Programa Actualización Científica sin Exclusiones (ACisE)

Informes comentados


Ep.gif Epidemiología Ep.gif
 
Informe
Autor del informe original
Mariolga Bravo Acosta
Columnista Experto de SIIC
Institución:
Guayaquil Ecuador

Tuberculosis y otras causas de morbilidad y mortalidad hospitalaria en pacientes con VIH/sida
A diferencia de lo descrito en países desarrollados, en donde las enfermedades crónicas no transmisibles son causa de hospitalización para los pacientes con VIH, en este estudio en Ecuador la principal causa de admisión y muerte fueron las infecciones oportunistas, algo similar a lo de otros países de América y África occidental.

Resumen
Introducción: A diferencia de lo descrito en países desarrollados en donde se reportan las enfermedades crónicas no transmisibles como causa de hospitalización en pacientes con VIH, en este estudio la principal causa de admisión hospitalaria y muerte fueron las infecciones oportunistas, particularmente la tuberculosis, algo similar a lo informado en otros países de ingresos bajos en América y África Occidental, aun con la disponibilidad de la terapia antirretroviral. Objetivos: Se determinaron las causas más frecuentes de morbilidad y mortalidad hospitalaria en pacientes con VIH. Material y métodos: Se analizaron los datos demográficos, clínicos y de laboratorio de pacientes ingresados con diagnóstico de VIH durante un año, en un hospital de Guayaquil. Resultados: De 151 pacientes, el 76% era del sexo masculino con 37 años en promedio. El 56.3% conocía el diagnóstico de infección por VIH. La principal causa de hospitalización y muerte fueron las enfermedades definitorias de sida, en donde las formas meníngeas: criptococosis, toxoplasmosis, sífilis y leucoencefalopatía en conjunto siguen a la tuberculosis y el 93.5% de los fallecidos tenía recuento de CD4 menor de 200 células/mm3 (p = 0.007). Conclusión: De manera similar a lo informado en pacientes adultos jóvenes con VIH en países de bajos ingresos económicos, las infecciones oportunistas fueron la principal causa de hospitalización y muerte, relacionada con inmunosupresión intensa, estadios avanzados de la enfermedad y sin terapia antirretroviral. Los resultados refuerzan la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento de la infección por VIH y la profilaxis de infecciones oportunistas prevenibles.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/des/expertocompleto.php/172873


Comentario
Autor del comentario
José Trinidad Sánchez Vega(1) y Ricardo Hernández López(2)Arnulfo E. Morales Galicia(3)Diana Hernández López(4)Luz A. Uribe Torillo(5) 
(1)Universidad Nacional Autónoma de México
(2)Universidad Nacional Autónoma de México
(3)Universidad Nacional Autónoma de México
(4)Universidad Nacional Autónoma de México
(5)Universidad Nacional Autónoma de México


