REHABILITACIÓN Y PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR - Red Científica Iberoamericana (RedCIbe)

Red Científica Iberoamericana

REHABILITACIÓN Y PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR

Hermes Ilarraza Lomelí
Cardiólogo, Jefe del Departamento de Rehabilitación Cardíaca, Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", México, México

México, México (SIIC)

Los programas de rehabilitación cardíaca tienen, en general, 2 objetivos: incrementar la capacidad física del sujeto con cardiopatía mediante la terapia con ejercicio y educar al paciente acerca de los diversos factores de riesgo y cómo puede modificarlos mediante un cambio saludable de su estilo de vida.

Cada vez más personas con infarto del miocardio sobreviven a él, pero esto genera nuevas necesidades por parte del paciente, las que muchas veces quedan fuera de nuestra visión como médicos.
La creencia de que el esfuerzo físico podría dañar al paciente con cardiopatía era generalizada apenas en la primera mitad del siglo pasado, así como el que un enfermo con cardiopatía tiene una muy alta probabilidad de morir durante el coito. Por esta causa, el 50% de estos pacientes disminuyen la frecuencia de las relaciones sexuales y el 25% de ellos las suspenden totalmente después de un infarto del miocardio. Sin embargo, la incidencia de muerte coital es muy baja (0.06%). El médico no habla de esto con su paciente en un 80% de los casos.

El paciente con cardiopatía casi siempre es capaz de reintegrarse a su vida cotidiana, pero para ello necesita saber cómo hacerlo. El consejo profesional es indispensable.

La terapia con entrenamiento físico ha demostrado en varios estudios un franco beneficio, mejorando la tolerancia al ejercicio, la sintomatología, la calidad de vida e incluso la supervivencia de los pacientes con cardiopatía (incremento del 20% al 30% a un año). La población sana se ve igualmente beneficiada.

El ejercicio debe ser correctamente empleado, así el paciente obtiene el beneficio y las complicaciones y efectos secundarios son mínimos. Los programas de terapia con ejercicio en pacientes con cardiopatía han demostrado ser seguros en manos expertas.

Los programas de rehabilitación cardíaca (PRC) tienen, en general, dos objetivos: incrementar la capacidad física del sujeto con cardiopatía mediante la terapia con ejercicio y educar al paciente acerca de los diversos factores de riesgo y cómo puede modificarlos mediante un cambio saludable de su estilo de vida.

Los PRC deben tener un enfoque multidisciplinario. Se inician con una adecuada evaluación del paciente y la estratificación de su riesgo cardiovascular y siguen con la prescripción de un programa acorde para cada paciente. En la ejecución del programa intervienen muchas disciplinas como cardiología, enfermería, nutriología, terapia física, psicología, trabajo social, etc.

El porcentaje de pacientes referidos a un PRC es bajo (menos del 30% de los que son candidatos). Esto es provocado en primer lugar por falta de información del médico acerca de dichos programas; en otras ocasiones, el paciente vive lejos de los centros de rehabilitación, su gravedad impide su desplazamiento, etc.

Otra creencia errónea es que los únicos pacientes candidatos a PRC son los que no tienen alguna otra oportunidad terapéutica. Los PRC no son solamente una alternativa sino, en casi todos los casos, un complemento. El médico que realiza una cirugía cardíaca o una angioplastia puede “cuidar” la salud de su paciente complementando su trabajo con prevención secundaria y terapia con ejercicio físico.

Los PRC tienen la fama de ser caros, pero en realidad no lo son y además proveen ahorro hasta de varios miles de dólares por paciente, principalmente por una disminución en el número de internaciones e intervenciones a los que son tributarios después de los PRC.



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