Japón: pese al aumento de la Covid-19 continua reducida la tasa de vacunación entre los jóvenes
Agencia Kyodo News (Japón), Tokyo, Japón 13 Abril, 2022

Japón detectó su primer caso de la variante XE altamente transmisible del coronavirus, mientras lucha por aumentar las tasas de vacunación entre los jóvenes atento a que los niveles de infección siguen siendo altos en todo el país y aumentan en la mayoría de las zonas rurales.


Cartel para prevenir COVID-19 junto a cerezos en flor. Tokio en marzo | Gentileza de Bloomberg

El Ministerio de Salud anunció la noche del lunes haber detectado la variante XE en una mujer de unos 30 años que  el pasado 26 de marzo llegó al aeropuerto de Narita procedente de Estados Unidos.
La mujer se encontraba asintomática, fue atendida en un centro de atención para personas infectadas y liberada después de terminar su período de cuarentena, según el ministerio de Salud.

XE se encuentra entre un nuevo conjunto de variantes altamente transmisibles conocidas como "variantes recombinantes", denominadas así cuando un paciente se infecta con dos o más variantes al mismo tiempo, lo que lleva a la mezcla o combinación de su material genético.

Según la Organización Mundial de la Salud, las primeras estimaciones sugieren que XE, recombinante de BA.1 y BA.2 de la variante omicron, es aproximadamente 1,1 veces más transmisible que BA.2.
Alrededor de 1100 casos de la variante XE se habían confirmado en Gran Bretaña hasta el 5 de abril, aunque representaron menos del 1% de las infecciones en el país. Hasta el momento, se sabe poco sobre la gravedad de la XE.

“Recopilaremos información sobre la infecciosidad y la gravedad (de la variante XE)”, dijo el ministro de Salud, Shigeyuki Goto, y agregó que el gobierno sopesará las medidas de control fronterizo en función de los hallazgos relacionados con la variante.

Mientras tanto, el secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, aclaró que no importa qué variantes se detecten en Japón, las medidas básicas de prevención seguirán siendo las mismas: usar máscaras, lavarse las manos. evitar lugares concurridos y ventilar habitaciones.

Después de haber soportado seis oleadas de infecciones por COVID-19 y aparentemente al borde de una séptima, Japón está tratando de encontrar formas de equilibrar el control de infecciones y la normal reanudación de las actividades sociales y comerciales.
Pero la aplicación de las vacunas de refuerzo, arma clave para prevenir la propagación de la enfermedad, ha sido lenta, especialmente entre las personas de entre 20 y 30 años.

Según datos gubernamentales difundidos el 11 de abril, la tasa de vacunación de refuerzo para el conjunto del país alcanzó el 45,4 %, frente a una cifra de casi el 80 % correspondiente a quienes recibieron dos inyecciones.
Sin embargo, hay marcadas diferencias en las tasas por generación: solo el 5,4 % de los adolescentes y 24 % de los veinteañeros recibieron su tercera inyección.
Entre los mayores de 65 años, el 84,7% cuenta con la tercera dosis, seguidos del 51,3% por los de 50, el 33,8% de 40 y el 25,9% de 30.

El miedo a los efectos secundarios (temporales pero comunes después de la vacunación) parece desempeñar un papel en la cautela de los jóvenes acerca de vacunarse. Se cree que contribuye a sus dudas el que muchos jóvenes infectados con COVID-19 experimenten pocos o ningún síntoma.

Según los informes, el gobierno está considerando subsidiar universidades, colegios universitarios y escuelas vocacionales que decidan abrir centros de vacunación masiva. También está considerando ofrecer descuentos para eventos deportivos y musicales a quienes hayan recibido su tercera vacuna.