
Especialidades
Ep.gif   Nu.gif        AP.gif   I.gif   MF.gif   MI.gif   Ma.gif   SP.gif   To.gif   
Informe
Autor del informe original
PS Jhund
Institución: University of Glasgow,
Glasgow Reino Unido

Dapagliflozina en la Insuficiencia Cardíaca con Fracción de Eyección Levemente Reducida o Preservada
En el análisis predefinido del estudio DELIVER, el tratamiento con dapagliflozina redujo el riesgo de eventos de insuficiencia cardíaca y de mortalidad por causas cardiovasculares en un 23%. El beneficio se observó en todos los subgrupos de pacientes, de manera independiente de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173842

Comentario
Autor del informe
Diego Costa 
Hospital de Clinicas José de San Martín, Ciudad de Buenos Aires, Argentina


En el resumen objetivo: Dapagliflozina en la Insuficiencia Cardiaca con Fracción de Eyección Levemente Reducida o Preservada, preespecificado del estudio DELIVER, los autores proponen un tipo de análisis novedoso que puede tener mayor interés tanto para los médicos como para los pacientes. En el estudio original, se comparó el uso de dapagliflozina contra placebo para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca (IC) en pacientes con fracción de eyección (FE) levemente reducida (FElr) o preservada (FEp), teniendo como criterio principal de valoración la ocurrencia de un primer evento de IC o la muerte cardiovascular. Sin embargo, y sobre todo en pacientes con FElr y FEp, la principal carga de la enfermedad está dada por la reinternaciones a lo largo del tiempo, y esto no
fue tenido en cuenta en el análisis original.
En este nuevo análisis, se tiene en cuenta como criterio de valoración no sólo a la primera internación, sino también a la subsiguientes, es decir, el total de eventos de IC. Como dato de interés estadístico, al no poder utilizarse el modelo de riesgos proporcionales de Cox para el análisis, se aplicó el modelo descrito por Lin, Wei, Yang e Ying (LWYY). En este caso, se utiliza un estimador más robusto del error estándar para dar cuenta de la interdependencia de los eventos en un mismo individuo. Según este análisis, hubo 447 eventos adicionales en el grupo de placebo y 303 eventos adicionales en el grupo de dapagliflozina que se suman a los primeros eventos del estudio original. De esta manera, fueron 212 menos de eventos totales de empeoramiento de la IC y 30 menos muertes cardiovasculares totales en el grupo de dapagliflozina en comparación con el grupo de placebo. La razón de tasas del modelo LWYY para el total de eventos de IC y muerte cardiovascular fue de 0.77, con un intervalo de confianza del 95% (IC95%) de 0.67 a 0.89, y p < 0.001. Por otro lado, en el análisis original para el tradicional tiempo al primer evento, el cociente de riesgo fue de 0.82 con IC95% de 0.73 a 0.92 y p < 0.001. Esto deja en claro que el análisis tradicional subestima el efecto beneficioso de la dapagliflozina sobre uno de los factores que más puede impactar en la práctica clínica.
Por el otro lado, es interesante la comparación entre los pacientes con un solo evento de IC y los que presentaron 2 o más eventos durante la evaluación. Estos últimos tuvieron mayor frecuencia cardíaca, índice de masa corporal, NT-proBNP y hemoglobina glicosilada, con peor función renal. Además, presentaron una mayor prevalencia de comorbilidades, tales como fibrilación auricular, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Es así como este estudio además permite identificar los factores que pueden predecir varias internaciones, y asegurar un seguimiento más cercano en estos pacientes. Finalmente, como otro dato relevante, no se observó una modificación del efecto de la dapagliflozina a través del espectro de FE; es decir, el beneficio se mantuvo irrespectivamente de una mayor FE. Esto entra en conflicto con los resultados de los estudios EMPEROR, en los cuales la empagliflozina presentó un mayor efecto beneficioso a medida que la FE se reducía. Tampoco se detectaron diferencias según los análisis de subgrupos preespecificados, de la misma manera que en el estudio original. Copyright © SIIC, 2024

Palabras Clave
dapagliflozina, insuficiencia cardíaca, fracción de eyección levemente reducida, fracción de eyección preservada, muertes de cuasa cardiovascular
Especialidades
C.gif   MI.gif        CI.gif   Ep.gif   F.gif   Ge.gif   MF.gif   Mfa.gif   
Informe
Autor del informe original
AD Shaw
Institución: Cleveland Clinic,
Cleveland EE.UU.

