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Informe
Autor del artículo original
G Danaei
Columnista Experto de SIIC
Institución:
Londres Reino Unido

Análisis a Nivel Mundial de la Repercusión de los Factores Modificables de Riesgo sobre la Mortalidad de Causa Cardiovascular
La hipertensión arterial aún representa el principal factor de riesgo asociado con la mortalidad por causas cardiometabólicas, aunque se admite una creciente repercusión del exceso de peso y la hiperglucemia. El impacto de los factores modificables de riesgo sobre la mortalidad se ha trasladado a la población de los países de recursos bajos e intermedios.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/143266

Comentario
Autor del comentario
Augusto José Lépori 
Médico especialista en Cardiología, Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Posadas, Argentina


En el trabajo se analizó, sobre datos de las tres últimas décadas, el comportamiento y la influencia de los cuatro principales factores de riesgo (hipertensión arterial, obesidad, dislipemia e hiperglucemia) sobre la mortalidad por enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica.
Realizaron un análisis de más de 2000 publicaciones y combinaron la información estadística para obtener resultados “agrupados” (pooled analyses). Utilizaron estudios nacionales, regionales y comunales de alrededor del mundo, tanto publicados como no publicados, y evaluaron la exposición de la población a los factores de riesgo por edad, sexo, año y país.
El principal y más alarmante resultado fue encontrar que desde la década de 1980 hasta el año 2008 la mortalidad cardiovascular aumentó más de 25%, y la mortalidad por diabetes mellitus
e insuficiencia renal crónica lo hizo casi un 50%.
Alrededor del 60% de estas muertes se debieron a los cuatro factores de riesgo mencionados, siendo la hipertensión arterial el principal, tanto en 1980 como en la actualidad. Sin embargo, la brecha con sus perseguidores se redujo en los últimos 30 años debido a que la diabetes y el índice de masa corporal (IMC) han aumentado notoriamente su prevalencia, llegando a superar a la hipercolesterolemia como factor de riesgo de muerte cardiovascular, por diabetes, y renal, excepto en la cardiopatía isquémica, donde la dislipidemia continúa en segundo lugar.
El aumento de la prevalencia de obesidad y diabetes se halla en concordancia con los cambios en la dieta y la vida sedentaria a los que estamos expuestos en estos tiempos, ya sea por publicidad engañosa como por una cultura de consumismo, como también debido al costo de los productos saludables y el difícil acceso a ellos en países en desarrollo, sobre todo en el interior. Además, debido a que son enfermedades que continúan conociéndose, aún no utilizamos todas las herramientas disponibles para producir una prevención, a nivel comunitario e individual, acorde al daño que producen en la salud mundial.
Aunque no fue analizado de manera directa, es importante recordar que el tabaquismo es responsable de aproximadamente el 10% de las muertes cardiovasculares, hecho primordial para insistir a nuestros pacientes, y proveerlos de las herramientas necesarias para el cese del hábito de fumar ya que, agregado a los otros factores de riesgo hace que se atribuyan el 70% de las muertes cardiovasculares a estas cinco causas.
Cuando se analiza el comportamiento de estos factores de riesgo en la región latinoamericana, se puede observar que la influencia en la mortalidad, ya sea por la hipertensión arterial, la hiperglucemia, la dislipidemia y la obesidad, se ha mantenido estable o con tendencia a la disminución. Pero no hay que confiar ciegamente en estos datos, ya que este tipo de investigaciones (que utilizan información de distintos tipos de estudio con calidad metodológica diferente) pueden llevar a sobreestimarlas o subestimar el efecto de diferentes variables, como demuestra el hecho de que los países de ingresos bajos o medianos han presentado un aumento de la mortalidad por las tres causas investigadas, y lo han hecho a edades más tempranas, probablemente debido a estrategias de prevención y control de los factores de riesgo deficitarias. Además, los datos de Latinoamérica y el Caribe provienen en su mayoría de Brasil, México, Argentina y Colombia, por lo que la información generalizada puede estar sesgada en el resto de los países de la región.
El principal problema sobre la prevención cardiovascular apropiada es la falta de información actualizada y de calidad, principalmente en los países en desarrollo, como los de nuestra región. Esto deriva en que no podamos cuantificar de manera fidedigna los enormes beneficios que tiene la estrategia preventiva y que por ello no seamos lo suficientemente enérgicos a la hora de intentar promover los cambios en el estilo de vida de los pacientes que lleven a una reducción de la obesidad, la dislipemia, la diabetes, el tabaquismo y la hipertensión arterial.
Por lo expuesto es más que importante poder llevar a cabo, no solo a nivel poblacional sino también individual, estrategias de prevención adecuadas, ya que se ha propuesto reducir el 25% de la mortalidad prematura (entre 30 y 70 años de edad) por cuatro enfermedades no comunicables, entre las cuales están las cardiovasculares y la diabetes, entre 2010 y 2025, pero si continuamos por este camino claramente será una meta difícil de alcanzar.


Copyright © SIIC, 2017

Palabras Clave
enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad renal crónica, mortalidad
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