El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es el virus que origina al SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), una enfermedad que debilita el sistema inmunológico, provocando un estado crónico de inmunosupresión que favorece a infecciones, enfermedades neoplásicas y enfermedades crónicas no transmisibles. La historia del origen del VIH y su aparición en la década de 1980 es compleja y está marcada por descubrimientos científicos cruciales, confusión, estigma y una crisis global de salud. Se cree que el VIH se originó de primates no humanos en África, donde los virus simios similares al VIH han existido durante mucho tiempo. Se han identificado dos tipos principales de VIH: el VIH-1, que es la principal cepa responsable de la pandemia global, y el VIH-2, que es
menos común y está restringido a ciertas regiones de África Occidental. El VIH-1 se divide en varios grupos, siendo el grupo M el responsable de la pandemia mundial. Se cree que la transferencia del VIH de primates a humanos ocurrió cuando estos primates fueron cazados, exponiéndose a sangre infectada. En 1981 se informaron los primeros casos de una nueva enfermedad en Estados Unidos, denominada en ese entonces como GRID (gay-related inmune deficiency), actualmente SIDA, que se caracterizaba por infecciones oportunistas y neoplasias poco comunes. Hasta 1983, los investigadores Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi en Francia identificaron un retrovirus, al que llamaron LAV (virus asociado a linfadenopatía), en muestras de pacientes con SIDA. En ese mismo año, el Dr. Robert Gallo en Estados Unidos también identificó un retrovirus similar, al que llamó HTLV-III (virus linfotrópico de células T humano tipo III), que luego se demostró ser el mismo virus que el LAV y fue rebautizado como VIH. Para 1984, se confirmó de manera definitiva que el VIH era la causa del SIDA. Se estableció un acuerdo internacional entre los grupos de investigación de Montagnier y Gallo para reconocer el descubrimiento conjunto. Durante la década de 1980, se realizaron investigaciones intensivas para comprender la biología del VIH y desarrollar pruebas de diagnóstico. La transmisión del VIH ocurre principalmente a través del contacto sexual, uso compartido de agujas y jeringas, y de manera vertical de madre a hijo. El VIH y el SIDA tienen un impacto significativo en la salud de los latinos, así como en todo el mundo, pues esta es una de las regiones del mundo con una carga considerable de VIH/SIDA. La prevalencia del VIH varía entre los países de Latinoamérica, siendo más alta en algunos países de América del Sur y el Caribe. La epidemia ha afectado tanto a áreas urbanas como rurales, aunque la prevalencia puede variar entre países y subregiones. En México desde 1983 hasta el segundo trimestre de 2023, se cuenta con un registro de 361095 casos, de los cuales el 81.86% son hombres. El acceso a la atención médica y al tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) es fundamental para las personas que viven con VIH. En algunos países de Latinoamérica, el acceso a estos servicios puede ser limitado debido a barreras económicas y estigma o discriminación, además tiene un impacto económico significativo en las personas y comunidades afectadas, incluyendo costos asociados al tratamiento médico, pérdida de productividad laboral, gastos en atención médica y cuidado y disminución de la calidad de vida. Las infecciones oportunistas son aquellas que aprovechan la debilitada respuesta inmunológica de un individuo, típicamente debido a una inmunosupresión significativa, como la causada por el VIH. Estas infecciones son una consecuencia común y grave de la progresión no controlada del VIH hacia el SIDA, lo que subraya la importancia del TARGA para controlar la replicación del VIH y preservar la función inmunológica. Las infecciones oportunistas pueden involucrar una amplia gama de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, hongos y parásitos. Ejemplos comunes incluyen tuberculosis (TB), neumocistosis, criptococosis, candidiasis, citomegalovirus (VHH-5), virus de Epstein Barr (VHH-4), toxoplasmosis y cryptosporidiosis. La gravedad de las infecciones oportunistas puede variar, pero tienden a ser más graves en personas con VIH avanzado o SIDA. Estas infecciones a menudo son recurrentes y persistentes, y pueden requerir hospitalización o tratamiento prolongado, además pueden causar complicaciones graves, como falla multiorgánica, daño pulmonar irreparable, encefalitis, enfermedad gastrointestinal grave y otras condiciones mortales.
Coinfección VIH-tuberculosis
La coinfección entre la TB y el VIH representa una combinación peligrosa y desafiante que amenaza significativamente la salud global. Ambas enfermedades, por separado, ya son importantes problemas de salud, pero cuando se presentan juntas, se convierten en una sinergia de riesgos y complicaciones que plantean desafíos únicos para su diagnóstico y tratamiento. La coinfección TB-VIH es una preocupación global, especialmente en regiones con alta carga de TB y alta prevalencia de VIH, como África subsahariana. Se estima que alrededor del 8-15% de las personas con TB también están infectadas con VIH. El VIH infecta esencialmente a las células CD4, para una respuesta inmune efectiva contra Mycobacterium tuberculosis. Los pacientes coinfectados tienen un mayor riesgo de reactivación de la TB latente y progresión de la TB activa. El VIH aumenta la carga de bacilos ácido alcohol resistentes (BAAR) en los pacientes coinfectados y facilita la transmisión de la enfermedad. La infección por el VIH puede acelerar la progresión de la TB y reducir la eficacia de la respuesta inmunológica, lo que conlleva una mayor morbimortalidad Entre los factores de riesgo para la coinfección, destacan: 1. Contacto social y ambientes de alta transmisión: La TB y el VIH se propagan en entornos de alta densidad poblacional o hacinamiento, como barrios marginales y prisiones, donde la exposición a ambos agentes infecciosos es más probable. 