Hipotensión Arterial Intraoperatoria y Función Renal después de la Cirugía no Cardíaca
Se analizó la hipótesis de que la hipotensión arterial intraoperatoria (HAIO) podría asociarse con riesgo de enfermedad renal aguda; la HAIO, con valores promedio de presión arterial ? 55 mm Hg, se asoció significativamente con la aparición de enfermedad renal aguda persistente, es decir con enfermedad renal de aparición precoz y que persiste durante más de 7 días después de la intervención.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/170473

Comentario
Autor del informe
Orlando Carrillo Torres(1) Lloaly Mendoza Pineda(2)  

(1) Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, Mexico D.F, México
(2) Hospital de la mujer, Mexico D.F, México


El resumen objetivo Hipotensión Arterial Intraoperatoria y Función Renal Después de la Cirugía no Cardiaca tiene información importante que permite identificar cuáles son las intervenciones que impactan en la función renal intraoperatoria. Sin embargo, las diferentes variables que pueden determinar el desarrollo de una enfermedad renal aguda tras el curso de hipotensión intraoperatoria son causas de confusión; el daño renal puede ser multifactorial, por lo que sería oportuno establecer si, además de las comorbilidades, el tipo de cirugía, y/o los periodos de hipotensión, hay otros detonantes o agravantes de lesión renal y/o enfermedad renal, como el empleo adecuado de líquidos de reanimación, entendiéndose como fármacos, y las fases de reanimación en la que se encontraban cuando estos fueron utilizados; además de la nefrotoxicidad
de algunos medicamentos o las condiciones intrínsecas de la cirugía (laparoscópica, con las respectivas consideraciones de presión intrabdominal). Todo lo que este asociado o no a eventos de hipotensión intraoperatoria serían causantes de deterioro agudo de la función renal. Los autores emplean las definiciones establecidas por la KDIGO en el año 2012, mismas que no han tenido cambios en los últimos años, y que permiten integrar con exactitud los grupos a los que pueden pertenecer los pacientes en el estudio. En dicha guía se acuña el término: “enfermedad renal aguda” (AKD, por sus siglas en ingles acute kidney disease), para poder diferenciar sus características de las otras entidades como: “lesión renal aguda” (LRA) y “enfermedad renal crónica”; por lo que tener claridad de las características mesurables de laboratorio para poder distinguir las diferentes entidades de daño renal, permite al médico asociar esta condición al entorno intraoperatorio.
En relación con la revisión de las definiciones consideradas, se encontró que la LRA transitoria se presenta con una duración de 48 horas posterior al evento quirúrgico; la LRA persistente es aquella que continúa más allá de las 48 horas; mientras que la LRA que dura entre 7 y 90 días se define como AKD. Estas definiciones discrepan con lo considerado por los autores para estudiar los dos subtipos de AKD, como resultado primario: “(i) la AKD persistente (aparición dentro de los 7 días posteriores a la cirugía hasta 90 días) y (ii) AKD tardía (inicio entre 8 y 90 días después de la cirugía); ya que es la LRA la que tiene subtipos en función del tiempo. La importancia del deterioro de la función renal en relación con el tiempo radica en los resultados clínicos. La duración de la LRA se asocia con la recuperación de la función; por lo que un paciente con insuficiencia renal aguda (IRA) transitoria tendrá recuperación temprana, y un paciente con IRA persistente una recuperación tardía. Es por ello que se vuelve crucial no confundir la terminología redefinida por la ADQI.1
De acuerdo con los criterios de selección empleados por los autores, fue relevante la exclusión de todos aquellos pacientes en quienes no se contaba con valor de creatinina en los 7 días previos a la cirugía, pues el nivel de creatinina se ve afectado por la masa muscular, edad, sexo, medicamentos y otros factores. Por tanto, el nivel de creatinina sérica tiene limitaciones como indicador de detección temprana de daño renal, o como indicador de recuperación renal; y la discusión de este factor hubiera aportado mucho al artículo.
