Caminar 6 000 a 9 000 pasos por día se asoció en adultos mayores a los 60 años con un 40% a 50% menos de riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Los hallazgos del metanálisis que publica la revista Circulation * permiten transmitir a la población pautas concretas para el beneficio cardiovascular que evidencian -en comparación con 2000 pasos al día de caminata- el descenso del riesgo de mortalidad cuando los adultos mayores logran 6 000 a 9 000 pasos.
Metodología y resultados de la investigación
Estos resultados recientes sobre escalas y mortalidad comprendieron 15 estudios, de los cuales 8 prospectivos (20 152 adultos (≥ 18 años de edad) con pasos medidos por el dispositivo y seguidos por eventos de ECV.
Los estudios cuantificaron los pasos por día; los eventos de ECV se definieron como enfermedad coronaria fatal y no fatal, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.
La edad media de los participantes fue de 63,2 años; 52 % eran mujeres. El seguimiento medio fue de 6,2 años, con un total de 1523 eventos ECV informados.
Hubo una diferencia significativa en la asociación de pasos por día y CVD entre adultos mayores (es decir, ≥60 años) y jóvenes (<60 años).
Antecedentes en la literatura
La pendiente empinada inicial sugiere que dar más pasos es mejor, particularmente para las personas que caminan menos.
Además, aunque la pendiente no sea tan abrupta los más grandes recuentos de pasos, después de los 6 000, parecen estar asociados con un riesgo reducido continuo de ECV en adultos mayores.
Esta relación curvilínea es consistente con otros metanálisis referidos a la actividad física autoinformada, la enfermedad coronaria y el evento cerebrovascular.
El descenso de riesgo es una magnitud similar reflejada en estudios previos que usaron minutos totales por día de actividad física medidos con el acelerómetro, instrumento utilizado al registro de aceleraciones.
La asociación es mayor en comparación con aquellos estudios que utilizan actividad física autoinformada en los que el riesgo de ECV disminuye un 20% a 30%.
Por ejemplo, los adultos que informaban elevados niveles de actividad física (es decir, ≥300 minutos de intensidad por semana) tenían un 20 % menos riesgos de enfermedad coronaria en comparación con adultos que no practicaban actividad en sus tiempos libres.
El artículo destaca que la dimensión y amplitud de la investigación permitió análisis de subgrupos por edad y sexo: "a pesar de una asociación inversa de pasos con CVD en adultos mayores, no hubo asociación en adultos más jóvenes. La ECV es una enfermedad del envejecimiento y, a menudo, no se presenta como una condición diagnosticada hasta después de varios años. Por lo tanto, el período de seguimiento puede no ser lo suficientemente largo para capturar la incidencia de ECV en adultos más jóvenes. Solo el 4,2 % de estos frente al 9,5 % de los mayores analizados por el estudio tuvieron un evento ECV posterior."
Los hallazgos son consistentes con una muestra nacional de adultos de EE. UU. en la que el porcentaje de muertes atribuidas a niveles inadecuados de actividad física solo tuvo importancia entre los adultos mayores.
La asociación de pasos por día con factores de riesgo intermedios de ECV (hipertensión, colesterol alto y diabetes) puede ser el resultado más apropiado en adultos jóvenes y de mediana edad.
El ritmo o cadencia de los pasos no se asoció con ECV. Investigaciones anteriores que evaluaron la frecuencia de pasos medida por el dispositivo y el riesgo de mortalidad encontraron al ritmo de caminata como notable predictor independiente del riesgo de ECV en comparación con la cantidad.
Los aciertos deben considerarse preliminares porque solo 4 estudios informaron datos sobre la velocidad de paso. Las implicaciones de los resultados para la atención clínica y el informe de las pautas de salud pública son múltiples.
Los pasos por día representan un sencillo método para los profesionales de la salud en sus encuentros con los pacientes destinados a monitorear y promover la actividad física.