2. Mala adherencia al tratamiento: La mala adherencia al tratamiento de la TB o al TARGA del VIH aumenta la probabilidad de coinfección y reactivación de la TB. 3. Estigma y barreras sociales: El estigma asociado al VIH y la TB puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado, lo que contribuye a la propagación y la gravedad de ambas enfermedades. 4. Malnutrición: la desnutrición y la mala alimentación incrementan la susceptibilidad de la coinfección y dificulta la recuperación de ambas enfermedades. 5. Factores socioeconómicos: la pobreza, la falta de educación, falta de servicios de salud y barras culturales conlleva a un mayor riesgo. 6. Estilo de vida: el tabaquismo, abuso de alcohol y consumo de drogas aumentan el riesgo de adquirir TB y VIH, y pueden empeorar la progresión de ambas enfermedades. Como ya se comentó, esta coinfección representa una sinergia de riesgos y complejidades que exige una respuesta integral y coordinada a nivel global. Los esfuerzos deben centrarse en la prevención, la detección temprana, el tratamiento efectivo y el apoyo continuo para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas afectadas por esta grave dupla infecciosa. Se necesita identificar al paciente enfermo y realizar un diagnóstico precoz, ya que el tratamiento y posterior curación corta la cadena de transmisión para ambas infecciones. Además, es necesario controlar los contactos estrechos por la alta probabilidad de contagio. Se deben realizar pruebas de VIH y TB en paralelo en personas con signos y síntomas compatibles con ambas enfermedades. Para los pacientes con VIH, es esencial evaluar la presencia de TB latente y, si es necesario, administrar la terapia preventiva para evitar la reactivación. El monitoreo clínico y de laboratorio a través de la evaluación constante de la carga viral de VIH y de la respuesta inmunológica, así como el monitoreo de la efectividad del TARGA, son cruciales en la coinfección. En cuanto al tratamiento, el TARGA se inicia independientemente del recuento de CD4 para suprimir la replicación del VIH, mejorar la inmunidad y prevenir la progresión de la TB, para esta última se emplean regímenes combinados de fármacos antituberculosos, que requieren ajustes en la dosificación y duración del tratamiento debido a la interacción con los medicamentos antirretrovirales. El tratamiento debe ser coordinado por un equipo multidisciplinario, garantizando una atención completa y óptima para ambas enfermedades. Finalmente es conveniente destacar que la coinfección VIH/TB representa un desafío complejo y significativo para la salud pública a nivel global. El impacto de esta coinfección es profundo y multifacético, ejerciendo una influencia negativa en la salud de los individuos afectados, en la propagación del VIH y en la carga para los sistemas de salud y la sociedad en su conjunto. En primer lugar, la TB en pacientes con VIH tiene un impacto devastador en la salud individual. La inmunosupresión causada por el VIH debilita la capacidad del sistema inmunológico para controlar y eliminar la infección por TB, lo que resulta en una progresión más rápida de la enfermedad. Además, la presentación clínica atípica de la TB en pacientes con VIH dificulta su diagnóstico y tratamiento oportunos, llevando a un mayor riesgo de morbimortalidad. El desafío actual y futuro radica en la gestión efectiva de esta coinfección en un contexto de resistencia a los antibióticos y otras barreras. La resistencia a los medicamentos antituberculosos y la creciente resistencia a los tratamientos antirretrovirales complican la elección y efectividad de los regímenes terapéuticos. La implementación de tratamientos adecuados y la garantía de su cumplimiento se vuelven fundamentales para frenar esta coinfección y sus consecuencias. A nivel socioeconómico, esta coinfección plantea desafíos significativos para los países. La carga económica en términos de costos de atención médica, pérdida de productividad laboral y gastos asociados a la atención de pacientes con TB y VIH es sustancial. Además, el estigma y la discriminación asociados con ambas enfermedades pueden afectar la calidad de vida, el acceso a la atención médica y la participación en la sociedad para los individuos afectados. En conclusión, la coinfección de tuberculosis y VIH representa una intersección crítica de desafíos médicos, sociales y económicos. Su abordaje efectivo requiere esfuerzos coordinados en educación, prevención, detección temprana y apego al tratamiento, así como la mejora de los sistemas de salud y una respuesta integral a nivel nacional e internacional. Reducir esta carga y mejorar la calidad de vida de aquellos afectados exige un compromiso sostenido y colaborativo de la comunidad global.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
conteo CD4, infección oportunista, terapia antirretroviral, tuberculosis, VIH
Especialidades
Ep.gif   I.gif         AP.gif   DL.gif   EdM.gif   In.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
D Zhang
Institución: Third Xiangya Hospital of Central South University,
Changsha China