Es un tema destacado, ya que la presencia de hipotensión en el intraoperatorio es muy común; ya sea por complicaciones inherentes del paciente o de la cirugía o por la fase de distribución de los medicamentos, y conocer si hay relación de un evento de hipotensión o de valores de hipotensión arterial en un área bajo la curva conforme el tiempo (promedio ponderado en el tiempo) y la presencia de AKD persistente, daría pie a enfatizar en el cuidado de las medidas de la presión arterial intraoperatoria.
Este estudio se realizó bajo un diseño de cohorte retrospectivo; es decir, se tomó la variable de hipotensión intraoperatoria para seleccionar los estudios que cumplieran con los criterios de selección con el fin de observar la asociación o no de enfermedad renal aguda persistente. Para el tamaño muestral se tomaron los datos de más de 2000 hospitales y de 7000 clínicas entre enero del 2008 a diciembre del 2017; aunque no se explica el motivo del intervalo de años o del número total; lo más probable es que se decidiera tomar datos de una década y en una región específica. Al final se obtuvo un tamaño muestral de 368.222 pacientes por lo que es probable que fuera suficiente para presentar validez externa y generalizar a otras poblaciones de las mismas características. Un punto que hubiera sido de interés metodológico era conocer si fue utilizada o no alguna guía recomendada para realizar el diseño; tal como la declaración STROBE, con el que se podría conocer paso a paso los criterios de elegibilidad, exclusiones y perdidas de datos en un flujograma diseñado para ello; además de la descripción de los puntos importantes y de interés en la elaboración del material. (se desglosan 22 puntos que explican cómo se formó el artículo).
En las tablas se describen los datos demográficos desglosados y sus porcentajes; al igual que las comorbilidades y datos específicos del tipo de cirugía y hospitalización. Los autores utilizaron análisis estadísticos adecuados para el manejo de estos datos; tanto para establecer correlaciones entre diferentes variables mediante los modelos de riesgo de COX, y así evitar en lo más posible, factores de confusión; como al final realizando un análisis de subgrupos estratificados de la cohorte por medio de análisis post hoc.
Los autores utilizaron un índice de Bonferroni para establecer el cociente de riesgo, interpretarlo y mostrarlo en gráficas, lo cual fue adecuado por el diseño instaurado ya que por la existencia de diferentes variables se realizaron comparaciones múltiples y con ello se pudo disminuir el nivel de significación para rechazar la hipótesis nula para cada hipótesis alternativa; la cual, aunque no se especificó en el artículo, se infiere que la hipótesis nula fue la falta de riesgo entre la hipotensión intrahospitalaria y la LRA persistente. Las gráficas de cociente de riesgos estuvieron muy claras para expresar los resultados comparativos de cada subgrupo.
Al analizar los datos se encontró que, aunque todas las medias de los promedios ponderados en el tiempo para hipotensión solamente el intervalo de confianza del valor de 55 no cruza el 1 (no correlación), mientras que en valor de hipotensión absoluta todos los intervalos de confianza cruzan el 1. Por ello, aunque con adecuada metodología y un buen diseño y tamaño muestral, el estudio no presenta un gran impacto clínico siendo el valor de 55 mmHg el promedio ponderado para la hipotensión el que debemos de prevenir para evitar una relación causal con AKD.
Copyright © SIIC, 2024 Referencias bibliográficas Chawla LS, Bellomo R, Bihorac A, et al. Acute kidney disease and renal recovery: consensus report of the Acute Disease Quality Initiative (ADQI) 16 Workgroup. Nat Rev Nephrol 2017;13:241-57.

