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Covid-19: las dudas con el remdesivir y las nuevas investigaciones de su nucleósido original
British Medical Journal, Nueva York, EE.UU. 22 Noviembre, 2020

El espectro de pandemias pasadas se cierne sobre el remdesivir, uno de los primeros tratamientos farmacológicos para la Covid-19.

por Jeremy Hsu
para BMJ*

Una advertencia que vale la pena recordar en medio de la pandemia de coronavirus:

A principios de la década de 2000, en previsión de las pandemias de gripe, los gobiernos gastaron miles de millones de dólares en almacenar el medicamento antiviral oseltamivir (Tamiflu).
Años más tarde, investigadores independientes obtuvieron acceso a estudios clínicos no publicados que mostraban que el medicamento tenía solo efecto modesto en la reducción de la duración de los síntomas, muchos efectos secundarios y mostraba datos insuficientes para concluir si podía prevenir las complicaciones más graves de la influenza.

En 2020 tenemos el remdesivir, antiviral experimental costoso, publicitado entre los primeros tratamientos para la Covid-19. 

El remdesivir surge de la asociación entre la compañía Gilead Sciences, los Centers for Disease Control and Prevention-CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU) y el US Army Medical Research Institute of Infectious Diseases (Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE.UU.); la colaboración entre las partes buscaba tratamientos para virus basados ??en ARN con potencial de provocar pandemias.

Después de resultados decepcionantes en el tratamiento del ébola en 2014, el remdesivir fue probado en las primeras etapas de la Covid-19. La evidencia inicial del ensayo sugirió que podía acortar los tiempos de recuperación para los pacientes hospitalizados gravemente enfermos.

Los resultados fueron elogiados por el National Institutes of Health-NIH (Instituto Nacional de Salud de EE.UU.) recibiendo en mayo una veloz autorización de uso de emergencia de parte de la Food and Drug Administration-FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos). Se calcula que en breve estará disponible en el Reino Unido y Europa.

Sin embargo, ninguno de los ensayos controlados aleatorios publicados hasta ahora demostraron que el remdesivir salve significativamente más vidas que la atención médica estándar. Existe evidencia contradictoria sobre si un ciclo de tratamiento de cinco o diez días conduce a una mejoría clínica.
Además, el ensayo Solidarity de la Organización Mundial de la Salud, gran estudio internacional que involucra a miles de pacientes, publicó resultados provisionales que demuestran que remdesivir no tiene un impacto significativo en la mortalidad, la duración de la estadía hospitalaria o la necesidad de ventilación entre los pacientes hospitalizados.

A la fecha, el estudio Solidarity sería una de las pruebas más sólidas que le adjudica al remdesivir baja probabilidad en ser el fármaco anhelado, salvador de numerosas vidas.

En cambio, los investigadores ahora se están enfocando en pacientes moderadamente enfermos que todavía podrían beneficiarse del medicamento si se administra temprano. Pero considerando el alto precio, las existencias limitadas y los beneficios ahora posiblemente limitados, ¿qué pasa ahora con el remdesivir y los médicos que están considerando usarlo?

A fines de agosto, los NIH comenzaron a investigar el potencial de GS-441524, nucleósido original del remdesivir, también propiedad de Gilead.
Comparado con remdesivir, GS-441524 podría ser más fácil de sintetizar y fabricar, y costaría mucho menos. También se puede producir como una formulación oral (el remdesivir debe administrarse por vía intravenosa) con posibilidad de administrarse fuera de los hospitales, antes del diagnóstico, cuando los medicamentos antivirales suelen mostrar el mayor beneficio.
Los estudios preclínicos en animales sugieren que también puede resultar menos tóxico que el remdesivir y, por lo tanto, podría administrarse en dosis más altas con un efecto terapéutico posiblemente mejorado.


* BMJ 2020, noviembre 20, 2020
https://doi.org/10.1136/bmj.m4457