Ante la escasez generalizada de vacunas el presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa señaló el contraste determinado por "la situación en que las poblaciones de los países ricos y avanzados estén inoculadas de forma segura mientras en los países más pobres millones de personas mueren en las colas esperando las vacunas del ´apartheid´".
Sudáfrica y la India encabezan la campaña mundial que solicita la renuncia de las grandes compañías farmacéuticas a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas Covid-19; con su reclamo persiguen que cualquier país pueda producirlas para resolver el retraso de los países pobres en la tasa de vacunación.
El país se encuentra en la cúspide de la tercera ola de infecciones por Covid-19 y sufre retrasos en la administración de vacunas.
Sudáfrica es el país más afectado por el coronavirus del continente y ha registrado más de 1,6 millones de casos y más de 55.000 muertes. Pero menos de 480.000 personas, o solo el uno por ciento de su población, principalmente trabajadores de la salud, han sido vacunadas.
La campaña de vacunas comenzó en febrero cuando Sudáfrica se convirtió en el primer país del mundo en administrar vacunas por parte del grupo farmacéutico estadounidense Johnson & Johnson, pero ha avanzado lentamente.
El gobierno informa haber ordenado dosis suficientes para vacunar al menos a 45 millones de la población estimada de 59 millones; en las próximas seis semanas espera recibir 4,5 millones de dosis de Pfizer y 2 millones de J&J.
La vacunación en el país
Sudáfrica compró a principios de este año vacunas AstraZeneca y luego las vendió a otros países africanos por temor a que fueran menos efectivas.
A continuación, siendo mediados de abril y ya comenzada la inoculación de los trabajadores de la salud con la vacuna de J&J, tuvo que hacer una pausa de dos semanas para examinar los riesgos de los coágulos de sangre que se habían informado en los EE. UU.
El ministro de Salud, Zweli Mkhize, dijo que la aplicación de las vacunas de Pfizer comenzaría "con bastante lentitud" pero aumentaría hacia el final del mes "porque estamos comenzando con una nueva vacuna que nunca antes habíamos usado".
Después de una breve pausa, las infecciones aumentaron hasta en un 46 por ciento entre la última semana de abril y la primera semana de mayo.