ACTUALIZACION ACERCA DEL EMPLEO DE HIERRO INTRAVENOSO PARA EL TRATAMIENTO DEL SINDROME DE PIERNAS INQUIETAS EN LA ENFERMEDAD RENAL TERMINAL(especial para SIIC © Derechos reservados) |
En pacientes con síndrome de piernas inquietas asociado con insuficiencia renal terminal, la administración del complejo hierro dextrán, por vía intravenosa, se acompañó de alivio transitorio de los síntomas, hecho que sustenta la participación de alteraciones en el metabolismo neuronal del hierro en la aparición de dicho síndrome. |
Autor: Marc W. Halterman Columnista Experto de SIIC Artículos publicados por Marc W. Halterman |
Coautor James A. Sloand* MD, Rochester, EE.UU.* |
Recepción del artículo 8 de Septiembre, 2006 |
Aprobación 28 de Septiembre, 2006 |
Primera edición 1 de Marzo, 2007 |
Segunda edición, ampliada y corregida 7 de Junio, 2021 |
Resumen
Antecedentes: El síndrome de piernas inquietas (SPI) se vincula con alteraciones en el equilibrio del hierro y, con frecuencia, es presentado por pacientes con insuficiencia renal en hemodiálisis crónica. Debido a la existencia de una relación entre el hierro y el SPI nos propusimos determinar si la administración del complejo hierro dextrán por vía itravenosa (IV) mejoraría los síntomas de dicho síndrome en esa población de enfermos. Materiales, métodos y resultados: Un grupo de pacientes con insuficiencia renal terminal (IRT), en tratamiento con hemodiálisis y con diagnóstico de SPI, fue incluido en un ensayo a doble ciego, controlado con placebo, que comparó la administración de 1 000 mg de hiero dextrán con la de solución salina, ambos por vía IV. Los datos demográficos de los pacientes, los exámenes de sangre (que incluyeron los niveles de hierro sérico, ferritina y capacidad total de fijación del hierro), el perfil de efectos adversos y la puntuación de gravedad del SPI se evaluaron durante el seguimiento, 1, 2 y 4 semanas después de la infusión. Al inicio del estudio, las puntuaciones del SPI, en conjunto, indicaron gravedad algo mayor en los 14 pacientes del grupo placebo, en comparación con los 11 sujetos asignados al azar para recibir hierro dextrán. Se observó mejoría significativa en la puntuación de gravedad del SPI en el grupo de personas tratadas con hierro dextrán, 1 semana después de la infusión, que fue máxima a las 2 semanas y no alcanzó significación en la cuarta semana. Este hecho se correlacionó con incremento de los niveles de ferritina y de la saturación de hierro en los individuos tratados con hierro dextrán. No se observaron diferencias en los eventos adversos entre ambos grupos. Conclusiones: La administración de hierro dextrán, en altas dosis, atenuó significativamente los síntomas del SPI en pacientes con IRT, pero los efectos beneficiosos fueron transitorios.
Palabras clave
síndrome de piernas inquietas, hierro, insuficiencia renal terminal, insuficiencia renal crónica, hepcidina
Abstract
Background: Restless legs syndrome (RLS) has been linked with perturbations in iron handling and is commonly acquired in patients with renal failure receiving long-term hemodialysis. Given the relationship between iron and RLS, we sought to determine whether intravenous (IV) iron dextran would improve symptoms of RLS in this population. Materials, methods and results: Patients with end stage renal disease (ESRD) on hemodialysis (HD) with RLS were enrolled in a double-blind, placebo controlled study comparing 1 000 mg of IV iron dextran against normal saline IV. Patient demographic data, blood testing (including serum iron, ferritin levels, and total iron binding capacity), side effect profiles and RLS severity scores were followed at 1, 2 and 4 weeks post infusion. At baseline, aggregate RLS scores were slightly more severe for the fourteen patients in the placebo group compared to the eleven patients randomized to receive iron dextran. Significant improvements in the RLS severity score were observed in the iron dextran-treated group one week after infusion, but peaked at two weeks becoming non-significant by week four. This correlated with increases in serum ferritin levels and iron saturation in the iron dextran-treated group. No differences in adverse events were appreciated in the two groups. Conclusions: High-dose, intravenous iron dextran significantly alleviated RLS in patients with ESRD, but salutary effects are transient.
Key words
restless legs syndrome, iron, end stage renal disease, chronic kidney disease hepcidin
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