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal Sigue Siendo una Carga Importante para la Salud Pública
En 2019 hubo casi cinco millones de casos de enfermedad inflamatoria intestinal en todo el mundo. La prevalencia de esta enfermedad en los países recientemente industrializados se está acercando rápidamente a la de los países occidentales.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/173027


Comentario
Autor del comentario
Liliana Sarahí Salas Franco 
Docente-Investigador, Universidad Autónoma de Guerrero, Guerrero, México


La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), puede ser una carga económica y social,1 para la salud pública debido al creciente número de casos y defunciones. Aunque la tasa de prevalencia estandarizada por edad ha aumentado con rapidez en los países que se industrializaron hace poco, especialmente en Asia oriental, la incidencia se ha estabilizado o incluso ha disminuido en los países occidentales, como los de América del Norte de altos ingresos. La prevalencia de la EII en los países recientemente industrializados se ha reportado la misma tendencia al alza con países occidentales.2,3 La colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI) y la enfermedad de Crohn (EC) son dos de las principales formas de la EII.4,5 En México no existe información sistematizada para monitorizar la carga de
la EII. Un estudio realizado en 2015, con la base de datos del Sistema Nacional de Salud codificados por CIE-10: K50 y K51, estimaron la carga de enfermedad de la EII en México. Los resultados fueron 9.953 casos de EC y 33.060 casos atendidos fue CUCI (ICD-10: K50 y K51). La prevalencia para EC en hombres fue de 8.4, 8.1 para mujeres; CUCI, 27.7 para mujeres y 26.9 para hombres. Los pacientes =  50  años representaron el 35,1% del total. Los casos hospitalizados con enfermedad de Crohn 1.097 (0,91). Los pacientes =  50  años representaron el 43,7% del total; colitis ulcerosa crónica idiopática 5.345 (4,42). Los enfermos =  50 años representaron el 47,6% del total. Las defunciones fueron (tasa de muertes específicas): en enfermedad de Crohn: mujeres 32 (0.52), hombres 36 (0.50); colitis ulcerosa crónica idiopática en mujeres 267 (4.31), en hombres 186 (3.15).6 De acuerdo con resultados obtenidos de investigaciones realizadas con diferentes tipos de poblaciones y áreas geográficas, es claro que la EII presenta una tendencia al alza a nivel mundial. En América Latina como una de las regiones con una tendencia al alta de casos, es importante seguir estudiando este tipo de enfermedades poco comunes y con característica de recaídas en los pacientes, que sigue sin conocerse una causa primordial. Es importante realizar una revisión sistemática de estudios epidemiológicos, como el estudio de Zhang, donde analizó una base de datos previa de 204 países en un lapso de 1990-2019. Con la finalidad de ampliar el conocimiento sobre cómo afecta la respuesta inmunológica intestinal en personas mayores de cincuenta años. Así como la asociación de EII y el índice sociodemográfico, en los últimos años la incidencia ha disminuido en países occidentales de alto ingreso.
Se han analizado, tasas de prevalencia por grupo de edad y sexo, aún con la elaboración de registros nacionales, falta incluir elementos de análisis, para desarrollar una metodología que ayude a evaluar y monitorear la enfermedad en un futuro. Esto evitaría a los pacientes necesitar una cirugía o presentar complicaciones. Con respecto a la edad pediátrica, una revisión sistemática, reportó incidencia elevada en Europa y Norteamérica.7 En conclusión, conocer la epidemiología local permitirá conocer la posibilidad de comparar resultados y generar discusiones internacionales, con el claro objetivo de mejorar continuamente las medidas de diagnóstico temprano y tratamientos oportunos a los pacientes.
Copyright © SIIC, 2023 Referencias bibliográficas 1. Fernández-Ávila, D. G., & Dávila-Ruales, V. (2023). Frecuencia de uso y costo del tratamiento biológico para enfermedad inflamatoria intestinal y artropatía asociada a enfermedad inflamatoria intestinal en Colombia durante el año 2019. Revista de Gastroenterología de México.
2. C.N. Bernstein, F. Shanahan. (2008) Disorders of a modernlifestyle: reconcilingtheepidemiology of inflammatoryboweldiseases.Gut., 57, pp. 1185-1191http://dx.doi.org/10.1136/gut.2007.122143 3. K.T. Thia, E.V. Loftus Jr., W.J. Sandborn, S.K. Yang.(2008)Anupdate on theepidemiology of inflammatoryboweldisease in Asia.Am J Gastroenterol, 103, pp. 3167-3182http://dx.doi.org/10.1111/j.1572-0241.2008.02158.x 4. Ungaro, R., Mehandru, S., Allen, P. B., Peyrin-Biroulet, L., &Colombel, J. F. (2017). Colitis ulcerosa. Lancet389(10080), 1756-1770.
5. Joana Torres, S. M. J. C., Mehandru, S., Colombel, J. F., &Peyrin-Biroulet, L. (2017). 6. Yamamoto-Furusho, J. K., Bosques-Padilla, F. J., Charúa-Guindic, L., Cortés-Espinosa, T., Miranda-Cordero, R. M., Saez, A., & Ledesma-Osorio, Y. (2020). Epidemiología, carga de la enfermedad y tendencias de tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal en México. Revista de Gastroenterología de México, 85(3), 246-256.
7. J. Sýkora, R. Pomahacová, M. Kreslová, D. Cvalínová, P. Štych, J. Schwarz. (2018). Current global trends in the incidence of pediatric-onset inflammatory bowel disease. World J Gastroenterol., pp. 2741-2763. http://dx.doi.org/10.3748/wjg.v24.i25.2741

