COVID-19
asnc.png
Noticias / Opiniones CHEQUEADAS

CASTELLANO / PORTUGUÉS

La agencia Sistema de Novedades Científicas (aSNC), difunde informes de organismos de Estado, sociedades científicas, empresas públicas o privadas, etc. y noticias veraces emitidas por medios masivos
Agencia Sistema de Novedades Científicas (aSNC)
aSNC elabora información seleccionada por la dirección editorial de SIIC para su lectura por la población en general.

Solicite información sobre los servicios y licencias de aSNC mediante Mensajes a SIIC

 




the_lancet.jpg asnc.png
Aumentaron en el mundo los casos de depresión y trastornos de ansiedad durante la pandemia de COVID-19
The Lancet, Canberra, Australia 24 Octubre, 2021

Durante el año 2020, en el contexto de la pandemia por COVID-19, se registró una mayor cantidad de casos de trastornos depresivos mayores y trastornos de ansiedad en todo el mundo. Sobre todo, el incremento se asoció con las zonas geográficas que más casos de infección por SARS-CoV-2 notificaron.

Desde antes del año 2020 ya se registraba un incremento progresivo de los casos de enfermedades vinculadas a la salud mental. En la carga global de patologías, los trastornos mentales tenían la mayor proporción. Entre ellos, los cuadros principales eran la depresión mayor y los trastornos de ansiedad.

Se asume que la situación generada por la pandemia de COVID-19 habría exacerbado esta problemática. Las condiciones del aislamiento obligatorio para reducir la propagación del virus han sido factores negativos para la salud mental, tanto por su efecto en las personas como por los obstáculos que se impusieron para que los sistemas de salud brindaran una atención oportuna en este campo.

Recopilando datos de diversas fuentes, entre el 1 de enero de 2020 y el 29 de enero de 2021, investigadores del National Health and Medical Research Council de Australia calcularon la prevalencia de los trastornos mentales durante la pandemia en todo el mundo. Se centraron, especialmente, en los cuadros de depresión mayor y en los trastornos de ansiedad.

En términos generales, la publicación realizada en la revista The Lancet, que informa los resultados de esta investigación, estima más de 53 millones de casos adicionales de depresión mayor en el mundo durante el año 2020. Del mismo modo, más de 76 millones de casos de trastornos de ansiedad se agregaron a la estadística global en el mismo período.

Para los casos específicos de depresión mayor, este aumento de la prevalencia significa un incremento del 27,6 % respecto al año 2019. Por otro lado, para los trastornos de ansiedad, el aumento estimado es de 25,6 %.

Según los autores de la publicación, los incrementos fueron más notorios en zonas geográficas que cumplían con ciertos criterios. Entre ellos, se encontró que las áreas con mayor restricción a la movilidad humana y mayor tasa de infección diaria por SARS-CoV-2 tuvieron un aumento significativo de los casos de depresión y ansiedad durante el año 2020.

Estas dos circunstancias no deberían considerarse factores de riesgo en sí. Como bien se aclara en la publicación de The Lancet, el factor de riesgo fue la pandemia por COVID-19, que constituye el escenario de base a través del cual aparecieron subsiguientes efectos.

La pandemia tiene lugar en un escenario de desigualdades que atañen a la salud mental. Por ende, muchos determinantes preexistentes al año 2020 se intensificaron en este período. Un ejemplo claro se visualiza en las diferencias de género, ya que las mujeres resultaron más afectadas porque antes también lo estaban, como grupo susceptible a las enfermedades de salud mental.

El otro grupo más afectado, que fueron los jóvenes, permite inferir que en el futuro serán adultos con trastornos de ansiedad y depresión. La interrupción en la continuidad de la educación podría manifestarse en los próximos años con mayor desempleo, lo que sería un determinante más.

Otros eventos disruptivos de la historia han afectado la salud mental de las poblaciones en el pasado. Así lo plasman los autores del estudio cuando recuerdan que la crisis económica global del 2008-2009 llevó a un incremento significativo de los episodios depresivos en Grecia, por ejemplo, y en Hong Kong.

Lo que esconden estas estadísticas es que la depresión y los trastornos de ansiedad favorecen la aparición de otras patologías en las poblaciones. Además, son cuadros clínicos que se asocian con un mayor riesgo de suicidio. Si los servicios de salud mental no están preparados para atender la nueva demanda o no disponen de recursos (quizás por la misma pandemia), no habrá plan de recuperación.

Por ello, los autores instan a las autoridades y a los formadores de políticas públicas para que tomen cartas en el asunto, fortaleciendo los servicios de salud mental. La pandemia por COVID-19 ha impuesto una carga de enfermedad que debería recibir una respuesta. Principalmente, los grupos más vulnerables tendrían que ser los primeros objetivos de las campañas que se pongan en marcha.

La pandemia por COVID-19 aún no ha finalizado, por lo que se considera que estos datos siguen siendo preliminares y se completarán con información de lo que está sucediendo todavía. Los pacientes con secuelas post-COVID-19, neurológicas o pulmonares, están cursando un estado de morbilidad y un proceso psicológico que repercutirá en su salud mental. Esa es una problemática que deberá analizarse en el futuro próximo.

No tomar ninguna medida en estos aspectos no es una opción. Así como hay que tratar a aquellos que han desarrollado enfermedades de salud mental durante la pandemia, también se deberían establecer estrategias de mitigación para prevenir el deterioro del bienestar mental de las poblaciones mundiales.

 

*The Lancet

Global prevalence and burden of depressive and anxiety disorders in 204 countries and territories in 2020 due to the COVID-19 pandemic

Santomauro DF et al, COVID-19 Mental Disorders Collaborators

8 de octubre, 2021

DOI: 10.1016/S0140-6736(21)02143-7