COVID-19
asnc.png
Noticias / Opiniones CHEQUEADAS

CASTELLANO / PORTUGUÉS

La agencia Sistema de Novedades Científicas (aSNC), difunde informes de organismos de Estado, sociedades científicas, empresas públicas o privadas, etc. y noticias veraces emitidas por medios masivos
Agencia Sistema de Novedades Científicas (aSNC)
aSNC elabora información seleccionada por la dirección editorial de SIIC para su lectura por la población en general.

Solicite información sobre los servicios y licencias de aSNC mediante Mensajes a SIIC

 




stat.png asnc.png
EE.UU.: los progresos de las vacunas que se evalúan en fase III
STAT, EE.UU. 17 Noviembre, 2020

El laboratorio Moderna anunció el lunes que su candidata a vacuna de ARNm alcanzó el 94,5% de efectividad en la prevención de Covid-19, según un análisis intermedio del ensayo clínico de fase III que se efectúa en 30.000 pacientes.

Resumen en castellano elaborado por la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC).
Informe original escrito por Adam Feuerstein, Damian Garde y Andrew Joseph, colaboradores especializados de
STAT.

SIIC


La noticia llega exactamente una semana después de que Pfizer y BioNTech anunciaron que su vacuna candidata, también creada con tecnología de ARNm, superó el 90% de efectividad en su adelanto del ensayo clínico propio en fase III de 60.000 pacientes. 

Esto es lo que sabemos, y aún necesitamos aprender, sobre las dos vacunas Covid-19 más avanzadas y cómo podrían remodelar la pandemia que ha matado a 1,3 millones de personas en todo el mundo e infectado al menos a 54,5 millones. 

¿Son las dos vacunas igualmente eficaces?
Es demasiado pronto para decirlo con certeza, pero la eficacia general parece ser similar, según los datos divulgados hasta la fecha. Esto no es del todo sorprendente, ya que los candidatos a vacunas Moderna y Pfizer / BioNTech se basan en el mismo tipo de tecnología. 

De acuerdo a los datos divulgados el lunes, la vacuna Moderna parece haber protegido a los importantes subconjuntos de participantes como son los ancianos y las personas de comunidades de color representadas en el ensayo de Moderna por el 37% de los voluntarios. 

Moderna también publicó datos sobre la cantidad de participantes que desarrollaron Covid-19 severo. Hubo 11 casos de enfermedad grave, todos ellos en el grupo de placebo. Los ancianos a menudo responden con menos fuerza a las vacunas y son más vulnerables a tener casos graves de Covid-19, si se infectan.

El ensayo clínico realizado por Pfizer y BioNTech incluyó las mismas subpoblaciones de participantes, pero la compañía no reveló resultados específicos.


Efectividad a largo plazo
Algunas inmunizaciones brindan protección contra un patógeno durante décadas (piense en la vacuna contra el sarampión). Sin embargo, se cree que los beneficios de una vacuna Covid-19, sin importar el fabricante, no durarán tanto. 

Pero los investigadores no sabrán cuánto tiempo perdurará hasta que la inmunidad ofrecida por estas vacunas comience a desaparecer. Esto será algo que los científicos vigilarán en los próximos meses.

"No sabemos en este momento cuál será la durabilidad de la protección", dijo hoy Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, en conferencia de prensa.

La duración de la protección derivada de la vacuna tiene implicaciones no solo para la fabricación y la frecuencia con la que se podría requerir que las personas reciban refuerzos, sino también para el riesgo continuo de transmisión del SARS-CoV-2. 

También hay otras preguntas sin respuesta sobre estas vacunas. Un ejemplo: los ensayos se diseñaron principalmente para analizar el impacto sobre el Covid-19 sintomático. Pero los expertos también querrán saber si los candidatos a vacunas pueden bloquear las infecciones por completo o si solo logran que las personas estén menos enfermas. Otro: si las personas aún pueden contraer el SARS-2 después de vacunarse, ¿son menos infecciosas para otras personas? 

El alentador perfil de seguridad
Hasta ahora, ambas vacunas parecen ser generalmente tolerables, pero de ninguna manera indoloras. En su anuncio del lunes, Moderna dijo que observó algunos efectos secundarios graves de corta duración en los voluntarios, que incluyen fatiga, dolor muscular y dolor de cabeza. Ninguno requirió hospitalización. 

Por su parte, Pfizer dijo la semana pasada que sus monitores de datos independientes no informaron problemas serios de seguridad. En una actualización anterior de su ensayo clínico de fase 1, la vacuna provocó fiebre leve o moderada y dolor en el lugar de la inyección, efectos secundarios que se resolvieron con el tiempo, aclaró la compañía.

Pero los datos de seguridad más importantes no se obtendrán hasta que se haya realizado un seguimiento de los pacientes durante meses e incluso años. Pfizer y Moderna se han comprometido a recopilar y divulgar esa información a tiempo.

¿Qué significa esto para las otras vacunas en desarrollo?
Si bien las vacunas Moderna y Pfizer / BioNTech se basan en tecnología de ARNm, también las pioneras de AstraZeneca y Johnson & Johnsonvutilizan enfoques diferentes. 

