Resúmenes amplios

EFICACIA Y SEGURIDAD DEL FLURBIPROFENO EN LA ODINOFAGIA


New Haven, EE.UU.
En los pacientes con faringitis aguda, la utilización de múltiples dosis de flurbiprofeno, en forma de pastillas para chupar, se asocia con un alivio significativo de la odinofagia, la disfagia y la sensación de edema de fauces. El tratamiento se tolera muy bien.

Trials 15(263):1-8

Autores:
Schachtel B, Aspley S, Schachtel B

Institución/es participante/s en la investigación:
Yale University School of Medicine

Título original:
Utility of the Sore Throat Pain Model in a Multiple-Dose Assessment of the Acute Analgesic Flurbiprofen: A Randomized Controlled Study

Título en castellano:
Utilidad del Modelo de Dolor de Garganta en la Valoración de Múltiples Dosis del Analgésico Agudo Flurbiprofeno: Estudio Controlado y Aleatorizado

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
3.18 páginas impresas en papel A4

Introducción

En diversos estudios previos se utilizó un modelo de dolor de fauces para conocer la eficacia analgésica aguda de dosis únicas de distintos fármacos. Sin embargo, al igual que en otras situaciones clínicas asociadas con dolor agudo, los enfermos con faringitis dolorosa, secundaria a infecciones del tracto respiratorio superior (URTI), suelen requerir más de una dosis, especialmente durante el primer día de tratamiento y hasta que los síntomas de la infección respiratoria remiten. Este escenario, no obstante, complica la valoración precisa de la eficacia analgésica de los fármacos, respecto del placebo. Por este motivo, en el presente estudio, los autores consideraron cuatro premisas metodológicas fundamentales. En primer lugar, y con el objetivo de evitar la confusión asociada con otras situaciones vinculadas con las infecciones respiratorias superiores que pueden motivar odinofagia, sólo se evaluaron pacientes con dolor de garganta atribuible a faringitis, confirmada con la escala Tonsillo-Pharyngitis Assessment (TPA), un índice en el cual se consideran distintos hallazgos típicos de la faringitis aguda. Esta escala también asegura que los enfermos asignados a los diferentes grupos de tratamiento tengan faringitis de la misma intensidad. En segundo lugar se valoraron, también, otras manifestaciones comúnmente asociadas con la odinofagia: el edema (sensación de inflamación o tumefacción de la garganta) y las dificultades para la deglución (disfagia). En tercer lugar, se incluyeron pacientes que referían síntomas de no más de tres días de evolución y, por último, sólo se reclutaron pacientes que refirieron sintomatología moderada, como mínimo, en las escalas de dolor, edema y disfagia al momento del reclutamiento.

Diversos estudios previos demostraron la eficacia y la seguridad de una única dosis de flurbiprofeno (un antiinflamatorio no esteroide), en pastillas para chupar, en pacientes con odinofagia. En la presente ocasión, en cambio, los autores determinaron la eficacia y la seguridad de la administración de múltiples dosis (pastillas con 8.75 mg de flurbiprofeno [F8.75], respecto de pastillas con placebo), especialmente en las primeras 24 horas de tratamiento.

Pacientes y métodos

La investigación tuvo un diseño aleatorizado, a doble ciego, controlado con placebo, de múltiples dosis y de grupos paralelos. El reclutamiento comenzó en 2009 y finalizó en 2011, en distintos centros de los Estados Unidos. Fueron incluidos pacientes de 18 años o más que referían odinofagia moderada o grave de tres días o menos de evolución en la Throat Pain Scale (una escala con cuatro categorías de intensidad de dolor), al menos un síntoma presuntivo de infección aguda del tracto respiratorio superior en el URTI Questionnaire, hallazgos objetivos de inflamación de la faringe (cinco puntos o más en la TPA) y síntomas faríngeos en tres variables referidas por el enfermo: dolor (66 mm o más en la Sore Throat Pain Intensity Scale [STPIS]), disfagia (50 mm o más en la Difficulty Swallowing Scale [DSS]) y sensación de edema de fauces (33 mm o más en la Swollen Throat Scale [SwoTS]). Se excluyeron los enfermos con respiración bucal (asociada con sequedad de fauces), tos (asociada con malestar de fauces) u otras enfermedades que afectan la función respiratoria. Tampoco se incluyeron los pacientes con alergia o hipersensibilidad a la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroides y los enfermos con trastornos gastrointestinales, hepáticos o renales, entre otros criterios de exclusión.

