Durante más de dos años, los científicos e investigadores supieron que la Covid-19 a menudo infectaba a las personas a través de partículas diminutas dispuestas en el aire; es decir, que no lo hacía solamente por las gotas mayores contra las que se supone protegen las máscaras [o barbijos].
El informe de Rachel Roubein y McKenzie Beard publicado el 21 de junio último por The Washington Post afirma que "recién fue en marzo [de 2022] cuando la Casa Blanca cambió su estrategia para enfatizar las medidas de ventilación como método principal para frenar la propagación del virus" (además de cubrirse la cara).
Para los autores la conducta representa "un excelente ejemplo" de cómo, durante la pandemia, las agencias federales de EE.UU. tardaron en incorporar los últimos hallazgos científicos en sus recomendaciones de políticas sanitarias.
Pero la ciencia también fluctuó detrás de la manera en que se propagaba el virus, especialmente en los primeros días de la Covid-19, momento en que el desconocmiento era importante.
“Fue un desastre de comunicaciones científicas”, dijo Don Milton, científico ambiental de la Universidad de Maryland, asesor de la Casa Blanca y otros organismos en asuntos relacionados con la transmisión aérea del virus.
Cronología de las imprecisiones
Durante gran parte de la pandemia, el gobierno federal promovió en mayor medida que la principal propagación del coronavirus se producía con la caída al suelo de grandes gotas expulsadas por las personas infectadas que estornudaban o tosían.
“Las medidas de control que siguieron fueron mantenerse a 2 metros de distancia y lavar la botella de ketchup” [sic], dijo Joseph G. Allen, director del programa de Harvard Edificios Saludables. “Fue una tontería, y todo comienza con la pregunta ´cómo se propaga´ [el virus]”.
Pero en ese momento, algunos investigadores habían descubierto que el principal esparcidor eran partículas microscópicas de aproximadamente el ancho de un pelo del cabello, que podían permanecer en el aire durante horas después de haberse retirado la persona infectada.
La línea de tiempo
El artículo de The Washington Post ubica en el tiempo ciertos acontecimientos clave:
17 de marzo de 2020
Funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y otros investigadores publican una carta que detalla los hallazgos de que el coronavirus permanecía viable en aerosoles durante varias horas.
1 de abril
un panel científico escribe en una carta dirigida a la Casa Blanca presidida por el entonces presidente Donald Trump donde fundamentaban que el coronavirus puede propagarse no solo al estornudar o toser, sino también mediante la “respiración normal”.
6 de julio
más de 230 científicos publican una carta instando a la Organización Mundial de la Salud y otras agencias de salud pública a reconocer la evidencia sobre la probabilidad de que la Covid-19 pueda propagarse por el aire. Advertían que las medidas de control como el distanciamiento social son “insuficientes para brindar protección contra el virus”.
26 de agosto
Las Academias Nacionales [de EE.UU.] realizan un encuentro sobre la transmisión de Covid-19, donde coinciden rotundamente en que hay amplia evidencia acerca de la trnamsión áerea del SARS- Cov-2.
Anthony S. Fauci , jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas , señala en la presentación que el coronavirus podría transmitirse “a través de partículas que permanecen en el aire con el tiempo y la distancia”.
18 de septiembre
Los CDC por primera vez actualizan su sitio web para decir que la Covid-19 podría propagarse a través de “gotas respiratorias o partículas pequeñas, como las de los aerosoles” y que “los ambientes interiores sin buena ventilación aumentan este riesgo".
21 de septiembre
los CDC eliminan la información sobre los aerosoles y dicen que se había publicado por error una versión preliminar de los cambios propuestos.
5 de octubre
los CDC dicen que el virus puede infectar a personas a una distancia superior a 2 metros en "circunstancias limitadas y poco comunes".
7 de mayo de 2021
los CDC afirman que la inhalación es una de las principales formas de propagación del virus y se deja de enfatizar el riesgo de contraerlo a través de las superficies.
En otoño [boreal], la Casa Blanca identificó la mejora de la calidad del aire interior como una herramienta importante para frenar la propagación de la Covid-19.
23 de marzo de 2022
La Casa Blanca reconoce formalmente por primera vez que la transmisión por aerosol ha sido el principal impulsor de la pandemia.
Ventilación ambiental
Los virus pueden trasladarse de diversas maneras.
Roubein y Beard recuerdan que en los primeros días de la pandemia, los investigadores de la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca precisaban que su enfoque se concentraba en evaluar la efectividad de las mascarillas y la utilización de las vacunas.
Pero en enero de 2022-en coincidencia con el ingreso local a una nueva fase de la pandemia y la intención de mantener abiertas las escuelas y los negocios- la atención se centró en mejorar el aire interior como estrategia para combatir la propagación del virus.
“A veces el gobierno tarda un poco más [para ofrecer respuestas] de lo que desea ”, comentó Georgia Lagoudas , asesora principal de biotecnología y bioeconomía de la OSTP.
Ponerse de acuerdo sobre la ciencia, agregó Lagoudas, requiere tiempo, colaboración y opiniones de las entidades rectoras de la salud pública del país para que el "gobierno federal pueda expresar una sola voz".
Los autores del informe consideran que "la declaración del gobierno sobre cómo se propaga el virus tiene una influencia significativa sobre la forma en que las personas se protegen . Las orientaciones de las autoridades, que cambiaban con frecuencia y, a veces, eran inconsistentes, obligaron a muchas escuelas, iglesias, restaurantes y otros lugares de reunión a buscar por cuenta propia la forma más eficaz de proteger a sus visitantes de la Covid-19. Como resultado, muchos simplemente instaron a usar cubrebocas y a los 2 metros de distancia".
Al concluir su artículo resaltan que una atención más rápida y eficaz de la ciencia, habría derivado en soluciones como abrir ventanas para mejorar la ventilación e instalar filtros portátiles para limpiar el aire de los hogares. Al respecto señalan: "hasta ahora, el campo de la ciencia que estudia el aire interior ha quedado en gran medida al margen de la formación médica, dijo Milton, razón por la cual sugieren que la salud pública moderna carece de una comprensión profunda sobre el significado de los aerosoles y cómo se comportan.