Los antecedentes familiares de cáncer prostático, el hábito de fumar y los valores patológicos de antígeno prostático específico (PSA), presentaron una asociación estadísticamente significativa con el estado nutricional de los pacientes.
El artículo publicado en la revista Correo Científico Médico * analiza el estado nutricional de pacientes con cáncer de próstata en estadios T3 y T4 y su relación con factores sociodemográficos, bioquímicos y antropométricos.
Consecuencias de la enfermedad
El cáncer de próstata es una neoplasia hormonodependiente, que constituye la segunda causa de muerte en los hombres del mundo y el grupo poblacional más vulnerable son los adultos mayores.
En Cuba, los 4467 casos de cáncer prostático de 2022 ocasionaron 3459 fallecimientos. La enfermedad es la primera causa de muerte del país por tumores localizados.
Múltiples estudios dirigen sus esfuerzos a establecer mecanismos de prevención que actúen sobre la enfermedad, entre los que cobran importancia los factores nutricionales.
La presencia de desnutrición tiene un impacto negativo sobre la evolución de los pacientes con cáncer. Por el contrario, la actuación nutricional temprana en los pacientes oncológicos demostró eficacia al evitar internaciones prolongadas, ofrecer apoyo nutricional, mejorar la calidad de vida y tolerancia al tratamiento. Por lo tanto – y ante la elevada prevalencia – los autores analizaron el estado nutricional de los pacientes con cáncer de próstata para elaborar un programa de atención nutricional integral específico.
Población y métodos
El estudio descriptivo comprendió una serie de 75 hombres mayores de 60 años que recibieron atención especializada en un centro oncológico regional; los pacientes tenían diagnóstico de cáncer de próstata en estadios T3 y T4, durante un período de 2 años.
Para la valoración del estado nutricional, los autores utilizaron la Miniencuesta de Evaluación Nutricional, que incluye mediciones antropométricas y preguntas acerca de hábitos alimentarios, estilo de vida, enfermedades y valoración del propio paciente de su estado de salud en relación con la nutrición.
La investigación consideró tres grupos etarios: de 60 a 69 años, 70 a 79 y mayores de 80 años. El índice de masa corporal fue el parámetro utilizado para definir a los pacientes en cuatro grupos calificados como de bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad.
Los factores de riesgo asociados incluyeron datos relacionados con el uso de tratamiento hormonal, antecedentes patológicos familiares de cáncer en cualquier localización en padres o hermanos, historial de prostatitis, neoplasia intraepitelial prostática, enfermedades de transmisión sexual e intervención quirúrgica para vasectomía. También se registró el hábito de fumar.
Para establecer un perfil bioquímico, los autores llevaron a cabo determinaciones de hemoglobina, glucemia, colesterol, triglicéridos, ácido úrico y PSA medido por enzimoinmunoensayo.
Resultados obtenidos
Casi la mitad de los pacientes pertenecían al grupo etario de 70 a 79 años con edad promedio de 72,6 años. El análisis descriptivo demostró que 46 pacientes se clasificaron con riesgo de desnutrición.
No se demostró una correlación directa significativa entre el cálculo del índice de masa corporal y la valoración del estado nutricional medida por la Miniencuesta. Más del 60% de los hombres eran fumadores y el 56% registraba antecedentes familiares de cáncer en cualquier localización.
Asimismo, el hábito de fumar y los antecedentes familiares representaron los factores de riesgo más frecuentes entre los pacientes clasificados con riesgo de desnutrición.
El análisis de la posible asociación de los valores de hemoglobina y el estado nutricional por la Miniencuesta arrojó como resultado una débil correlación inversa, de modo que, con los datos disponibles, no fue posible afirmar que existe una asociación estadísticamente significativa entre ambas variables.
Comentarios y conclusiones
En coincidencia con otras investigaciones, los autores señalan que más del 50% de los pacientes diagnosticados con cáncer de próstata, tienen alteraciones en sus hábitos dietéticos, que posteriormente se traducen en trastornos nutricionales.
Cabe señalar que a partir de los 60 años se comienza a instaurar la pérdida de la masa muscular (sarcopenia), la que se incrementa con el transcurso del tiempo como parte del roceso fisiológico de envejecimiento.
Los datos de la valoración nutricional, según el índice de masa corporal, coincidieron con los de otros estudios, donde los individuos con sobrepeso tenían una mayor predisposición de padecer este tipo de neoplasias.
Predominaron los pacientes entre 70 y 79 años, de la raza blanca, fumadores, con antecedentes familiares de cáncer prostático, con cifras de hemoglobina por encima de 100 gramos por litro, valores elevados de triglicéridos y patológicos de PSA.
Los hombres con peso normal y con riesgo de desnutrición fueron los más frecuentes. Los antecedentes familiares de cáncer prostático, el hábito de fumar y los valores patológicos de PSA, presentaron una asociación estadísticamente significativa con el estado nutricional.
* Correo Científico Médico
Estado nutricional en pacientes con cáncer de próstata
Hechavarría-Del-Río Z, Ramírez-Pupo Y, Garib-Hechavarría J, Garib-Hernández R.
Vol. 28, 2024
https://revcocmed.sld.cu/index.php/cocmed/article/view/4942