El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y su homólogo estadounidense (CDC) han puesto el foco de atención sobre la familia ómicron en sus variantes BA.4 y BA.5. La mayoría de los países de la Unión Europea (UE) detectaron su alza en las últimas semanas.
En Portugal, la expansión ha ido acompañada de un aumento en los casos de la covid-19. Por ello, el ECDC advierte que las características encontradas en BA.4 y BA.5 apuntan a que se volverán dominantes en todo el continente, lo que probablemente reproduzca en las próximas semanas lo sucedido en el país luso.
José Antonio López Guerrero, director del grupo de Neurovirología del Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que desde el ECDC «están pidiendo a los países que estén pendientes de los datos que van apareciendo sobre las nuevas subvariantes o linajes».
Además, añade que «de las variantes más conocidas, la BA.2 es la predominante ahora en gran parte de Europa. Todo parece indicar, que al igual que las variantes anteriores, la propia Ómicron, no aumente su virulencia».
«Lo que sí se quiere saber es porque ya en Portugal ha llegado a ser el 87 % de los casos. ¿Cuál es el porcentaje que ya representa en la transmisión la BA.4 y, sobre todo, la BA.5?», se pregunta López Guerrero.
Situación en España
Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona y catedrático en la Universidad de Barcelona, advierte de que «nuestros vecinos nos llevan unas semanas de diferencia y debemos observar lo que allí pasa».
López Guerrero subraya por su parte que «en nuestro país se ha dejado de mirar. Prácticamente, se vigila solamente a los mayores de 60 años. Pero lo que se vió hasta ahora no constituye un repunte o un brote como consecuencia de la aparición de BA.4 y BA.5 como sí se ha visto en Portugal».
La BA.4 y BA.5
Según el último informe de Sanidad, los cribados aleatorios mediante PCR (reacción en cadena de polimerasa), específica para el linaje BA.2 detectaron en la semana 22 (30 de mayo a 5 de junio de 2022), porcentajes que oscilan entre el 55,7 % y el 91,2 % según las diferentes comunidades autónomas.
Esa misma semana, para los linajes BA.4 y BA.5 se encuentra entre el 5,5 % y el 44,3 %. Las que tienen más de un 20 % de casos con estos linajes son Baleares, Galicia, Extremadura, Castilla y León y Asturias.
En Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Murcia no hay recogidos datos específicos de estos linajes.
Alguna de las comunidades en las que cobran protagonismo las nuevas cepas del SARS-CoV-2 tienen en estos momentos una tendencia ascendente estadísticamente significativa, como apunta el último informe del Instituto de Salud Carlos III.
Esto ocurre en Baleares y Extremadura. Suben en casos también Canarias, Castilla-La Mancha y Madrid, pero no se puede atribuir de forma categórica a los nuevos linajes.
Respecto a la edad, el aumento es importante en el grupo de 80-89 años.
El papel de las vacunas
«Aunque aparentemente no producen, a priori, más clínica, sí es verdad que tiene una mayor capacidad de transmisión. Incluso se apunta que podrían ser menos sensibles a la inmunidad a las vacunas», apunta López Guerrero. Esto se debe a que las mutaciones presentes en BA.4 y BA.5 suponen un importante cambio antigénico (particularmente frente a BA.1, lo cual podría otorgarles una ventaja de crecimiento gracias a un mayor escape inmune.
Se considera probable que estos linajes desplacen a BA.2 en las próximas semanas en Europa, de ahí la advertencia a los estados de la UE sobre un incremento en la vigilancia.
Con todo, un estudio publicado recientemente en Nature, señala cómo actúan estas nuevas variantes y cómo esquivan las defensas creadas natural y artificialmente.
Yunlong Cao, principal autor del estudio y miembro del Centro de Innovación Pionera Biomédica (BIOPIC) de la Universidad de Pekín, subraya que la unión al receptor y la capacidad de evasión inmune de las nuevas variantes requieren una investigación inmediata.
«Aquí, junto con las comparaciones estructurales de Spike, mostramos que BA.2.12.1 y BA.4/BA.5 exhiben afinidades de unión a ACE2 comparables a BA.2. Es importante destacar que estas tres variantes muestran una evasión de neutralización más fuerte que BA.2 contra el plasma de la vacunación de tres dosis y, lo que es más sorprendente, contra infecciones BA.1 posteriores a la vacunación».
Trilla matiza algunas partes del estudio: «Hay que tener en cuenta que cuando hablan de la protección del suero, se refieren a uno de los que emplean en China, Sinovac. Aquí en Europa las vacunas de ARNm, con las que se ha vacunado a la mayoría de la población, sabemos que son más efectivas en la protección». El preventivista también alude a que «se trata de un estudio in vitro».
Como explica Jaime Jesús Pérez, vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV), «debemos estar tranquilos desde el punto de vista que con estas nuevas cepas no se ha visto una sustitución tan rápida de las existentes como pasó de delta a ómicron». Y esto tiene que ver con que «las vacunas han demostrado su efectividad pese a estar formuladas con la cepa original. No solo con la dosis de refuerzo, sino también con la segunda dosis en la población más vulnerable en los países que optaron por ella en primavera [europea]».
El dato actual de reinfecciones en España, con el cambio de vigilancia y monitorización, dejó de publicarse en los informes Renave del Instituto de Salud Carlos III(ISCIII), no se conoce.
Cuadro clínico más leve
De vuelta al estudio de Nature, Trilla explica que «lo que se extrae es que estas nuevas variantes tienen la capacidad de hacer dos o tres cosas: infectar a la gente que ya lo pasó previamente, que adelantarán a las variantes predominantes hoy día como la BA.2 y desde el punto de vista clínico, lo que observamos es que desencadenan un cuadro clínico más leve».
Y lo importante es que «lo que se ve en la clínica, en la cara que ofrece la enfermedad provocada por BA.4 y BA.5 en la consulta, es la misma que se observa en el laboratorio: la capacidad de infectar o reinfestar a personas contagiadas con BA.1 en diciembre y BA.2 hace dos meses. Esto significa que hay una mayor capacidad de esquivar las defensas producida de forma natural por la infección».
López Guerrero insiste en que «hay que recordar que las vacunas siguen siendo las mismas que nos aplicaron contra las variantes de hace dos años, que ya no existen. Entonces, si esto es así, pueden mostrar un mayor escape al infectar y llegar a más personas, esto es por pura estadística», remacha el virólogo.