Los participantes fueron aleatoriamente asignados al tratamiento con F8.75 o placebo; los pacientes permanecieron en el centro durante las dos horas que siguieron a la administración de la primera dosis. En sus hogares debían utilizar la medicación según necesidad, cada 3 a 6 horas, hasta un máximo de cinco pastillas en 24 horas. Los enfermos pudieron ingerir paracetamol, 650 mg, cada 4 a 6 horas. Durante las primeras 24 horas no se permitió el uso de ninguna otra medicación. En ese período, los enfermos completaron planillas que permitieron conocer la sintomatología, la utilización de medicación oral y los efectos adversos. Durante los seis días siguientes, los pacientes refirieron los criterios secundarios de valoración antes y después de cada dosis de medicación o placebo. Al final de los siete días del período de observación se realizaron las valoraciones finales de eficacia y de seguridad.

Al inicio del estudio, todos los participantes fueron evaluados por el profesional quien determinó la presencia de faringitis (TPA) y la gravedad de la inflamación de fauces en la Practitioner’s Assessment of Inflammation (PrAoI) como ausente, leve, moderada o grave. En todos los enfermos se realizaron cultivos de fauces para la detección de estreptococo betahemolítico del grupo A (EBHGA) en la orofaringe. Los pacientes con infección por EBHGA y los sujetos con infección por estreptococo del grupo C recibieron antibióticos. Estos enfermos continuaron el estudio y fueron incluidos en los análisis de eficacia.

Los pacientes refirieron los síntomas de fauces en la STPIS, en la DSS y en la SwoTS al inicio, a la hora y a las dos horas de la primera dosis y, luego, cada hora durante las primeras 24 horas (sólo durante las horas diurnas); los registros posteriores se efectuaron antes y una y dos horas después de cada dosis, entre el segundo y el séptimo día.

El alivio del dolor se determinó a la hora y a las dos horas de la primera dosis mediante una escala validada de seis dominios: la Sore Throat Relief Rating Scale (STRRS): ausencia de alivio hasta alivio completo. A las 24 horas, los enfermos refirieron su nivel de satisfacción con el tratamiento en la Patient Satisfaction Scale de siete categorías, desde la insatisfacción máxima hasta la máxima satisfacción.

El criterio principal de valoración fue la diferencia global ponderada en el tiempo (time-weighted summed difference in pain intensity) en la intensidad del dolor en la STPIS en las 24 horas que siguieron a la primera dosis (SPID24). Las diferencias en la eficacia entre los grupos se determinaron con el método de medias de los cuadrados mínimos y con análisis de varianza (ANOVA). La inflamación de fauces (en la PrAoI), la duración de la odinofagia, el tamaño de las amígdalas (en la TPA), el alivio sintomático y la satisfacción del enfermo se analizaron con pruebas de Wilcoxon. Los restantes parámetros se compararon con pruebas de chi al cuadrado y de la t, según el caso.

La eficacia de una única dosis en la STPIS, DSS y SwoTS se estimó como el cambio absoluto, respecto de los registros basales, hasta seis horas después del tratamiento. Las probabilidades de reducción de la gravedad sintomática en, por lo menos, un 20% en las mismas escalas se compararon entre los grupos con modelos de regresión logística. El efecto del tratamiento se analizó como el porcentaje acumulado de pacientes con respuesta satisfactoria (sujetos con reducción del 20% en el puntaje de la STPIS) en el transcurso de las primeras seis horas. Estos datos se utilizaron para calcular las diferencias en el riego absoluto (DRA) y el número necesario para tratar (NNT).

Resultados

La muestra para el análisis abarcó 101 pacientes asignados a F8.75 y 97 sujetos asignados a placebo; 189 participantes completaron el protocolo. Las características basales fueron similares en los enfermos de los dos grupos. Se comprobó infección por EBHGA en el 4.1% de los pacientes (3% en el grupo activo y 5.2% en el grupo placebo; p > 0.1). La mayoría de los enfermos tenía inflamación faríngea moderada a grave. La gravedad basal de los síntomas valorados en la STPIS, DSS y SwoTS también fue similar en los sujetos de los dos grupos. La mayoría de los enfermos tenía, al inicio del estudio, dolor de intensidad moderada (69.3% en el grupo de F8.75 y 66% en el grupo placebo).

En promedio, los enfermos utilizaron 4.7 pastillas en las primeras 24 horas. En relación con el criterio principal de valoración (SPID24), los enfermos del grupo de F8.75 refirieron una reducción 59% mayor del dolor, respecto de los pacientes del grupo placebo (diferencia de -196.6 mm x h; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: -321.0 a -72.2; p < 0.01). Asimismo, los pacientes asignados a F8.75 presentaron un alivio 45% más alto en la escala de disfagia (diferencia de -179.7; IC 95%: -305.7 a – 53.8; p < 0.01) y una disminución 44% superior en la escala de edema de fauces, en comparación con los sujetos del grupo placebo (diferencia de -168.4; IC 95%: -293.7 a -43.1; p < 0.01). El 53.6% de los enfermos asignados a F8.75 refirieron estar satisfechos, muy satisfechos o extremadamente satisfechos con el tratamiento, en comparación con el 38.5% de los sujetos del grupo control (p < 0.05).