Palabras Clave
hipotensión arterial intraoperatoria, enfermedad renal aguda persistente, cirugía no cardíaca
Especialidades
AN.gif   Ci.gif        AH.gif   Bq.gif   DL.gif   EdM.gif   Ep.gif   MI.gif   
Informe
Autor del informe original
C Joo-Turoni
Institución: Universidad Nacional de Tucumán,
San Miguel de Tucumán Argentina

Utilidad de la Resonancia Magnética Cardíaca en la Hipertensión Pulmonar
La resonancia magnética cardíaca es sumamente útil para la evaluación del ventrículo derecho, en pacientes con hipertensión pulmonar. El estudio revela anormalidades fisiológicas y anatómicas de las cavidades derechas, reducción de la fracción de eyección del ventrículo derecho y compromiso de la interrelación entre ambos ventrículos.

Publicación en siicsalud
https://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173109

Comentario
Autor del informe
Jorge Tazar(1) Pilar Haurigot(2)  

(1) Instituto de Cardiología, San Miguel de Tucumán, Argentina
(2) Instituto de Cardiología, San Miguel de Tucumán, Argentina


La evaluación de la repercusión de la hipertensión pulmonar (HP) es de vital importancia pronostica. Particularmente la función del ventrículo derecho (VD), es un aspecto clave que determina la capacidad funcional, los síntomas y la supervivencia de estos pacientes.1,2 Esto es así, no solo en la HP, sino también en distintos escenarios clínicos como miocarditis, cardiopatía isquémica e insuficiencia cardiaca.3,4,5
Si bien para establecer el diagnóstico es necesario el método invasivo, las imágenes cardiacas se han convertido en la forma más común de evaluar a los pacientes con HP.
La ecocardiografía es la herramienta inicial en la evaluación de estos pacientes, sin embargo tiene limitaciones que es necesario conocer al emplear esta técnica. La principal limitación es la anatomía compleja del VD que hace imposible
evaluar esta cámara desde una proyección en particular; de hecho ya hace algunos años la Sociedad Americana de Ecocardiografía, recomienda el uso de proyecciones específicas para la evaluación del VD, Es por eso que la resonancia magnética nuclear cardiaca (RMNC) emerge como Gold standard para evaluar volumen y función del VD.6
En el resumen objetico: Utilidad de la Resonancia Magnética Cardíaca en la Hipertensión Pulmonar se reafirman conceptos conocidos con respecto a la repercusión de la HP en las cavidades derechas. Más allá del pequeño número de pacientes estudiados (n=9), entre los resultados se evidencia un aumento significativo del tamaño de las cavidades derechas (aurícula derecha, tronco de la arteria pulmonar y VD) y una disminución, también significativa, de la función sistólica del VD, cuando se compararon estas variables, con los sujetos controles. Cabe señalar que a pesar de esta disminución de la función sistólica del VD, los pacientes con HP presentaban una fracción de eyección (FEy) normal.
Si bien en estos pacientes es importante establecer la FEy del VD, también es importante conocer la forma de adaptación del VD a una determinada poscarga (acoplamiento ventrículo/arterial pulmonar).7 Con esta variable se puede indagar la función del VD más allá de la FEy y conocer si esta “adaptado” o “mal adaptado” a una determinada poscarga. En este artículo no fue evaluado este aspecto, muy probablemente debido al año en que fue realizado el artículo.
Con respecto a la RMNC, la medición de los volúmenes y la FE y del VD es sumamente confiable porque, como ya se dijo esta técnico es el “patrón oro” para la cuantificación de estas variables; además de poder medir el grado de fibrosis miocárdica a través del empleo del gadolinio. Este último aspecto, se ha visto que es de suma utilidad pronostica en estos pacientes.
En este trabajo publicado, no se realizaron secuencias de contraste de fase para medir el flujo sanguíneo en la arteria pulmonar, aorta ni en la vena cava; con lo cual, no es posible cuantificar el volumen latido, cortocircuitos intracardiacos ni el flujo retrógrado. Tampoco se obtuvo información de la deformación o strain ventricular a partir de secuencias de bandas de saturación miocárdica (tagging) ni angiografía tridimensional de la arteria pulmonar.8 La utilidad de la resonancia para la valoración de los pacientes con HAP debe ser “integral” para poder, de esta manera, orientaren el tratamiento y determinar el pronóstico en este grupo de pacientes.
Copyright © SIIC, 2024
Referencias bibliográficas
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2022 ESC/ERS Guidelinesforthe diagnosis and treatment of pulmonaryhypertension: Developedbythetaskforceforthe diagnosis and treatment of pulmonaryhypertension of theEuropeanSociety of Cardiology (ESC) and theEuropeanRespiratorySociety (ERS). Endorsedbythe International SocietyforHeart and LungTransplantation (ISHLT) and theEuropean Reference Network onrarerespiratorydiseases (ERN-LUNG). Marc Humbert, GaborKovacs, Marius M Hoeper, Roberto Badagliacca, Rolf M F Berger, Margarita Brida, JørnCarlsen, Andrew J S Coats, Pilar Escribano-Subias, Pisana Ferrari ... Show moreAuthor Notes. EuropeanHeartJournal, Volume 43, Issue 38, 7 October 2022, Pages 3618–3731.

Palabras Clave
función ventricular, hipertensión pulmonar, resonancia magnética cardíaca
Especialidades
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