Otras compañías, incluida Sanofi, están trabajando en vacunas de ARNm, pero los desarrollos no se encuentran tan avanzados. 

Sin embargo, los candidatos principales apuntan a la proteína de pico del virus, usada por el patógeno para infectar las células. Los resultados de los ensayos de Pfizer y Moderna alientan a que otras vacunas candidatas 

Richard Hatchett, director ejecutivo de Coalition for Epidemic Preparedness Innovations  (Coalición para la Preparación de Innovaciones ante Epidemias), conocida como CEPI, declaró ante la pregunta "qué significa esto para el ARNm":
Fuera de sus implicaciones para la pandemia mundial, el éxito en tándem de las vacunas de Moderna y Pfizer es una afirmación masiva de la promesa del ARNm, una tecnología médica que avanzó con sobresaltos durante tres décadas.

A principios de 2020, el SARS-2 era un virus que nunca se había estudiado, ni siquiera conocido. Pese a ello, menos de un año después, dos empresas están desarrollando lo que parece ser una vacuna eficaz para combatirlo. 

Eso sugiere que la tecnología de ARNm es viable para diseñar y desplegar rápidamente vacunas para otros patógenos. 

En el caso de Moderna, es un buen augurio para sus vacunas en desarrollo del Zika y el citomegalovirus, y respalda el plan a largo plazo de la compañía para participar en el negocio de vacunas contra la influenza. Para BioNTech, socio de Pfizer, es igualmente alentador por encontrarse trabajando en vacunas contra el cáncer, el VIH y la influenza.

Al mismo tiempo, las vacunas siempre fueron el objetivo menor en la mente de los investigadores de ARNm. La promesa básica del ARNm es que puede obligar a las células del cuerpo a fabricar una proteína específica, tratando o previniendo enfermedades en el proceso. Pero el desarrollo de medicamentos de ARNm siempre transitó por un equilibrio delicado: si bien los científicos tienen que administrar suficiente sustancia sintética para asegurar la producción de proteínas, no debe ser demasiada para evitar una reacción inmunitaria peligrosa. 

Las vacunas, que requieren solo una o dos dosis de ARNm representan la aplicación más lógica de la tecnología. El uso más grande, y más lucrativo, del ARNm sería la terapéutica para una gran cantidad de enfermedades que se abordarían mediante ciertas proteínas. Eso requeriría administraciones rutinarias y de por vida de ARNm, algo que ni Moderna ni BioNTech todavía deben resolver en un gran ensayo clínico.

¿Cuándo será posible vacunarse? 
Tanto Moderna como Pfizer han prometido solicitar autorizaciones de uso de emergencia en las próximas semanas. Si la FDA las otorga antes de fin de año -como se espera que lo haga- las compañías enviarán las dosis al gobierno federal, que está a cargo de asignar el suministro limitado a los trabajadores de primera línea y a las personas con un riesgo elevado de Covid-19 severo.

Para todos los demás, es probable que ninguna de las vacunas esté disponible hasta la primavera (como pronto), en gran parte debido a la logística. Para ese momento, es probable que Pfizer y Moderna también hayan generado suficientes datos de respaldo para justificar las aprobaciones completas de la FDA. 

Para fines de 2020 ambos laboratorios esperan producir 70 millones de dosis, cantidad que abastecería solo a unas 35 millones de personas. 

En 2021, las empresas podrían producir hasta 2.300 millones de dosis, pero en un mundo de 7.500 millones de habitantes devastado por la pandemia, eso será insuficiente para satisfacer la demanda. 

A menos que se demuestre que más vacunas Covid-19 funcionan en los próximos meses, el mundo racionará las dosis hasta bien entrado el próximo año.

Para complicar las cosas, subsiste la cuestión del almacenamiento. Pfizer es capaz de fabricar más dosis que Moderna, pero su vacuna debe transportarse y almacenarse a temperaturas extremadamente frías, lo que dificultaría su implementación donde se carece de congeladores especializados. Por el contrario, Moderna afirmó que su vacuna puede almacenarse de manera segura en un refrigerador convencional. Eso a corto plazo implicaría que la vacuna de Pfizer es la más abundante, pero la de Moderna es la más conveniente; estas cualidades exigirán habilidad en sus manejos por parte de las áreas de salud globales.


Las vacunas son importantes, pero solo si las personas las reciben
Los expertos en salud pública aclaran que la mejor vacuna del mundo no aportará grandes soluciones a menos que la gente esté dispuesta a recibirla. 

Esta ha sido una preocupación particular con las vacunas Covid-19, ya que las encuestas muestran que una parte sustancial de los estadounidenses -sea por la aceleración impuesta al proceso o por las preocupaciones en que la revisión de la vacuna se politice- comunicaron que no se aplicarían una vacuna Covid-19 cuando esté disponible. 

El escepticismo fue aún mayor entre las personas de color, que han experimentado continuo maltrato y discriminación histórica en la atención médica, y que en estos momentos padecen el impacto de la pandemia en cantidad desproporcionada.