Sudáfrica: en adolescentes y mujeres jóvenes la Covid-19 agrega factores de riesgo a los sociales preexistentes
Child and Adolescent Psychiatry and Mental Health, Ciudad del Cabo, Sudáfrica 18 Abril, 2022

Los factores sociales y ambientales preexistentes se cruzan con la pandemia de COVID-19 y los varios factores de riesgo psicosociales que afectan de manera desproporcionada la salud mental de las adolescentes y mujeres jóvenes (AMJ) de Sudáfrica.

El artículo publicado por la revista Child and Adolescent Psychiatry and Mental Health* -edición impresa, volumen 16, número 23, 2022- se propone examinar los impactos socioeconómicos y de salud mental de la COVID-19 en AMJ de Sudáfrica para comprender cómo los nuevos desafíos provocados por la pandemia se cruzan con los existentes, intersección que agrava las vulnerabilidades de esta población en particular.

Esta comprensión es clave para informar los esfuerzos que deben ofrecer respuesta a sus necesidades. En función de esto, el informe resalta que se necesitan intervenciones multisectoriales para abordar las causas de la mala salud mental de las AMJ y reforzar los mecanismos en que se deben afrontar sus efectos.

Las intervenciones que buscan mitigar los impactos en la salud mental de esta población vulnerable deben responder al entorno pandémico impredecible.

Dado que la adolescencia es el período en el que con mayor probabilidad se desarrollan problemas de salud mental, y en particular para las AMJ sudafricanas -más susceptibles a los síntomas depresivos que sus contrapartes masculinas- es imperativo comprender los efectos de la COVID-19 en la salud mental de este grupo etario.

Además de los cambios neurológicos, hormonales y físicos asociados con la pubertad, los cambios en los entornos sociales de los adolescentes juegan un papel clave en la aparición de problemas de salud mental.

Dado lo crucial que es este período en el desarrollo de las conexiones sociales, es probable que hayan afectado de manera desproporcionada a los adolescenteslos los cambios drásticos en la rutina de la vida y los entornos sociales, incluido el distanciamiento social, la preocupación por las familias, los duelos inesperados, las interrupciones en la educación, las restricciones de confinamiento y la preocupación por el futuro provocados por la pandemia.

Los adolescentes que crecen en el contexto de comunidades socio-económicamente adversas se enfrentan a una variedad de riesgos psicosociales y de salud adicionales que pueden provocar estrés y afectar negativamente su salud mental (estos riesgos incluyen la exposición al VIH y otros factores estresantes).

En contextos donde los factores estresantes de la pobreza y la salud mental en estos momentos interactúan negativamente en las poblaciones más vulnerables, es probable que la COVID-19 haya empeorado los efectos preexistentes.

Es fundamental comprender cómo se cruzaron en las AMJ los desafíos adicionales provocados por la COVID-19 con las vulnerabilidades existentes y los riesgos de salud mental, en particular dadas las intersecciones entre la angustia psicológica y el aumento de los comportamientos de riesgo que afectan la salud sexual y reproductiva.

Para llevar a cabo su investigación los autores utilizaron métodos cualitativos y cuantitativos enmarcados en la teoría sindémica, examinaron las intersecciones entre la salud mental y la epidemia de COVID-19 en AMJ de seis distritos de Sudáfrica caracterizados por altas tasas de VIH, embarazo adolescente y dificultades socioeconómicas.

Los autores realizaron entre noviembre de 2020 y marzo de 2021 una encuesta telefónica transversal y entrevistas en profundidad a 515 y 50 AGYW, de 15 a 24 años, respectivamente.

La recopilación de la información se llevó a cabo en seis distritos sudafricanos, que abarcan seis provincias.
Los distritos y subdistritos analizados fueron diversos (urbanos, periurbanos y rurales).
La alta prevalencia del VIH y las altas tasas de embarazo adolescente representaron las características comunes de las seis áreas de estudio.
En Sudáfrica, los indicadores sanitarios y socioeconómicos varían enormemente según la provincia, pero también dentro de las provincias, entre distritos y subdistritos. 

Los hallazgos de la investigación revelan cómo las restricciones de COVID-19 incrementaron las experiencias de estrés y ansiedad.
La mala salud mental se vio agravada por relaciones familiares tensas, mayor temor a la violencia doméstica, desempleo en el hogar, estrés económico e inseguridad alimentaria.

El estudio describe situaciones en las que algunas familias confinadas juntas en casas pequeñas, combinadas con el hambre, el desempleo, fomentaban sentimientos de frustración e inseguridad financiera, y creaban tensiones que exacerbaban los problemas existentes de violencia de género. Este hecho también se sumó a niveles de miedo, estrés, ansiedad y otros resultados negativos para la salud mental.

La pérdida de ingresos y la sensación de encierro también se tradujeron en sentimientos de ira, impotencia y frustración, que en ocasiones se manifestaron en maltrato físico.

Pese a que las encuestadas describieron sentimientos de aburrimiento, frustración, aislamiento, soledad, miedo,  desesperanza y a pesar de la multitud de desafíos, algunas AMJ expresaron resiliencia emocional y describieron formas en las que se las arreglaron y lograron mantener la esperanza.


* Child and Adolescent Psychiatry and Mental Health
Intersections between COVID-19 and socio-economic mental health stressors in the lives of South African adolescent girls and young women
Zoe Duby, Brittany Bunce, Chantal Fowler, Kate Bergh, Kim Jonas, Janan Janine Dietrich, Darshini Govindasamy, Caroline Kuo y Catherine Mathews 
26 de Marzo, 2022
https://capmh.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13034-022-00457-y#Sec13