Palabras Clave
carga, enfermedad inflamatoria intestinal, prevalencia, salud pública, análisis sistemático
Especialidades
Ep.gif   G.gif         MI.gif   SP.gif   
Informe
Autor del informe original
T Véliz Castro.
Institución: Universidad Estatal del Sur de Manabí,
Manabí Ecuador

Dengue en Latinoamérica: Prevalencia, Inmunidad y Factores de Riesgo
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, es un problema creciente en el ámbito de salud pública. Para la presente investigación se analizaron 20 artículos con información para los últimos 10 años. Los países con prevalencia más alta del virus fueron Brasil y República Dominicana. La vacuna se asocia con eficacia de 65%.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/172988


Comentario
Autor del comentario
José Trinidad Sánchez-Vega(1) y Arnulfo Eduardo Morales-Galicia(2)Ricardo Hernández-López(3) 
(1)Departamento de Microbiología y Parasitología, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
(2)UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO, Departamento de Microbiología y Parasitología
(3)Departamento de Microbiología y Parasitología, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO


El dengue es una patología viral que representa una preocupación importante para la salud pública en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, en la actualidad incluso para regiones con climas templados. Es causada por el virus del dengue (DENV), que pertenece a la familia Flaviviridae y es transmitido por mosquitos del género Aedes, especialmente A.aegypti.
El dengue puede manifestarse de diferentes formas, desde una fiebre leve hasta una grave conocida como fiebre hemorrágica del dengue (FHD). Los síntomas iniciales pueden incluir atas temperaturas, cefalea, artralgias, mialgias, náuseas, vómitos y erupción cutánea. En casos más graves, puede llevar a complicaciones potencialmente mortales, como hemorragia grave, daño en órganos y choque.
El dengue se ha convertido en una amenaza significativa para la salud mundial debido a
su rápida propagación y al aumento de los casos reportados en las últimas décadas. Las condiciones climáticas favorables, la aceleración de transmisión y la movilidad global de personas y mercancías han contribuido a la expansión del alcance geográfico del virus y de susvectores.
Históricamente, el 2019 es el año con mayor número de casos registrados a nivel mundial desde que comenzó el registro por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el pico de casos en la semana epidemiológica 14. Entre las semanas 1 y 52 de 2022 de acuerdo con datos de la misma organización, en las Américas se registraron 2.811.433 casos de dengue, los países con mayor número de casos fueron Brasil (84.1%), Nicaragua (3.5%), Perú (2.6%), Colombia (2.5%) y México (2.1%). Coincide que, por ejemplo, Brasil, Colombia y México notificaron 3,231 casos de dengue grave. Además, los cuatro serotipos conocidos circulan de manera simultánea en algunos países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Venezuela.
El dengue ha sido un importante problema de salud en México y representa una preocupación para las autoridades de salud. México es uno de los países donde la incidencia de dengue ha sido significativa debido a sus zonas de clima tropical y subtropical, que proporciona un ambiente propicio para la reproducción del A. aegypti. A lo largo de los años, México ha experimentado brotes de dengue en diferentes regiones, con fluctuaciones en los casos reportados de año en año. Por ejemplo, para el 2022 se registraron 12.671 casos confirmados, de los cuales el 57% provenían de Sonora, Veracruz, Estado de México, Tabasco y Chiapas. El grupo etario más afectado está comprendido entre los 10 y 14 años de edad. En ese mismo año el serotipo 2 fue el de mayor circulación para nuestra nación.