Cuando se analizaron los efectos de una única dosis se comprobó una reducción estadísticamente significativa del dolor en los pacientes del grupo F8.75, en comparación con los sujetos del grupo placebo, hasta las tres horas posteriores (p < 0.01). También se registraron disminuciones en los valores absolutos de la DSS y de la SwoTS, cada hora y hasta la cuarta hora posterior al tratamiento con F8.75, respecto del placebo (p < 0.05 para todas las mediciones). Un porcentaje considerablemente más alto de pacientes del grupo activo refirió una reducción del 20%, como mínimo, en la intensidad del dolor de fauces (61.4% y 37.1%, respectivamente; p < 0.001), en la disfagia (57.4% y 36.1%, respectivamente, p < 0.01) y en el edema de fauces (63.4% y 40.2%; p < 0.01). En el análisis de respuesta acumulada de pacientes con disminución de, por lo menos, un 20% en el dolor de garganta, la DRA entre el grupo activo y el grupo placebo fue de 0.22 (NNT de 4.5) a la hora y de 0.24 (NNT de 4.1) a las seis horas posteriores a la dosis.

El alivio del dolor de fauces fue significativamente más importante en los pacientes del grupo activo, respecto de los enfermos asignados a placebo, a la hora (1.8 y 1.2 puntos en promedio, respectivamente; p < 0.01) y a las dos horas (2.0 y 1.3 puntos en el mismo orden; p < 0.0001) en la STRRS.

Los pacientes asignados a F8.75 presentaron, entre los días 2 y 7, 38% más alivio del dolor (diferencia de -8.2; IC 95%: -17.1 a 0.7; p = 0.07), mejoría 36.9% más importante de la disfagia (diferencia de -7.5; IC 95%: -16.2 a 1.3; p = 0.09) y 45% más alivio del edema de fauces, respecto de los sujetos del grupo placebo (diferencia de -8.1; IC 95%: -16.8 a 0.6; p = 0.07).

El 25.7% y el 19.6% de los enfermos asignados a F8.75 y placebo, respectivamente, presentaron efectos adversos en las primeras 24 horas (p > 0.1). La mayoría de ellos se vinculó con la infección del tracto respiratorio superior. Se registraron efectos adversos graves en el 1% de los enfermos de ambos grupos (p > 0.1). La incidencia de trastornos gastrointestinales también fue semejante en los dos grupos. En el transcurso de los siete días, el porcentaje de pacientes con efectos adversos se mantuvo similar en ambos grupos (33.7% en el grupo activo y 28.9% en el grupo control; p > 0.01), el mismo patrón se observó para los síntomas gastrointestinales (3% y 2.1% en igual orden; p > 0.1).

Discusión

La odinofagia, en el contexto de las infecciones agudas del tracto respiratorio superior, es autolimitada, motivo por el cual en el presente trabajo se aplicó una metodología rigurosa para detectar diferencias significativas entre los dos grupos de tratamiento, en el alivio de los síntomas, especialmente en el transcurso de las primeras 24 horas. Se comprobaron diferencias importantes entre la terapia con F8.75 y el placebo a la hora, en todas las escalas de valoración, en el efecto máximo entre la hora y las tres horas y en el alivio de hasta cuatro horas, en dos de las tres escalas utilizadas.

La principal limitación del trabajo fue que el 40% de los pacientes refirió el inicio de los síntomas en los tres días previos, de modo tal que las primeras 24 horas de valoración reflejaron, en realidad, los días cuarto, quinto y sexto de la enfermedad, y se sabe que el 85% de los pacientes con faringitis aguda mejoran en el transcurso de los primeros siete días. Este fenómeno explicaría la falta de diferencias significativas entre los grupos, en las valoraciones realizadas entre los días 2 y 7. Este aspecto deberá ser particularmente contemplado en las investigaciones futuras.

Conclusiones

En el presente estudio, con la aplicación de un modelo preciso para la valoración de la odinofagia, se confirmó la eficacia y seguridad de múltiples dosis de flurbiprofeno de 8.75 mg. La mejoría se reflejó en las escalas de intensidad del dolor, alivio del dolor, edema de fauces, disfagia y satisfacción de los pacientes con la terapia. Los autores consideran, por último, que la metodología utilizada en esta ocasión podría ser adecuada para analizar la eficacia y seguridad de otros agentes analgésicos. 

 



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