Durante la última década, se produjo un rápido aumento en la adopción de monitores de actividad física y teléfonos inteligentes. Las estimaciones de pasos pdiarios de los dispositivos que se usan en la cintura utilizados en los estudios de investigación no coincidían exactamente con los dispositivos de los consumidores, a menudo ubicados en la muñeca. Sin embargo, los pasos por día medidos por dispositivos de investigación y de consumo están altamente correlacionados.Además, algunos dispositivos de conteo de pasos son menos precisos a velocidades de caminata muy lentas, habituales en muchas poblaciones de pacientes.
Debido a los bajos niveles de actividad en adultos mayores, los hallazgos empíricos del trabajo que publica Circulation sugieren que las metas posibles para la salud cardiovascular de este grupo etario pueden ubicarse en alrededor de 10 000 pasos por día.
Limitaciones y alcances del trabajo
Los autores reconocen que "no tuvieron en cuenta el riesgo competitivo de muerte no relacionada con ECV y, por lo tanto, pueden sobrestimar los eventos de ECV y el riesgo previsto."
La heterogeneidad de los participantes evaluados en los estudios (datos demográficos, estado de salud, etc.) y el diseño (por ejemplo, dispositivo escalonado y covariables) no se tenga en cuenta por completo en comparación al metanálisis agrupado individualmente.
Debido a que este estudio no tuvo acceso a datos personales, nos limitamos a los cuartiles específicos sin investigar los efectos diferenciales entre individuos o subgrupos distintos.
La investigación no puede generalizarse a los niveles más altos de actividad(más de 15 000 pasos al día, por ejemplo).
Los participantes principalmente adultos blancos no hispanos, limita la posibilidad de extender las conclusiones a otros grupos raciales/étnicos, pese a no existir a priori hipótesis alguna que proponga una asociación diferencial de actividad entre ECV y raza o etnia.
El artículo recomienda un ensayo prospectivo demostrativo de las causas que conducen a un menor riesgo de ECV como consecuencia del alto número de pasos dados al caminar.
Particularidades y conclusiones del estudio
La mayoría de los datos se obtuvieron de ensayos no publicados, circunstancia que permitió armonizar el enfoque de todos los estudios que utilizaron un criterio analítico estandarizado para reducir la heterogeneidad.
Además, se invitó a participar a los autores con trabajos pendientes de publicación para reducir el sesgo posterior a ella, puesto que -en comparación con los hallazgos negativos o nulos_ los positivos suelen darse a conocer anterioridad y mayor frecuencia.
Confiar solo en la evidencia publicada puede acarrear una sobreestimación del tamaño del efecto combinado.
Los investigadores demostraron asociaciones entre los trabajos publicados y no publicados, proporcionando evidencia sólida de la asociación entre el recuento de pasos y el riesgo de ECV.
Al finalizar, el artículo remarca la necesidad medir con objetividad los pasos basándose ??en la evidencia empírica para guiar con tecnología el seguimiento y la promoción de la actividad física.
El metanálisis responde a esta brecha en la literatura, en base a que podómetros y acelerómetros son más eficaces para medir la actividad física ambulatoria que los métodos de autoinforme.
Al demostrar el informe que entre los adultos mayores, los 6 000 a 9 000 pasos por día se asocia con 40% a 50% menos riesgo de CVD, los autores consideran que el hallazgo explicita sencillas pautas para promover la actividad física y su incidencia en la salud cardiovascular.
* Circulation
Prospective Association of Daily Steps With Cardiovascular Disease: A Harmonized Meta-Analysis
Amanda E. Paluch, Shivangi Bajpai, Marcel Ballin, David R. Bassett, Thomas W. Buford, Mercedes R. Carnethon, Ariel Chernofsky, Erin E. Dooley, Ulf Ekelund, Kelly R. Evenson, et al
20 de diciembre, 2022
https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.122.061288