Un mayor intervalo de tiempo entre la primera y la segunda dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech aumenta la respuesta inmune 9 veces.
El estudio* que analiza los efectos de las administraciones más distanciadas en el tiempo fue presentado en el European Congress of Clinical Microbiology & Infectious Diseases - ECCMID (Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas) que se celebra entre el 23 y 26 de abril en Lisboa, Portugal.
Las vacunas actuales de ARNm aprobadas en los EE. UU., Pfizer -BioNTech y Moderna , requieren 2 dosis para completar la serie de vacunación primaria.
Estas dosis generalmente se administran con 21 días de diferencia para Pfizer-BioNTech y con al menos 24 días para Moderna. Sin embargo, nuevos datos sugieren que esperar más tiempo entre las dosis arrojaría resultados beneficiosos.
El estudio, dirigido por la Dra. Ashley Otter, buscó optimizar los anticuerpos producidos por la vacunación para prevenir la cantidad de infecciones graves o mortales por COVID-19 y evitar que el virus siga mutando.
Para identificar a casi 6 000 trabajadores de la salud, los investigadores utilizaron el estudio SARS-CoV-2 Infection and Reinfection and Evaluation - SIREN (SARS-CoV-2: Infección, reinfección y evaluación) de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
Luego de ser convocados, los trabajadores dieron muestras de sangre que se midieron para determinar los niveles de anticuerpos; recibieron además la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech (BNT162b2).
De los 5 871 participantes, 3 989 recibieron su primera dosis de vacuna al menos 21 días antes del inicio del estudio, mientras 1 882 recibieron la segunda al menos 14 días antes.
Los participantes se agruparon en los grupos ´sin infección previa´ y ´con antecedentes de infección´ por COVID-19 (confirmado por prueba de PCR o perfil de anticuerpos).
Más del 99 % que con anterioridad no tuvieron COVID-19 se seroconvirtieron con éxito después de la vacunación.
Después de la primera dosis de Pfizer-BioNTech, los participantes con infección previa alcanzaron niveles de anticuerpos hasta 10 veces más altos que los individuos sin tratamiento previo; después de la dosis 2, los participantes previamente infectados tenían niveles de anticuerpos que promediaron más del doble que aquellos sin infección previa.
En particular, las personas sin infección previa con un intervalo más largo entre dosis tenían niveles de anticuerpos hasta 9 veces más altos.
Quienes recibieron su segunda dosis más de 2 semanas y menos de 4 semanas después de la primera tenían niveles de anticuerpos que promediaron 1 268.72, mientras que los participantes sin infección previa que recibieron su segunda dosis con posterioridad a las 10 semanas de la primera promediaron niveles de anticuerpos de 11 479.73.
Esta observación fue más pronunciada en los trabajadores más jóvenes.
Los intervalos de dosificación más largos no afectaron a los que habían contraído previamente COVID-19. Sin embargo, un intervalo más largo entre la infección y la primera dosis de la vacuna se correlacionó con niveles más altos de anticuerpos.
Los investigadores notaron que recibir una primera dosis de vacuna 8 meses después de la infección por COVID-19 llevó a niveles de anticuerpos 7 veces más altos que en los vacunados 3 meses después.
La estabilización del efecto después de 8 meses sugiere que ese lapso de mediación podría ser el ideal para que estas personas reciban su primera dosis de vacuna.
Los participantes que eran mujeres y/o minorías étnicas tuvieron respuestas de anticuerpos después de la vacunación significativamente más altas.
Como era de esperar, después de la vacunación las personas inmunodeprimidas registraban niveles de anticuerpos significativamente más bajos.
Con independencia del tiempo transcurrido entre la infección y la vacunación, todos los trabajadores de la salud demostraron una alta respuesta de anticuerpos a su segunda dosis de vacuna Pfizer-BioNTech.
* Los autores de la presentación en el Congreso no informan sobre eventuales conflictos de interés.
aSNC