Como se menciona en el artículo, el cambio climático y el dengue están específicamente relacionados debido a la influencia que el clima tiene en la ecología y el comportamiento del mosquito A.aegypti, principal vector del virus del dengue. El cambio climático es un fenómeno global que afecta a los patrones meteorológicos, las temperaturas y los niveles de precipitación, lo que a su vez impacta en la distribución y expansión de los mosquitos y transmisión de esta y otras arbovirosis como el Zika o Chikungunya.
Las altas temperaturas favorecen el desarrollo y la reproducción del A.aegypti. En climas cálidos, estos pueden completar su ciclo de vida más rápidamente, lo que resulta en aumento en su población y una mayor transmisión activa. El cambio climático puede llevar a cabo cambios en los patrones de lluvia y con ello el índice de pluviosidad lo que puede influir en la disponibilidad de criaderos para los mosquitos. Las lluvias intensas continuas crean condiciones propicias para que los mosquitos se reproduzcan en recipientes de agua estancada, como neumáticos, jarras y macetas, esto asociado a la situación socioeconómica.
Las alteraciones climáticas pueden permitir que los vectores se propaguen a nuevas regiones y áreas más elevadas, por ejemplo, zonas urbanas, ya que las temperaturas antes inhóspitas para ellos ahora se vuelven adecuadas para su supervivencia y reproducción. Esto puede llevar a una mayor propagación del dengue a áreas previamente no afectadas. También las variaciones en el clima pueden afectar el comportamiento de los mosquitos, como sus hábitos de alimentación y reproducción, alterando los patrones de transmisión del virus y la dinámica de la enfermedad en ciertas áreas.
El aumento de las temperaturas y los fenómenos climáticos extremos pueden tener efectos indirectos en la salud humana, por ejemplo, las olas de calor más frecuentes pueden aumentar la exposición de las personas al mosquito, mientras que las inundaciones pueden aumentar los criaderos de mosquitos y la propagación del virus.
Asimismo, las deficiencias económicas en México pueden tener un impacto significativo en la propagación, el control y la prevención del dengue en el país. El acceso limitado a atención médica en algunas regiones puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento oportuno, pudiendo conducir a una mayor propagación del virus y aumentar el riesgo de complicaciones graves. Las limitaciones presupuestarias reducen la disponibilidad de recursos para programas de prevención y educación para la salud, esto puede afectar la implementación de campañas de eliminación de criaderos, la fumigación en áreas de alto riesgo y las actividades de concientización pública sobre medidas preventivas. Las deficiencias en infraestructura sanitaria en áreas desfavorecidas económicamente pueden contribuir a la acumulación de criaderos de mosquitos y la transmisión del dengue, la falta de acceso a agua potable y servicios de drenaje adecuado puede favorecer la presencia de criaderos en hogares y comunidades.
Enfrentar la interacción entre el cambio climático, factores socioeconómicos y el dengue es un desafío complejo que requiere acciones coordinadas a nivel global y local. Las estrategias de prevención y control del dengue deben considerar las condiciones climáticas locales y adaptarse a los posibles cambios futuros. Además, abordar el cambio climático en sí mismo es fundamental para minimizar sus efectos en la transmisión del dengue y otras enfermedades infecciosas.
Copyright © SIIC, 2023

Palabras Clave
virus del dengue, epidemiologia, incidencia, mortalidad, Aedes aegypti
Especialidades
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Informe
Autor del informe original
L Lamerato
Institución: Henry Ford Health System,
Detroit EE.UU.

El Uso de Fremanezumab Reduce los Síntomas de la Migraña
Los datos obtenidos con información del mundo real sobre el uso de fremanezumab muestran una reducción significativa de la frecuencia y el dolor de la cefalea, además de disminución del uso de los recursos sanitarios de los pacientes con migraña.


