Francia: restricciones, desbordes hospitalarios, traslados sin concretar y vacunación limitada
Agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC), París, Francia 21 Marzo, 2021

Francia impone bloqueo de un mes en la región de París

El primer ministro francés, Jean Castex, anunció que la región de París, la región del norte de Hauts-de-France y varios otros departamentos en el sur de Francia se cerrarán durante 30 días  a partir de este fin de semana.

"Es evidente que la propagación de la epidemia se está acelerando", dijo Castex a los periodistas el jueves. "Esta aceleración parece ser una tercera ola justo cuando nos acercamos a la terrible cifra de 100.000 muertes".

El país ha estado en ascuas mientras el gobierno insinuaba nuevas restricciones: por lo visto, discutían la decisión. Castex deseaba evitar la palabra bloqueo, destacando que las medidas "no serán las mismas que las impuestas en marzo y noviembre del año pasado".

Las nuevas medidas incluyen cerrar tiendas no esenciales, limitar los viajes a menos de 10 kilómetros de los hogares y fomentar el trabajo remoto; se prohibirán además los viajes de larga distancia desde regiones bloqueadas a otras regiones. Sin embargo, las escuelas permanecerán abiertas y se permitirán caminatas y ejercicio.

Nuevo pico
Últimamente los casos de COVID-19 rondaron los 40.000 por día, batiendo un récord de cuatro meses. Estos números evidencian un aumento después de semanas en las que los casos diarios se mantuvieron por encima de los 20,000.

Los médicos han advertido que las unidades de cuidados intensivos están sobrecargadas y las operaciones no urgentes se han pospuesto en varias regiones. En la región de París, el número de pacientes en las unidades de cuidados intensivos alcanzó los 1200, más del 100 por ciento de la capacidad de las UCI.

La escalada de la epidemia de COVID-19 llega en un momento difícil para Francia. El programa de vacunación está bajo fuego por estar a la zaga de sus homólogos europeos.

Hospitales sobrecargados
Las autoridades están particularmente preocupadas por la situación de los hospitales en la región de París que concentra una cuarta parte de los pacientes en cuidados intensivos. Actualmente, hay 25.000 pacientes con COVID-19 en hospitales franceses.

“Las unidades de cuidados intensivos en París están desbordadas”, dijo Gilbert Deray, jefe de la unidad renal del hospital Pitié-Salpêtrière en París. “El estrés es extremo. Todos los días tenemos 100 nuevos infectados en cuidados intensivos, todos los días buscamos camas, preguntándonos dónde vamos a colocar a los enfermos. Estamos en la cúspide de un colapso y nos aterroriza la posibilidad de que tengamos que empezar a elegir entre pacientes”.

La semana pasada, en un intento por aliviar la presión, el ministro de Salud, Olivier Véran, anunció que los hospitales de Ile-de-France comenzarían a transferir "docenas, incluso cientos" de pacientes a otras regiones para liberar camas. Sin embargo, hasta ahora, solo se trasladaron en avión 10 pacientes, según la autoridad regional de salud ARS, y se cancelaron los planificados en tren.

“Solo el 10 por ciento de los enfermos de cuidados intensivos pueden ser trasladados, y en cada oportunidad debemos conseguir que los familiares acepten trasladar a un paciente intubado con ventilador a unos 600 kilómetros de distancia. Las imágenes se ven bien en la televisión, pero no resuelven nada".

Costo político
Según los informes, Macron estaba tratando de evitar imponer un bloqueo nacional, o incluso un bloqueo de fin de semana en la región de París, hasta el miércoles.

“La gente llega a casa muy tarde todas las noches, no podemos encerrarlos desde el viernes por la noche hasta el domingo por la noche. Es una vida que no es posible ”, dijo a los alcaldes locales, según France Bleu.

Evitar el encierro fue uno de los argumentos centrales de Macron, posturo que con frecuencia lo enfrentó con representantes del sector de la salud, especialmente cuando en Francia se propagan nuevas variantes de COVID-19 más contagiosas.

En febrero, el principal asesor de COVID-19 de Francia, Jean-François Delfraissy, advirtió que el gobierno debería copiar a los británicos en su lucha contra las nuevas variantes. Argumentó que las medias tintas no funcionan y las estrictas medidas de bloqueo frenaron la epidemia en el Reino Unido.

Fue un consejo que Emmanuel Macron se negó a seguir en ese momento, argumentando que para el país el costo social y económico de un cierre era demasiado alto. 
Dar marcha atrás ahora conlleva un alto costo político para el presidente, según el encuestador de OpinionWay Bruno Jeanbart. “Es una bofetada para él y muestra que estaba equivocado”, dijo.
"Cuando el número de casos no aumentó de inmediato, el gobierno y Macron le dieron un giro a la decisión de no bloquear, considerando que él era más inteligente, mejor que los médicos".