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Canadá: controversia gubernamental para enfrentar la variante de Ómicron
CTVNews, Toronto, Canadá 22 Marzo, 2022

El gobierno canadiense revisa todos los mandatos de vacunación vigentes con miras a poner fin a las reglas que obligan a algunas personas a vacunarse contra la COVID-19. 
La revisión de las normas preventivas se llevan a cabo a sabiendas de que es realmente baja la defensa contra la variante de Ómicron alcanzada por las dos dosis primarias de vacunas.

Theresa Tam, directora de salud pública de Canadá, reconoció el viernes ante la prensa que los funcionarios de salud pública del país atraviesan una "importante encrucijada" y que las políticas de COVID-19 pronto podrían cambiar de "requisitos enfáticos a recomendaciones".

Las autoridades exigen en estos momentos que deben estar vacunados contra la COVID-19 todos los servidores públicos del país, los trabajadores de las industrias reguladas por el gobierno nacional, el sector del transporte y quienes lo utilizan.

Las medidas anticovid-19 están siendo examinadas por la Secretaría de Hacienda o Junta del Tesoro, área gubernamental que nominalmente emplea a los funcionarios públicos federales. 

Canadá pretende un enfoque 'más sostenible'
El Dr. Howard Njoo, subdirector de salud pública de Canadá, dijo que el gobierno federal y las provincias se encuentran en una "fase de transición" y pondrán menos énfasis en obligar a las personas a tomar ciertas decisiones de salud.

Njoo dijo que a medida que evolucione la situación de COVID-19, habrá un mayor enfoque en la responsabilidad personal. 
“Todas las jurisdicciones están tratando de encontrar un equilibrio útil entre las decisiones obligatorias para sus ciudadanos y las que delegadas en los individuos”, dijo.


Ómicron cambió todo

Tam explicó que "todos los mandatos de vacunas implementadas a nivel nacional están ahora bajo revisión porque la ciencia nos dice que las dos primeras dosis de la vacuna COVID-19 ofrece muy poca protección contra la variante de Ómicron."

Los cambios que se pretenden implementar coinciden con la relajación o levantamiento de medidas que las provincias y territorios han estado han estado aplicando respecto al uso de mascarillas en interiores y los requisitos de pasaporte de vacunas a la luz de la disminución de casos y hospitalizaciones de COVID-19.

Sin embargo, Tam también advirtió que los mayores niveles de transmisión "no son inesperados" a medida que se relajan las medidas de salud pública.

Si bien los científicos y los desarrolladores de vacunas inicialmente pensaron que la serie primaria de dos inyecciones reducirían la transmisión del virus COVID-19, la aparición de nuevas variantes con diferentes características alteró tal presunción.

Los mandatos de vacunas se lanzaron primero como una forma de hacer que algunos espacios sean más seguros al permitir la entrada solo a los vacunados.
Al conocerse la efectividad de la serie primaria contra la transmisión de la Covid-19 esas reglas están en proceso de revisión. 
"El cambio radica en la variante de Ómicron que escapa a las vacunas", dijo Tam. "Sabemos que es realmente baja la protección de las dos dosis contra la infección y la transmisión adicional de la variante de Ómicron. En consecuencia, se necesita una tercera que proporcione un aumento contra la transmisión."

Si bien las dos primeras dosis hacen muy poco para evitar que alguien contraiga COVID-19, la funcionaria considera que todavía ofrecen cierta protección contra resultados graves como hospitalización y muerte.


Los refuerzos son de vital importancia
Si bien la alta tasa de vacunación de Canadá contribuyó durante la ola de Ómicron a evitar el colapso de los hospitales del país, Tam insistió en la necesidad de aumentar la cantidad de personas que reciban la tercera inyección con el fin de mantener a las personas fuera de los hospitales.

"Más personas mayores de 50 años necesitan recibir el refuerzo para hacer que el sistema de salud pública de Canadá sea más resistente a medida que comiencen a levantarse las medidas relacionadas con la COVID-19, como por ejemplo los límites en las reuniones sociales y las obligaciones en el uso de máscaras.

Tam agregó que "sería difícil ampliar los mandatos de vacunación para cubrir una tercera dosis porque la elegibilidad para una tercera vacuna varía considerablemente entre los grupos de edad. Además, a las personas con una infección previa de Ómicron se les pidió que esperen hasta tres meses entre el resultado positivo de la prueba y recibir la tercera dosis."