Publicación en siicsalud
http://www.siicsalud.com/des/resiiccompleto.php/169907


Comentario
Autor del comentario
Marco Lisicki 
Instituto Conci Carpinella, Departamento de Cefalea, Córdoba, Argentina


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La evidencia que faltaba
Los ensayos clínicos nos permiten conocer la eficacia de un tratamiento o, dicho de otro modo, determinar si puede ser útil contra una enfermedad dadas las condiciones ideales. Para este tipo de estudios, a diferencia de lo que ocurre cotidianamente en nuestros consultorios, los pacientes son seleccionados de manera minuciosa y reciben un seguimiento tan estrecho que sería imposible de implementar en la práctica clínica habitual. Más aún, durante los ensayos clínicos se realizan enormes esfuerzos externos para que los participantes reciban el tratamiento en tiempo y forma, ajustando la prescripción a los estándares óptimos y maximizando la adhesión, algo difícil de lograr en el escenario real. Por ello, en los ensayos clínicos aleatorizados, gran parte de
lo que se gana de rigor científico se pierde de “trasladabilidad” (en otras palabras, la capacidad de extrapolar los resultados del ensayo directamente a la práctica profesional del día a día).
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los resultados de los ensayos clínicos nos hablan sobre variables relacionadas con una enfermedad, que ayudan a cuantificar su gravedad a lo largo del tiempo, pero no suelen tener en cuenta el impacto asociado sobre los costos en salud que la enfermedad o su tratamiento pueden generar. En el caso de la migraña, como ocurre con otras afecciones, para poder evaluar un tratamiento desde un punto de vista costo-beneficio es fundamental considerar no solamente el efecto clínico de un tratamiento, sino, además, la repercusión que este efecto puede tener sobre distintos indicadores socioeconómicos, como son los costos directos (utilización de recursos sanitarios) e indirectos (como la afectación del desempeño laboral) vinculados con la enfermedad.
Por lo tanto, el complemento fundamental y necesario para todos los ensayos clínicos es el análisis de los efectos del tratamiento en el mundo real. En contraste con lo que ocurre en los estudios controlados, la evidencia en el mundo real nos permite evaluar la efectividad de un tratamiento administrado en condiciones normales a pacientes comunes y, al mismo tiempo, estimar cómo ese tratamiento impacta sobre distintas medidas de salud individual y poblacional. En el estudio titulado Real-worldimpact of fremanezumab on migraine symptoms and resource utilization in the United States, McAllistery colaboradores, de la Universidad de Yale, evaluaron retrospectivamente la evolución de los síntomas relacionados con la migraña y la utilización de recursos sanitarios, en una muestra de pacientes antes y después de iniciar el tratamiento con fremanezumab, un anticuerpo monoclonal contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP, calcitonin gene related peptide). Como era de esperar en este tipo de estudios, los pacientes incluidos no fueron “ideales”, sino reales. Muchos (entre un tercio y un cuarto) presentaban comorbilidades, como otros tipos de dolor, enfermedades psiquiátricas, insomnio o afecciones cardiovasculares. Además, los prescriptores no fueron necesariamente médicos especializados en dolor de cabeza, como ocurre en la mayoría de los ensayos, sino que los datos se extrajeron de una base general de registros médicos estadounidense que incluyó mayoritariamente neurólogos, pero también especialistas en medicina familiar, medicina interna, medicina del dolor y otros.
Los resultados del estudio fueron bastante positivos: a pesar de las dificultades para rastrear algunos datos inherentes a este tipo de investigaciones, en el análisis pudo corroborarse que, en el mundo real, tal y como se observó en los ensayos clínicos previos, la mayoría de los pacientes que recibieron fremanezumab tuvieron mejorías significativas en cuanto a los síntomas y la frecuencia de los ataques de migraña. Por otra parte, el estudio demostró que las mejorías observadas estuvieron asociadas con menor tasa de visitas a urgencias y hospitalizaciones, que trajo aparejada una reducción importante de costos en salud.
En síntesis, el estudio de McAllistery col. aporta evidencia en el mundo real que avala la indicación de fremanezumab en pacientes con migraña, ya que mostró que, incluso en condiciones no controladas, este anticuerpo produce una disminución de la frecuencia e intensidad de los ataques de dolor de cabeza, que se traduce en una reducción significativa de la utilización de recursos sanitarios por parte de los pacientes.

Palabras Clave
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